En poco tiempo lograron posicionar sus productos en el mercado y cubrir el nicho de los productos artesanales orgánicos. Gouda, Sardo, Campeche, Moro, Cuartirolo, el exclusivo Queso en Flor, Halloumi y, ahora, el Brandsen, un queso duro con más de un año de afinamiento en cámara. Los quesos de El Abascay son exquisitos, y están elaborados sólo con leche, fermento, y cuajo.
“Mi mamá hace años que está en la producción de leche y esta nueva etapa de El Abascay nos convocó a nosotras, que nos sumamos más en la parte comercial y desarrollo de marca”, comienza Consuelo Maffía sobre los inicios de la fábrica.
El alma mater de este proyecto es Rosario López Seco. Heredó el oficio de tambero de su padre, que le transmitió el amor por el campo a sus hijas. Hoy llevan adelante juntas la fábrica de quesos artesanales, con certificación agroecológica y estándares adecuados de bienestar animal. Si bien todas conocen la elaboración de quesos, Rosario se ocupa de la producción, Josefina de la gestión de pedidos, y Consuelo es quien se encarga de la comercialización y la comunicación.
Este emprendimiento familiar ha logrado notoriedad y reconocimiento en pocos años, especialmente de los cocineros que utilizan sus productos para las preparaciones. “Desde que empezamos allá por el 2021 no paramos de crecer, lo que implica estar todo el tiempo reestructurándonos y aprendiendo sobre la marcha”, dice Consuelo. “Tuvimos que invertir mucho en el último tiempo, para agrandar la estructura y amoldarnos a lo que iba sucediendo. Es un desafío constante”.
Nuevo espacio para visitantes
Tomar la ruta 2 y desviarse hacia Brandsen para degustar unos ricos quesos en medio del campo es el plan. La ruta 215 conduce hacia este paraíso para los amantes de los quesos. Antes de llegar a la ciudad, se ve a la izquierda una construcción moderna en un entorno rural: es el nuevo espacio de El Abascay, el primero abierto al público.
Nos sentamos en una mesa, pedimos pan y manteca, una tabla de quesos, y unos vinos naturales de la provincia de San Juan. Un deleite para los sentidos.
“La idea del nuevo espacio surge como una necesidad de tener un lugar funcional para organizar la distribución de los productos y donde almacenar los productos fuera del campo, por las limitaciones del acceso con camino de tierra” cuenta Consuelo. “En el medio del desarrollo de ese proyecto, decidimos agregar un espacio donde recibir a la gente, con la idea de que puedan acceder a nuestros productos de forma directa y donde podamos crear distintos eventos para compartir con el público”.
El espacio está ubicado sobre la Ruta Provincial 215, en las afueras de Brandsen y a unos 8 kilómetros del campo donde El Abascay tiene la fábrica de quesos y el tambo. En 2024 adquirieron el lote y comenzaron a construir. La obra les llevó 10 meses y en abril de este año lo inauguraron.
Se trata de una construcción blanca con un sector revestido en chapa que indicaría la presencia de un galpón, la tienda con grandes ventanales y una terraza con mesitas. En el lugar funciona la administración, donde se recepcionan los pedidos y se organiza la logística. Hay una tienda para venta al público, una cava subterránea para almacenar quesos, y también una salita de elaboración pensada para los quesos especiales así como para brindar talleres de elaboración de quesos. “Ese es un proyecto que tenemos pendiente y queremos armar bien, pues nos encantaría enseñar”, desliza la productora.
Lo interesante de este lugar es que el público puede visitar. El almacén está abierto de lunes a viernes de 8 a 16. Los sábados, de 10 a 13. Las mesas en la terraza invitan a tomarse un descanso y degustar algo rico con el paisaje rural.
“La idea es que en fechas puntuales puedan venir a sentarse a comer unos quesos y tomar una copa de vino” dice Consuelo mientras atiende los pedidos de los visitantes.
