Mejoran los números de la producción lechera luego de un período crítico

Luego de tres años de sequía y bajos precios, el negocio lechero muestra una recuperación de valores y una favorable relación entre el precio de la leche y de los insumos. Por ejemplo, en 2023, un litro de leche alcanzaba para comprar un kilo de maíz; a fines de 2024 la relación mejoró a 2,3 kilos de maíz y en lo que va de 2025 se pueden adquirir aproximadamente dos kilos de maíz.

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Durante este año, el negocio lechero mantiene un buen resultado económico, con precios de 472,87 pesos por litro en junio según Siglea, aunque los valores vienen subiendo muy gradualmente: en mayo el valor pagado fue 467,92 pesos.

“La producción viene recuperándose y se enfrenta a un consumo interno que, luego de muchos meses de estancamiento, muestra crecimiento y llegó 195,7 litros por habitante y por año entre enero y mayo de 2025”, observa el consultor Marcos Snyder. Sin embargo, la distribución del consumo no es pareja y aparentemente está creciendo más entre los integrantes de la clase media alta y alta que en las franjas inferiores de la población. Por eso muchas industrias pequeñas de comunidades y pueblos del interior todavía no alcanzan a registrarlo.

La exportación actualmente configura el 26,1% del volumen total de leche y está operando bien porque se mantienen cotizaciones superiores a 3500U$S/t de la leche en polvo en el mercado internacional.

Mientras tanto, la producción de forraje evoluciona en forma favorable. Hay humedad en la mayor parte de las cuencas lecheras, lo que determinó que se produzca gran volumen de forraje con los verdeos de invierno y mayor producción de todo el campo respecto del año pasado.

Con el marco descripto, la pregunta del millón es qué va a pasar en primavera. Según explica Snyder, la producción viene creciendo mes a mes si se considera la evolución interanual y se enfrentará con la demanda interna y la exportación. En una condición de estabilidad macroeconómica, con precios quietos, el consumo debería asentarse y derramar hacia las franjas de menor poder adquisitivo de la población. Y la exportación debería seguir siendo un buen negocio, ayudada con la reciente depreciación del peso. Si estas dos fuerzas siguen como hasta ahora, pese al aumento de producción previsto, Snyder entiende que no debería caer sustancialmente el precio en primavera en términos reales.

Luego de tres años de sequía y bajos precios, el negocio lechero muestra una recuperación de valores y una favorable relación entre el precio de la leche y de los insumos. Por ejemplo, en 2023, un litro de leche alcanzaba para comprar un kilo de maíz; a fines de 2024 la relación mejoró a 2,3 kilos de maíz y en lo que va de 2025 se pueden adquirir aproximadamente dos kilos de maíz.

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Durante este año, el negocio lechero mantiene un buen resultado económico, con precios de 472,87 pesos por litro en junio según Siglea, aunque los valores vienen subiendo muy gradualmente: en mayo el valor pagado fue 467,92 pesos.

“La producción viene recuperándose y se enfrenta a un consumo interno que, luego de muchos meses de estancamiento, muestra crecimiento y llegó 195,7 litros por habitante y por año entre enero y mayo de 2025”, observa el consultor Marcos Snyder. Sin embargo, la distribución del consumo no es pareja y aparentemente está creciendo más entre los integrantes de la clase media alta y alta que en las franjas inferiores de la población. Por eso muchas industrias pequeñas de comunidades y pueblos del interior todavía no alcanzan a registrarlo.

La exportación actualmente configura el 26,1% del volumen total de leche y está operando bien porque se mantienen cotizaciones superiores a 3500U$S/t de la leche en polvo en el mercado internacional.

Mientras tanto, la producción de forraje evoluciona en forma favorable. Hay humedad en la mayor parte de las cuencas lecheras, lo que determinó que se produzca gran volumen de forraje con los verdeos de invierno y mayor producción de todo el campo respecto del año pasado.

Con el marco descripto, la pregunta del millón es qué va a pasar en primavera. Según explica Snyder, la producción viene creciendo mes a mes si se considera la evolución interanual y se enfrentará con la demanda interna y la exportación. En una condición de estabilidad macroeconómica, con precios quietos, el consumo debería asentarse y derramar hacia las franjas de menor poder adquisitivo de la población. Y la exportación debería seguir siendo un buen negocio, ayudada con la reciente depreciación del peso. Si estas dos fuerzas siguen como hasta ahora, pese al aumento de producción previsto, Snyder entiende que no debería caer sustancialmente el precio en primavera en términos reales.

 Hay una relación favorable con los insumos: crecen el consumo y las exportaciones  Read More