¿Es una sensación? Por qué la plata no alcanza si baja la inflación y suben los sueldos

La sensación de que la plata no alcanza no es una sensación. Pese a la mejora en los últimos meses del salario real y el descenso de la inflación, el ingreso que queda disponible para los hogares luego de pagar los gastos fijos –luz, gas, agua, transporte o expensas- fue hasta un 25% menor en 2024 frente a 2023, pese a que mejoró en el segundo semestre del año.

El diagnóstico es coincidente entre analistas del sector privado -los pocos que miden este indicador- pese a que varía la magnitud de la caída que tuvieron el año pasado esos “mangos extra”, que son los que actualmente están faltando a la economía para impulsar un consumo masivo que todavía sigue mostrando datos preocupantes para muchas empresas.

Pese a que ese ahorro familiar para darse un lujo aún está en un nivel bajo en las familias, los cambios en los precios relativos y especialmente la vuelta del crédito –gracias al equilibrio fiscal logrado por el Gobierno- sí impulsa, por caso, el consumo privado en autos o motos (en máximos desde 2018), electrodomésticos (que comenzaron a recuperar lo perdido) o en indumentaria. “Hay un consumo bastante roto o dicotómico”, describió un economista a LA NACION.

Los datos de la consultora Ecolatina estimaron que el retroceso del ingreso disponible en el promedio de 2024 fue de 25%, pese a que mejoró –tomando punta a punta- 1% en diciembre. En la firma que conduce Federico Moll esperan una recuperación parcial del 17% durante este año, en el que el consenso de analistas ve una recuperación de 5% del PBI.

Un informe de la consultora Empiria, que dirige el exministro de Economía, Hernán Lacunza, estimó que lo que les queda a los hogares tras haber cumplido con sus obligaciones fijas -el ingreso disponible de los hogares del AMBA- cayó un 18% el año pasado con respecto a 2023, aunque mejoró en los últimos seis meses del año pasado, con la profundización del proceso de desinflación, la moderación de alzas tarifarias y la mejora en los sueldos. En diciembre, la medida quedó, según Empiria, un 13% por debajo de los niveles de noviembre de 2023.

Ambas consultoras coincidieron en que la distribución en la pérdida de ingresos disponibles fue regresiva. Para Empiria, por caso, el grupo de hogares con mayores ingresos cerró 2024 con una caída del 8,9%, mientras que la merma fue de 19% para los hogares con menores ingresos. Ecolatina advirtió que un hogar ABC1 –nivel socioeconómico superior en la pirámide social- tuvo una baja durante el año pasado de 20% contra una caída de 27% de un hogar D2C –segmento socioeconómico bajo-. “El proceso fue heterogéneo y de cierta regresividad”, explicó Moll.

“Esto obviamente tiene detrás cambios en precios relativos importantes, especialmente todo lo que hace a servicios públicos, también a ciertos servicios privados, especialmente a principio de año, la educación y la salud. Y tiene impacto sobre la estructura de consumo”, explicó Moll.

“Esta caída se debió a una suba acumulada de 65,8% real en los gastos fijos en 2024: el gasto en transporte aumentó 87,4%; electricidad, gas y agua, 143%; el gasto en agua, 97,5%, las expensas subieron 39,7% y el gasto en alquiler subió 66,5%, por el rezago causado por la Ley de Alquileres sancionada en 2020″, afirmó el informe de Empiria.

Estos números impactan de lleno en el devenir del consumo masivo y así lo marcaron las firmas que siguen de cerca esos datos. Todos coinciden en que hubo una caída fuerte, un sostenimiento del piso y un leve repunte mensual. Los datos de Nielsen, por caso, comienzan a mostrar un leve rebote entre fines del año pasado y comienzos de este. En Scentia, de manera intermensual, ya veían cierta recuperación en noviembre pasado, siempre en el mes y en algunas categorías. De hecho, el último dato difundido para enero esta semana indicó que las ventas de los productos de la canasta básica cayeron un 10,6% frente al mismo mes de 2024 y de esta manera fueron trece los meses consecutivos con números negativos.

LA NACION consultó al Ministerio de Economía por este fenómeno, pero aún no tuvo respuesta.

