ARLINGTON, Virginia.- El Ejército de Estados Unidos identificó a la tercera soldado que murió en el helicóptero Black Hawk que colisionó con el avión de pasajeros de American Airlines cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, de Washington, la semana pasada, donde murieron 67 personas.
La soldado fue identificada como la capitana Rebecca M. Lobach, de Durham, Carolina del Norte. Era oficial de aviación en el Ejército desde 2019 y estaba asignada al 12.º Batallón de Aviación, en Fort Belvoir, Virginia.
Mientras, datos preliminares sobre el accidente aéreo más letal en el país en casi 25 años mostraron lecturas contradictorias sobre las altitudes del avión y el helicóptero, según informaron los investigadores el sábado.
Los datos de la grabadora de vuelo del jet indicaban que su altitud era de 99 metros, con un margen de error de alrededor de 7,6 metros, en el momento del accidente ocurrido el miércoles por la noche, según informaron a la prensa funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés). No obstante, los datos de la torre de control mostraban que el helicóptero estaba a 61 metros al momento de la colisión.
La discrepancia de aproximadamente 30 metros aún no fue explicada. Las autoridades señalaron que la altitud máxima permitida para el helicóptero en ese momento era de 61 metros.
El Ejército había inicialmente decidido no identificar a Lobach, una postura inusual que la fuerza tomó a pedido de la familia. El sábado, sin embargo, el Ejército declaró en un comunicado que la familia de Lobach había acordado hacer pública su identidad.
“Era una estrella brillante en nuestras vidas,” dijo su familia en un comunicado, en el que también señaló que la capitana trabajó como defensora de víctimas de agresión sexual y que tenía pensado convertirse en médica después de su servicio militar. “Nadie soñaba tan grande ni trabajaba más duro para alcanzar sus metas”, agregaron.
Investigación en curso
Los investigadores esperan reconciliar las diferencias de altitud con los datos de la caja negra del helicóptero, cuya recuperación se demora debido a que fue afectada por el agua tras caer en el río Potomac. También señalaron que planean revisar los datos de la torre de control, ya que pueden no ser del todo confiables.
Todd Inman, miembro de la NTSB, reconoció que había un desacuerdo dentro del equipo de investigación sobre si debían divulgar la información de la discrepancias o esperar hasta contar con más datos.
Los funcionarios del Ejército, por su parte, han afirmado que la tripulación del helicóptero era altamente experimentada y estaba familiarizada con los cielos congestionados alrededor de la ciudad. Las aeronaves militares realizan frecuentemente vuelos de este tipo para practicar rutas que utilizarían en caso de evacuación de funcionarios gubernamentales durante un ataque o una catástrofe mayor.
Asimismo, los investigadores están examinando las acciones del piloto militar y del control de tráfico aéreo, dado que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ha enfrentado durante mucho tiempo una escasez de controladores.
Las investigaciones completas de la NTSB suelen tardar al menos un año, aunque los investigadores esperan tener un informe preliminar en un plazo de 30 días.
“Ese es nuestro trabajo; averiguar qué ocurrió”, dijo Inman.
Los investigadores también señalaron que, aproximadamente un segundo antes del impacto, la grabadora de vuelo del jet mostró un cambio en su inclinación. Sin embargo, no precisaron si ese cambio en el ángulo indicaba que los pilotos intentaban realizar una maniobra evasiva para evitar la colisión.
No hubo sobrevivientes a la colisión, que ocurrió cuando el vuelo de American Airlines procedente de Wichita, Kansas, con 64 personas a bordo, se preparaba para aterrizar. Aparentemente, el helicóptero se interpuso en su trayectoria.
“Varios cientos” de recomendaciones
“Esta es una investigación compleja”, dijo Brice Banning, investigador principal de la NTSB. “Hay muchas piezas en juego. Nuestro equipo está trabajando arduamente para recopilar estos datos”.
Banning también habló sobre los últimos momentos registrados en las dos cajas negras del avión, que captaron sonido en la cabina y datos del vuelo.
“La tripulación tuvo una reacción verbal”, señaló Banning, agregando que la grabadora de datos mostró “que el avión comenzó a aumentar su inclinación. Se escucharon sonidos de impacto aproximadamente un segundo después, seguidos del final de la grabación”.
Inman también expresó su frustración por el hecho de que sigan ocurriendo accidentes como este, señalando que la junta ha emitido “varios cientos” de recomendaciones para mejorar la seguridad aérea, que no han sido implementadas.
“De la tragedia extraemos conocimiento para mejorar la seguridad para todos. Eso es lo que estamos haciendo ahora mismo, estamos lidiando con una tragedia, pero necesitamos mejorar la seguridad,” dijo.
