“El Gobierno inició conversaciones con empresas privadas latinoamericanas para que puedan tomar las operaciones de Aerolíneas Argentinas”, dijo hoy el vocero presidencial Manuel Adorni, al referirse al conflicto sindical que hoy atraviesa la línea aérea controlada por el Estado nacional. El planteo apunta contra “extorsiones” del gremio de pilotos que conduce Pablo Biró y, sin mencionarlas, abre conexiones hacia otras firmas de capital privado.
En la región existe un puñado de aerolíneas que operan más allá de las fronteras de su país, aunque en el sector plantean dudas sobre la verdadera capacidad y el interés de estas compañías por vincularse o tomar la operación formal de Aerolíneas Argentinas. Las pérdidas que acumula su actividad o el historial de conflictividad gremial, con cinco sindicatos con injerencia en su día a día, aparecen como condicionantes que alejan a potenciales interesados.
El Gobierno también evita hablar formalmente de “privatización” y, como dijo hoy Adorni, plantea ceder “las operaciones” de la compañía. Es que durante las negociaciones de la ley Bases, se retiró a Aerolíneas Argentinas del listado de firmas estatales para privatizar, y avanzar en ese plan requeriría ahora un nuevo aval del Congreso.
Al revisar el mercado aerocomercial latinoamericano, se destacan dos grandes grupos privados. Uno de ellos es Latam, la firma que surgió tras la compra de la brasileña TAM por parte de la chilena LAN, en 2012. La compañía, con sede en Chile, tiene filiales en otros cinco países y es el principal grupo privado de la región.
En 2022, la firma completó un proceso de reestructuración de deuda por US$16.000 millones y logró así salir del Capítulo 11 de la ley de quiebras de los Estados Unidos, a la cual había ingresado por el déficit de su operación y el impacto de la pandemia de Covid 19.
Si bien la empresa tiene vuelos en la Argentina, opera únicamente en el segmento de las rutas regionales. Latam (LAN) estuvo presente con una filial local en el mercado de cabotaje durante 15 años, y llegó a tener el segundo lugar en participación, detrás de Aerolíneas Argentinas. Su CEO fue Gustavo Lopetegui, quien tiempo después asumiría como vicejefe de Gabinete de Mauricio Macri.
En ese proceso, supo tener una conflictiva relación con los gremios locales y el gobierno en las administraciones kirchneristas, los directivos del Orsna y la firma estatal Intercargo. En 2019 impulsó la creación de gremios para sus propios empleados. En 2020, en un contexto de pérdidas millonarias y freno de la actividad, decidió cerrar su operación local.
Avianca es la segunda compañía del sector aerocomercial regional. Tiene su sede en Colombia y también tuvo problemas financieros. En 2020, se declaró en quiebra e ingresó en el capítulo 11 en los Estados Unidos, para reestructurar sus deudas. En 2021 salió de ese esquema y adoptó un modelo con algunas características de las aerolíneas low cost para su operación.
En el proceso también tuvo cambios en sus dueños, con algunos de sus acreedores que asumieron la propiedad de la compañía cuyo controlante es Grupo Abra. Detrás de esta firma están fondos de inversión como Kingsland Holding, Southlake One o Elliott International, el fondo buitre liderado por Paul Singer que mantuvo un conflicto con la Argentina por bonos en default. También la estadounidense United Airlines tiene participación accionaria en Avianca.
En el proceso de quiebra estuvo involucrado Germán Efromovich, quien supo controlar un paquete mayoritario de Avianca y luego del proceso de quiebra fue desvinculado de la junta directiva de la empresa. Magnate con inversiones en diferentes rubros, involucrado por pagos de coimas en Brasil en la causa Lava Jato, es un empresario que también se menciona como posible interesado en Aerolíneas.
Tuvo un pasado en el sector aerocomercial local. Efromovich desembarcó en el país tras comprar MacAir Jet, la firma de aviación de la familia Macri, en 2016. En ese momento, creó Avianca Argentina, un emprendimiento propio que usaba Avianca como ‘licencia’ de marca, y en 2019, luego de presentar un procedimiento preventivo de crisis, dejó de volar.
En Brasil, hay otras dos grandes firmas aéreas: Azul Airlines y Gol. Esta última tiene operación regional en la Argentina, pero se declaró en quiebra en 2023: ingresó al capítulo 11 de los Estados Unidos, con una deuda de más de US$3500 millones y un plan propuesto de reestructuración por cinco años.
En Chile también opera Sky Airline, una firma low cost que ingresó en el segmento de los vuelos regionales en la Argentina en 2017. Se trata de una compañía liderada por la familia Paulmann, que también controla la cadena de supermercados Cencosud. Los fondos Caoba Capital y Elliott invirtieron en la firma en 2022.