“El espacio está pensado también para hacer eventos como algún pop up con cocineros amigos, pero eso lo pensamos para la temporada primavera – verano que los días se ponen lindos” y adelanta: “en verano planeamos abrir a la tardecita para que la gente pueda venir a disfrutar de unos quesos mirando el atardecer desde nuestra terraza, donde la vista es hermosa. Además, cuando esté lista la cava queremos también hacer eventos ahí”.
En la tienda se encuentra todo lo que produce El Abascay: quesos, manteca, miel, dulce de leche, dulces artesanales con fruta, hasta bolsas térmicas. Pero también productos de amigos, como yerba, vinos, vermú, chocolates, aceites, cosmética natural. A lo largo de estos años las chicas de El Abascay han construido una red de amigos productores que comparten su misma filosofía de producto y de trabajo, un punto importante en el crecimiento de la empresa, más allá de la excelencia de los lácteos.
“Nunca nos imaginamos la dimensión que iba a tomar esto porque tampoco fue algo tan planificado. Sí sabíamos que queríamos hacer algo que agregara valor, pero todo fue sucediendo de una forma muy orgánica” .
Con la apertura de este espacio se cumple un nuevo objetivo de la empresa familiar. “La búsqueda es poder acercar El Abascay a más gente compartiendo momentos y con una interacción más directa. Que conozcan más de cerca la forma en la que trabajamos y de dónde salen nuestros productos”, dice Consuelo y resalta el valor de la fuerza colectiva: “Entre todas hacemos un gran equipo para que funcione de una forma integral el campo, la fábrica y la comercialización. Es un gran privilegio poder trabajar de lo que nos gusta y que funcione”.
El Abascay
Ruta 54 231, Brandsen. Tienda abierta de lunes a viernes de 8 a 16. Sábados de 9 a 13. Degustaciones: se anuncian fechas en redes.
En poco tiempo lograron posicionar sus productos en el mercado y cubrir el nicho de los productos artesanales orgánicos. Gouda, Sardo, Campeche, Moro, Cuartirolo, el exclusivo Queso en Flor, Halloumi y, ahora, el Brandsen, un queso duro con más de un año de afinamiento en cámara. Los quesos de El Abascay son exquisitos, y están elaborados sólo con leche, fermento, y cuajo.
“Mi mamá hace años que está en la producción de leche y esta nueva etapa de El Abascay nos convocó a nosotras, que nos sumamos más en la parte comercial y desarrollo de marca”, comienza Consuelo Maffía sobre los inicios de la fábrica.
El alma mater de este proyecto es Rosario López Seco. Heredó el oficio de tambero de su padre, que le transmitió el amor por el campo a sus hijas. Hoy llevan adelante juntas la fábrica de quesos artesanales, con certificación agroecológica y estándares adecuados de bienestar animal. Si bien todas conocen la elaboración de quesos, Rosario se ocupa de la producción, Josefina de la gestión de pedidos, y Consuelo es quien se encarga de la comercialización y la comunicación.
Este emprendimiento familiar ha logrado notoriedad y reconocimiento en pocos años, especialmente de los cocineros que utilizan sus productos para las preparaciones. “Desde que empezamos allá por el 2021 no paramos de crecer, lo que implica estar todo el tiempo reestructurándonos y aprendiendo sobre la marcha”, dice Consuelo. “Tuvimos que invertir mucho en el último tiempo, para agrandar la estructura y amoldarnos a lo que iba sucediendo. Es un desafío constante”.
Nuevo espacio para visitantes
Tomar la ruta 2 y desviarse hacia Brandsen para degustar unos ricos quesos en medio del campo es el plan. La ruta 215 conduce hacia este paraíso para los amantes de los quesos. Antes de llegar a la ciudad, se ve a la izquierda una construcción moderna en un entorno rural: es el nuevo espacio de El Abascay, el primero abierto al público.
