HOUSTON.– En días de muchísima volatilidad en Estados Unidos, en los cuales se debate acerca del impacto que tendrá la guerra comercial que impulsa el presidente Donald Trump, el empresario multimillonario Larry Fink se muestra optimista sobre el futuro de la economía mundial. El CEO de BlackRock, el fondo de inversión más relevante a nivel internacional, participó en la conferencia CERAWeek, que congrega a los principales ejecutivos petroleros del mundo, y brindó un análisis sobre la inflación, el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral y en la energía, y mostró su preocupación sobre el déficit de Estados Unidos.
BlackRock tiene en su poder el manejo de dinero más grande del mundo, incluso superior al PBI de todos los países, con excepción de Estados Unidos y China. Entre sus activos, por supuesto, tiene bonos soberanos y acciones de empresas argentinas, pero también es accionista principal de Apple, Walmart, la minera Rio Tinto y las farmacéuticas Pfizer, Merck y Johnson & Johnson, entre muchísimas otras. Su última adquisición fue la compra de la firma china CK Hutchison, que tiene 44 puertos marítimos distribuidos en el mundo, incluido el de Panamá.
“Es un gran negocio estable. Si crees que el mundo puede crecer un 2% o 3%, tal vez un 3,5% al año, eso significa que incluso con aranceles los puertos estarán bastante activos y eso va a generar un retorno del 10% o 16%. Soy un firme creyente de que el ciclo prolongado de la economía mundial estará bien. Habrá oportunidades. Y la necesidad de comercio global solo será mayor y más fuerte, no más débil”, dijo el empresario, con optimismo.
En el corto plazo, sin embargo, admitió que espera que haya más inflación. “En el transcurso de los próximos seis a nueve meses, veremos una inflación un poco más elevada”, dijo Fink, sin rodeos, apenas comenzó su análisis. Esto sucederá no solo por el posible impacto que pueda generar la eventual suba de aranceles que Trump, sino por la deportación de los inmigrantes ilegales que se está llevando a cabo en Estados Unidos.
“Las deportaciones y la velocidad a la que esto está sucediendo va a tener un impacto severo en el sector agrícola y en el sector de la construcción. He hablado con varios CEO del sector agrícola que me recuerdan que el 70% de los hombres y mujeres que trabajan en la agricultura no nacieron en los Estados Unidos. Muchos de ellos tienen permisos de trabajo y muchos no. Y el 40% de los trabajadores de la construcción no nacieron en los EE.UU. Creo que vamos a ver, especialmente cuando las cosechas de la primavera estén en su nivel máximo, que no tendremos suficientes trabajadores. Todo esto va a generar inflación subyacente”, dijo el empresario.
En el mediano plazo, sin embargo, Fink dijo que va a suceder el efecto contrario y que habrá muchos años de deflación, debido al avance de la tecnología, que reducirá los costos de producción. En la mayoría de los casos, será porque la inteligencia artificial y la robótica van a sustituir cada vez más la mano de obra para producir lo mismo.
“Los avances de la IA y la robótica van a transformar casi cada negocio que podamos imaginar. Si consideramos lo que la tecnología puede hacer, probablemente necesitemos menos personas. Va a cambiar todo, incluso la manera en la que se libran las guerras, como está sucediendo en Ucrania con los drones, o la estrategia exitosa de Israel en el Líbano, contra Hezbollah. Si la guerra se libra de una manera completamente diferente a la que estamos acostumbrados, ¿necesitamos tantas personas en nuestro ejército en el futuro, o necesitamos un tipo diferente de persona?”, se preguntó Larry Fink.
El empresario contó también que un CEO de un fabricante de teléfonos asiáticos le dijo que ahora están utilizando robots de IA, que tienen mucha más destreza, que harán que en el transcurso de los próximos dos años la fuerza laboral de la empresa disminuya un 30%. “Si se eso se extiende a todas las economías, vamos a tener escasez de empleos en algunos sectores, como en la construcción, y vamos a tener transformaciones laborales en muchas otras industrias que los robots a través de la IA van a proporcionar”, señaló.