“El Gobierno inició conversaciones con empresas privadas latinoamericanas para que puedan tomar las operaciones de Aerolíneas Argentinas”, dijo hoy el vocero presidencial Manuel Adorni, al referirse al conflicto sindical que hoy atraviesa la línea aérea controlada por el Estado nacional. El planteo apunta contra “extorsiones” del gremio de pilotos que conduce Pablo Biró y, sin mencionarlas, abre conexiones hacia otras firmas de capital privado.
En la región existe un puñado de aerolíneas que operan más allá de las fronteras de su país, aunque en el sector plantean dudas sobre la verdadera capacidad y el interés de estas compañías por vincularse o tomar la operación formal de Aerolíneas Argentinas. Las pérdidas que acumula su actividad o el historial de conflictividad gremial, con cinco sindicatos con injerencia en su día a día, aparecen como condicionantes que alejan a potenciales interesados.
El Gobierno también evita hablar formalmente de “privatización” y, como dijo hoy Adorni, plantea ceder “las operaciones” de la compañía. Es que durante las negociaciones de la ley Bases, se retiró a Aerolíneas Argentinas del listado de firmas estatales para privatizar, y avanzar en ese plan requeriría ahora un nuevo aval del Congreso.
Al revisar el mercado aerocomercial latinoamericano, se destacan dos grandes grupos privados. Uno de ellos es Latam, la firma que surgió tras la compra de la brasileña TAM por parte de la chilena LAN, en 2012. La compañía, con sede en Chile, tiene filiales en otros cinco países y es el principal grupo privado de la región.
En 2022, la firma completó un proceso de reestructuración de deuda por US$16.000 millones y logró así salir del Capítulo 11 de la ley de quiebras de los Estados Unidos, a la cual había ingresado por el déficit de su operación y el impacto de la pandemia de Covid 19.
Si bien la empresa tiene vuelos en la Argentina, opera únicamente en el segmento de las rutas regionales. Latam (LAN) estuvo presente con una filial local en el mercado de cabotaje durante 15 años, y llegó a tener el segundo lugar en participación, detrás de Aerolíneas Argentinas. Su CEO fue Gustavo Lopetegui, quien tiempo después asumiría como vicejefe de Gabinete de Mauricio Macri.
En ese proceso, supo tener una conflictiva relación con los gremios locales y el gobierno en las administraciones kirchneristas, los directivos del Orsna y la firma estatal Intercargo. En 2019 impulsó la creación de gremios para sus propios empleados. En 2020, en un contexto de pérdidas millonarias y freno de la actividad, decidió cerrar su operación local.
Avianca es la segunda compañía del sector aerocomercial regional. Tiene su sede en Colombia y también tuvo problemas financieros. En 2020, se declaró en quiebra e ingresó en el capítulo 11 en los Estados Unidos, para reestructurar sus deudas. En 2021 salió de ese esquema y adoptó un modelo con algunas características de las aerolíneas low cost para su operación.
En el proceso también tuvo cambios en sus dueños, con algunos de sus acreedores que asumieron la propiedad de la compañía cuyo controlante es Grupo Abra. Detrás de esta firma están fondos de inversión como Kingsland Holding, Southlake One o Elliott International, el fondo buitre liderado por Paul Singer que mantuvo un conflicto con la Argentina por bonos en default. También la estadounidense United Airlines tiene participación accionaria en Avianca.
En el proceso de quiebra estuvo involucrado Germán Efromovich, quien supo controlar un paquete mayoritario de Avianca y luego del proceso de quiebra fue desvinculado de la junta directiva de la empresa. Magnate con inversiones en diferentes rubros, involucrado por pagos de coimas en Brasil en la causa Lava Jato, es un empresario que también se menciona como posible interesado en Aerolíneas.
Tuvo un pasado en el sector aerocomercial local. Efromovich desembarcó en el país tras comprar MacAir Jet, la firma de aviación de la familia Macri, en 2016. En ese momento, creó Avianca Argentina, un emprendimiento propio que usaba Avianca como ‘licencia’ de marca, y en 2019, luego de presentar un procedimiento preventivo de crisis, dejó de volar.
En Brasil, hay otras dos grandes firmas aéreas: Azul Airlines y Gol. Esta última tiene operación regional en la Argentina, pero se declaró en quiebra en 2023: ingresó al capítulo 11 de los Estados Unidos, con una deuda de más de US$3500 millones y un plan propuesto de reestructuración por cinco años.
En Chile también opera Sky Airline, una firma low cost que ingresó en el segmento de los vuelos regionales en la Argentina en 2017. Se trata de una compañía liderada por la familia Paulmann, que también controla la cadena de supermercados Cencosud. Los fondos Caoba Capital y Elliott invirtieron en la firma en 2022.
La empresa atraviesa un conflicto gremial y el vocero presidencial planteó que hay conversaciones para entregar “las operaciones” Read More