Nada es casualidad. En un año de elecciones legislativas, con el debate sobre la competitividad de la economía nacional de trasfondo, la industria nacional comenzó a alertar sobre el impacto que tienen un dólar barato y la apertura comercial –banderas del Gobierno– en el sensible número del empleo en el sector fabril. Sobre todo en momentos en que el equilibrio fiscal deja poco margen para la baja de impuestos.
No por nada, la Unión Industrial Argentina organiza en estas horas un seminario en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la que, entre otras cosas, debatirán sobre “la renovada importancia de la política industrial a nivel global”. Allí estarán aportando su granito de arena Bernardo Kosacoff, Andrés López y Enrique Szewach, entre otros. No es nada más ni nada menos que volver a poner en el debate la política más proteccionista que está llevando a cabo el presidente de los EE.UU., Donald Trump, y cómo otros países, como la Argentina, deberían adaptarse a ese contexto para proteger a su industria, sobre todo, de China. Caso contrario, los industriales vienen reclamando “equilibrar la cancha” (impuestos similares a México o Brasil, países industriales de la región) para poder competir en un contexto de un dólar barato y bajas de aranceles a las importaciones impulsadas por el gobierno libertario de Javier Milei.
El seminario encastró en estos días con la difusión de una encuesta del Observatorio Pyme, fundado y sostenido económicamente por el Grupo Techint, que lidera Paolo Rocca. “Observando la serie disponible [para producción desde 2005 y empleo desde 2017] para manufacturas en perspectiva histórica, 2024 fue el año con la segunda mayor caída de la producción luego de la pandemia y también el segundo de mayor caída del empleo, sólo superado por la caída de 2009 en el marco de la crisis internacional”, afirmó un relevamiento del Observatorio dirigido por el economista Federico Poli. En el cuarto trimestre del año, la producción cayó en esas pequeñas y medianas empresas un 10% anual, mientras que los ocupados bajaron un 6%. Las ventas deflactadas, en tanto, mostraron un alza de 15%.
“Sin duda, la combinación entre sobrevaluación cambiaria como una consecuencia no deseada de los planes de estabilización, más apertura creciente ya y medidas pro importación, es decir, reducción selectiva de impuestos y facilitación de importaciones, sin que haya un tratamiento igual a la producción local pone en condiciones desventajosas la producción local. Esto abre para 2025 el temor a que el proceso de desacumulación de stocks que explicó que cayera mucho más la producción, ahora sea sustituido en parte por la importación. Y que entonces sigas viendo ese proceso de desvinculación entre la mejora del nivel de demanda y la producción”, explicó Poli a LA NACION.
Esto pasó, por ejemplo, en la planta de Villa Constitución de Tenaris Siat –fabricante de tubos con costura para el agro, automotrices y la construcción, entre otros, del Grupo Techint–, empresa del Grupo Techint que envió semanas atrás un preaviso de cesantía a cerca de 29 operarios. En esa planta de Santa Fe trabajan unas 100 personas. “El nivel de producción está por el piso”, contaron fuentes al tanto de la situación. “Los distribuidores están stockeados y no podemos competir con los importados”, agregó, y cerró: “No parece que vaya a mejorar”.
Costos e importaciones
Esa noticia vino acompañada, a comienzos de marzo pasado, por la primera Encuesta 2025 de la UIA realizada por el Centro de Estudios (CEU) que conduce el economista Pablo Dragún, que será uno de los oradores en el seminario que la entidad fabril hará con la OIT. “Un aspecto relevante tiene que ver con la evolución del empleo, que, a comparación de la producción y las ventas, presenta una menor estacionalidad. En enero, solo el 11,5% de las empresas incrementó su dotación de personal frente a un 17,6% que la redujo (con relación al mes anterior), contrastando con el relevamiento anterior, donde el 17% había registrado aumentos y el 14,2% recortes”, indicó la encuesta.