Si bien no desarrolló mucho el impacto social que esto tendrá, dijo que “las implicaciones sociales son bastante aterradoras, y tenemos que ser conscientes al respecto”.
Fink también se refirió a cómo hay que abordar la generación de energía, un tema que ha cambiado mucho en los últimos meses, ya que cada vez se habla menos de la necesidad de impulsar las energías renovables y se pone más el foco en la seguridad del abastecimiento a bajo costo.
“Cuando hablamos de que tendríamos que enfocarnos en la descarbonización, todavía creo en eso. Pero también advierto que cualquier tecnología de descarbonización en este momento es altamente inflacionaria. Todos hablan sobre la oportunidad con el hidrógeno, pero ¿alguien está dispuesto a pagar el costo de esta tecnología? Tenemos que trabajar codo a codo tratando de encontrar formas de reducir el costo de la energía eólica y solar y de otras fuentes de energía. Pero dejemos esto claro: vamos a depender de la energía despachable durante mucho, mucho tiempo”, remarcó.
La IA y la robótica, además de tener un impacto en las formas de producción, también tendrán un efecto en la demanda de energía, ya que los centros de datos necesarios para abastecer a la IA consumen muchísima electricidad. De hecho, se estima que los centros de datos, que actualmente consumen 2% del total de la red eléctrica de Estados Unidos, pasarán a demandar el 12% para 2030. “Esto va a requerir mucho capital privado y vamos a estar usando mucha energía despachable para alimentarlo”, dijo Link.
“Estuvimos hablando con muchos de los hyperscalers [grandes centros de datos] y hace unos cuatro años decían que el abastecimiento tenía que ser de energía renovable. Hace dos años decían que preferían las renovables. Y hoy solo les importa tener energía. Las cosas no se mantienen igual, creo que podríamos estar usando mucha energía despachable”, señaló.
El empresario también se refirió a la energía nuclear y dijo que en Estados Unidos todavía no hay una estrategia adecuada, como sucede en China, que está construyendo 100 GW de energía nuclear este año. “En cinco años, probablemente el 100% de los autos de combustión interna de China sean eléctricos. Tenemos que ser conscientes de lo rápido que está cambiando el mundo. En Estados Unidos, debido a las bendiciones de nuestra geología, tenemos toda la energía despachable que necesitamos. El gas tal vez siga jugando un papel importante en los próximos 50 años”, dijo el empresario.
Preocupación por el déficit fiscal
En sintonía con el presidente argentino Javier Milei, Larry Fink también puso el foco de su preocupación en el déficit de las cuentas nacionales de Estados Unidos. Sin embargo, dijo que la única forma de solucionar ese problema es haciendo que la economía crezca 3% durante al menos 10 años seguidos, para hacer la relación deuda sobre PBI más sostenible.
“Nuestros pagos de intereses son ahora más grandes que los destinados a defensa. En 2000, los déficits de EE.UU. eran de US$8 billones (millones de millones). Eso fue después de 239 años como nación. En los últimos 24 años, nuestro déficit subió a US$36 billones. No podemos continuar a este ritmo. La única manera de navegar esto no es recortando, porque los recortes van a destruir la economía, sino haciendo crecer la economía”, indicó.
“Si podemos reducir las cargas regulatorias, podemos tener una verdadera oportunidad. Hay enormes fondos de capital a largo plazo que buscan invertir, ya sea en centros de datos o puertos u otras cosas así, que generan un bajo retorno de dos dígitos en los que los fondos de pensión y compañías de seguros estarían encantados de invertir. La clave sobre nuestros déficits es que tenemos que cambiar nuestra mentalidad sobre los Estados Unidos, no podemos tener financiamiento deficitario construyendo todo”, indicó.
Fink también destacó que el 40% del déficit de Estados Unidos es financiado por extranjeros. “Esa no es una buena posición, especialmente con todos los problemas geopolíticos que están ocurriendo en este momento. Solo necesitamos ser mucho más conscientes”, advirtió.
