A menos de un mes de las muertes de Gene Hackman y su esposa, la pianista Betsy Arakawa, se han revelado los detalles de sus testamentos, lo que ha desatado interrogantes sobre el destino de su millonaria fortuna y la relación con sus herederos.
El ganador del Oscar dejó un patrimonio valuado en 80 millones de dólares, según informaron varios medios. Sin embargo, la distribución de su herencia ha suscitado controversia, especialmente en relación con sus tres hijos, cuyos nombres no figurarían como herederos.
El actor de 95 años había designado a su esposa, de 65, como su fideicomisaria sucesora. Aunque se desconoce si sus hijos Christopher Allen (65), Leslie Anne (58) y Elizabeth Jean (62), fruto de su matrimonio con Faye Maltese, recibieron algún tipo de beneficio, la ausencia de menciones claras en los documentos sugiere que podría darse una próxima disputa legal, según el Daily Mail.
Uno de los aspectos más intrigantes de la herencia de Hackman es la evolución de su fideicomiso. En 1994, el actor estableció a Betsy como fideicomisaria sucesora de su patrimonio, una decisión que entró en vigor el 22 de septiembre de 1995. No obstante, en algún momento posterior, la estrella de Hollywood realizó otra modificación en el fideicomiso, en la que pudo haber excluido a sus hijos.
El último testamento de Hackman, firmado en 2005, podría ser objeto de impugnación, sobre todo considerando que el actor padecía Alzheimer. La fecha en la que se le diagnosticó la enfermedad no está clara, lo que podría dar pie a disputas legales sobre su capacidad para modificar documentos legales en etapas avanzadas de la enfermedad.
El testamento de Arakawa también aporta algunos datos sobre el destino de su patrimonio. En el documento, la pianista especificaba que, en caso de que su esposo no la sobreviviera, su fortuna se destinaría a un fideicomiso caritativo, el cual tendría la finalidad de contribuir a causas beneficiosas para la comunidad, en sintonía con las preferencias expresadas tanto por ella como por Hackman en vida. También dejó disposiciones sobre sus bienes personales, entre ellos muebles, joyas y obras de arte.
El actor, quien se distanció de su familia debido a su carrera en Hollywood, admitió en varias ocasiones que no estuvo presente en la crianza de sus hijos como hubiese deseado. En especial, reconoció haber perdido contacto con Christopher, aunque con el tiempo logró reconstruir los lazos familiares.
Cuestión de horas
El misterio en torno a la pareja no solo gira en torno a su herencia, sino también a las circunstancias de sus muertes. Según el informe de la Oficina del Investigador Médico de Nuevo México y la oficina del Sheriff de Santa Fe, Betsy murió alrededor del 11 de febrero a causa de hantavirus, un virus transmitido por ratones. Hackman, por su parte, habría muerto el 18 de febrero debido a complicaciones cardíacas. Ambos fueron hallados sin vida en habitaciones separadas, dentro de la mansión en la que vivían el 26 de febrero.
El detalle crucial en la investigación es el tiempo de diferencia entre sus fallecimientos. Según la legislación de Nuevo México, si ambos hubieran muerto con menos de 120 horas de diferencia, se habrían considerado fallecimientos simultáneos, lo que habría afectado la distribución de la herencia. No obstante, al confirmarse que Hackman sobrevivió siete días más que su esposa, se eliminó la posibilidad de aplicar esa regulación.
Uno de los elementos más llamativos del caso es la contratación de Andrew M. Katzenstein, un abogado de California especializado en fideicomisos y sucesiones, por parte de Christopher Hackman. Esto sugiere que podría haber un conflicto legal en proceso. “El hecho de que Chris haya contratado a Katzenstein demuestra que definitivamente está tratando de proteger sus intereses”, mencionó al Daily Mail una fuente cercana al caso.
Tras la muerte del actor, sus hijas y su nieta Annie emitieron un comunicado en el que manifestaron su dolor por la pérdida: “Fue amado y admirado por millones de personas en todo el mundo por su brillante carrera como actor, pero para nosotros, siempre fue solo papá y abuelo”.
A pesar del tono del comunicado, la posible omisión de sus hijos en la distribución de la herencia podría derivar en una batalla legal. Un experto consultado por el mismo medio aseguró que si Hackman hubiera fallecido antes que Betsy, sus hijos habrían reaccionado de otra manera: “Si él hubiera muerto primero y ella hubiera sobrevivido, habría sido la tercera Guerra Mundial. Sus hijos probablemente se habrían vuelto locos”. La ley de Nuevo México establece que los familiares y posibles beneficiarios tienen hasta tres años para presentar reclamaciones sobre una herencia.