El impacto en el empleo, dijeron los empresarios relevados por la UIA, se relacionan los altos costos para la producción en un contexto de “competencia desleal” por productos importados a precios más bajos.
Para el Observatorio Pyme hubo un diagnóstico similar. “Las pymes manufactureras manifestaron preocupación por la sostenibilidad de la demanda, un 66% identificó la caída de las ventas como un problema frente al 62% declarado en el tercer trimestre de 2024. El 54% señaló preocupación por el aumento de los costos salariales y el 28% la reducción del mercado a causa de las importaciones”, se indicó.
El Informe de Actualidad Industrial que la UIA publicó en las últimas horas afirma que los empresarios del sector ven a China y Brasil, entre otros países, como las principales amenazas. Son los dos principales socios comerciales de la Argentina. “Frente al contexto de apreciación, en 2024, el 18% de las pymes sustituyó insumos locales por importados y un 7% reemplazó producción propia por importada. En términos de expectativas para 2025, muestran que un 30% de empresas espera aumentar sus importaciones de insumos y un 18% las de productos terminados”, agregaron en la entidad que dirige Daniel Funes de Rioja.
“El primer bimestre acumuló un resultado comercial de US$389 millones, 18% del visto en el mismo período de 2024 (US$2193 millones). Si bien las exportaciones crecen (+9,9% acumulado interanual), el deterioro del resultado comercial se debe al alza de las importaciones (+33% acumulado interanual) como consecuencia de la apreciación, el rebote de la actividad y la apertura comercial”, agregó el informe del CEU.
Se vienen meses de crecimiento y en la industria, si bien ven mejores ventas, la producción puede verse resentida por el aumento de las importaciones. ¿Quién se llevará el beneficio del rebote económico? Para la industria está claro: los ganadores, si no se equilibran la presión impositiva y los costos industriales, vendrán del exterior. Para el Gobierno, el ganador será el consumidor.
Nada es casualidad. En un año de elecciones legislativas, con el debate sobre la competitividad de la economía nacional de trasfondo, la industria nacional comenzó a alertar sobre el impacto que tienen un dólar barato y la apertura comercial –banderas del Gobierno– en el sensible número del empleo en el sector fabril. Sobre todo en momentos en que el equilibrio fiscal deja poco margen para la baja de impuestos.
No por nada, la Unión Industrial Argentina organiza en estas horas un seminario en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la que, entre otras cosas, debatirán sobre “la renovada importancia de la política industrial a nivel global”. Allí estarán aportando su granito de arena Bernardo Kosacoff, Andrés López y Enrique Szewach, entre otros. No es nada más ni nada menos que volver a poner en el debate la política más proteccionista que está llevando a cabo el presidente de los EE.UU., Donald Trump, y cómo otros países, como la Argentina, deberían adaptarse a ese contexto para proteger a su industria, sobre todo, de China. Caso contrario, los industriales vienen reclamando “equilibrar la cancha” (impuestos similares a México o Brasil, países industriales de la región) para poder competir en un contexto de un dólar barato y bajas de aranceles a las importaciones impulsadas por el gobierno libertario de Javier Milei.
El seminario encastró en estos días con la difusión de una encuesta del Observatorio Pyme, fundado y sostenido económicamente por el Grupo Techint, que lidera Paolo Rocca. “Observando la serie disponible [para producción desde 2005 y empleo desde 2017] para manufacturas en perspectiva histórica, 2024 fue el año con la segunda mayor caída de la producción luego de la pandemia y también el segundo de mayor caída del empleo, sólo superado por la caída de 2009 en el marco de la crisis internacional”, afirmó un relevamiento del Observatorio dirigido por el economista Federico Poli. En el cuarto trimestre del año, la producción cayó en esas pequeñas y medianas empresas un 10% anual, mientras que los ocupados bajaron un 6%. Las ventas deflactadas, en tanto, mostraron un alza de 15%.