“¿Quieren hacer algo al respecto? Adopten la recomendación de la NTSB. Van a salvar vidas,” agregó, señalando que pasó horas con las familias de las víctimas desde el accidente. “No quiero tener que reunirme con padres de esta manera de nuevo.”
“Algunos querían abrazarnos. Algunos están simplemente enojados y furiosos,” dijo Inman. “Todos están heridos. Aún quieren respuestas y nosotros queremos dárselas”.
Tareas de rescate
En las últimas horas, equipos de recuperación y buzos rastrillaron el río y despejaron restos del accidente. Un barco de la Guardia Costera equipado con una grúa esperaba cerca, mientras que miembros del equipo de rescate se sumergían en el agua entre un grupo de barcos de emergencia más pequeños.
Los restos de 42 personas han sido recuperados del río, con 38 identificados, según funcionarios de emergencia de Washington. Se espera que se recuperen todos los cuerpos, aunque es probable que el fuselaje del avión deba ser sacado del agua para obtener los que faltan.
Más de 300 rescatistas participaron del esfuerzo de recuperación, dijeron las autoridades. Después de un viernes lluvioso, cielos despejados y temperaturas más cálidas mejoraron las condiciones para los trabajadores. También se desplegaron dos barcazas de salvamento de la Marina para levantar los restos pesados.
“Es un trabajo desgarrador,” dijo el jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, a los periodistas el viernes pasado. “Ha sido una tarea difícil para muchos de nuestros empleados”.
“Demasiado alto”
En Washington, la FAA restringió el tráfico de helicópteros alrededor del Aeropuerto Nacional Reagan, horas después de que el presidente Donald Trump afirmara en una publicación en redes sociales que el helicóptero estaba volando más alto de lo permitido.
Un día después de cuestionar las acciones del piloto del helicóptero y alegar, sin ofrecer evidencia, que las iniciativas de diversidad en la administración del Estado han socavado la seguridad aérea, Trump dijo que el helicóptero estaba “volando demasiado alto”.
“Estaba muy por encima del límite de los 61 metros. No es realmente complicado de entender, ¿verdad?”, escribió Trump en una publicación en Truth Social.
Agencias AP y Reuters
ARLINGTON, Virginia.- El Ejército de Estados Unidos identificó a la tercera soldado que murió en el helicóptero Black Hawk que colisionó con el avión de pasajeros de American Airlines cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, de Washington, la semana pasada, donde murieron 67 personas.
La soldado fue identificada como la capitana Rebecca M. Lobach, de Durham, Carolina del Norte. Era oficial de aviación en el Ejército desde 2019 y estaba asignada al 12.º Batallón de Aviación, en Fort Belvoir, Virginia.
Mientras, datos preliminares sobre el accidente aéreo más letal en el país en casi 25 años mostraron lecturas contradictorias sobre las altitudes del avión y el helicóptero, según informaron los investigadores el sábado.
Los datos de la grabadora de vuelo del jet indicaban que su altitud era de 99 metros, con un margen de error de alrededor de 7,6 metros, en el momento del accidente ocurrido el miércoles por la noche, según informaron a la prensa funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés). No obstante, los datos de la torre de control mostraban que el helicóptero estaba a 61 metros al momento de la colisión.
La discrepancia de aproximadamente 30 metros aún no fue explicada. Las autoridades señalaron que la altitud máxima permitida para el helicóptero en ese momento era de 61 metros.
El Ejército había inicialmente decidido no identificar a Lobach, una postura inusual que la fuerza tomó a pedido de la familia. El sábado, sin embargo, el Ejército declaró en un comunicado que la familia de Lobach había acordado hacer pública su identidad.
“Era una estrella brillante en nuestras vidas,” dijo su familia en un comunicado, en el que también señaló que la capitana trabajó como defensora de víctimas de agresión sexual y que tenía pensado convertirse en médica después de su servicio militar. “Nadie soñaba tan grande ni trabajaba más duro para alcanzar sus metas”, agregaron.
Investigación en curso
Los investigadores esperan reconciliar las diferencias de altitud con los datos de la caja negra del helicóptero, cuya recuperación se demora debido a que fue afectada por el agua tras caer en el río Potomac. También señalaron que planean revisar los datos de la torre de control, ya que pueden no ser del todo confiables.
Todd Inman, miembro de la NTSB, reconoció que había un desacuerdo dentro del equipo de investigación sobre si debían divulgar la información de la discrepancias o esperar hasta contar con más datos.
