En un giro que podría redefinir el papel de las Fuerzas Armadas dentro del territorio de Estados Unidos, el gobierno federal comenzó a transferir zonas de la frontera con México al control del Departamento de Defensa. Esta medida abre la puerta a que el Ejército de EE.UU. actúe directamente en tareas de vigilancia y contención migratoria, una función tradicionalmente vedada a los militares por la legislación vigente. El despliegue, impulsado por una decisión de Donald Trump, ya generó alertas entre expertos legales y defensores de derechos civiles.
Un nuevo dominio militar de EE.UU. sobre la frontera con México
La administración Trump ordenó la transferencia de un corredor estratégico a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos al Departamento de Defensa. Se trata de la Roosevelt Reservation, una franja federal de terreno de 18 metros de ancho que se extiende desde Nuevo México hasta California, salvo en los tramos que atraviesan tierras tribales o privadas. Hasta hace poco, esta zona dependía del Departamento del Interior, pero un memorándum presidencial firmado el 11 de abril modificó su estatus legal.
En palabras del documento, el objetivo consiste en “revestir a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos con la misión militar de repeler la invasión y sellar la frontera sur ante entradas ilegales”. Para ello, se autorizó a la Secretaría de Defensa a tomar control de porciones federales de terreno que resulten necesarias para cumplir con esa misión, así como también para declararlas Áreas de Defensa Nacional.
Según confirmaron funcionarios a la agencia Associated Press, durante los próximos 45 días se desarrollará una fase de prueba en una sección del corredor ubicada en Nuevo México, cerca de la instalación militar de Fort Huachuca, en Arizona. Allí, el Ejército colocará cercos adicionales, carteles de advertencia contra el ingreso y desplegará unidades de patrullaje. Cualquier persona que cruce a esa área sin autorización podrá ser detenida por efectivos militares.
Qué cambiará con esta transferencia militar en la frontera con México
Hasta ahora, la participación del Ejército en la frontera se había limitado a tareas logísticas o de apoyo: construcción del muro, vigilancia aérea, traslado de migrantes y funciones administrativas. Sin embargo, con este cambio de estatus legal, las tropas obtendrían una nueva capacidad: la detención directa de migrantes dentro de terrenos bajo jurisdicción militar.
Según detallaron los funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato, si personas en situación migratoria irregular ingresaran a estas zonas controladas por el Ejército, serían arrestadas por los cuerpos de seguridad militar y posteriormente entregadas a agencias civiles de cumplimiento de la ley. Esta práctica se justificaría bajo la premisa de que los soldados actuarían en resguardo de una instalación militar, no como agentes del orden civil.
El marco legal y el respaldo de Trump a la presencia militar en la frontera con México para detener inmigrantes
La iniciativa se ampara en la Orden Ejecutiva 14167, firmada por Donald Trump el 20 de enero de 2025, mediante la cual se asignó formalmente a las Fuerzas Armadas la responsabilidad de repeler lo que el gobierno definió como una “invasión” en la frontera sur.
En ese mismo documento, se invocó la autoridad presidencial como comandante en jefe para reorganizar las funciones del Ejecutivo en pos de garantizar la soberanía y la integridad territorial.
El memorándum posterior, fechado en abril, complementó esa orden al disponer que:
El Departamento de Defensa puede usar y asumir jurisdicción sobre tierras federales necesarias para actividades militares, incluso aquellas destinadas a la construcción de barreras y el despliegue de sistemas de vigilancia.El Departamento del Interior debe permitir el uso de porciones aún no transferidas de la Roosevelt Reservation por parte de las Fuerzas Armadas.Se podrá declarar a esas tierras como Áreas de Defensa Nacional, lo que habilita su tratamiento como instalaciones militares bajo el Código de Estados Unidos.Se autoriza al secretario de Defensa a determinar qué actividades militares resultan “necesarias y apropiadas” para la misión, incluyendo el poder de excluir personas del área, conforme a la Ley de Seguridad Interna de 1950.
Cuántos soldados están desplegados en la frontera con México y qué tareas realizarán
El gobierno no confirmó si el nuevo esquema implicará un aumento en el número de tropas en la región. En este momento, hay unos 7100 efectivos en servicio activo bajo control federal asignados a la frontera, más 4600 miembros de la Guardia Nacional bajo jurisdicción estatal.
Aunque en el pasado su presencia se limitó al soporte operativo, ahora podrían involucrarse directamente en tareas de vigilancia, control y contención.