HOUSTON.– En días de muchísima volatilidad en Estados Unidos, en los cuales se debate acerca del impacto que tendrá la guerra comercial que impulsa el presidente Donald Trump, el empresario multimillonario Larry Fink se muestra optimista sobre el futuro de la economía mundial. El CEO de BlackRock, el fondo de inversión más relevante a nivel internacional, participó en la conferencia CERAWeek, que congrega a los principales ejecutivos petroleros del mundo, y brindó un análisis sobre la inflación, el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral y en la energía, y mostró su preocupación sobre el déficit de Estados Unidos.
BlackRock tiene en su poder el manejo de dinero más grande del mundo, incluso superior al PBI de todos los países, con excepción de Estados Unidos y China. Entre sus activos, por supuesto, tiene bonos soberanos y acciones de empresas argentinas, pero también es accionista principal de Apple, Walmart, la minera Rio Tinto y las farmacéuticas Pfizer, Merck y Johnson & Johnson, entre muchísimas otras. Su última adquisición fue la compra de la firma china CK Hutchison, que tiene 44 puertos marítimos distribuidos en el mundo, incluido el de Panamá.
“Es un gran negocio estable. Si crees que el mundo puede crecer un 2% o 3%, tal vez un 3,5% al año, eso significa que incluso con aranceles los puertos estarán bastante activos y eso va a generar un retorno del 10% o 16%. Soy un firme creyente de que el ciclo prolongado de la economía mundial estará bien. Habrá oportunidades. Y la necesidad de comercio global solo será mayor y más fuerte, no más débil”, dijo el empresario, con optimismo.
En el corto plazo, sin embargo, admitió que espera que haya más inflación. “En el transcurso de los próximos seis a nueve meses, veremos una inflación un poco más elevada”, dijo Fink, sin rodeos, apenas comenzó su análisis. Esto sucederá no solo por el posible impacto que pueda generar la eventual suba de aranceles que Trump, sino por la deportación de los inmigrantes ilegales que se está llevando a cabo en Estados Unidos.
“Las deportaciones y la velocidad a la que esto está sucediendo va a tener un impacto severo en el sector agrícola y en el sector de la construcción. He hablado con varios CEO del sector agrícola que me recuerdan que el 70% de los hombres y mujeres que trabajan en la agricultura no nacieron en los Estados Unidos. Muchos de ellos tienen permisos de trabajo y muchos no. Y el 40% de los trabajadores de la construcción no nacieron en los EE.UU. Creo que vamos a ver, especialmente cuando las cosechas de la primavera estén en su nivel máximo, que no tendremos suficientes trabajadores. Todo esto va a generar inflación subyacente”, dijo el empresario.
En el mediano plazo, sin embargo, Fink dijo que va a suceder el efecto contrario y que habrá muchos años de deflación, debido al avance de la tecnología, que reducirá los costos de producción. En la mayoría de los casos, será porque la inteligencia artificial y la robótica van a sustituir cada vez más la mano de obra para producir lo mismo.
“Los avances de la IA y la robótica van a transformar casi cada negocio que podamos imaginar. Si consideramos lo que la tecnología puede hacer, probablemente necesitemos menos personas. Va a cambiar todo, incluso la manera en la que se libran las guerras, como está sucediendo en Ucrania con los drones, o la estrategia exitosa de Israel en el Líbano, contra Hezbollah. Si la guerra se libra de una manera completamente diferente a la que estamos acostumbrados, ¿necesitamos tantas personas en nuestro ejército en el futuro, o necesitamos un tipo diferente de persona?”, se preguntó Larry Fink.
El empresario contó también que un CEO de un fabricante de teléfonos asiáticos le dijo que ahora están utilizando robots de IA, que tienen mucha más destreza, que harán que en el transcurso de los próximos dos años la fuerza laboral de la empresa disminuya un 30%. “Si se eso se extiende a todas las economías, vamos a tener escasez de empleos en algunos sectores, como en la construcción, y vamos a tener transformaciones laborales en muchas otras industrias que los robots a través de la IA van a proporcionar”, señaló.
Si bien no desarrolló mucho el impacto social que esto tendrá, dijo que “las implicaciones sociales son bastante aterradoras, y tenemos que ser conscientes al respecto”.
