El giro de seis senadores radicales impidió que se votara la comisión para investigar el escándalo cripto

En cuestión de minutos, la oposición en el Senado pasó de la euforia al desencanto. Después de lograr con holgura la habilitación para votar el proyecto que impulsó un sector del radicalismo, la iniciativa que buscaba crear una comisión investigadora para determinar la responsabilidad de Javier Milei y de su entorno más cercano en el criptogate, fue rechazada.

El giro de seis senadores radicales, entre ellos el jefe de bloque, Eduardo Vischi, fue determinante para que el oficialismo consiguiera bloquear la comisión investigadora. El caso del correntino fue por demás peculiar, porque había firmado el proyecto, incluso apoyó el tratamiento, pero luego lo votó en contra. Según pudo saber LA NACION, eso provocó fuertes críticas internas en la bancada de la UCR.

El proyecto impulsado por el fueguino Pablo Blanco no contaba con dictamen de comisión y necesitaba, para ser tratado, dos tercios del total de la Cámara. Es decir, un mínimo de 48 votos. Como si esto fuera poco, debía reunir esta mayoría dos veces seguidas: una vez para habilitar la votación en el recinto y otra más para la votación de la iniciativa.

El primer resultado -la habilitación- ilusionó a la oposición: marcó 53 avales, 17 rechazos y 2 ausencias. La segunda -la votación-, expuso la presión del Poder Ejecutivo a los gobernadores, fracturó al radicalismo y dejó un tendal de decepcionados: hubo 47 votos positivos, 23 en contra y 2 ausencias.

Entre la primera votación y la segunda transcurrieron solamente 9 minutos. El proyecto quedó a un voto de aprobarse por el viraje de siete senadores -seis radicales- que apoyaron el debate, pero se opusieron a crear la comisión investigadora. Mónica Silva, de Río Negro, hizo el camino inverso.

Uno por uno

¿Quiénes son los siete que modificaron su postura e impidieron la investigación del criptogate? Uno de los casos más paradójicos fue el de Vischi, quien fue coautor del proyecto junto a Blanco, pero terminó rechazando su propia iniciativa. El correntino se referencia políticamente con el gobernador Gustavo Valdés, un aliado circunstancial del Gobierno nacional, a quien la Casa Rosada acude cuando necesita sus votos en el Congreso. Su comprovinciana Mercedes Valenzuela también rechazó el proyecto.

Vischi tiene un antecedente que sigue dando que hablar en el Senado: en su momento afirmó que no le pondría la firma al dictamen favorable al pliego del juez federal Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema de Justicia, pero finalmente lo hizo.

“Que explique él por qué presentó un proyecto y después lo votó en contra. Pero no seamos ingenuos. ¿Qué pasó hoy? El Gobierno ejerció una presión monumental”, dijo el senador Martín Lousteau, titular de la UCR nacional, tras el brusco giro que protagonizó Vischi.

El mismo análisis se podría trasladar al resto de los gobernadores radicales, cuyos leales quedaron a la vista: se trata de Eduardo Galaretto, alfil del gobernador santafesino Maximiliano Pullaro; Mariana Juri, aliada del mendocino Alfredo Cornejo; y Víctor Zimmermann, quien responde al chaqueño Leandro Zdero. La senadora radical Stella Maris Olalla, aliada al gobernador Pro, Rogelio Frigerio, también giró.

El senador chaqueño Zimmermann habló con Senado TV tras la polémica votación. “No fue un cambio de voto. A mi me interesa, como a cualquier ciudadano argentino, que se sepa la verdad y que se investigue. Pero como ese tema no estaba incluido en la labor ni el orden del día, se necesitaba votar y dar dos tercios para debatirlo. Yo voté a favor de incorporarlo. Luego de esto había planteos diferentes, de distintos bloques de llevar el asunto a comisión, y el discurso del kirchnerismo de conformar (la comisión) ya, pongamos los nombres, no lo pongamos a Kueider (sic), perdón a Camau Espínola porque es un senador que no va a administrar con transparencia, esos no son los mecanismos”.

En Pro, el misionero Martín Goerling Lara modificó su voto y evitó quedar descalzado de su bloque, que rechazó tanto la habilitación como el proyecto. La única que se diferenció de esta postura fue la senadora Guadalupe Tagliaferri, aliada del exalcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, crítico de Milei y su círculo chico.

Completaron los 23 rechazos los seis libertarios así como los referentes de los bloques provinciales, que se mantuvieron firmes en su negativa en ambas votaciones. Se trata de Lucila Crexell (Neuquén), Carlos Mauricio Espínola (Corrientes), Juan Carlos Romero (Salta) y Alejandra Vigo (Córdoba).

