Con un tratamiento estricto que incluye una dieta vegana de 1788 calorías por día, ejercicio frecuente, transfusiones de sangre de su hijo adolescente y millones de dólares al año en análisis y monitoreo médico, el magnate de la tecnología Bryan Johnson asegura que a los 47 años logró tener el corazón de alguien de 37, la piel equivalente a la de 28 años, la capacidad pulmonar de 18 años y la función sexual de 22.
Hasta no tener todas sus funcionalidades equivalentes a las de un joven de 18 años no va a parar, sostuvo en varias entrevistas y en el documental No te mueras: el hombre que quiere vivir para siempre, estrenado el 1° de enero pasado en Netflix. Johnson es hoy, tal vez, el ejemplo más famoso de lo que en la nueva agenda del bienestar se denomina hard-care (cuidado duro): el pilar es un método disciplinado y estructurado, a menudo asociado a gastos médicos altos y tratamientos de última generación. En oposición, la avenida del soft-care (cuidado suave) promueve prácticas más accesibles, placenteras y relajantes, como meditar, tomarse un día libre en el trabajo para descansar, tener un diario escrito, estar más tiempo con amigos o en la naturaleza, etc.
Ambos mundos, el del cuidado duro y el del suave, no son excluyentes y prometen nuevas alternativas y tendencias para el resto del año. Lo que sigue es una selección de 10 caminos posibles y novedosos para mejorar el bienestar físico y emocional en los próximos meses. Algunos casi de ciencia ficción, otros de regreso a buenos hábitos perdidos. Pasen, relájense y lean.
Para mayores de 60: ¿qué le pasa al cerebro cuando te jubilás?
1. La nueva terapia del sueño
La Argentina tiene un déficit agregado de calidad y cantidad de horas de sueño por varios motivos económicos y culturales (cenamos tarde, por ejemplo). Un nuevo estudio que reunió a biólogos y economistas le puso números al costo macroeconómico de este problema: si todos los argentinos durmiéramos al menos las siete horas que recomiendan los especialistas, el PBI de nuestra economía sería un 1,27% más alto que el actual.
No es una cantidad despreciable: el diferencial equivale a 3,7 veces el presupuesto nacional en ciencia y tecnología o a todo lo que se invierte por año en educación, precisa una investigación publicada en The European Journal of Health Economics y que lleva la firma del biólogo Diego Golombek y de economistas profesores e investigadores de la Udesa.
Para este año en este segmento hay nuevos dispositivos y terapias que ayudan a dormir mejor. Ya no son solo sensores como el anillo Oura o los relojes inteligentes, sino por ejemplo emisores de ondas cerebrales como Elemind, aprobados por la FDA, el organismo regulador del sector salud de los Estados Unidos.
2. El remedio de moda
La empresa más cara de Europa no es una firma digital, sino un laboratorio tradicional, la compañía danesa Novo Nordisk, que disparó su cotización a partir de su remedio estrella Ozempic, que combate la diabetes de tipo 2 pero que se usa de manera más generalizada contra la obesidad (un desafío que a su vez correlaciona muy alto con muchas enfermedades). Los “GLP-1 agonists” son medicamentos que imitan la acción de una hormona natural llamada péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1, por sus siglas en inglés). En castellano, se traducen como agonistas del GLP-1 o agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1. Y Ozempic es solo uno de los remedios de este tipo. Como con las tendencias actuales se esperaba que para 2035 la mitad de la población mundial tuviera algún problema de obesidad o sobrepeso, las consecuencias económicas de torcer este camino son gigantescas, dice Alison Sexton Ward, una economista de la Universidad del Sur de California.
3. El cruce con la IA
La tecnobiología se está disparando por cuatro grandes fuerzas: la biología está siendo digitalizada; se expande la posibilidad de usar herramientas computacionales para trabajar con datos de la biología; por la creciente aceleración de la experimentación automatizada y, finalmente, por una baja de costos exponencial. “El 2024 fue el año en que el que se consolidó la convergencia tecnológica entre las ciencias de la vida y las ciencias de datos como actores clave. La inteligencia artificial dejó de ser una herramienta auxiliar para convertirse en un pilar fundamental en el diseño de nuevos fármacos y proteína. El diagnóstico personalizado y todo esto se va acelerar en 2025”, explica la química Graciela Ciccia, directora de innovación de Insud y de la Cámara Argentina de Biotecnología. En su libro La ola que viene, Mustafá Suleyman define al motor de este tsunami con dos tecnologías principales: la IA y la biología sintética. Semanas atrás, Jensen Huang, el presidente de Nvidia, la compañía más cara del mundo, sostuvo que este campo “tiene la oportunidad de volverse una actividad ingenieril más que científica, y cuando esto sucede el crecimiento empieza a ser exponencial, cada mejora suma al interés compuesto”.
