Racing le ganó con diez jugadores a Newell’s y demostró que va a dar pelea hasta el final

La explosión de algarabía del público de Racing al final del partido fue el fiel reflejo de lo que le devolvió el equipo de Gustavo Costas, que con 10 jugadores durante todo el segundo tiempo (por la expulsión de Santiago Sosa, en el cierre de la etapa inicial), venció 1-0 a Newell’s, al que dejó sin chances de clasificarse a los octavos de final.

La Academia, que buscó desde el inicio y batalló cuando quedó en inferioridad numérica, con una versión colosal de Juan Ignacio Nardoni en el medio campo, logró su quinta victoria consecutiva –gracias al gol en contra de Saúl Salcedo- y quedó en el tercer puesto de la zona A (con 28 puntos), por lo que les pasó a Huracán (27, con peor diferencia de gol) y Tigre (26) la obligación de ganar para despojarlo de uno los cuatro primeros puestos, ubicaciones que permiten iniciar de local los playoffs.

Por el impacto anímico de la seguidilla triunfal, más el respaldo de un historial reciente de fortaleza en los cruces mano a mano que exhibió en las conquistas de la Copa Sudamericana y Recopa, Racing se configura como uno de los serios aspirantes al título del Apertura, del que seis jornadas atrás (cuando perdió con Independiente Rivadavia, en Mendoza), parecía prácticamente eliminado.

“Mi delirio y mi condena”, una célebre bandera que flameó durante muchísimos años en cada tribuna donde jugara Racing, resume en parte las emociones por las que transita la Academia, cuya notable reacción en el plano doméstico hace que la euforia y la ilusión se apodere de cada uno de sus fanáticos. A la espera de los resultados que terminen de componer el cuadro de los octavos de final, el conjunto de Costas asoma como uno de esos rivales que el resto desearía evitar, ya sea en Avellaneda o en cualquier otro escenario.

Lo mejor del partido

Ese público que se ilusiona empujó desde afuera el esfuerzo de los de Costas, cuyos piques al costado del terreno –un clásico- se intensificaron durante la segunda mitad, en la que tuvo que rearmarse con 10 protagonistas, debido a que Sosa había sido expulsado en la gran polémica de la tarde. Todo era de Racing hasta el umbral de los 45 minutos, cuando el árbitro Leandro Rey Hilfer le mostró la segunda amonestación a Santiago Sosa.

El líbero-mediocampista de la Academia había sido amonestado en una acción en la que disputó la pelota ampulosamente con Luciano Herrera, aunque no se observó un contacto claro (la jugada no implicaba la chance de corrección vía VAR), mientras que después, en un intento de despejar, se encontró con el anticipo –con los tapones hacia adelante- también de Herrera. Pese que el futbolista rojinegro fue con la plancha (desde la cabina arbitral no lo consideraron infracción), Sosa recibió otra tarjeta amarilla y, por ende, la Academia se quedó con 10 jugadores.

Ese punto de quiebre no doblegó a Racing, que en el último minuto de la etapa inicial, en plena bronca por el fallo que lo dejó con uno menos, tuvo una triple chance en la que se salvó. De un centro enviado desde la mitad de la cancha, Carlos González cabeceó y obligó a una volada de Gabriel Arias, cuyo manotazo hizo impactar la pelota en el travesaño. En el rebote, Saúl Salcedo impactó con la testa en el área chica, la pelota dio en el palo, fue rechazada por la defensa local y quedó -en la medialuna- para Jacob, quien con una potente volea obligó a un despeje a puro reflejo de Arias.

Racing, que durante la primera parte había sido superior, plantado en terreno rival y con situaciones claras gestadas con asociaciones colectivas que no pudieron concretar Adrián Martínez –en dos ocasiones- e Ignacio Rodríguez, tuvo que mutar en el complemento por la ausencia de Sosa. Sin embargo, lejos de refugiarse contra el arco de Arias, de apariciones determinantes nuevamente (le sacó un tiro libre a Éver Banega sobre el final), apeló a un 4-4-1 flexible, con Nardoni como motor principal. Maravilla Martínez, en tanto, se multiplicaba arriba para pelear con los zagueros de Newell’s, que sacó a un mediocampista (Juan Ignacio Méndez) para sumar a un delantero (Juan García) desde el comienzo de la segunda parte.

¡¡PATADÓN DE SANTI SOSA, QUE SE GANÓ LA SEGUNDA AMARILLA Y SE FUE EXPULSADO ANTES DEL FINAL DEL PT!! pic.twitter.com/FRrhbuP081

— SportsCenter (@SC_ESPN) May 2, 2025

Maximiliano Salas ingresó en la sintonía indicada para el trámite del encuentro, con su acostumbrado aporte sacrificado y resoluciones muy atinadas para cada acción. El empate no le servía a ninguno de los dos. Newell’s necesitaba adelantarse sí o sí, mientras que Racing también mandaba señales de ir por todo: Costas envió a Di Césare de delantero.

Tras un balón detenido, cerca del cierre, Saúl Salcedo se llevó puesta la pelota y venció a Keylor Navas. Racing, así, se llevó un resultado merecido que buscó desde el inicio, se impuso a la adversidad y, mientras mira de reojo la Copa Libertadores (el martes visitará a Bucaramanga, en un duelo clave) envió un mensaje claro: va por todo.

