Este año, los derechos de exportación [DEX] y el Impuesto PAIS fueron cruciales para sostener el superávit fiscal en medio de la recomposición de la economía que buscó el gobierno de Javier Milei. Ahora, de cara a la promesa de bajar las retenciones que hizo el jefe de Estado, la estrategia dependerá de una expansión económica que aumente la recaudación fiscal y permita la eliminación o reducción progresiva de los DEX de los productos del agro que más tributan. De acuerdo con los economistas y, según los anuncios del Presidente, se podría comenzar por aquellos que tienen un menor impacto dentro de la recaudación fiscal, como el trigo y maíz. En tanto, sobre la soja se podría hacer una reducción gradual, ya que tiene mayor incidencia para la recaudación del Estado: el objetivo sería al 2026.
Economistas consultados por LA NACION aclararon que el campo no debe esperar una eliminación abrupta en el corto plazo. No obstante, para 2026 se visualiza un escenario con derechos de exportación reducidos o inexistentes en cereales de menor impacto, lo que podrían aliviar al sector agropecuario y mejorar su competitividad. Este enfoque posibilitaría mantener la solidez fiscal mientras se dinamiza el mercado interno.
Accedé a toda la información sobre los remates ganaderos
El economista Salvador Vitelli precisó que las retenciones y el Impuesto PAIS le permitieron al Gobierno mostrar una consolidación. En tanto, en 2025, a través de la expansión de la actividad y el crecimiento de la recaudación, le permitirá tener mayor espacio para ir bajando gradualmente los derechos de exportación. “No lo veo bajándolos de un hondazo, como se dice en la calle. Va a ser algo más gradual, yendo por las categorías que tienen menos incidencia. Entre el trigo y el maíz es poco lo que se recauda por derechos de exportación, mientras que el resto es soja. Se podría pensar que bajo la estructura que ha hecho el gobierno de ir eliminando los derechos de exportación de partidas que son marginales, se podría pensar que en 2025 pueden seguir con esa tónica”, sostuvo.
Según mencionó, las condiciones que deberían darse es mostrar o ir hacia un camino de mayor solidez en la recaudación en los ingresos fiscales para poder dar espacio a que bajen los derechos de exportación. “En la foto de 2024 era prácticamente imposible mostrar la consolidación fiscal sin la presencia, por ejemplo, del Impuesto PAIS y los derechos de exportación”, recordó. Está proyectado que para 2025 el Impuesto PAIS no continúe.
“En el corto plazo, por lo menos para lo que se va a cosechar en esta campaña, no veo que vaya a haber una baja abrupta de los derechos de exportación. Va a ser algo más paulatino, pensándolo para el 2026, ya debería estar entonces en un escenario de derechos de exportación prácticamente inexistentes o por lo menos muy bajos que le permite al sector generar esa rentabilidad que hoy está faltando”, lanzó.
Tal como explicó el ministro de Economía, Luis Caputo, ayer en la Rural, el Gobierno lo que plantea no es devaluar, sino ganar competitividad vía baja de impuestos. “Si miramos a uno de los sectores más competitivos en la economía argentina, que es el agro, que hoy te esté diciendo que los márgenes dan negativos y gran parte de ese problema viene por los derechos de exportación, es que hay mucha tela para cortar. Mantener este esquema tributario para 2026 me parece que sería terminar de ahogar a un sector que ha sido un gran aportante, no solamente de divisas, sino también de ingresos al fisco en los últimos 22 años desde que están estos tributos”, expresó Vitelli. Para la campaña 2025/26 anticipó puede haber una eliminación o cuasi eliminación. “Se tiene que dar un escenario donde se bajen impuestos, pero que se mantenga el superávit”, dijo.
En este contexto, el economista Ernesto Ambrosetti agregó que un cronograma de reducción de las retenciones va a ser esencial para encarar a las siguientes campañas. Según sostuvo, al menos en los próximos dos años no habrá un escenario despejado.
“Con la consolidación del superávit fiscal y la profundización de la reducción del gasto público del año que viene, que va a continuar, para el inicio de la campaña 2025/26, es decir, a partir de junio 2025, el Gobierno estaría en condiciones de presentar un programa de eliminación progresiva de los derechos de exportación, hasta su eliminación total”, señaló. Según mencionó, esto podría llevar de dos a tres años, pero el programa de eliminación va a ser importante anunciarlo. Esto sería para impulsar las inversiones del sector agropecuario y mejorar la productividad en las próximas campañas.
Ambrosetti recordó que el aporte del campo a la economía argentina desde el 2002, cuando se volvió a aplicar el esquema de retenciones y hasta la actualidad ronda los US$190.000 millones. Este monto equivale casi a seis veces las reservas brutas del Banco Central de la Argentina (BCRA). “Esta pérdida de ingresos por parte del complejo agroindustrial ha estancado la producción”, puntualizó.
Aldo Abram, director ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso, señaló que “las posibilidades de eliminar las retenciones son muy altas, claramente, porque este Gobierno ha definido que todo el aumento de la recaudación se va a generar por la recuperación económica que empezó en el tercer trimestre. Seguramente en algún momento del año que viene no solamente se va a consolidar, sino que se va a transformar en crecimiento”.
Señaló que la recuperación de la recaudación va a ser fuerte, y en la medida que se recupere la recaudación, este Gobierno ya ha dicho que se van a destinar a bajar impuestos. “Después del Impuesto PAIS uno de los impuestos más distorsivos y dañinos que quedan en la economía son justamente las retenciones y ahí van a apuntar”, precisó.