En un giro que podría redefinir el papel de las Fuerzas Armadas dentro del territorio de Estados Unidos, el gobierno federal comenzó a transferir zonas de la frontera con México al control del Departamento de Defensa. Esta medida abre la puerta a que el Ejército de EE.UU. actúe directamente en tareas de vigilancia y contención migratoria, una función tradicionalmente vedada a los militares por la legislación vigente. El despliegue, impulsado por una decisión de Donald Trump, ya generó alertas entre expertos legales y defensores de derechos civiles.
Un nuevo dominio militar de EE.UU. sobre la frontera con México
La administración Trump ordenó la transferencia de un corredor estratégico a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos al Departamento de Defensa. Se trata de la Roosevelt Reservation, una franja federal de terreno de 18 metros de ancho que se extiende desde Nuevo México hasta California, salvo en los tramos que atraviesan tierras tribales o privadas. Hasta hace poco, esta zona dependía del Departamento del Interior, pero un memorándum presidencial firmado el 11 de abril modificó su estatus legal.
En palabras del documento, el objetivo consiste en “revestir a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos con la misión militar de repeler la invasión y sellar la frontera sur ante entradas ilegales”. Para ello, se autorizó a la Secretaría de Defensa a tomar control de porciones federales de terreno que resulten necesarias para cumplir con esa misión, así como también para declararlas Áreas de Defensa Nacional.
Según confirmaron funcionarios a la agencia Associated Press, durante los próximos 45 días se desarrollará una fase de prueba en una sección del corredor ubicada en Nuevo México, cerca de la instalación militar de Fort Huachuca, en Arizona. Allí, el Ejército colocará cercos adicionales, carteles de advertencia contra el ingreso y desplegará unidades de patrullaje. Cualquier persona que cruce a esa área sin autorización podrá ser detenida por efectivos militares.
Qué cambiará con esta transferencia militar en la frontera con México
Hasta ahora, la participación del Ejército en la frontera se había limitado a tareas logísticas o de apoyo: construcción del muro, vigilancia aérea, traslado de migrantes y funciones administrativas. Sin embargo, con este cambio de estatus legal, las tropas obtendrían una nueva capacidad: la detención directa de migrantes dentro de terrenos bajo jurisdicción militar.
Según detallaron los funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato, si personas en situación migratoria irregular ingresaran a estas zonas controladas por el Ejército, serían arrestadas por los cuerpos de seguridad militar y posteriormente entregadas a agencias civiles de cumplimiento de la ley. Esta práctica se justificaría bajo la premisa de que los soldados actuarían en resguardo de una instalación militar, no como agentes del orden civil.
El marco legal y el respaldo de Trump a la presencia militar en la frontera con México para detener inmigrantes
La iniciativa se ampara en la Orden Ejecutiva 14167, firmada por Donald Trump el 20 de enero de 2025, mediante la cual se asignó formalmente a las Fuerzas Armadas la responsabilidad de repeler lo que el gobierno definió como una “invasión” en la frontera sur.
En ese mismo documento, se invocó la autoridad presidencial como comandante en jefe para reorganizar las funciones del Ejecutivo en pos de garantizar la soberanía y la integridad territorial.
El memorándum posterior, fechado en abril, complementó esa orden al disponer que:
El Departamento de Defensa puede usar y asumir jurisdicción sobre tierras federales necesarias para actividades militares, incluso aquellas destinadas a la construcción de barreras y el despliegue de sistemas de vigilancia.El Departamento del Interior debe permitir el uso de porciones aún no transferidas de la Roosevelt Reservation por parte de las Fuerzas Armadas.Se podrá declarar a esas tierras como Áreas de Defensa Nacional, lo que habilita su tratamiento como instalaciones militares bajo el Código de Estados Unidos.Se autoriza al secretario de Defensa a determinar qué actividades militares resultan “necesarias y apropiadas” para la misión, incluyendo el poder de excluir personas del área, conforme a la Ley de Seguridad Interna de 1950.
Cuántos soldados están desplegados en la frontera con México y qué tareas realizarán
El gobierno no confirmó si el nuevo esquema implicará un aumento en el número de tropas en la región. En este momento, hay unos 7100 efectivos en servicio activo bajo control federal asignados a la frontera, más 4600 miembros de la Guardia Nacional bajo jurisdicción estatal.
Aunque en el pasado su presencia se limitó al soporte operativo, ahora podrían involucrarse directamente en tareas de vigilancia, control y contención.
La administración Donald Trump transfirió el control de la Roosevelt Reservation al Departamento de Defensa para operaciones militares para la vigilancia y la contención migratoria Read More