Racing sigue en la búsqueda de volver a ser. Quiere recuperar el juego perdido para dar pelea y clasificarse entre los ocho mejores de la Zona A del torneo Apertura, pero por ahora las cuentas no le dan. Está a tiempo de recuperar el terreno perdido y la cita de este domingo ante Santamarina, por la Copa Argentina aparecía como un ensayo en esa dirección. La victoria por 2-0 por los 32avos de final le dejó sensaciones buenas y también de las otras. En la cancha de Lanús se terminó imponiendo al adversario del torneo Federal A, aunque dio algunas ventajas defensivas y falló bastante en ataque.
Gustavo Costas dispuso de la mayoría de titulares disponibles en el habitual esquema 3-4-1-2: Gabriel Arias; Di Césare, Colombo y Quiros; Mura, Santiago Sosa, Almendra e Ignacio Rodríguez; Zaracho; Vietto y Rocky Balboa.
Navarro Montoya siempre fue un DT que pregonó un estilo ofensivo. Si bien salió a jugar ante la Academia con un esquema 4-4-2, buscó un plan de orden para recuperar pero sin resignarse al ataque. Incluso conversó mucho durante el encuentro con su hijo Efrain, el arquero, para el nacimiento de cada una de las jugadas.
A la hora de recuperar la pelota, intentó avanzar con muchos jugadores, con los delanteros Lucas y Martín Comachi, y Luis Dezi. Las intenciones fueron positivas y se notó las ganas de proponer un partido de igual a igual. Y le sumó pequeños detalles: en los córner en contra, dejó a tres futbolistas en la mitad de la cancha para salir rápido de contragolpe.
La primera llegada de Racing se dio a los 8 minutos, con un centro de Zaracho desde la derecha que terminó en un cabezazo de Balboa por encima del travesaño. Esa búsqueda del conjunto de Tandil se exponía a los avances veloces de la Academia, que demostró a lo largo de todo el ciclo de Costas saber explotar los contraataques con velocidad y precisión.
Esto último quedó demostrado con un avance que finalizó 3 vs. 2 luego de un tiro de esquina a favor de Santamarina pasados los 30 minutos de la primera etapa, pero Vietto falló el remate a colocar. La acción finalizó con una amonestación para Mateo Palmieri, que le había hecho un tackle a Santiago Sosa.
En los primeros 25 minutos el partido fue parejo y el conjunto de Navarro Montoya contó con un remate del central Luciano Domínguez, tras un anticipo ofensivo, que fue desviado y otro de Martín Comachi que casi le da un gran dolor de cabeza al arquero Arias. El lateral derecho Arregui fue una de las vías de proyección más utilizadas.
El acierto de Costas
La mala noticia para Racing llegó a los 40 minutos, cuando se lesionó en su rodilla izquierda Santiago Quiros. Costas aprovechó la ventana de la modificación para una variante táctica y puso un delantero para reemplazar al defensor central: Maxi Salas. Ahí pasó Sosa a jugar como 5-Líbero; Zaracho retrocedió también para jugar como doble 5 de Almendra y arriba Vietto fue de nexo, más Salas y Balboa como delanteros definidos. El problema de la Academia era que no generaba chances de gol.
El ingreso de Salas sacudió al equipo: en breves minutos le aportó otra energía, al punto que una jugada suya, una búsqueda cruzada de izquierda a derecha encontró a Facundo Mura que, de zurda, puso el 1-0. El lateral anotó su décimo gol en la Academia. Fue un acierto de Costas, que podría haber reemplazado a Quiros con otro central zurdo (Gonzalo Escudero), pero buscó algo más.
Para la segunda etapa, Costas dispuso de la segunda variante: ingresó Juan Nardoni por Matías Zaracho, algo tocado desde lo físico. Primero Balboa y luego Luciano Vietto tuvieron dos chances claras para definir el partido, pero no estuvieron precisos en el cara a cara con Efraín Navarro Montoya.
El que no falló fue Maxi Salas, que a los 10 minutos, tras una jugada de contraataque de Balboa, gambeteó a Arregui y metió un zurdazo cruzado que se metió en el ángulo superior izquierdo del arquero. Gran definición para el futbolista que ingresó y cambió el rumbo del partido. Salas hizo gestos como de sacarse la “mufa”. Es que fue su primer tanto en el año, el último había sido ante River, el 14 de diciembre de 2024, en el triunfo por 1-0.
Santamarina nunca bajó los brazos. Hizo un buen partido. Y Gonzalo Jara (que había reemplazado a Dezi) tuvo el descuento tras una llegada armada por la derecha y con un remate de zurda, pero Mura salvó en la línea de su arco.
La jerarquía de Racing se terminó imponiendo: Balboa, en otra corrida, tuvo el tercero con un derechazo al ángulo, pero salvó su arco en gran reacción Navarro Montoya. Y también estuvo cerca De Gregorio, pero tras definir con cara interna la pelota dio en el palo izquierdo de Santamarina.
Racing festejó porque se aferra al gol, lo que mejor le sale en el ciclo Costas. Aún con cosas por corregir, aprobó el examen y sigue ganando tiempo para recuperar su juego ideal.
