El informe que revela los problemas en el sistema de deshielo que habían sido detectados en el avión que se estrelló en San Pablo

RIO DE JANEIRO.- El avión Voepass ATR-72 que se estrelló el viernes en Vinhedo, en el interior de San Pablo, una tragedia que terminó con la muerte de las 62 personas que iban a bordo, tuvo su sistema de deshielo inoperativo al menos en seis ocasiones en tres días en julio del año pasado, según un informe interno de la aerolínea al que O Globo tuvo acceso. Al menos en una ocasión la compañía incumplió una recomendación técnica de no volar al sur del país, para evitar una región más propensa a condiciones climáticas adversas para este tipo de problemas.

Según los expertos, entre las posibles causas que pudieron haber contribuido al accidente se encuentran problemas con el funcionamiento del sistema de deshielo. Voepass afirma que corrigió las fallas cuando las identificó el año pasado y declara que el sistema estaba operativo el día del accidente.

El sistema de deshielo del avión ATR forma parte de la denominada lista MEL (lista de equipos mínimos). La lista incluye equipos e instrumentos que, incluso inoperativos, no impiden el despegue, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones y limitaciones de operación. Este equipo está incluido en el informe de acciones correctivas retrasadas (ACR), que es la lista de acciones de mantenimiento pendientes.

Los informes muestran que las inspecciones en tierra detectaron el problema en la aeronave, que tenía matrícula PS-VPB, en las bases de Ribeirão Preto, Porto Alegre y Congonhas.

El 13 de julio de 2023, en Ribeirão Preto, San Pablo, el responsable de mantenimiento escribió que el avión tenía “restricciones de hielo” y recomendó “evitar enviar el avión al Sur”. Pero ese mismo día el avión se dirigió a Porto Alegre. En la capital del estado sureño del país, el mantenimiento del aeropuerto volvió a señalar que el sistema de deshielo estaba inoperativo.

El ACR de Porto Alegre también demostró que, además del sistema de deshielo, el avión tenía un limpiaparabrisas roto y una falla en el sistema de alerta de aproximación al suelo. Al día siguiente, antes de que la aeronave turbohélice partiera hacia Congonhas, el informe sólo indicaba “restricción de hielo”, lo que puede indicar que los otros sistemas habían sido reparados.

El día 14, en Congonhas, también en San Pablo, los mecánicos volvieron a señalar “restricciones de hielo: evitar mandarlo a la región Sur”. Cuatro días después, el avión se encontraba en Congonhas con el sistema de deshielo y el generador eléctrico inoperativos. El generador eléctrico funciona con las hélices del avión y alimenta la bomba hidráulica, la luz de aterrizaje, la luz de la cabina, la cisterna del inodoro y otros elementos.

Al final del mismo día, el ATR-72 pasó por una nueva inspección en Ribeirão Preto, cuando se identificó otro equipo defectuoso. Además del deshielo y el generador eléctrico, también quedó fuera de servicio el indicador de situación horizontal, que muestra visualmente la posición del avión en relación con los puntos de navegación.

Turbulencia

El día del accidente en Vinhedo, el avión enfrentó turbulencias climáticas, agravadas por una masa de aire polar e incluso por el humo de los incendios del Amazonas, durante casi diez minutos antes de estrellarse, según una reconstrucción del Laboratorio de Análisis y Procesamiento de Imágenes de Satélites de la Universidad Federal de Alagoas. El avión atravesó nubes súper heladas de hasta -40ºC, lo que pudo haber provocado la formación de hielo en las alas.

Según un comandante entrevistado en el informe, no existen datos estadísticos sobre la frecuencia de los problemas con los sistemas de deshielo.

“Se puede decir que el sistema no suele fallar con frecuencia o por algún motivo específico. La posibilidad de averiarse en un avión nuevo o antiguo es la misma. En el ATR, se trata de un sistema relativamente sencillo que se infla con el aire que sale del motor. Puede dejar de funcionar por varios motivos, como falta de lubricación o un problema con la válvula, por ejemplo”, explicó.

Voepass confirmó que “luego de identificar una falla en el sistema el 18 de julio de 2023, las reparaciones del sistema de deshielo del avión PS-VPB, ATR-72, se iniciaron y completaron el mismo día”.

La compañía añadió que el viernes el avión “estaba en condiciones de volar y podía realizar el vuelo, dentro de la legislación establecida”. Cuando se le preguntó si el sistema de deshielo estaba operativo en esa fecha, la empresa afirmó que el equipo estaba operativo.

Las autoridades que investigan la tragedia aérea ya tienen la transcripción completa de la “caja negra”, pero su contenido no explica de inmediato la causa del accidente, informó el miércoles la cadena de televisión Globo.

Se trata de alrededor de dos horas de conversaciones en la cabina, actualmente analizadas por el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes (Cenipa) de la Fuerza Aérea.

Los datos extraídos de las cajas negras indican que la aeronave sufrió una pérdida repentina de altitud. Al percatarse del accidente, el copiloto afirmó que era necesario “dar potencia” a la aeronave, medida para intentar estabilizar el avión. Un minuto después se produce el choque con el suelo, y la grabación finaliza con el sonido de gritos y un estallido.

TV Globo dijo que, según las personas que investigan el accidente, el análisis del audio por sí solo no permitirá por ahora determinar la causa del accidente y que las autoridades no identificaron ningún sonido característico, como de incendio, colapso eléctrico o averías del motor, aunque se dijo que el audio era difícil de escuchar.

