River y una goleada convincente: agrandó el plantel con tres refuerzos y pide lugar el pibe Lencina

Victoria convincente de River, de las que no son tan frecuentes en sus últimos tiempos, marcados por la irregularidad. Goleó tras saber trabajar el partidos en todos los registros: la lucha, el juego y la concentración. En cada uno de esos apartados estableció diferencias sobre un Instituto que arrancó altivo y se fue diluyendo.

En este River que acaba de sumar tres nuevos refuerzos (Juan Portillo, Juanfer Quintero y Galarza Fonda), los pibes de las inferiores también reclaman su lugar. La figura fue el chaqueño Santiago Lencina, de 19 años y cinco partidos en primera. Hizo dos goles, dejando evidencia de su zurda atrevida y compromiso para involucrarse en la elaboración del juego. Forma parte de la renovación que está llevando adelante Marcelo Gallardo tras el Mundial de Clubes entre jugadores declarados prescindentes, la venta de Franco Mastantuono, refuerzos que siguen llegando y lo que surge de las divisiones inferiores. Un combo que todavía debe decantarse y que, como primer paso positivo, arrancó con dos victorias en el Torneo Clausura.

Respecto del debut triunfal ante Platense, Gallardo dispuso solo un cambio: Juan Cruz Meza, en su primer partido como titular, por Subiabre. Del medio hacia arriba, la formación de River conservó el aporte juvenil de las inferiores, una presencia que muy probablemente sea menos habitual cuando estén disponibles Quintero y Galarza Fonda.

Desde el comienzo, el ritmo fue intenso, se corrió mucho y hubo que disputar la pelota en cada metro. Instituto inquietó con la gambeta de Luna por la izquierda y River procuró atacar más en bloque, con Lencina y Meza cerrándose para liberar los carriles para las proyecciones de Montiel y Acuña. El ambiente, multitudinario y ruidoso, con la presencia de las dos hinchadas, predisponía al despliegue y derroche de energías.

Resumen de Instituto 0 – River 4

River controlaba más la pelota, mientras que las posibilidades de Instituto por recuperar cerca de la línea media para tomar a su rival en plena salida. Enzo Pérez hacía relevos y se prodigaba en cruces y anticipos, pero también caía en pérdidas de la pelota que comprometían a su equipo.

Diseñado para llegar al área cordobesa con varios hombres, River le dificultó la marca a Instituto. Tuvo movilidad y rotación para generar espacios, buscó las espaldas de la última línea local. De esa manera consiguió poner dos veces en situación de definición a Colidio, que con punto de partida por la izquierda supo aparecer por el sector opuesto para recibir pases al vacío. En la primera ocasión, tras una buena asistencia de primera y de sobre pique de Meza, Colidio remató al cuerpo de Roffo; en la segunda, tras una buena presión de Martínez Quarta en campo adversario, Lencina leyó el desmarque de Colidio, que remató alto.

Era más profundo River, le faltaba ajustar en los últimos. Lo de Instituto en ataque era más esporádico y limitado, el desarrollo se le hacía cuesta arriba. Pasaba a depender casi exclusivamente de su capacidad de lucha, que no era poca, pero se intuía insuficiente para desactivar de manera permanente a River.

Paradójicamente, lo que River no podía conseguir por una vía limpia y precisa, se le dio por la providencia de los rebotes, lo cual no le resta mérito a la búsqueda y la construcción. En una ráfaga de tres minutos, los dos primeros goles llegaron tras remates que se desviaron en jugadores de Instituto. En el 1-0 de Colidio, la pelota le quedó luego de que a Salas se le fuera largo un control; el disparo del delantero que venía de renovar contrato hasta diciembre de 2027 se desvió en un defensor y descolocó a Roffo.

Cuando Instituto insinuaba una reacción con un centro de Lodico, River volvió a dar un golpe del que su rival no se repuso, la victoria quedó allanada. Tras un saque largo de Armani, Salas puso en práctica otra de sus facetas positivas, la de saber aguantar la pelota con la marca encima; la jugada siguió con el pase de Colidio a Lencina, que se perfiló para un remate que se desvió en el desesperado cierre de Alarcón.

Mientras River se iba al descanso con una ventaja importante, Instituto quedaba sumido en un aturdimiento del que no salió ni con los tres cambios que hizo Oldrá. El partido se calentó con un encontronazo entre Alarcón -zaguero áspero- y Acuña, al que no le cuesta perder los estribos. Tarjeta amarilla para ambos y salida de Acuña a los pocos minutos, dispuesta por Gallardo para no arriesgarse a perder a un jugador en un encuentro que estaba encarrilado.

River renovó energías en la zona media con las entradas de Nacho Fernández y Galoppo, quienes no tenían minutos desde el Mundial de Clubes. River estaba cómodo, se lo veía asentado. No extrañó que llegara el 3-0, tras un movimiento por la izquierda y un pase cruzado que capitalizó Lencina con una remate bajo de zurda.

Tras la expulsión de Mac Allister, River tuvo el cuarto gol con Salas y Borja, pero finalmente lo marcó Galoppo. Abiertas las puertas del Kempes para 26.000 visitantes, los hinchas de River tuvieron motivos para celebrar.