4. Mundo analógico
Si algo tienen en común los informes con pronósticos de tendencias de bienestar es el rescate de prácticas para moderar el secuestro atencional de las pantallas. ¿Quién diría que los teléfonos “tontos” (dumb phones) y las cámaras Polaroid serían tendencia en 2025? Hay empresas y organizaciones que por práctica de bienestar ya establecen un “día analógico”, y un movimiento creciente por un “febrero sin redes sociales”. Algunos emergentes asociados: saunas flotantes con escucha de discos de vinilo en Oslo, Noruega; y un boom de hobbies retro (tejido, cerámica, herrería y hasta escritura cuneiforme).
5. Edición genética
Hace un año se aprobó en los Estados Unidos el primer medicamento basado en Crispr, la técnica de edición genética que para muchos fue el descubrimiento científico más importante de este milenio. Esta tendencia empezó a tomar velocidad desde fines de 2023, cuando en Estados Unidos se aprobó el primer tratamiento que utiliza la tecnología Crispr/Cas9 para corregir un defecto genético: la terapia Casgevy para anemia falciforme. Según un reciente artículo de Nature, nuevas terapias para el cáncer y para desórdenes sanguíneos basadas en Crispr están madurando y se desplegarán en 2025. “La genética hoy se usa para diagnóstico concreto, no solo para detectar predisposiciones, y el avance en los últimos tiempos fue increíble”, cuenta a LA NACION la bióloga Viviana Bernath, CEO de Genda y doctora en genética molecular.
6. La era de la meditación
La enorme cantidad de beneficios que trae la práctica frecuente de la meditación no es un dato nuevo, lo que sí es relativamente más reciente es la evidencia científica occidental que respalda esta avenida del bienestar. Entre los estilos de práctica que más se están difundiendo están aquellos que la combinan con otros beneficios (meditar en la naturaleza, salidas grupales para socializar, hacerlo en paralelo con terapias de agua, etc.). Y también la promoción de micromeditaciones: respirar y estar presente en varios momentos cortos del día es más eficiente que hacer un retiro largo cada seis meses. “Poder parar, observar los pensamientos y hacer tres respiraciones profundas; lo que llamamos prácticas de DMR (detenerse, mirar y responder) ya suman un montón y van generando una mayor metaconciencia”, dice la neuróloga Lorena Llobenes. En esa línea, también sugiere promover las prácticas informales, por ejemplo en la ducha, en la comida o en el traslado de un lugar a otro. Y ganan terreno en 2025 la meditación en movimiento (danza consciente y otras modalidades).
7. La Cenicienta del ARN
De manera silenciosa, los usos de ARN (hace un par de décadas opacados por el inicialmente más famoso ADN) fueron creciendo y ya acumulan más de 10 premios Nobel. En la Argentina, start ups como Oncolic y Multiplai utilizan marcadores de ARN para predecir con mayor exactitud y de manera más barata tumores y enfermedades cardiovasculares. En su libro The Catalyst (El catalizador, aun no traducido al español), el premio Nobel y profesor de la Universidad de Colorado Tom Cech cuenta que cuando él era un recién graduado de Berkeley la estrella indiscutida era el ADN y los laboratorios que investigaban el ARN eran vistos como de segunda categoría. “Pero todo cambió en los años siguientes, cuando fuimos descubriendo las múltiples posibilidades del ARN”, dice Cech.
8. Perros a la vanguardia
Hoy los perros están a la vanguardia de las terapias de longevidad y lo que allí se está descubriendo (y aprobando a nivel regulatorio), acelera los procesos de innovación de nuevas drogas y terapias para que los humanos vivamos más. Uno de los grandes avances en el campo de la longevidad llegó en febrero por una ventana inesperada: la empresa Loyal, de extensión de vida canina, recibió la aprobación de «expectativa razonable de eficacia» para la solicitud que hizo sobre el medicamento LOY-001, que permitirá, a grandes rasgos, que los perros grandes tengan una mayor calidad de vida conforme envejecen y, por tanto, vivan unos años más.
La FDA permitió que Loyal pueda avanzar en el desarrollo de LOY-001, que promete atacar los mecanismos del envejecimiento para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades asociadas a la edad.