La explosión de algarabía del público de Racing al final del partido fue el fiel reflejo de lo que le devolvió el equipo de Gustavo Costas, que con 10 jugadores durante todo el segundo tiempo (por la expulsión de Santiago Sosa, en el cierre de la etapa inicial), venció 1-0 a Newell’s, al que dejó sin chances de clasificarse a los octavos de final.

La Academia, que buscó desde el inicio y batalló cuando quedó en inferioridad numérica, con una versión colosal de Juan Ignacio Nardoni en el medio campo, logró su quinta victoria consecutiva –gracias al gol en contra de Saúl Salcedo- y quedó en el tercer puesto de la zona A (con 28 puntos), por lo que les pasó a Huracán (27, con peor diferencia de gol) y Tigre (26) la obligación de ganar para despojarlo de uno los cuatro primeros puestos, ubicaciones que permiten iniciar de local los playoffs.

Por el impacto anímico de la seguidilla triunfal, más el respaldo de un historial reciente de fortaleza en los cruces mano a mano que exhibió en las conquistas de la Copa Sudamericana y Recopa, Racing se configura como uno de los serios aspirantes al título del Apertura, del que seis jornadas atrás (cuando perdió con Independiente Rivadavia, en Mendoza), parecía prácticamente eliminado.

“Mi delirio y mi condena”, una célebre bandera que flameó durante muchísimos años en cada tribuna donde jugara Racing, resume en parte las emociones por las que transita la Academia, cuya notable reacción en el plano doméstico hace que la euforia y la ilusión se apodere de cada uno de sus fanáticos. A la espera de los resultados que terminen de componer el cuadro de los octavos de final, el conjunto de Costas asoma como uno de esos rivales que el resto desearía evitar, ya sea en Avellaneda o en cualquier otro escenario.

Lo mejor del partido

Ese público que se ilusiona empujó desde afuera el esfuerzo de los de Costas, cuyos piques al costado del terreno –un clásico- se intensificaron durante la segunda mitad, en la que tuvo que rearmarse con 10 protagonistas, debido a que Sosa había sido expulsado en la gran polémica de la tarde. Todo era de Racing hasta el umbral de los 45 minutos, cuando el árbitro Leandro Rey Hilfer le mostró la segunda amonestación a Santiago Sosa.

El líbero-mediocampista de la Academia había sido amonestado en una acción en la que disputó la pelota ampulosamente con Luciano Herrera, aunque no se observó un contacto claro (la jugada no implicaba la chance de corrección vía VAR), mientras que después, en un intento de despejar, se encontró con el anticipo –con los tapones hacia adelante- también de Herrera. Pese que el futbolista rojinegro fue con la plancha (desde la cabina arbitral no lo consideraron infracción), Sosa recibió otra tarjeta amarilla y, por ende, la Academia se quedó con 10 jugadores.

Ese punto de quiebre no doblegó a Racing, que en el último minuto de la etapa inicial, en plena bronca por el fallo que lo dejó con uno menos, tuvo una triple chance en la que se salvó. De un centro enviado desde la mitad de la cancha, Carlos González cabeceó y obligó a una volada de Gabriel Arias, cuyo manotazo hizo impactar la pelota en el travesaño. En el rebote, Saúl Salcedo impactó con la testa en el área chica, la pelota dio en el palo, fue rechazada por la defensa local y quedó -en la medialuna- para Jacob, quien con una potente volea obligó a un despeje a puro reflejo de Arias.

Racing, que durante la primera parte había sido superior, plantado en terreno rival y con situaciones claras gestadas con asociaciones colectivas que no pudieron concretar Adrián Martínez –en dos ocasiones- e Ignacio Rodríguez, tuvo que mutar en el complemento por la ausencia de Sosa. Sin embargo, lejos de refugiarse contra el arco de Arias, de apariciones determinantes nuevamente (le sacó un tiro libre a Éver Banega sobre el final), apeló a un 4-4-1 flexible, con Nardoni como motor principal. Maravilla Martínez, en tanto, se multiplicaba arriba para pelear con los zagueros de Newell’s, que sacó a un mediocampista (Juan Ignacio Méndez) para sumar a un delantero (Juan García) desde el comienzo de la segunda parte.

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Maximiliano Salas ingresó en la sintonía indicada para el trámite del encuentro, con su acostumbrado aporte sacrificado y resoluciones muy atinadas para cada acción. El empate no le servía a ninguno de los dos. Newell’s necesitaba adelantarse sí o sí, mientras que Racing también mandaba señales de ir por todo: Costas envió a Di Césare de delantero.

Tras un balón detenido, cerca del cierre, Saúl Salcedo se llevó puesta la pelota y venció a Keylor Navas. Racing, así, se llevó un resultado merecido que buscó desde el inicio, se impuso a la adversidad y, mientras mira de reojo la Copa Libertadores (el martes visitará a Bucaramanga, en un duelo clave) envió un mensaje claro: va por todo.

 La Academia, que contó con una versión colosal de Juan Ignacio Nardoni en el medio campo, logró su quinta victoria consecutiva  Read More