Este año, los derechos de exportación [DEX] y el Impuesto PAIS fueron cruciales para sostener el superávit fiscal en medio de la recomposición de la economía que buscó el gobierno de Javier Milei. Ahora, de cara a la promesa de bajar las retenciones que hizo el jefe de Estado, la estrategia dependerá de una expansión económica que aumente la recaudación fiscal y permita la eliminación o reducción progresiva de los DEX de los productos del agro que más tributan. De acuerdo con los economistas y, según los anuncios del Presidente, se podría comenzar por aquellos que tienen un menor impacto dentro de la recaudación fiscal, como el trigo y maíz. En tanto, sobre la soja se podría hacer una reducción gradual, ya que tiene mayor incidencia para la recaudación del Estado: el objetivo sería al 2026.
Economistas consultados por LA NACION aclararon que el campo no debe esperar una eliminación abrupta en el corto plazo. No obstante, para 2026 se visualiza un escenario con derechos de exportación reducidos o inexistentes en cereales de menor impacto, lo que podrían aliviar al sector agropecuario y mejorar su competitividad. Este enfoque posibilitaría mantener la solidez fiscal mientras se dinamiza el mercado interno.
Accedé a toda la información sobre los remates ganaderos
El economista Salvador Vitelli precisó que las retenciones y el Impuesto PAIS le permitieron al Gobierno mostrar una consolidación. En tanto, en 2025, a través de la expansión de la actividad y el crecimiento de la recaudación, le permitirá tener mayor espacio para ir bajando gradualmente los derechos de exportación. “No lo veo bajándolos de un hondazo, como se dice en la calle. Va a ser algo más gradual, yendo por las categorías que tienen menos incidencia. Entre el trigo y el maíz es poco lo que se recauda por derechos de exportación, mientras que el resto es soja. Se podría pensar que bajo la estructura que ha hecho el gobierno de ir eliminando los derechos de exportación de partidas que son marginales, se podría pensar que en 2025 pueden seguir con esa tónica”, sostuvo.
Según mencionó, las condiciones que deberían darse es mostrar o ir hacia un camino de mayor solidez en la recaudación en los ingresos fiscales para poder dar espacio a que bajen los derechos de exportación. “En la foto de 2024 era prácticamente imposible mostrar la consolidación fiscal sin la presencia, por ejemplo, del Impuesto PAIS y los derechos de exportación”, recordó. Está proyectado que para 2025 el Impuesto PAIS no continúe.
“En el corto plazo, por lo menos para lo que se va a cosechar en esta campaña, no veo que vaya a haber una baja abrupta de los derechos de exportación. Va a ser algo más paulatino, pensándolo para el 2026, ya debería estar entonces en un escenario de derechos de exportación prácticamente inexistentes o por lo menos muy bajos que le permite al sector generar esa rentabilidad que hoy está faltando”, lanzó.
Tal como explicó el ministro de Economía, Luis Caputo, ayer en la Rural, el Gobierno lo que plantea no es devaluar, sino ganar competitividad vía baja de impuestos. “Si miramos a uno de los sectores más competitivos en la economía argentina, que es el agro, que hoy te esté diciendo que los márgenes dan negativos y gran parte de ese problema viene por los derechos de exportación, es que hay mucha tela para cortar. Mantener este esquema tributario para 2026 me parece que sería terminar de ahogar a un sector que ha sido un gran aportante, no solamente de divisas, sino también de ingresos al fisco en los últimos 22 años desde que están estos tributos”, expresó Vitelli. Para la campaña 2025/26 anticipó puede haber una eliminación o cuasi eliminación. “Se tiene que dar un escenario donde se bajen impuestos, pero que se mantenga el superávit”, dijo.
En este contexto, el economista Ernesto Ambrosetti agregó que un cronograma de reducción de las retenciones va a ser esencial para encarar a las siguientes campañas. Según sostuvo, al menos en los próximos dos años no habrá un escenario despejado.
“Con la consolidación del superávit fiscal y la profundización de la reducción del gasto público del año que viene, que va a continuar, para el inicio de la campaña 2025/26, es decir, a partir de junio 2025, el Gobierno estaría en condiciones de presentar un programa de eliminación progresiva de los derechos de exportación, hasta su eliminación total”, señaló. Según mencionó, esto podría llevar de dos a tres años, pero el programa de eliminación va a ser importante anunciarlo. Esto sería para impulsar las inversiones del sector agropecuario y mejorar la productividad en las próximas campañas.
Ambrosetti recordó que el aporte del campo a la economía argentina desde el 2002, cuando se volvió a aplicar el esquema de retenciones y hasta la actualidad ronda los US$190.000 millones. Este monto equivale casi a seis veces las reservas brutas del Banco Central de la Argentina (BCRA). “Esta pérdida de ingresos por parte del complejo agroindustrial ha estancado la producción”, puntualizó.
Aldo Abram, director ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso, señaló que “las posibilidades de eliminar las retenciones son muy altas, claramente, porque este Gobierno ha definido que todo el aumento de la recaudación se va a generar por la recuperación económica que empezó en el tercer trimestre. Seguramente en algún momento del año que viene no solamente se va a consolidar, sino que se va a transformar en crecimiento”.
Señaló que la recuperación de la recaudación va a ser fuerte, y en la medida que se recupere la recaudación, este Gobierno ya ha dicho que se van a destinar a bajar impuestos. “Después del Impuesto PAIS uno de los impuestos más distorsivos y dañinos que quedan en la economía son justamente las retenciones y ahí van a apuntar”, precisó.
Tras la promesa de Javier Milei, los expertos señalaron que el próximo año se podría comenzar una baja con los cultivos de menor impacto en la recaudación, como el trigo y el maíz Read More