La disputa entre las generadoras eléctricas y el Gobierno en torno a la millonaria deuda acumulada en los primeros meses de gestión de Javier Milei sigue escalando en tensión. Ayer, Pampa Energía, la firma encabezada por Marcelo Mindlin, notificó a sus inversores que analiza “medidas legales” contra la decisión oficial.
Así lo notificó la compañía, que es la mayor generadora eléctrica del país, al informar al mercado los resultados financieros de su actividad en el primer trimestre del año. “Pampa está analizando las medidas legales contra esta resolución”, plantea el documento, compartido ayer.
Se trata de un nuevo rechazo formal a la decisión del Ministerio de Economía de ofrecer un bono del Tesoro en dólares (AE38) para cancelar la millonaria deuda que Cammesa, la firma mixta de control estatal que administra el mercado eléctrico mayorista, mantiene con las generadoras. Son alrededor de $600.000 millones de un pasivo que el Estado acumuló con compañías como Pampa Energía, AES, MSU y otras del sector, correspondiente a diciembre de 2023 y enero de 2024.
En esos meses, las generadoras entregaron la energía pautada, pero el Estado no realizó los pagos correspondientes. Esa dinámica de pisar o postergar pagos, que replicó prácticas de la gestión anterior, le permitió al Gobierno alcanzar el superávit fiscal en los primeros meses del año.
La intención del Gobierno, oficializada en la resolución 58/2024 de la Secretaría de Energía, es ofrecer ese bono emitido en dólares con vencimiento en 2028 para cancelar esa deuda acumulada, y cubrir los pagos de febrero con fondos regulares. Las empresas rechazan esta decisión, y plantean que la entrega de estos bonos, establecida a valor de mercado, implicaría asumir una quita sobre los montos adeudados, que afectarían su negocio.
Ese es el punto sobre el que Pampa Energía informó a sus inversores, donde notifica que de concretarse la propuesta oficial, tendría como resultado una pérdida de US$34 millones sobre esa deuda.
“La Compañía ha tomado conocimiento de que la Secretaría de Energía instruiría a Cammesa a realizar un cambio excepcional en el pago de las transacciones correspondientes a diciembre de 2023 y enero de 2024, cancelando la deuda pendiente con bonos soberanos al valor nominal. En vista de esto y considerando el valor razonable de mercado de dicho instrumento de deuda, Pampa ha registrado una pérdida por deterioro de US$34 millones sobre los créditos por ventas a Cammesa”, dice la nota.
Pampa Energía es, de acuerdo con datos de Cammesa, la principal empresa generadora de energía eléctrica del país. En 2023, la empresa entregó al sistema un 15% más de energía y representó un 14,8% de la energía generada en el país, con sus nueve centrales termoeléctricas, sus tres hidroeléctricas y sus cuatro parques eólicos.
En ese comunicado, también advierten que “la incapacidad de pago de Cammesa podría tener un efecto sustancialmente adverso sobre los flujos de fondos y la condición financiera de la compañía”. Consultadas por LA NACION, fuentes de la empresa indicaron que mantienen “optimismo” para “encontrar una salida a la deuda con Cammesa”. “Con pequeños ajustes, un acuerdo es posible”, dicen en la compañía.
El planteo de “medidas legales” refleja un endurecimiento en la postura de la compañía de Mindlin, que esta semana estuvo en los Estados Unidos escuchando a Javier Milei. El fundador de Pampa Energía, también principal accionista de Sacde, la empresa constructora del Gasoducto Néstor Kirchner, fue el único empresario argentino invitado por el Instituto Milken a la conferencia global organizada en Los Ángeles, donde Milei pidió a los empresarios que inviertan en la Argentina.
A fines de abril, Pampa Energía había denunciado que la decisión del Gobierno de pisar los pagos y frenar los giros de fondos a Cammesa para alcanzar el superávit fiscal había generado una deuda de $131.191 millones. Fue en una notificación a la Comisión Nacional de Valores (CNV), donde advirtió que la firma mayorista adeudaba $38.908 millones por diciembre, $43.966 millones por enero y $50.318 millones por febrero.
En tanto, la estadounidense AES replicó su decisión. En otro comunicado ante la CNV, planteó que se le adeudaban $37.484 millones por los flujos correspondientes a los meses de diciembre, enero y febrero.
El rechazo a la medida oficial de cancelar esa millonaria deuda acumulada con un bono del Tesoro en dólares también se plasmó en una carta que Ageera, la cámara que nuclea a las firmas generadoras del país, envió a la Secretaría de Energía. Allí, califica a la propuesta oficial como “especialmente inaceptable”, por la pérdida implícita que implica la operación financiera planteada.
“El hecho de sujetar el pago de febrero a la firma de un acuerdo en el cual se acepte el pago en bonos para los montos correspondientes a diciembre y enero (con la quita que ello implica), resulta especialmente inaceptable”, dice el documento.