Racing sigue en la búsqueda de volver a ser. Quiere recuperar el juego perdido para dar pelea y clasificarse entre los ocho mejores de la Zona A del torneo Apertura, pero por ahora las cuentas no le dan. Está a tiempo de recuperar el terreno perdido y la cita de este domingo ante Santamarina, por la Copa Argentina aparecía como un ensayo en esa dirección. La victoria por 2-0 por los 32avos de final le dejó sensaciones buenas y también de las otras. En la cancha de Lanús se terminó imponiendo al adversario del torneo Federal A, aunque dio algunas ventajas defensivas y falló bastante en ataque.
Gustavo Costas dispuso de la mayoría de titulares disponibles en el habitual esquema 3-4-1-2: Gabriel Arias; Di Césare, Colombo y Quiros; Mura, Santiago Sosa, Almendra e Ignacio Rodríguez; Zaracho; Vietto y Rocky Balboa.
Navarro Montoya siempre fue un DT que pregonó un estilo ofensivo. Si bien salió a jugar ante la Academia con un esquema 4-4-2, buscó un plan de orden para recuperar pero sin resignarse al ataque. Incluso conversó mucho durante el encuentro con su hijo Efrain, el arquero, para el nacimiento de cada una de las jugadas.
A la hora de recuperar la pelota, intentó avanzar con muchos jugadores, con los delanteros Lucas y Martín Comachi, y Luis Dezi. Las intenciones fueron positivas y se notó las ganas de proponer un partido de igual a igual. Y le sumó pequeños detalles: en los córner en contra, dejó a tres futbolistas en la mitad de la cancha para salir rápido de contragolpe.
La primera llegada de Racing se dio a los 8 minutos, con un centro de Zaracho desde la derecha que terminó en un cabezazo de Balboa por encima del travesaño. Esa búsqueda del conjunto de Tandil se exponía a los avances veloces de la Academia, que demostró a lo largo de todo el ciclo de Costas saber explotar los contraataques con velocidad y precisión.
Esto último quedó demostrado con un avance que finalizó 3 vs. 2 luego de un tiro de esquina a favor de Santamarina pasados los 30 minutos de la primera etapa, pero Vietto falló el remate a colocar. La acción finalizó con una amonestación para Mateo Palmieri, que le había hecho un tackle a Santiago Sosa.
En los primeros 25 minutos el partido fue parejo y el conjunto de Navarro Montoya contó con un remate del central Luciano Domínguez, tras un anticipo ofensivo, que fue desviado y otro de Martín Comachi que casi le da un gran dolor de cabeza al arquero Arias. El lateral derecho Arregui fue una de las vías de proyección más utilizadas.
El acierto de Costas
La mala noticia para Racing llegó a los 40 minutos, cuando se lesionó en su rodilla izquierda Santiago Quiros. Costas aprovechó la ventana de la modificación para una variante táctica y puso un delantero para reemplazar al defensor central: Maxi Salas. Ahí pasó Sosa a jugar como 5-Líbero; Zaracho retrocedió también para jugar como doble 5 de Almendra y arriba Vietto fue de nexo, más Salas y Balboa como delanteros definidos. El problema de la Academia era que no generaba chances de gol.
El ingreso de Salas sacudió al equipo: en breves minutos le aportó otra energía, al punto que una jugada suya, una búsqueda cruzada de izquierda a derecha encontró a Facundo Mura que, de zurda, puso el 1-0. El lateral anotó su décimo gol en la Academia. Fue un acierto de Costas, que podría haber reemplazado a Quiros con otro central zurdo (Gonzalo Escudero), pero buscó algo más.
Para la segunda etapa, Costas dispuso de la segunda variante: ingresó Juan Nardoni por Matías Zaracho, algo tocado desde lo físico. Primero Balboa y luego Luciano Vietto tuvieron dos chances claras para definir el partido, pero no estuvieron precisos en el cara a cara con Efraín Navarro Montoya.
El que no falló fue Maxi Salas, que a los 10 minutos, tras una jugada de contraataque de Balboa, gambeteó a Arregui y metió un zurdazo cruzado que se metió en el ángulo superior izquierdo del arquero. Gran definición para el futbolista que ingresó y cambió el rumbo del partido. Salas hizo gestos como de sacarse la “mufa”. Es que fue su primer tanto en el año, el último había sido ante River, el 14 de diciembre de 2024, en el triunfo por 1-0.
Santamarina nunca bajó los brazos. Hizo un buen partido. Y Gonzalo Jara (que había reemplazado a Dezi) tuvo el descuento tras una llegada armada por la derecha y con un remate de zurda, pero Mura salvó en la línea de su arco.
La jerarquía de Racing se terminó imponiendo: Balboa, en otra corrida, tuvo el tercero con un derechazo al ángulo, pero salvó su arco en gran reacción Navarro Montoya. Y también estuvo cerca De Gregorio, pero tras definir con cara interna la pelota dio en el palo izquierdo de Santamarina.
Racing festejó porque se aferra al gol, lo que mejor le sale en el ciclo Costas. Aún con cosas por corregir, aprobó el examen y sigue ganando tiempo para recuperar su juego ideal.
En la cancha de Lanús venció por 2-0 y se clasificó a los 16avos de final; se medirá con el vencedor de San Martín de San Juan y Gimnasia de Jujuy Read More