En detalle

Según Empiria, los ingresos totales para el hogar promedio cerraron 2024 con una caída interanual del 4%, aunque mejoraron 17% desde el piso registrado en febrero. “Para el ingreso disponible, sin embargo, la evolución fue diferente: en diciembre, el ingreso disponible fue 13% menor, pero 8% mayor a los niveles del piso de abril”, afirmaron.

“Si se utilizara, en lugar de la inflación publicada por el Indec, una re-estimación a partir de la canasta de consumo resultante de la ENGHo 2017-2018 [la que se usará cuando se actualice el IPC], la inflación habría sido mayor (135% anual versus 118%), el ingreso disponible habría terminado 2024 con una caída promedio del 21% con respecto a 2023 y, en diciembre, habría sido 18% menor al de noviembre de 2023″, estimaron los técnicos que responden a Lacunza.

Luego de la devaluación de diciembre de 2023, la inflación dio un salto de más de 25%. Con un fuerte ajuste de 30% del gasto, con subas de tarifas y eliminación de controles de precios, en el marco de un programa de equilibrio fiscal, emisión cero y baja de tasas de interés (sumado a un esquema cambiario que muchos economistas dicen lleva al atraso, algo que niega el Gobierno), la inflación mostró una brusca desaceleración y fue en enero de 2,2%, la más baja en 54 meses.

Según el Iaraf con base en datos del Indec, si se considera la variación interanual real de los salarios en diciembre, “se aprecia una leve suba del sector público (0,7%), un considerable incremento del sector privado registrado (13,7%) y un mayor aumento del sector privado no registrado (36,2%)”, que, hay que aclarar, muestra un dato atrasado seis meses en las estadísticas públicas. En Analytica aseguraron que, en el acumulado de 2024, los trabajadores registrados del sector privado perdieron 6,1% de su ingreso laboral, mientras los públicos 20,4%. “Diciembre contra diciembre te sirve como punta, pero, para pensar en el año, es mejor el acumulado porque te explica mejor, por ejemplo, el consumo. Tuviste dos meses de suba del salario privado real y diez de caída”, explicó Claudio Caprarulo, de Analytica a LA NACION.

La sensación de que la plata no alcanza no es una sensación. Pese a la mejora en los últimos meses del salario real y el descenso de la inflación, el ingreso que queda disponible para los hogares luego de pagar los gastos fijos –luz, gas, agua, transporte o expensas- fue hasta un 25% menor en 2024 frente a 2023, pese a que mejoró en el segundo semestre del año.

El diagnóstico es coincidente entre analistas del sector privado -los pocos que miden este indicador- pese a que varía la magnitud de la caída que tuvieron el año pasado esos “mangos extra”, que son los que actualmente están faltando a la economía para impulsar un consumo masivo que todavía sigue mostrando datos preocupantes para muchas empresas.

Pese a que ese ahorro familiar para darse un lujo aún está en un nivel bajo en las familias, los cambios en los precios relativos y especialmente la vuelta del crédito –gracias al equilibrio fiscal logrado por el Gobierno- sí impulsa, por caso, el consumo privado en autos o motos (en máximos desde 2018), electrodomésticos (que comenzaron a recuperar lo perdido) o en indumentaria. “Hay un consumo bastante roto o dicotómico”, describió un economista a LA NACION.

Los datos de la consultora Ecolatina estimaron que el retroceso del ingreso disponible en el promedio de 2024 fue de 25%, pese a que mejoró –tomando punta a punta- 1% en diciembre. En la firma que conduce Federico Moll esperan una recuperación parcial del 17% durante este año, en el que el consenso de analistas ve una recuperación de 5% del PBI.

Un informe de la consultora Empiria, que dirige el exministro de Economía, Hernán Lacunza, estimó que lo que les queda a los hogares tras haber cumplido con sus obligaciones fijas -el ingreso disponible de los hogares del AMBA- cayó un 18% el año pasado con respecto a 2023, aunque mejoró en los últimos seis meses del año pasado, con la profundización del proceso de desinflación, la moderación de alzas tarifarias y la mejora en los sueldos. En diciembre, la medida quedó, según Empiria, un 13% por debajo de los niveles de noviembre de 2023.