El hecho de que este sea un terreno de vanguardia y más fértil que el de los humanos tiene su lógica: las regulaciones para medicina animal son más laxas que las de las personas. Y la demanda e interés en extender la vida de mascotas hogareñas es enorme, con perros que forman parte de la familia.
9. Curiosear y dejarse sorprender
Ya sea en el terreno del “cuidado suave” o del “cuidado duro”, la cantidad de avances que se están registrando en el terreno de las ciencias de la vida hacen que cobre más y más sentido tratar de mantenernos bien hasta que llegue la “velocidad de escape de longevidad”: ese momento que describen los futurólogos en el que el aumento de la expectativa de vida (por alguna terapia nueva y revolucionaria) crezca más que el tiempo que pasa.
Por eso conviene estar en “modo explorador”, informándonos todo lo que podamos, habitando el cuadrante del conocimiento de lo que “no sabemos que no sabemos”, porque la tasa de retorno de este aprendizaje, en términos de nuestra salud, puede ser más alta de lo que era habitualmente. Parar las antenas, abrir la mente y asumir la actitud del crítico de cocina Antoine Ego en la última escena de Ratatuille: “¡Sorpréndeme!”.
10. Combatir la soledad
Uno de los “lados B” más nocivos de las nuevas tecnologías es que en los últimos años mejoraron notablemente la “infraestructura de la soledad”. La calidad de nuestras relaciones sociales emergió como un poderoso factor que determina nuestro bienestar y longevidad.
Decenas de estudios advierten que la “soledad crónica” y el aislamiento social no solo afectan emocionalmente, sino que suponen un riesgo de mortalidad a la par de la obesidad, el tabaquismo o la falta de ejercicio físico.
La sensación persistente de soledad se asocia a niveles elevados de cortisol (la hormona del estrés), lo que con el tiempo puede contribuir a hipertensión, enfermedades cardíacas, depresión y deterioro cognitivo. Por eso otra constante de los reportes de tendencias de bienestar para 2025 apuntan a recomendaciones de actividades de bienestar en grupo, ya sea de ejercicio físico, retiros de meditación o viajes con foco en el bienestar y la longevidad.
Con un tratamiento estricto que incluye una dieta vegana de 1788 calorías por día, ejercicio frecuente, transfusiones de sangre de su hijo adolescente y millones de dólares al año en análisis y monitoreo médico, el magnate de la tecnología Bryan Johnson asegura que a los 47 años logró tener el corazón de alguien de 37, la piel equivalente a la de 28 años, la capacidad pulmonar de 18 años y la función sexual de 22.
Hasta no tener todas sus funcionalidades equivalentes a las de un joven de 18 años no va a parar, sostuvo en varias entrevistas y en el documental No te mueras: el hombre que quiere vivir para siempre, estrenado el 1° de enero pasado en Netflix. Johnson es hoy, tal vez, el ejemplo más famoso de lo que en la nueva agenda del bienestar se denomina hard-care (cuidado duro): el pilar es un método disciplinado y estructurado, a menudo asociado a gastos médicos altos y tratamientos de última generación. En oposición, la avenida del soft-care (cuidado suave) promueve prácticas más accesibles, placenteras y relajantes, como meditar, tomarse un día libre en el trabajo para descansar, tener un diario escrito, estar más tiempo con amigos o en la naturaleza, etc.
Ambos mundos, el del cuidado duro y el del suave, no son excluyentes y prometen nuevas alternativas y tendencias para el resto del año. Lo que sigue es una selección de 10 caminos posibles y novedosos para mejorar el bienestar físico y emocional en los próximos meses. Algunos casi de ciencia ficción, otros de regreso a buenos hábitos perdidos. Pasen, relájense y lean.
Para mayores de 60: ¿qué le pasa al cerebro cuando te jubilás?
1. La nueva terapia del sueño
La Argentina tiene un déficit agregado de calidad y cantidad de horas de sueño por varios motivos económicos y culturales (cenamos tarde, por ejemplo). Un nuevo estudio que reunió a biólogos y economistas le puso números al costo macroeconómico de este problema: si todos los argentinos durmiéramos al menos las siete horas que recomiendan los especialistas, el PBI de nuestra economía sería un 1,27% más alto que el actual.
No es una cantidad despreciable: el diferencial equivale a 3,7 veces el presupuesto nacional en ciencia y tecnología o a todo lo que se invierte por año en educación, precisa una investigación publicada en The European Journal of Health Economics y que lleva la firma del biólogo Diego Golombek y de economistas profesores e investigadores de la Udesa.
