Cuando se suministran altas proporciones de granos de cereal molidos o partidos, sin un buen acostumbramiento, se producen efectos negativos en el metabolismo animal, afectando la producción de carne o leche, incluso llegando hasta la muerte de los animales. En estos casos, se producen dos tipos de meteorismo, uno gaseoso y otro espumoso, diferente al ocasionado por el consumo de leguminosas tiernas (alfalfas, tréboles, etc.).
Esto ocurre, principalmente, cuando las dietas, tanto de bovinos para carne como para leche, tienen una alta proporción de granos de cereal (maíz, sorgo, cebada, avena, trigo, etc.) molidos o partidos y sin un buen acostumbramiento. En especial cuando superan el 1,5% del peso vivo (mayor de cinco kilos de grano/cabeza/día, según categoría y peso de los animales).
¿Quiebra o espera?: Vicentin se queda sin fondos y en las próximas horas tomará una decisión
Meteorismo gaseoso
Hay un tipo de meteorismo en el cual los gases no pueden ser eliminados, es decir, no hay espuma, pero se producen los mismos efectos negativos sobre el metabolismo animal, generando timpanismo (animales “hinchados”) por acumulación de gases en el rumen y se afecta el consumo de alimentos y con él se reduce la producción de carne o leche, incluso puede ocasionar la muerte de los animales.
El exceso de consumo de almidón de los granos produce una rápida fermentación, generando una alta producción de ácidos grasos volátiles, especialmente, el ácido propiónico y láctico, descendiendo fuertemente el pH ruminal (menor al 5.5) y con él, entre otras cosas, se produce acidosis o empacho y parálisis ruminal.
Por ello, cuando se suministran dietas con alta proporción de granos, mayor el 1.5% del peso vivo, cualesquiera que sean deben estar enteros, nunca molidos ni partidos.
Meteorismo espumoso
En tanto, el meteorismo espumoso ocurre también cuando una dieta tiene grandes cantidades de granos (más de 50%) y no hubo un adecuado acostumbramiento o adaptación, muy típico de los engordes a corral.
En este tipo de casos, se produce, también una rápida digestión del almidón, bajando el pH (acidosis) del rumen y se acumulan mucopolisacáridos bacterianos que promueven la formación de espuma estable. Ocurre algo similar al caso anterior (empaste gaseoso), afectando el metabolismo y producción animal, incluso llegando hasta la muerte de los animales.
Este meteorismo “espumoso” o empaste, es muy diferente del meteorismo o empaste espumoso ocasionado por el alto consumo de leguminosas muy tiernas (alfalfas, tréboles, etc.), donde los componentes de las plantas son los responsables de la acumulación de gases y la formación de una espuma “estable”.
En cambio, cuando hay un alto consumo de granos (más del 50% de la dieta) se altera la producción y proporción de las especies de microorganismos ruminales (bacterias celulolíticas y hemicelulolíticas son reemplazadas por bacterias amilolíticas), bajando el pH ruminal.
Este tipo de meteorismo espumoso, por altos consumos de granos, es más frecuente en épocas muy calurosas, lo que puede estar asociado a las fluctuaciones en el consumo producidas por las altas temperaturas.
Los cereales difieren en la extensión y ritmo de fermentación ruminal, siendo más elevados ambos parámetros en el trigo que en la cebada, sorgo o maíz. En esta situación disminuye el pH y aumenta de la viscosidad del líquido ruminal por muerte de bacterias, estabilizando la espuma.
El autor es Doctor en Ciencias Veterinarias, especializado en Nutrición Animal (Ing. Agr. M.Sc. PhD) y director ejecutivo de la Consultora Internacional de Producción y Nutrición de bovinos (carne y leche)
Cuando se suministran altas proporciones de granos de cereal molidos o partidos, sin un buen acostumbramiento, se producen efectos negativos en el metabolismo animal, afectando la producción de carne o leche, incluso llegando hasta la muerte de los animales. En estos casos, se producen dos tipos de meteorismo, uno gaseoso y otro espumoso, diferente al ocasionado por el consumo de leguminosas tiernas (alfalfas, tréboles, etc.).
Esto ocurre, principalmente, cuando las dietas, tanto de bovinos para carne como para leche, tienen una alta proporción de granos de cereal (maíz, sorgo, cebada, avena, trigo, etc.) molidos o partidos y sin un buen acostumbramiento. En especial cuando superan el 1,5% del peso vivo (mayor de cinco kilos de grano/cabeza/día, según categoría y peso de los animales).
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Meteorismo gaseoso
Hay un tipo de meteorismo en el cual los gases no pueden ser eliminados, es decir, no hay espuma, pero se producen los mismos efectos negativos sobre el metabolismo animal, generando timpanismo (animales “hinchados”) por acumulación de gases en el rumen y se afecta el consumo de alimentos y con él se reduce la producción de carne o leche, incluso puede ocasionar la muerte de los animales.
El exceso de consumo de almidón de los granos produce una rápida fermentación, generando una alta producción de ácidos grasos volátiles, especialmente, el ácido propiónico y láctico, descendiendo fuertemente el pH ruminal (menor al 5.5) y con él, entre otras cosas, se produce acidosis o empacho y parálisis ruminal.
Por ello, cuando se suministran dietas con alta proporción de granos, mayor el 1.5% del peso vivo, cualesquiera que sean deben estar enteros, nunca molidos ni partidos.
Meteorismo espumoso
En tanto, el meteorismo espumoso ocurre también cuando una dieta tiene grandes cantidades de granos (más de 50%) y no hubo un adecuado acostumbramiento o adaptación, muy típico de los engordes a corral.
En este tipo de casos, se produce, también una rápida digestión del almidón, bajando el pH (acidosis) del rumen y se acumulan mucopolisacáridos bacterianos que promueven la formación de espuma estable. Ocurre algo similar al caso anterior (empaste gaseoso), afectando el metabolismo y producción animal, incluso llegando hasta la muerte de los animales.
Este meteorismo “espumoso” o empaste, es muy diferente del meteorismo o empaste espumoso ocasionado por el alto consumo de leguminosas muy tiernas (alfalfas, tréboles, etc.), donde los componentes de las plantas son los responsables de la acumulación de gases y la formación de una espuma “estable”.
En cambio, cuando hay un alto consumo de granos (más del 50% de la dieta) se altera la producción y proporción de las especies de microorganismos ruminales (bacterias celulolíticas y hemicelulolíticas son reemplazadas por bacterias amilolíticas), bajando el pH ruminal.
Este tipo de meteorismo espumoso, por altos consumos de granos, es más frecuente en épocas muy calurosas, lo que puede estar asociado a las fluctuaciones en el consumo producidas por las altas temperaturas.
Los cereales difieren en la extensión y ritmo de fermentación ruminal, siendo más elevados ambos parámetros en el trigo que en la cebada, sorgo o maíz. En esta situación disminuye el pH y aumenta de la viscosidad del líquido ruminal por muerte de bacterias, estabilizando la espuma.
El autor es Doctor en Ciencias Veterinarias, especializado en Nutrición Animal (Ing. Agr. M.Sc. PhD) y director ejecutivo de la Consultora Internacional de Producción y Nutrición de bovinos (carne y leche)
El efecto negativo, con altas proporciones de granos de cereal molidos o partidos sin buen acostumbramiento, es más frecuente en épocas muy calurosas Read More