Nos sentamos en una mesa, pedimos pan y manteca, una tabla de quesos, y unos vinos naturales de la provincia de San Juan. Un deleite para los sentidos.
“La idea del nuevo espacio surge como una necesidad de tener un lugar funcional para organizar la distribución de los productos y donde almacenar los productos fuera del campo, por las limitaciones del acceso con camino de tierra” cuenta Consuelo. “En el medio del desarrollo de ese proyecto, decidimos agregar un espacio donde recibir a la gente, con la idea de que puedan acceder a nuestros productos de forma directa y donde podamos crear distintos eventos para compartir con el público”.
El espacio está ubicado sobre la Ruta Provincial 215, en las afueras de Brandsen y a unos 8 kilómetros del campo donde El Abascay tiene la fábrica de quesos y el tambo. En 2024 adquirieron el lote y comenzaron a construir. La obra les llevó 10 meses y en abril de este año lo inauguraron.
Se trata de una construcción blanca con un sector revestido en chapa que indicaría la presencia de un galpón, la tienda con grandes ventanales y una terraza con mesitas. En el lugar funciona la administración, donde se recepcionan los pedidos y se organiza la logística. Hay una tienda para venta al público, una cava subterránea para almacenar quesos, y también una salita de elaboración pensada para los quesos especiales así como para brindar talleres de elaboración de quesos. “Ese es un proyecto que tenemos pendiente y queremos armar bien, pues nos encantaría enseñar”, desliza la productora.
Lo interesante de este lugar es que el público puede visitar. El almacén está abierto de lunes a viernes de 8 a 16. Los sábados, de 10 a 13. Las mesas en la terraza invitan a tomarse un descanso y degustar algo rico con el paisaje rural.
“La idea es que en fechas puntuales puedan venir a sentarse a comer unos quesos y tomar una copa de vino” dice Consuelo mientras atiende los pedidos de los visitantes.
“El espacio está pensado también para hacer eventos como algún pop up con cocineros amigos, pero eso lo pensamos para la temporada primavera – verano que los días se ponen lindos” y adelanta: “en verano planeamos abrir a la tardecita para que la gente pueda venir a disfrutar de unos quesos mirando el atardecer desde nuestra terraza, donde la vista es hermosa. Además, cuando esté lista la cava queremos también hacer eventos ahí”.
En la tienda se encuentra todo lo que produce El Abascay: quesos, manteca, miel, dulce de leche, dulces artesanales con fruta, hasta bolsas térmicas. Pero también productos de amigos, como yerba, vinos, vermú, chocolates, aceites, cosmética natural. A lo largo de estos años las chicas de El Abascay han construido una red de amigos productores que comparten su misma filosofía de producto y de trabajo, un punto importante en el crecimiento de la empresa, más allá de la excelencia de los lácteos.
“Nunca nos imaginamos la dimensión que iba a tomar esto porque tampoco fue algo tan planificado. Sí sabíamos que queríamos hacer algo que agregara valor, pero todo fue sucediendo de una forma muy orgánica” .
Con la apertura de este espacio se cumple un nuevo objetivo de la empresa familiar. “La búsqueda es poder acercar El Abascay a más gente compartiendo momentos y con una interacción más directa. Que conozcan más de cerca la forma en la que trabajamos y de dónde salen nuestros productos”, dice Consuelo y resalta el valor de la fuerza colectiva: “Entre todas hacemos un gran equipo para que funcione de una forma integral el campo, la fábrica y la comercialización. Es un gran privilegio poder trabajar de lo que nos gusta y que funcione”.
El Abascay
Ruta 54 231, Brandsen. Tienda abierta de lunes a viernes de 8 a 16. Sábados de 9 a 13. Degustaciones: se anuncian fechas en redes.
Madre e hijas lideran una fábrica de quesos artesanales, un emprendimiento que se distingue por sus productos de alta calidad. Recientemente abrieron las puertas al público. Read More