“Sin duda, la combinación entre sobrevaluación cambiaria como una consecuencia no deseada de los planes de estabilización, más apertura creciente ya y medidas pro importación, es decir, reducción selectiva de impuestos y facilitación de importaciones, sin que haya un tratamiento igual a la producción local pone en condiciones desventajosas la producción local. Esto abre para 2025 el temor a que el proceso de desacumulación de stocks que explicó que cayera mucho más la producción, ahora sea sustituido en parte por la importación. Y que entonces sigas viendo ese proceso de desvinculación entre la mejora del nivel de demanda y la producción”, explicó Poli a LA NACION.
Esto pasó, por ejemplo, en la planta de Villa Constitución de Tenaris Siat –fabricante de tubos con costura para el agro, automotrices y la construcción, entre otros, del Grupo Techint–, empresa del Grupo Techint que envió semanas atrás un preaviso de cesantía a cerca de 29 operarios. En esa planta de Santa Fe trabajan unas 100 personas. “El nivel de producción está por el piso”, contaron fuentes al tanto de la situación. “Los distribuidores están stockeados y no podemos competir con los importados”, agregó, y cerró: “No parece que vaya a mejorar”.
Costos e importaciones
Esa noticia vino acompañada, a comienzos de marzo pasado, por la primera Encuesta 2025 de la UIA realizada por el Centro de Estudios (CEU) que conduce el economista Pablo Dragún, que será uno de los oradores en el seminario que la entidad fabril hará con la OIT. “Un aspecto relevante tiene que ver con la evolución del empleo, que, a comparación de la producción y las ventas, presenta una menor estacionalidad. En enero, solo el 11,5% de las empresas incrementó su dotación de personal frente a un 17,6% que la redujo (con relación al mes anterior), contrastando con el relevamiento anterior, donde el 17% había registrado aumentos y el 14,2% recortes”, indicó la encuesta.
El impacto en el empleo, dijeron los empresarios relevados por la UIA, se relacionan los altos costos para la producción en un contexto de “competencia desleal” por productos importados a precios más bajos.
Para el Observatorio Pyme hubo un diagnóstico similar. “Las pymes manufactureras manifestaron preocupación por la sostenibilidad de la demanda, un 66% identificó la caída de las ventas como un problema frente al 62% declarado en el tercer trimestre de 2024. El 54% señaló preocupación por el aumento de los costos salariales y el 28% la reducción del mercado a causa de las importaciones”, se indicó.
El Informe de Actualidad Industrial que la UIA publicó en las últimas horas afirma que los empresarios del sector ven a China y Brasil, entre otros países, como las principales amenazas. Son los dos principales socios comerciales de la Argentina. “Frente al contexto de apreciación, en 2024, el 18% de las pymes sustituyó insumos locales por importados y un 7% reemplazó producción propia por importada. En términos de expectativas para 2025, muestran que un 30% de empresas espera aumentar sus importaciones de insumos y un 18% las de productos terminados”, agregaron en la entidad que dirige Daniel Funes de Rioja.
“El primer bimestre acumuló un resultado comercial de US$389 millones, 18% del visto en el mismo período de 2024 (US$2193 millones). Si bien las exportaciones crecen (+9,9% acumulado interanual), el deterioro del resultado comercial se debe al alza de las importaciones (+33% acumulado interanual) como consecuencia de la apreciación, el rebote de la actividad y la apertura comercial”, agregó el informe del CEU.
Se vienen meses de crecimiento y en la industria, si bien ven mejores ventas, la producción puede verse resentida por el aumento de las importaciones. ¿Quién se llevará el beneficio del rebote económico? Para la industria está claro: los ganadores, si no se equilibran la presión impositiva y los costos industriales, vendrán del exterior. Para el Gobierno, el ganador será el consumidor.
Una encuesta del Observatorio Pyme indicó que 2024 fue el año con segundas mayores caídas en sus series del trabajo y de la producción; advertencia por las importaciones Read More