Qué es la “caminata afgana”, el ejercicio que logra la calma y favorece la concentración

El ejercicio es el mejor aliado del ser humano. Además de beneficiar el estado físico, ayuda a que el cerebro produzca dopamina, serotonina y endorfinas, productos químicos que provocan felicidad, la contracara del estrés, al que muchas veces estamos sometidos por la vorágine y exigencias diarias.

La caminata es uno de los ejercicios más completos, ya que aumenta la resistencia a los esfuerzos, a cansarnos menos y más tarde. Además, ayuda a la salud mental y combate signos como la depresión, el estrés y el insomnio. Sin embargo, en los últimos días causó revuelo el término “caminata afgana”; pero, ¿qué diferencias tiene esta caminata alternativa?

Originaria de Afganistán, esta técnica fue adoptada por personas de todo el mundo en busca de bienestar integral. Además de oxigenar células y tejidos, enfoca la atención en la respiración, lo que potencia sus efectos beneficiosos.

Llamada también la caminata consciente, hace énfasis en la respiración. Según un artículo del portal Saber Vivir, esta técnica no solo implica el simple acto de mover las piernas, sino que intenta integrar la respiración de manera coordinada. Esta práctica busca eliminar la tensión entre la respiración y la resistencia muscular, permitiendo que ambos sistemas trabajen en armonía.

Para llevar a cabo esta práctica, es necesaria la sincronización entre la entrada y salida de aire con cada paso. Sin embargo, como todo nuevo hábito, es necesario practicarlo:

Practicar la respiración abdominal, inhalando lentamente por la nariz y llevando el aire al abdomen, ayuda a movilizar el diafragma.Posteriormente, es importante exhalar lentamente, contando hasta siete, para asegurar una respiración adecuada y preparar el cerebro para el esfuerzo físico.Si se experimenta hipotensión, es aconsejable realizar estos ejercicios en compañía al principio para prevenir cualquier complicación.

La esencia de la caminata radica en la sincronización de la respiración con el movimiento, siguiendo un patrón de ocho tiempos.

Durante tres pasos, se inhala aire de manera lenta y controlada.En el cuarto paso, se retiene la respiración brevemente.Luego, en los siguientes tres pasos, se exhala el aire lentamente, ya sea por la nariz o por la boca.Por último, se da un paso adicional donde se realiza una pausa antes de volver a inhalar.

En los primeros días de la caminata afgana, es necesario minimizar las distracciones, como la música hiperactiva y lugares que puedan desenfocarnos de la respiración.

Los beneficios de la caminata afgana

Gana resistencia y mejora la salud cardiovascular:

Ajustar la respiración al ritmo de los pasos permite caminar durante períodos más prolongados sin experimentar fatiga, lo cual es especialmente beneficioso para la salud cardiovascular. Además, puede contribuir a mejorar el control de la glucosa, los niveles de colesterol y la presión arterial, entre otros parámetros de salud.

Mejora la circulación sanguínea:

La sincronización de la respiración con el movimiento estimula el paso de la sangre por venas y arterias, mejorando así la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Ayuda a prevenir o reducir la aparición de varices al mejorar el retorno venoso al corazón.

Aumenta la concentración y reduce el estrés:

Puede contribuir a mejorar la concentración y la paciencia, además de ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y la presión arterial.

El ejercicio es el mejor aliado del ser humano. Además de beneficiar el estado físico, ayuda a que el cerebro produzca dopamina, serotonina y endorfinas, productos químicos que provocan felicidad, la contracara del estrés, al que muchas veces estamos sometidos por la vorágine y exigencias diarias.

La caminata es uno de los ejercicios más completos, ya que aumenta la resistencia a los esfuerzos, a cansarnos menos y más tarde. Además, ayuda a la salud mental y combate signos como la depresión, el estrés y el insomnio. Sin embargo, en los últimos días causó revuelo el término “caminata afgana”; pero, ¿qué diferencias tiene esta caminata alternativa?

Originaria de Afganistán, esta técnica fue adoptada por personas de todo el mundo en busca de bienestar integral. Además de oxigenar células y tejidos, enfoca la atención en la respiración, lo que potencia sus efectos beneficiosos.

Llamada también la caminata consciente, hace énfasis en la respiración. Según un artículo del portal Saber Vivir, esta técnica no solo implica el simple acto de mover las piernas, sino que intenta integrar la respiración de manera coordinada. Esta práctica busca eliminar la tensión entre la respiración y la resistencia muscular, permitiendo que ambos sistemas trabajen en armonía.

Para llevar a cabo esta práctica, es necesaria la sincronización entre la entrada y salida de aire con cada paso. Sin embargo, como todo nuevo hábito, es necesario practicarlo:

Practicar la respiración abdominal, inhalando lentamente por la nariz y llevando el aire al abdomen, ayuda a movilizar el diafragma.Posteriormente, es importante exhalar lentamente, contando hasta siete, para asegurar una respiración adecuada y preparar el cerebro para el esfuerzo físico.Si se experimenta hipotensión, es aconsejable realizar estos ejercicios en compañía al principio para prevenir cualquier complicación.

La esencia de la caminata radica en la sincronización de la respiración con el movimiento, siguiendo un patrón de ocho tiempos.

Durante tres pasos, se inhala aire de manera lenta y controlada.En el cuarto paso, se retiene la respiración brevemente.Luego, en los siguientes tres pasos, se exhala el aire lentamente, ya sea por la nariz o por la boca.Por último, se da un paso adicional donde se realiza una pausa antes de volver a inhalar.

En los primeros días de la caminata afgana, es necesario minimizar las distracciones, como la música hiperactiva y lugares que puedan desenfocarnos de la respiración.

Los beneficios de la caminata afgana

Gana resistencia y mejora la salud cardiovascular:

Ajustar la respiración al ritmo de los pasos permite caminar durante períodos más prolongados sin experimentar fatiga, lo cual es especialmente beneficioso para la salud cardiovascular. Además, puede contribuir a mejorar el control de la glucosa, los niveles de colesterol y la presión arterial, entre otros parámetros de salud.

Mejora la circulación sanguínea:

La sincronización de la respiración con el movimiento estimula el paso de la sangre por venas y arterias, mejorando así la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Ayuda a prevenir o reducir la aparición de varices al mejorar el retorno venoso al corazón.

Aumenta la concentración y reduce el estrés:

Puede contribuir a mejorar la concentración y la paciencia, además de ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y la presión arterial.

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