Victoria convincente de River, de las que no son tan frecuentes en sus últimos tiempos, marcados por la irregularidad. Goleó tras saber trabajar el partidos en todos los registros: la lucha, el juego y la concentración. En cada uno de esos apartados estableció diferencias sobre un Instituto que arrancó altivo y se fue diluyendo.

En este River que acaba de sumar tres nuevos refuerzos (Juan Portillo, Juanfer Quintero y Galarza Fonda), los pibes de las inferiores también reclaman su lugar. La figura fue el chaqueño Santiago Lencina, de 19 años y cinco partidos en primera. Hizo dos goles, dejando evidencia de su zurda atrevida y compromiso para involucrarse en la elaboración del juego. Forma parte de la renovación que está llevando adelante Marcelo Gallardo tras el Mundial de Clubes entre jugadores declarados prescindentes, la venta de Franco Mastantuono, refuerzos que siguen llegando y lo que surge de las divisiones inferiores. Un combo que todavía debe decantarse y que, como primer paso positivo, arrancó con dos victorias en el Torneo Clausura.

Respecto del debut triunfal ante Platense, Gallardo dispuso solo un cambio: Juan Cruz Meza, en su primer partido como titular, por Subiabre. Del medio hacia arriba, la formación de River conservó el aporte juvenil de las inferiores, una presencia que muy probablemente sea menos habitual cuando estén disponibles Quintero y Galarza Fonda.

Desde el comienzo, el ritmo fue intenso, se corrió mucho y hubo que disputar la pelota en cada metro. Instituto inquietó con la gambeta de Luna por la izquierda y River procuró atacar más en bloque, con Lencina y Meza cerrándose para liberar los carriles para las proyecciones de Montiel y Acuña. El ambiente, multitudinario y ruidoso, con la presencia de las dos hinchadas, predisponía al despliegue y derroche de energías.

Resumen de Instituto 0 – River 4

River controlaba más la pelota, mientras que las posibilidades de Instituto por recuperar cerca de la línea media para tomar a su rival en plena salida. Enzo Pérez hacía relevos y se prodigaba en cruces y anticipos, pero también caía en pérdidas de la pelota que comprometían a su equipo.

Diseñado para llegar al área cordobesa con varios hombres, River le dificultó la marca a Instituto. Tuvo movilidad y rotación para generar espacios, buscó las espaldas de la última línea local. De esa manera consiguió poner dos veces en situación de definición a Colidio, que con punto de partida por la izquierda supo aparecer por el sector opuesto para recibir pases al vacío. En la primera ocasión, tras una buena asistencia de primera y de sobre pique de Meza, Colidio remató al cuerpo de Roffo; en la segunda, tras una buena presión de Martínez Quarta en campo adversario, Lencina leyó el desmarque de Colidio, que remató alto.

Era más profundo River, le faltaba ajustar en los últimos. Lo de Instituto en ataque era más esporádico y limitado, el desarrollo se le hacía cuesta arriba. Pasaba a depender casi exclusivamente de su capacidad de lucha, que no era poca, pero se intuía insuficiente para desactivar de manera permanente a River.

Paradójicamente, lo que River no podía conseguir por una vía limpia y precisa, se le dio por la providencia de los rebotes, lo cual no le resta mérito a la búsqueda y la construcción. En una ráfaga de tres minutos, los dos primeros goles llegaron tras remates que se desviaron en jugadores de Instituto. En el 1-0 de Colidio, la pelota le quedó luego de que a Salas se le fuera largo un control; el disparo del delantero que venía de renovar contrato hasta diciembre de 2027 se desvió en un defensor y descolocó a Roffo.

Cuando Instituto insinuaba una reacción con un centro de Lodico, River volvió a dar un golpe del que su rival no se repuso, la victoria quedó allanada. Tras un saque largo de Armani, Salas puso en práctica otra de sus facetas positivas, la de saber aguantar la pelota con la marca encima; la jugada siguió con el pase de Colidio a Lencina, que se perfiló para un remate que se desvió en el desesperado cierre de Alarcón.

Mientras River se iba al descanso con una ventaja importante, Instituto quedaba sumido en un aturdimiento del que no salió ni con los tres cambios que hizo Oldrá. El partido se calentó con un encontronazo entre Alarcón -zaguero áspero- y Acuña, al que no le cuesta perder los estribos. Tarjeta amarilla para ambos y salida de Acuña a los pocos minutos, dispuesta por Gallardo para no arriesgarse a perder a un jugador en un encuentro que estaba encarrilado.

River renovó energías en la zona media con las entradas de Nacho Fernández y Galoppo, quienes no tenían minutos desde el Mundial de Clubes. River estaba cómodo, se lo veía asentado. No extrañó que llegara el 3-0, tras un movimiento por la izquierda y un pase cruzado que capitalizó Lencina con una remate bajo de zurda.

Tras la expulsión de Mac Allister, River tuvo el cuarto gol con Salas y Borja, pero finalmente lo marcó Galoppo. Abiertas las puertas del Kempes para 26.000 visitantes, los hinchas de River tuvieron motivos para celebrar.

 En Córdoba venció 4-0 a Instituto, con dos tantos del juvenil chaqueño, parte de la renovación trae el Mundial de Clubes  Read More