La disputa entre las generadoras eléctricas y el Gobierno en torno a la millonaria deuda acumulada en los primeros meses de gestión de Javier Milei sigue escalando en tensión. Ayer, Pampa Energía, la firma encabezada por Marcelo Mindlin, notificó a sus inversores que analiza “medidas legales” contra la decisión oficial.
Así lo notificó la compañía, que es la mayor generadora eléctrica del país, al informar al mercado los resultados financieros de su actividad en el primer trimestre del año. “Pampa está analizando las medidas legales contra esta resolución”, plantea el documento, compartido ayer.
Se trata de un nuevo rechazo formal a la decisión del Ministerio de Economía de ofrecer un bono del Tesoro en dólares (AE38) para cancelar la millonaria deuda que Cammesa, la firma mixta de control estatal que administra el mercado eléctrico mayorista, mantiene con las generadoras. Son alrededor de $600.000 millones de un pasivo que el Estado acumuló con compañías como Pampa Energía, AES, MSU y otras del sector, correspondiente a diciembre de 2023 y enero de 2024.
En esos meses, las generadoras entregaron la energía pautada, pero el Estado no realizó los pagos correspondientes. Esa dinámica de pisar o postergar pagos, que replicó prácticas de la gestión anterior, le permitió al Gobierno alcanzar el superávit fiscal en los primeros meses del año.
La intención del Gobierno, oficializada en la resolución 58/2024 de la Secretaría de Energía, es ofrecer ese bono emitido en dólares con vencimiento en 2028 para cancelar esa deuda acumulada, y cubrir los pagos de febrero con fondos regulares. Las empresas rechazan esta decisión, y plantean que la entrega de estos bonos, establecida a valor de mercado, implicaría asumir una quita sobre los montos adeudados, que afectarían su negocio.
Ese es el punto sobre el que Pampa Energía informó a sus inversores, donde notifica que de concretarse la propuesta oficial, tendría como resultado una pérdida de US$34 millones sobre esa deuda.
“La Compañía ha tomado conocimiento de que la Secretaría de Energía instruiría a Cammesa a realizar un cambio excepcional en el pago de las transacciones correspondientes a diciembre de 2023 y enero de 2024, cancelando la deuda pendiente con bonos soberanos al valor nominal. En vista de esto y considerando el valor razonable de mercado de dicho instrumento de deuda, Pampa ha registrado una pérdida por deterioro de US$34 millones sobre los créditos por ventas a Cammesa”, dice la nota.
Pampa Energía es, de acuerdo con datos de Cammesa, la principal empresa generadora de energía eléctrica del país. En 2023, la empresa entregó al sistema un 15% más de energía y representó un 14,8% de la energía generada en el país, con sus nueve centrales termoeléctricas, sus tres hidroeléctricas y sus cuatro parques eólicos.
En ese comunicado, también advierten que “la incapacidad de pago de Cammesa podría tener un efecto sustancialmente adverso sobre los flujos de fondos y la condición financiera de la compañía”. Consultadas por LA NACION, fuentes de la empresa indicaron que mantienen “optimismo” para “encontrar una salida a la deuda con Cammesa”. “Con pequeños ajustes, un acuerdo es posible”, dicen en la compañía.
El planteo de “medidas legales” refleja un endurecimiento en la postura de la compañía de Mindlin, que esta semana estuvo en los Estados Unidos escuchando a Javier Milei. El fundador de Pampa Energía, también principal accionista de Sacde, la empresa constructora del Gasoducto Néstor Kirchner, fue el único empresario argentino invitado por el Instituto Milken a la conferencia global organizada en Los Ángeles, donde Milei pidió a los empresarios que inviertan en la Argentina.
A fines de abril, Pampa Energía había denunciado que la decisión del Gobierno de pisar los pagos y frenar los giros de fondos a Cammesa para alcanzar el superávit fiscal había generado una deuda de $131.191 millones. Fue en una notificación a la Comisión Nacional de Valores (CNV), donde advirtió que la firma mayorista adeudaba $38.908 millones por diciembre, $43.966 millones por enero y $50.318 millones por febrero.
En tanto, la estadounidense AES replicó su decisión. En otro comunicado ante la CNV, planteó que se le adeudaban $37.484 millones por los flujos correspondientes a los meses de diciembre, enero y febrero.
El rechazo a la medida oficial de cancelar esa millonaria deuda acumulada con un bono del Tesoro en dólares también se plasmó en una carta que Ageera, la cámara que nuclea a las firmas generadoras del país, envió a la Secretaría de Energía. Allí, califica a la propuesta oficial como “especialmente inaceptable”, por la pérdida implícita que implica la operación financiera planteada.
“El hecho de sujetar el pago de febrero a la firma de un acuerdo en el cual se acepte el pago en bonos para los montos correspondientes a diciembre y enero (con la quita que ello implica), resulta especialmente inaceptable”, dice el documento.
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