Para este año en este segmento hay nuevos dispositivos y terapias que ayudan a dormir mejor. Ya no son solo sensores como el anillo Oura o los relojes inteligentes, sino por ejemplo emisores de ondas cerebrales como Elemind, aprobados por la FDA, el organismo regulador del sector salud de los Estados Unidos.
2. El remedio de moda
La empresa más cara de Europa no es una firma digital, sino un laboratorio tradicional, la compañía danesa Novo Nordisk, que disparó su cotización a partir de su remedio estrella Ozempic, que combate la diabetes de tipo 2 pero que se usa de manera más generalizada contra la obesidad (un desafío que a su vez correlaciona muy alto con muchas enfermedades). Los “GLP-1 agonists” son medicamentos que imitan la acción de una hormona natural llamada péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1, por sus siglas en inglés). En castellano, se traducen como agonistas del GLP-1 o agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1. Y Ozempic es solo uno de los remedios de este tipo. Como con las tendencias actuales se esperaba que para 2035 la mitad de la población mundial tuviera algún problema de obesidad o sobrepeso, las consecuencias económicas de torcer este camino son gigantescas, dice Alison Sexton Ward, una economista de la Universidad del Sur de California.
3. El cruce con la IA
La tecnobiología se está disparando por cuatro grandes fuerzas: la biología está siendo digitalizada; se expande la posibilidad de usar herramientas computacionales para trabajar con datos de la biología; por la creciente aceleración de la experimentación automatizada y, finalmente, por una baja de costos exponencial. “El 2024 fue el año en que el que se consolidó la convergencia tecnológica entre las ciencias de la vida y las ciencias de datos como actores clave. La inteligencia artificial dejó de ser una herramienta auxiliar para convertirse en un pilar fundamental en el diseño de nuevos fármacos y proteína. El diagnóstico personalizado y todo esto se va acelerar en 2025”, explica la química Graciela Ciccia, directora de innovación de Insud y de la Cámara Argentina de Biotecnología. En su libro La ola que viene, Mustafá Suleyman define al motor de este tsunami con dos tecnologías principales: la IA y la biología sintética. Semanas atrás, Jensen Huang, el presidente de Nvidia, la compañía más cara del mundo, sostuvo que este campo “tiene la oportunidad de volverse una actividad ingenieril más que científica, y cuando esto sucede el crecimiento empieza a ser exponencial, cada mejora suma al interés compuesto”.
4. Mundo analógico
Si algo tienen en común los informes con pronósticos de tendencias de bienestar es el rescate de prácticas para moderar el secuestro atencional de las pantallas. ¿Quién diría que los teléfonos “tontos” (dumb phones) y las cámaras Polaroid serían tendencia en 2025? Hay empresas y organizaciones que por práctica de bienestar ya establecen un “día analógico”, y un movimiento creciente por un “febrero sin redes sociales”. Algunos emergentes asociados: saunas flotantes con escucha de discos de vinilo en Oslo, Noruega; y un boom de hobbies retro (tejido, cerámica, herrería y hasta escritura cuneiforme).
5. Edición genética
Hace un año se aprobó en los Estados Unidos el primer medicamento basado en Crispr, la técnica de edición genética que para muchos fue el descubrimiento científico más importante de este milenio. Esta tendencia empezó a tomar velocidad desde fines de 2023, cuando en Estados Unidos se aprobó el primer tratamiento que utiliza la tecnología Crispr/Cas9 para corregir un defecto genético: la terapia Casgevy para anemia falciforme. Según un reciente artículo de Nature, nuevas terapias para el cáncer y para desórdenes sanguíneos basadas en Crispr están madurando y se desplegarán en 2025. “La genética hoy se usa para diagnóstico concreto, no solo para detectar predisposiciones, y el avance en los últimos tiempos fue increíble”, cuenta a LA NACION la bióloga Viviana Bernath, CEO de Genda y doctora en genética molecular.
6. La era de la meditación
La enorme cantidad de beneficios que trae la práctica frecuente de la meditación no es un dato nuevo, lo que sí es relativamente más reciente es la evidencia científica occidental que respalda esta avenida del bienestar. Entre los estilos de práctica que más se están difundiendo están aquellos que la combinan con otros beneficios (meditar en la naturaleza, salidas grupales para socializar, hacerlo en paralelo con terapias de agua, etc.). Y también la promoción de micromeditaciones: respirar y estar presente en varios momentos cortos del día es más eficiente que hacer un retiro largo cada seis meses. “Poder parar, observar los pensamientos y hacer tres respiraciones profundas; lo que llamamos prácticas de DMR (detenerse, mirar y responder) ya suman un montón y van generando una mayor metaconciencia”, dice la neuróloga Lorena Llobenes. En esa línea, también sugiere promover las prácticas informales, por ejemplo en la ducha, en la comida o en el traslado de un lugar a otro. Y ganan terreno en 2025 la meditación en movimiento (danza consciente y otras modalidades).