Por Mariana Barbosa

RIO DE JANEIRO.- El avión Voepass ATR-72 que se estrelló el viernes en Vinhedo, en el interior de San Pablo, una tragedia que terminó con la muerte de las 62 personas que iban a bordo, tuvo su sistema de deshielo inoperativo al menos en seis ocasiones en tres días en julio del año pasado, según un informe interno de la aerolínea al que O Globo tuvo acceso. Al menos en una ocasión la compañía incumplió una recomendación técnica de no volar al sur del país, para evitar una región más propensa a condiciones climáticas adversas para este tipo de problemas.

Según los expertos, entre las posibles causas que pudieron haber contribuido al accidente se encuentran problemas con el funcionamiento del sistema de deshielo. Voepass afirma que corrigió las fallas cuando las identificó el año pasado y declara que el sistema estaba operativo el día del accidente.

El sistema de deshielo del avión ATR forma parte de la denominada lista MEL (lista de equipos mínimos). La lista incluye equipos e instrumentos que, incluso inoperativos, no impiden el despegue, siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones y limitaciones de operación. Este equipo está incluido en el informe de acciones correctivas retrasadas (ACR), que es la lista de acciones de mantenimiento pendientes.

Los informes muestran que las inspecciones en tierra detectaron el problema en la aeronave, que tenía matrícula PS-VPB, en las bases de Ribeirão Preto, Porto Alegre y Congonhas.

El 13 de julio de 2023, en Ribeirão Preto, San Pablo, el responsable de mantenimiento escribió que el avión tenía “restricciones de hielo” y recomendó “evitar enviar el avión al Sur”. Pero ese mismo día el avión se dirigió a Porto Alegre. En la capital del estado sureño del país, el mantenimiento del aeropuerto volvió a señalar que el sistema de deshielo estaba inoperativo.

El ACR de Porto Alegre también demostró que, además del sistema de deshielo, el avión tenía un limpiaparabrisas roto y una falla en el sistema de alerta de aproximación al suelo. Al día siguiente, antes de que la aeronave turbohélice partiera hacia Congonhas, el informe sólo indicaba “restricción de hielo”, lo que puede indicar que los otros sistemas habían sido reparados.

El día 14, en Congonhas, también en San Pablo, los mecánicos volvieron a señalar “restricciones de hielo: evitar mandarlo a la región Sur”. Cuatro días después, el avión se encontraba en Congonhas con el sistema de deshielo y el generador eléctrico inoperativos. El generador eléctrico funciona con las hélices del avión y alimenta la bomba hidráulica, la luz de aterrizaje, la luz de la cabina, la cisterna del inodoro y otros elementos.

Al final del mismo día, el ATR-72 pasó por una nueva inspección en Ribeirão Preto, cuando se identificó otro equipo defectuoso. Además del deshielo y el generador eléctrico, también quedó fuera de servicio el indicador de situación horizontal, que muestra visualmente la posición del avión en relación con los puntos de navegación.

Turbulencia

El día del accidente en Vinhedo, el avión enfrentó turbulencias climáticas, agravadas por una masa de aire polar e incluso por el humo de los incendios del Amazonas, durante casi diez minutos antes de estrellarse, según una reconstrucción del Laboratorio de Análisis y Procesamiento de Imágenes de Satélites de la Universidad Federal de Alagoas. El avión atravesó nubes súper heladas de hasta -40ºC, lo que pudo haber provocado la formación de hielo en las alas.

Según un comandante entrevistado en el informe, no existen datos estadísticos sobre la frecuencia de los problemas con los sistemas de deshielo.

“Se puede decir que el sistema no suele fallar con frecuencia o por algún motivo específico. La posibilidad de averiarse en un avión nuevo o antiguo es la misma. En el ATR, se trata de un sistema relativamente sencillo que se infla con el aire que sale del motor. Puede dejar de funcionar por varios motivos, como falta de lubricación o un problema con la válvula, por ejemplo”, explicó.

Voepass confirmó que “luego de identificar una falla en el sistema el 18 de julio de 2023, las reparaciones del sistema de deshielo del avión PS-VPB, ATR-72, se iniciaron y completaron el mismo día”.

La compañía añadió que el viernes el avión “estaba en condiciones de volar y podía realizar el vuelo, dentro de la legislación establecida”. Cuando se le preguntó si el sistema de deshielo estaba operativo en esa fecha, la empresa afirmó que el equipo estaba operativo.

Las autoridades que investigan la tragedia aérea ya tienen la transcripción completa de la “caja negra”, pero su contenido no explica de inmediato la causa del accidente, informó el miércoles la cadena de televisión Globo.

Se trata de alrededor de dos horas de conversaciones en la cabina, actualmente analizadas por el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes (Cenipa) de la Fuerza Aérea.

Los datos extraídos de las cajas negras indican que la aeronave sufrió una pérdida repentina de altitud. Al percatarse del accidente, el copiloto afirmó que era necesario “dar potencia” a la aeronave, medida para intentar estabilizar el avión. Un minuto después se produce el choque con el suelo, y la grabación finaliza con el sonido de gritos y un estallido.

TV Globo dijo que, según las personas que investigan el accidente, el análisis del audio por sí solo no permitirá por ahora determinar la causa del accidente y que las autoridades no identificaron ningún sonido característico, como de incendio, colapso eléctrico o averías del motor, aunque se dijo que el audio era difícil de escuchar.

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