A menos de un mes de las muertes de Gene Hackman y su esposa, la pianista Betsy Arakawa, se han revelado los detalles de sus testamentos, lo que ha desatado interrogantes sobre el destino de su millonaria fortuna y la relación con sus herederos.
El ganador del Oscar dejó un patrimonio valuado en 80 millones de dólares, según informaron varios medios. Sin embargo, la distribución de su herencia ha suscitado controversia, especialmente en relación con sus tres hijos, cuyos nombres no figurarían como herederos.
El actor de 95 años había designado a su esposa, de 65, como su fideicomisaria sucesora. Aunque se desconoce si sus hijos Christopher Allen (65), Leslie Anne (58) y Elizabeth Jean (62), fruto de su matrimonio con Faye Maltese, recibieron algún tipo de beneficio, la ausencia de menciones claras en los documentos sugiere que podría darse una próxima disputa legal, según el Daily Mail.
Uno de los aspectos más intrigantes de la herencia de Hackman es la evolución de su fideicomiso. En 1994, el actor estableció a Betsy como fideicomisaria sucesora de su patrimonio, una decisión que entró en vigor el 22 de septiembre de 1995. No obstante, en algún momento posterior, la estrella de Hollywood realizó otra modificación en el fideicomiso, en la que pudo haber excluido a sus hijos.
El último testamento de Hackman, firmado en 2005, podría ser objeto de impugnación, sobre todo considerando que el actor padecía Alzheimer. La fecha en la que se le diagnosticó la enfermedad no está clara, lo que podría dar pie a disputas legales sobre su capacidad para modificar documentos legales en etapas avanzadas de la enfermedad.
El testamento de Arakawa también aporta algunos datos sobre el destino de su patrimonio. En el documento, la pianista especificaba que, en caso de que su esposo no la sobreviviera, su fortuna se destinaría a un fideicomiso caritativo, el cual tendría la finalidad de contribuir a causas beneficiosas para la comunidad, en sintonía con las preferencias expresadas tanto por ella como por Hackman en vida. También dejó disposiciones sobre sus bienes personales, entre ellos muebles, joyas y obras de arte.
El actor, quien se distanció de su familia debido a su carrera en Hollywood, admitió en varias ocasiones que no estuvo presente en la crianza de sus hijos como hubiese deseado. En especial, reconoció haber perdido contacto con Christopher, aunque con el tiempo logró reconstruir los lazos familiares.
Cuestión de horas
El misterio en torno a la pareja no solo gira en torno a su herencia, sino también a las circunstancias de sus muertes. Según el informe de la Oficina del Investigador Médico de Nuevo México y la oficina del Sheriff de Santa Fe, Betsy murió alrededor del 11 de febrero a causa de hantavirus, un virus transmitido por ratones. Hackman, por su parte, habría muerto el 18 de febrero debido a complicaciones cardíacas. Ambos fueron hallados sin vida en habitaciones separadas, dentro de la mansión en la que vivían el 26 de febrero.
El detalle crucial en la investigación es el tiempo de diferencia entre sus fallecimientos. Según la legislación de Nuevo México, si ambos hubieran muerto con menos de 120 horas de diferencia, se habrían considerado fallecimientos simultáneos, lo que habría afectado la distribución de la herencia. No obstante, al confirmarse que Hackman sobrevivió siete días más que su esposa, se eliminó la posibilidad de aplicar esa regulación.
Uno de los elementos más llamativos del caso es la contratación de Andrew M. Katzenstein, un abogado de California especializado en fideicomisos y sucesiones, por parte de Christopher Hackman. Esto sugiere que podría haber un conflicto legal en proceso. “El hecho de que Chris haya contratado a Katzenstein demuestra que definitivamente está tratando de proteger sus intereses”, mencionó al Daily Mail una fuente cercana al caso.
Tras la muerte del actor, sus hijas y su nieta Annie emitieron un comunicado en el que manifestaron su dolor por la pérdida: “Fue amado y admirado por millones de personas en todo el mundo por su brillante carrera como actor, pero para nosotros, siempre fue solo papá y abuelo”.
A pesar del tono del comunicado, la posible omisión de sus hijos en la distribución de la herencia podría derivar en una batalla legal. Un experto consultado por el mismo medio aseguró que si Hackman hubiera fallecido antes que Betsy, sus hijos habrían reaccionado de otra manera: “Si él hubiera muerto primero y ella hubiera sobrevivido, habría sido la tercera Guerra Mundial. Sus hijos probablemente se habrían vuelto locos”. La ley de Nuevo México establece que los familiares y posibles beneficiarios tienen hasta tres años para presentar reclamaciones sobre una herencia.
El actor habría omitido a sus hijos como herederos de su patrimonio; su primogénito ya contrató un abogado Read More