Ambas consultoras coincidieron en que la distribución en la pérdida de ingresos disponibles fue regresiva. Para Empiria, por caso, el grupo de hogares con mayores ingresos cerró 2024 con una caída del 8,9%, mientras que la merma fue de 19% para los hogares con menores ingresos. Ecolatina advirtió que un hogar ABC1 –nivel socioeconómico superior en la pirámide social- tuvo una baja durante el año pasado de 20% contra una caída de 27% de un hogar D2C –segmento socioeconómico bajo-. “El proceso fue heterogéneo y de cierta regresividad”, explicó Moll.

“Esto obviamente tiene detrás cambios en precios relativos importantes, especialmente todo lo que hace a servicios públicos, también a ciertos servicios privados, especialmente a principio de año, la educación y la salud. Y tiene impacto sobre la estructura de consumo”, explicó Moll.

“Esta caída se debió a una suba acumulada de 65,8% real en los gastos fijos en 2024: el gasto en transporte aumentó 87,4%; electricidad, gas y agua, 143%; el gasto en agua, 97,5%, las expensas subieron 39,7% y el gasto en alquiler subió 66,5%, por el rezago causado por la Ley de Alquileres sancionada en 2020″, afirmó el informe de Empiria.

Estos números impactan de lleno en el devenir del consumo masivo y así lo marcaron las firmas que siguen de cerca esos datos. Todos coinciden en que hubo una caída fuerte, un sostenimiento del piso y un leve repunte mensual. Los datos de Nielsen, por caso, comienzan a mostrar un leve rebote entre fines del año pasado y comienzos de este. En Scentia, de manera intermensual, ya veían cierta recuperación en noviembre pasado, siempre en el mes y en algunas categorías. De hecho, el último dato difundido para enero esta semana indicó que las ventas de los productos de la canasta básica cayeron un 10,6% frente al mismo mes de 2024 y de esta manera fueron trece los meses consecutivos con números negativos.

LA NACION consultó al Ministerio de Economía por este fenómeno, pero aún no tuvo respuesta.

En detalle

Según Empiria, los ingresos totales para el hogar promedio cerraron 2024 con una caída interanual del 4%, aunque mejoraron 17% desde el piso registrado en febrero. “Para el ingreso disponible, sin embargo, la evolución fue diferente: en diciembre, el ingreso disponible fue 13% menor, pero 8% mayor a los niveles del piso de abril”, afirmaron.

“Si se utilizara, en lugar de la inflación publicada por el Indec, una re-estimación a partir de la canasta de consumo resultante de la ENGHo 2017-2018 [la que se usará cuando se actualice el IPC], la inflación habría sido mayor (135% anual versus 118%), el ingreso disponible habría terminado 2024 con una caída promedio del 21% con respecto a 2023 y, en diciembre, habría sido 18% menor al de noviembre de 2023″, estimaron los técnicos que responden a Lacunza.

Luego de la devaluación de diciembre de 2023, la inflación dio un salto de más de 25%. Con un fuerte ajuste de 30% del gasto, con subas de tarifas y eliminación de controles de precios, en el marco de un programa de equilibrio fiscal, emisión cero y baja de tasas de interés (sumado a un esquema cambiario que muchos economistas dicen lleva al atraso, algo que niega el Gobierno), la inflación mostró una brusca desaceleración y fue en enero de 2,2%, la más baja en 54 meses.

Según el Iaraf con base en datos del Indec, si se considera la variación interanual real de los salarios en diciembre, “se aprecia una leve suba del sector público (0,7%), un considerable incremento del sector privado registrado (13,7%) y un mayor aumento del sector privado no registrado (36,2%)”, que, hay que aclarar, muestra un dato atrasado seis meses en las estadísticas públicas. En Analytica aseguraron que, en el acumulado de 2024, los trabajadores registrados del sector privado perdieron 6,1% de su ingreso laboral, mientras los públicos 20,4%. “Diciembre contra diciembre te sirve como punta, pero, para pensar en el año, es mejor el acumulado porque te explica mejor, por ejemplo, el consumo. Tuviste dos meses de suba del salario privado real y diez de caída”, explicó Claudio Caprarulo, de Analytica a LA NACION.

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