El Ministerio de Desarrollo Productivo lanzará esta tarde el programa “Súper Cerca”, consistente en un acuerdo de precios fijos por seis meses e impresos en los envases.
Esta primera etapa, según se informó oficialmente, abarcará a 70 productos que se van a comercializar en los comercios de cercanía de todo el país. En paralelo, se derogará el régimen de Precios Máximos, aunque cada nuevo ajuste de los productos ahora liberados deberá ser negociado con las autoridades, según adelantaron a Ámbito fuentes de la Casa Rosada. Cabe recordar que este martes vence el plazo para la renovación del plan.
La cifra representa menos de la mitad de los 180 productos que inicialmente se proyectó incluir, ya que las autoridades no pudieron ponerse de acuerdo con las empresas, según señalan los directivos de las compañías, porque el sistema supone “una enorme complejidad dada la decisión de incluir los precios en los envases”. Es un acuerdo con 24 empresas del sector, “con el objetivo de cuidar la canasta familiar”, según el comunicado oficial.
La inflación de los alimentos sigue sin freno. En la primera semana del mes subieron 1,2% semanal, con una aceleración de 0,4 puntos porcentuales en el margen, según Eco Go. La consultora que dirige Marina Dal Poggetto calcula, considerando una proyección de variación semanal del 0,7% para las tres semanas restantes del mes, la inflación de alimentos en junio alcanzaría 3,7%. Las mayores subas semanales correspondieron a Sal y especias, 6,4% y cacao y derivados 6,2%.
La nueva canasta de precios congelados incluirá: galletitas, fideos, arroz, agua mineral, yogurt y queso para untar entre otros alimentos, además de artículos de limpieza y perfumería.
En medios empresarios se plantearon numerosas objeciones a la decisión oficial de incluir los precios en los envases. Incluso, se comenta, algunas empresas extranjeras no adhirieron por indicación de sus casas matrices. “Cualquiera que haya al menos visitado un planta se da cuenta de la complejidad que supone cambiar las líneas para que los envases tengan los precios”, señalan. En algunas empresas estas modificaciones pueden llegar a demandar 90 días, según señalan en el sector.
Existen además problemas logísticos y de precios. “Son pocas las empresas tienen distribución directa y cómo hacemos para que un producto cueste lo mismo en Gran Buenos Aires que en La Quiaca cuando el costo de los fletes es diametralmente distinto” se quejaba un directivo de la industria de la alimentación.
Los empresarios ponen en duda además la efectividad de la medida para controlar los precios. “Por más que los precios estén en la etiqueta, qué asegura que en un almacén o en un pequeño supermercado no cobren más. Es casi imposible que el Estado pueda controlarlo”, sostiene el titular de una compañía de alimentos.
De acuerdo con los datos que se manejan en el sector de la alimentación, existen 280.000 mil puestos de venta, los precios cuidados y máximos sólo se encuentran en las 70.000 bocas que son de los supermercados.
Un estudio presentado por la Bolsa de Comercio de Córdoba recientemente señala que durante el año pasado, el 66% de los bienes y servicios de la canasta que componen el Índice de Precios al Consumidor que elabora el INDEC fue regulado por al menos con un control de precios. Esto no evitó que la inflación siguiera acelerándose.
Y el problema de la inflación no es nuevo y viene empeorando: durante la presidencia de Cristina Fernández los precios promediaron el 2% mensual, con Mauricio Macri subieron a 2,8% y en los últimos meses Alberto Fernández promedia 4%.
Otra de las críticas de la industria de la alimentación es que se los responsabiliza de la suba de los precios cuando los mayores problemas se presentan con los productos frescos. En este sentido, en los últimos 12 meses las frutas subieron 124%, las carnes rojas entre 110 y 119% (según el corte) y las verduras 66%, contra 24% de los aceites y grasas o 33% de los panificados, cereales, pastas y fiambres, según las mediciones de Eco Go.
Mientras tanto, las autoridades siguen sin lograr avances en los intentos de contener el precio de la carne, según las últimas informaciones. Y ello a pesar de que se trata de “una obsesión personal del presidente (Alberto Fernández)” según se comenta en la Casa Rosada.
Asimismo, siguen las quejas por la “mala gestión” del Ministerio de Producción que comanda Matías Kulfas, uno de los ministros que tanto en la Cámpora como intendentes consideran que forma parte de “los funcionarios que no funcionan”.