En cuestión de minutos, la oposición en el Senado pasó de la euforia al desencanto. Después de lograr con holgura la habilitación para votar el proyecto que impulsó un sector del radicalismo, la iniciativa que buscaba crear una comisión investigadora para determinar la responsabilidad de Javier Milei y de su entorno más cercano en el criptogate, fue rechazada.

El giro de seis senadores radicales, entre ellos el jefe de bloque, Eduardo Vischi, fue determinante para que el oficialismo consiguiera bloquear la comisión investigadora. El caso del correntino fue por demás peculiar, porque había firmado el proyecto, incluso apoyó el tratamiento, pero luego lo votó en contra. Según pudo saber LA NACION, eso provocó fuertes críticas internas en la bancada de la UCR.

El proyecto impulsado por el fueguino Pablo Blanco no contaba con dictamen de comisión y necesitaba, para ser tratado, dos tercios del total de la Cámara. Es decir, un mínimo de 48 votos. Como si esto fuera poco, debía reunir esta mayoría dos veces seguidas: una vez para habilitar la votación en el recinto y otra más para la votación de la iniciativa.

El primer resultado -la habilitación- ilusionó a la oposición: marcó 53 avales, 17 rechazos y 2 ausencias. La segunda -la votación-, expuso la presión del Poder Ejecutivo a los gobernadores, fracturó al radicalismo y dejó un tendal de decepcionados: hubo 47 votos positivos, 23 en contra y 2 ausencias.

Entre la primera votación y la segunda transcurrieron solamente 9 minutos. El proyecto quedó a un voto de aprobarse por el viraje de siete senadores -seis radicales- que apoyaron el debate, pero se opusieron a crear la comisión investigadora. Mónica Silva, de Río Negro, hizo el camino inverso.

Uno por uno

¿Quiénes son los siete que modificaron su postura e impidieron la investigación del criptogate? Uno de los casos más paradójicos fue el de Vischi, quien fue coautor del proyecto junto a Blanco, pero terminó rechazando su propia iniciativa. El correntino se referencia políticamente con el gobernador Gustavo Valdés, un aliado circunstancial del Gobierno nacional, a quien la Casa Rosada acude cuando necesita sus votos en el Congreso. Su comprovinciana Mercedes Valenzuela también rechazó el proyecto.

Vischi tiene un antecedente que sigue dando que hablar en el Senado: en su momento afirmó que no le pondría la firma al dictamen favorable al pliego del juez federal Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema de Justicia, pero finalmente lo hizo.

“Que explique él por qué presentó un proyecto y después lo votó en contra. Pero no seamos ingenuos. ¿Qué pasó hoy? El Gobierno ejerció una presión monumental”, dijo el senador Martín Lousteau, titular de la UCR nacional, tras el brusco giro que protagonizó Vischi.

El mismo análisis se podría trasladar al resto de los gobernadores radicales, cuyos leales quedaron a la vista: se trata de Eduardo Galaretto, alfil del gobernador santafesino Maximiliano Pullaro; Mariana Juri, aliada del mendocino Alfredo Cornejo; y Víctor Zimmermann, quien responde al chaqueño Leandro Zdero. La senadora radical Stella Maris Olalla, aliada al gobernador Pro, Rogelio Frigerio, también giró.

El senador chaqueño Zimmermann habló con Senado TV tras la polémica votación. “No fue un cambio de voto. A mi me interesa, como a cualquier ciudadano argentino, que se sepa la verdad y que se investigue. Pero como ese tema no estaba incluido en la labor ni el orden del día, se necesitaba votar y dar dos tercios para debatirlo. Yo voté a favor de incorporarlo. Luego de esto había planteos diferentes, de distintos bloques de llevar el asunto a comisión, y el discurso del kirchnerismo de conformar (la comisión) ya, pongamos los nombres, no lo pongamos a Kueider (sic), perdón a Camau Espínola porque es un senador que no va a administrar con transparencia, esos no son los mecanismos”.

En Pro, el misionero Martín Goerling Lara modificó su voto y evitó quedar descalzado de su bloque, que rechazó tanto la habilitación como el proyecto. La única que se diferenció de esta postura fue la senadora Guadalupe Tagliaferri, aliada del exalcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, crítico de Milei y su círculo chico.

Completaron los 23 rechazos los seis libertarios así como los referentes de los bloques provinciales, que se mantuvieron firmes en su negativa en ambas votaciones. Se trata de Lucila Crexell (Neuquén), Carlos Mauricio Espínola (Corrientes), Juan Carlos Romero (Salta) y Alejandra Vigo (Córdoba).

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