7. La Cenicienta del ARN
De manera silenciosa, los usos de ARN (hace un par de décadas opacados por el inicialmente más famoso ADN) fueron creciendo y ya acumulan más de 10 premios Nobel. En la Argentina, start ups como Oncolic y Multiplai utilizan marcadores de ARN para predecir con mayor exactitud y de manera más barata tumores y enfermedades cardiovasculares. En su libro The Catalyst (El catalizador, aun no traducido al español), el premio Nobel y profesor de la Universidad de Colorado Tom Cech cuenta que cuando él era un recién graduado de Berkeley la estrella indiscutida era el ADN y los laboratorios que investigaban el ARN eran vistos como de segunda categoría. “Pero todo cambió en los años siguientes, cuando fuimos descubriendo las múltiples posibilidades del ARN”, dice Cech.
8. Perros a la vanguardia
Hoy los perros están a la vanguardia de las terapias de longevidad y lo que allí se está descubriendo (y aprobando a nivel regulatorio), acelera los procesos de innovación de nuevas drogas y terapias para que los humanos vivamos más. Uno de los grandes avances en el campo de la longevidad llegó en febrero por una ventana inesperada: la empresa Loyal, de extensión de vida canina, recibió la aprobación de «expectativa razonable de eficacia» para la solicitud que hizo sobre el medicamento LOY-001, que permitirá, a grandes rasgos, que los perros grandes tengan una mayor calidad de vida conforme envejecen y, por tanto, vivan unos años más.
La FDA permitió que Loyal pueda avanzar en el desarrollo de LOY-001, que promete atacar los mecanismos del envejecimiento para prevenir o retrasar la aparición de enfermedades asociadas a la edad.
El hecho de que este sea un terreno de vanguardia y más fértil que el de los humanos tiene su lógica: las regulaciones para medicina animal son más laxas que las de las personas. Y la demanda e interés en extender la vida de mascotas hogareñas es enorme, con perros que forman parte de la familia.
9. Curiosear y dejarse sorprender
Ya sea en el terreno del “cuidado suave” o del “cuidado duro”, la cantidad de avances que se están registrando en el terreno de las ciencias de la vida hacen que cobre más y más sentido tratar de mantenernos bien hasta que llegue la “velocidad de escape de longevidad”: ese momento que describen los futurólogos en el que el aumento de la expectativa de vida (por alguna terapia nueva y revolucionaria) crezca más que el tiempo que pasa.
Por eso conviene estar en “modo explorador”, informándonos todo lo que podamos, habitando el cuadrante del conocimiento de lo que “no sabemos que no sabemos”, porque la tasa de retorno de este aprendizaje, en términos de nuestra salud, puede ser más alta de lo que era habitualmente. Parar las antenas, abrir la mente y asumir la actitud del crítico de cocina Antoine Ego en la última escena de Ratatuille: “¡Sorpréndeme!”.
10. Combatir la soledad
Uno de los “lados B” más nocivos de las nuevas tecnologías es que en los últimos años mejoraron notablemente la “infraestructura de la soledad”. La calidad de nuestras relaciones sociales emergió como un poderoso factor que determina nuestro bienestar y longevidad.
Decenas de estudios advierten que la “soledad crónica” y el aislamiento social no solo afectan emocionalmente, sino que suponen un riesgo de mortalidad a la par de la obesidad, el tabaquismo o la falta de ejercicio físico.
La sensación persistente de soledad se asocia a niveles elevados de cortisol (la hormona del estrés), lo que con el tiempo puede contribuir a hipertensión, enfermedades cardíacas, depresión y deterioro cognitivo. Por eso otra constante de los reportes de tendencias de bienestar para 2025 apuntan a recomendaciones de actividades de bienestar en grupo, ya sea de ejercicio físico, retiros de meditación o viajes con foco en el bienestar y la longevidad.
Las tendencias para los próximos meses incluyen emisores de ondas cerebrales para dormir mejor, modificación genética y estudios de ARN para predecir enfermedades, pero también desconexión digital y micromeditaciones Read More