Fink también se refirió a cómo hay que abordar la generación de energía, un tema que ha cambiado mucho en los últimos meses, ya que cada vez se habla menos de la necesidad de impulsar las energías renovables y se pone más el foco en la seguridad del abastecimiento a bajo costo.
“Cuando hablamos de que tendríamos que enfocarnos en la descarbonización, todavía creo en eso. Pero también advierto que cualquier tecnología de descarbonización en este momento es altamente inflacionaria. Todos hablan sobre la oportunidad con el hidrógeno, pero ¿alguien está dispuesto a pagar el costo de esta tecnología? Tenemos que trabajar codo a codo tratando de encontrar formas de reducir el costo de la energía eólica y solar y de otras fuentes de energía. Pero dejemos esto claro: vamos a depender de la energía despachable durante mucho, mucho tiempo”, remarcó.
La IA y la robótica, además de tener un impacto en las formas de producción, también tendrán un efecto en la demanda de energía, ya que los centros de datos necesarios para abastecer a la IA consumen muchísima electricidad. De hecho, se estima que los centros de datos, que actualmente consumen 2% del total de la red eléctrica de Estados Unidos, pasarán a demandar el 12% para 2030. “Esto va a requerir mucho capital privado y vamos a estar usando mucha energía despachable para alimentarlo”, dijo Link.
“Estuvimos hablando con muchos de los hyperscalers [grandes centros de datos] y hace unos cuatro años decían que el abastecimiento tenía que ser de energía renovable. Hace dos años decían que preferían las renovables. Y hoy solo les importa tener energía. Las cosas no se mantienen igual, creo que podríamos estar usando mucha energía despachable”, señaló.
El empresario también se refirió a la energía nuclear y dijo que en Estados Unidos todavía no hay una estrategia adecuada, como sucede en China, que está construyendo 100 GW de energía nuclear este año. “En cinco años, probablemente el 100% de los autos de combustión interna de China sean eléctricos. Tenemos que ser conscientes de lo rápido que está cambiando el mundo. En Estados Unidos, debido a las bendiciones de nuestra geología, tenemos toda la energía despachable que necesitamos. El gas tal vez siga jugando un papel importante en los próximos 50 años”, dijo el empresario.
Preocupación por el déficit fiscal
En sintonía con el presidente argentino Javier Milei, Larry Fink también puso el foco de su preocupación en el déficit de las cuentas nacionales de Estados Unidos. Sin embargo, dijo que la única forma de solucionar ese problema es haciendo que la economía crezca 3% durante al menos 10 años seguidos, para hacer la relación deuda sobre PBI más sostenible.
“Nuestros pagos de intereses son ahora más grandes que los destinados a defensa. En 2000, los déficits de EE.UU. eran de US$8 billones (millones de millones). Eso fue después de 239 años como nación. En los últimos 24 años, nuestro déficit subió a US$36 billones. No podemos continuar a este ritmo. La única manera de navegar esto no es recortando, porque los recortes van a destruir la economía, sino haciendo crecer la economía”, indicó.
“Si podemos reducir las cargas regulatorias, podemos tener una verdadera oportunidad. Hay enormes fondos de capital a largo plazo que buscan invertir, ya sea en centros de datos o puertos u otras cosas así, que generan un bajo retorno de dos dígitos en los que los fondos de pensión y compañías de seguros estarían encantados de invertir. La clave sobre nuestros déficits es que tenemos que cambiar nuestra mentalidad sobre los Estados Unidos, no podemos tener financiamiento deficitario construyendo todo”, indicó.
Fink también destacó que el 40% del déficit de Estados Unidos es financiado por extranjeros. “Esa no es una buena posición, especialmente con todos los problemas geopolíticos que están ocurriendo en este momento. Solo necesitamos ser mucho más conscientes”, advirtió.
Larry Fink, el titular del mayor fondo de inversión del mundo, se mostró optimista sobre la economía global, pero alertó sobre la suba de precios en el corto plazo y los cambios laborales que traerá la nueva tecnología Read More