Los funcionarios del Ejército, por su parte, han afirmado que la tripulación del helicóptero era altamente experimentada y estaba familiarizada con los cielos congestionados alrededor de la ciudad. Las aeronaves militares realizan frecuentemente vuelos de este tipo para practicar rutas que utilizarían en caso de evacuación de funcionarios gubernamentales durante un ataque o una catástrofe mayor.
Asimismo, los investigadores están examinando las acciones del piloto militar y del control de tráfico aéreo, dado que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) ha enfrentado durante mucho tiempo una escasez de controladores.
Las investigaciones completas de la NTSB suelen tardar al menos un año, aunque los investigadores esperan tener un informe preliminar en un plazo de 30 días.
“Ese es nuestro trabajo; averiguar qué ocurrió”, dijo Inman.
Los investigadores también señalaron que, aproximadamente un segundo antes del impacto, la grabadora de vuelo del jet mostró un cambio en su inclinación. Sin embargo, no precisaron si ese cambio en el ángulo indicaba que los pilotos intentaban realizar una maniobra evasiva para evitar la colisión.
No hubo sobrevivientes a la colisión, que ocurrió cuando el vuelo de American Airlines procedente de Wichita, Kansas, con 64 personas a bordo, se preparaba para aterrizar. Aparentemente, el helicóptero se interpuso en su trayectoria.
“Varios cientos” de recomendaciones
“Esta es una investigación compleja”, dijo Brice Banning, investigador principal de la NTSB. “Hay muchas piezas en juego. Nuestro equipo está trabajando arduamente para recopilar estos datos”.
Banning también habló sobre los últimos momentos registrados en las dos cajas negras del avión, que captaron sonido en la cabina y datos del vuelo.
“La tripulación tuvo una reacción verbal”, señaló Banning, agregando que la grabadora de datos mostró “que el avión comenzó a aumentar su inclinación. Se escucharon sonidos de impacto aproximadamente un segundo después, seguidos del final de la grabación”.
Inman también expresó su frustración por el hecho de que sigan ocurriendo accidentes como este, señalando que la junta ha emitido “varios cientos” de recomendaciones para mejorar la seguridad aérea, que no han sido implementadas.
“De la tragedia extraemos conocimiento para mejorar la seguridad para todos. Eso es lo que estamos haciendo ahora mismo, estamos lidiando con una tragedia, pero necesitamos mejorar la seguridad,” dijo.
“¿Quieren hacer algo al respecto? Adopten la recomendación de la NTSB. Van a salvar vidas,” agregó, señalando que pasó horas con las familias de las víctimas desde el accidente. “No quiero tener que reunirme con padres de esta manera de nuevo.”
“Algunos querían abrazarnos. Algunos están simplemente enojados y furiosos,” dijo Inman. “Todos están heridos. Aún quieren respuestas y nosotros queremos dárselas”.
Tareas de rescate
En las últimas horas, equipos de recuperación y buzos rastrillaron el río y despejaron restos del accidente. Un barco de la Guardia Costera equipado con una grúa esperaba cerca, mientras que miembros del equipo de rescate se sumergían en el agua entre un grupo de barcos de emergencia más pequeños.
Los restos de 42 personas han sido recuperados del río, con 38 identificados, según funcionarios de emergencia de Washington. Se espera que se recuperen todos los cuerpos, aunque es probable que el fuselaje del avión deba ser sacado del agua para obtener los que faltan.
Más de 300 rescatistas participaron del esfuerzo de recuperación, dijeron las autoridades. Después de un viernes lluvioso, cielos despejados y temperaturas más cálidas mejoraron las condiciones para los trabajadores. También se desplegaron dos barcazas de salvamento de la Marina para levantar los restos pesados.
“Es un trabajo desgarrador,” dijo el jefe de bomberos de Washington, John Donnelly, a los periodistas el viernes pasado. “Ha sido una tarea difícil para muchos de nuestros empleados”.
“Demasiado alto”
En Washington, la FAA restringió el tráfico de helicópteros alrededor del Aeropuerto Nacional Reagan, horas después de que el presidente Donald Trump afirmara en una publicación en redes sociales que el helicóptero estaba volando más alto de lo permitido.
Un día después de cuestionar las acciones del piloto del helicóptero y alegar, sin ofrecer evidencia, que las iniciativas de diversidad en la administración del Estado han socavado la seguridad aérea, Trump dijo que el helicóptero estaba “volando demasiado alto”.
“Estaba muy por encima del límite de los 61 metros. No es realmente complicado de entender, ¿verdad?”, escribió Trump en una publicación en Truth Social.
Agencias AP y Reuters
Se trata de la capitana Rebecca Lobach, a quien su familia permitió identificar el sábado; según la investigación en curso, los datos de la altitud de ambas naves no coincide al momento del accidente Read More