Adiós al sueño americano: es hondureña y pidió asilo en EE.UU., pero los atrasos migratorios la obligaron a irse

El sueño americano se desvaneció para muchos migrantes que eligieron Estados Unidos para vivir, pero que encuentran obstáculos en el sistema de permisos para obtener un estatus legal y sienten temor a ser deportados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Así fue el caso de una mujer hondureña que decidió abandonar ese país.

Es migrante hondureña y abandonó EE.UU. el atraso en su caso y temor al ICE

Kataleya Nativi Baca llegó a Estados Unidos en 2021, con 30 años, e inició una solicitud de asilo al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés). La mujer pudo permanecer en ese país mientras esperaba una resolución sobre su caso, pero antes de que llegara tomó la contundente decisión de irse por voluntad propia.

“El presidente [Donald Trump] llegó al poder y amenazó con quitarnos nuestros derechos y deportarnos”, advirtió Nativi a The Washington Post. Y alegó: “No quiero que me deporten, prefiero irme por mi cuenta”.

El temor de Kataleya es el de muchos extranjeros que se encuentran sin autorización legal en el territorio norteamericano, o incluso que poseen uno temporal, frente a las medidas implementadas por el mandatario republicano desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado. Trump ordenó incrementar el número de arrestos diarios al ICE en mayo, para cumplir con las deportaciones masivas de un millón de personas al año que prometió.

Nativi obtuvo un permiso de trabajo temporal y se insertó en el mercado laboral en una cadena de comida rápida coreana y en una empresa de limpieza de obras. Encontró ventajas de residir allí durante cuatro años, entre Virginia, Texas, Washington D.C. y Nueva York.

Ya no se sentía amenazada de recibir una discriminación similar a la que vivió en Honduras y México. De hecho, utilizó la ley para cambiar legalmente su nombre y que reflejara su identidad de género.

Pero también enfrentó severos obstáculos con el sistema migratorio y sufrió agresiones e incluso fue víctima de violación en Dallas. Cuando hizo la denuncia, la mujer relató que las autoridades “no hicieron nada”.

“Ya no puedo estar en un país donde he pasado por tantos desafíos”, indicó. Pero resaltó uno de ellos por encima del resto: “La situación actual, con las políticas migratorias del nuevo gobierno, me ha decepcionado aún más”.

La mujer decidió abandonar EE.UU. y regresar a su país de origen

Desde el Aeropuerto Internacional Libertad de Newark, en Nueva Jersey, Baca abordó su vuelo de vuelta a Honduras, tras cuatro años de vivir en Estados Unidos. “No es fácil recorrer un camino tan largo y regresar en solo unas horas”, expresó al medio mencionado.

Así, emprendía su camino a otra nueva etapa, pero no sin antes decirle adiós al país que se convirtió en su hogar por un período de tiempo. “Con mucho amor y cariño, me despido de EE.UU. Le doy gracias a Dios y al presidente [Joe] Biden por haberme permitido estar aquí”, señaló.

“La llegada fue sanadora”, relató la migrante, dado que sus familiares, incluidos sus sobrinos, estaban en la terminal aérea de San Pedro Sula para recibirla. Sobre la posibilidad de volver a EE.UU., Baca puntualizó que tiene la intención, pero que debe existir una situación diferente. “Ya no es un país libre. Cuando cambie, regresaré”, expresó.

El sueño americano se desvaneció para muchos migrantes que eligieron Estados Unidos para vivir, pero que encuentran obstáculos en el sistema de permisos para obtener un estatus legal y sienten temor a ser deportados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Así fue el caso de una mujer hondureña que decidió abandonar ese país.

Es migrante hondureña y abandonó EE.UU. el atraso en su caso y temor al ICE

Kataleya Nativi Baca llegó a Estados Unidos en 2021, con 30 años, e inició una solicitud de asilo al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (Uscis, por sus siglas en inglés). La mujer pudo permanecer en ese país mientras esperaba una resolución sobre su caso, pero antes de que llegara tomó la contundente decisión de irse por voluntad propia.

“El presidente [Donald Trump] llegó al poder y amenazó con quitarnos nuestros derechos y deportarnos”, advirtió Nativi a The Washington Post. Y alegó: “No quiero que me deporten, prefiero irme por mi cuenta”.

El temor de Kataleya es el de muchos extranjeros que se encuentran sin autorización legal en el territorio norteamericano, o incluso que poseen uno temporal, frente a las medidas implementadas por el mandatario republicano desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado. Trump ordenó incrementar el número de arrestos diarios al ICE en mayo, para cumplir con las deportaciones masivas de un millón de personas al año que prometió.

Nativi obtuvo un permiso de trabajo temporal y se insertó en el mercado laboral en una cadena de comida rápida coreana y en una empresa de limpieza de obras. Encontró ventajas de residir allí durante cuatro años, entre Virginia, Texas, Washington D.C. y Nueva York.

Ya no se sentía amenazada de recibir una discriminación similar a la que vivió en Honduras y México. De hecho, utilizó la ley para cambiar legalmente su nombre y que reflejara su identidad de género.

Pero también enfrentó severos obstáculos con el sistema migratorio y sufrió agresiones e incluso fue víctima de violación en Dallas. Cuando hizo la denuncia, la mujer relató que las autoridades “no hicieron nada”.

“Ya no puedo estar en un país donde he pasado por tantos desafíos”, indicó. Pero resaltó uno de ellos por encima del resto: “La situación actual, con las políticas migratorias del nuevo gobierno, me ha decepcionado aún más”.

La mujer decidió abandonar EE.UU. y regresar a su país de origen

Desde el Aeropuerto Internacional Libertad de Newark, en Nueva Jersey, Baca abordó su vuelo de vuelta a Honduras, tras cuatro años de vivir en Estados Unidos. “No es fácil recorrer un camino tan largo y regresar en solo unas horas”, expresó al medio mencionado.

Así, emprendía su camino a otra nueva etapa, pero no sin antes decirle adiós al país que se convirtió en su hogar por un período de tiempo. “Con mucho amor y cariño, me despido de EE.UU. Le doy gracias a Dios y al presidente [Joe] Biden por haberme permitido estar aquí”, señaló.

“La llegada fue sanadora”, relató la migrante, dado que sus familiares, incluidos sus sobrinos, estaban en la terminal aérea de San Pedro Sula para recibirla. Sobre la posibilidad de volver a EE.UU., Baca puntualizó que tiene la intención, pero que debe existir una situación diferente. “Ya no es un país libre. Cuando cambie, regresaré”, expresó.

 Una mujer hondureña pidió asilo en EE.UU., pero tras años de espera y miedo al ICE, decidió dejar el país y regresar a Honduras por voluntad propia.  Read More