Marcelo Gallardo siempre fue flexible con la elección de los dibujos tácticos. Para el técnico más ganador de la historia de River, el rol de los jugadores cumple un papel preponderante, más allá de cualquier esquema de su preferencia. Los rendimientos individuales deben complementarse para que el funcionamiento colectivo sea el que potencie el desempeño de cada uno de sus dirigidos, de acuerdo con la propuesta del entrenador.
En esa búsqueda, luego de varios partidos en los que el equipo quedaba en deuda respecto del aspecto ofensivo o en el resultado —cuando no era en ambos casos—, el DT encontró un tridente ofensivo que ya sale de memoria y que justifica ampliamente la permanencia de una fórmula que se repite hace siete encuentros consecutivos para esta versión de River temible en ataque, que señaló 14 goles en las cinco actuaciones más recientes.
Atrás quedó una sequía histórica del club al marcar apenas ocho goles en 11 compromisos, incluyendo un récord de 12 partidos al hilo sin hacer un gol en el primer tiempo. Ahora, el asunto es totalmente opuesto, al punto tal de que en Guayaquil hubo dos goles prácticamente calcados en la resolución.
Ya no hay carencias en materia de variantes para lastimar a los adversarios: el equipo del Muñeco impone condiciones futbolísticas con nitidez en cada partido y alimenta la superioridad con la cuota indispensable de eficacia, sustentada en la racha de Sebastián Driussi, autor de un gol en cada uno de los cinco encuentros desde que le puso punto final a su sequía en el 3-0 frente a Gimnasia, en La Plata, el viernes 18 de abril.
Fundamental para la propuesta del DT, el atacante de 29 años no se desenvuelve como un 9 clásico, sino como un punta que se mueve por todo el frente de ataque, arrastrando marcas y asociándose tanto con los mediocampistas como con sus compañeros de la fórmula ofensiva: Franco Mastantuono, generalmente partiendo desde la banda derecha para recibir la pelota sin la presión rival que hay en el centro de la cancha, y Facundo Colidio, que va desde la izquierda hacia el centro para buscar la descarga o ser una opción para definir en el área.
Mastantuono anota como un “9″
Los tres fueron determinantes para la victoria por 3-2 sobre Barcelona en Guayaquil, el jueves pasado, al ser los responsables de los tantos. También mostraron pasajes de buen fútbol en la goleada 4-1 contra Vélez y en el triunfo 2-1 sobre Boca. A mayor cantidad de minutos juntos, mejor rendimiento a nivel colectivo e individual para tres jugadores que, a diferencia de otras épocas doradas en las delanteras de River, tienen un punto en común: por el momento, ninguno jugó en la selección mayor de Argentina. Los únicos atacantes que ostentan ese ítem en el plantel de River para sus respectivos representativos nacionales son el colombiano Miguel Borja, hoy pieza de recambio, y el chileno Gonzalo Tapia, bastante relegado en la consideración del DT.
Con apenas 17 años, Mastantuono se muestra cada vez más afianzado. El golazo en La Plata, al dejar varios oponentes en el camino, el tiro libre perfecto en el superclásico, y el tanto del triunfo en Ecuador, llegando al área chica como un “9″ de raza, son un sustento para el zurdo, que mantiene los pies sobre la tierra pese a que su nombre se multiplica en los medios europeos luego de cada actuación decisiva.
Consciente de que no debe recaer una exigencia por demás para el número 30, el Muñeco fue contundente en una de sus evaluaciones públicas: “Tiene un mundo por delante, y está aprendiendo, porque a esa edad no sabés todo. Dentro de ese aprendizaje, se puede equivocar tranquilamente, y se va a equivocar, y seguramente va a tomar malas decisiones, pero es mucho más favorable para él y para todos cuando el equipo lo acompaña”.
Al mismo tiempo, Driussi comienza a avalar completamente la insistencia de Gallardo para repatriarlo, después de intentarlo sin éxito en 2021. “Para mí, es un jugador de jerarquía. Sé que hay procesos de adaptación al fútbol argentino y a vivir nuevamente en la Argentina”, resaltó el DT, minutos después de vencer al eterno rival con el grito del número 15, bajo la lupa de miles de hinchas después de desperdiciar un penal ante Barcelona, el 8 de abril.
Y Colidio, silbado cuando la voz del estadio anunciaba las formaciones en el Monumental hace unas semanas, tras desperdiciar uno de los penales en la Supercopa Internacional contra Talleres, se está reivindicando a fuerza de rendimientos positivos y compromiso para que el 4-3-3 habitual se transforme en un 4-1-4-1 a la hora de recuperar el balón, un ítem que también cuenta con la colaboración de Mastantuono. El atacante de 25 años es el único titular que llegó a River bajo la conducción de Martín Demichelis.
El gran momento del tridente ofensivo de River se ampara en un dato categórico: de manera equitativa, se reparte 15 de los 29 goles a nivel oficial del equipo en 2025, es decir el 51,72 %. Borja, cuya última titularidad se remonta al 5 de abril, cuando anotó en el 1-1 ante Sarmiento, en Junín, también hizo cinco tantos, aunque desperdició dos penales y todavía no logra acoplarse a la idea de Gallardo cuando le toca ingresar en el 4-3-3.
Si bien es cierto que los intérpretes son distintos, el tridente ofensivo de Gallardo tiene una suerte de analogía en la última versión exitosa del DT en River, a fines de 2021, cuando obtuvo holgadamente el título de la Liga Profesional utilizando a Julián Álvarez como referencia principal, pero sin limitarse a las inmediaciones del arco rival. Esa misma función que ahora desempeña Driussi tuvo como laderos, aunque partiendo desde unos metros atrás, a Santiago Simón y Benjamín Rollheiser como extremos, sin la injerencia decisiva a nivel ofensivo que en la actualidad registran Mastantuono y Colidio.
Fiel a su estilo, Gallardo no dio pistas sobre la formación que presentará este lunes contra Barracas Central (“analizaremos de acuerdo a la recuperación de los futbolistas”, advirtió), pero da toda la sensación de que el tridente Mastantuono-Driussi-Colidio continuará sumando rodaje para que River busque su cuarto triunfo consecutivo y, por ende, la clasificación a los cuartos de final del Torneo Apertura.
Marcelo Gallardo siempre fue flexible con la elección de los dibujos tácticos. Para el técnico más ganador de la historia de River, el rol de los jugadores cumple un papel preponderante, más allá de cualquier esquema de su preferencia. Los rendimientos individuales deben complementarse para que el funcionamiento colectivo sea el que potencie el desempeño de cada uno de sus dirigidos, de acuerdo con la propuesta del entrenador.
En esa búsqueda, luego de varios partidos en los que el equipo quedaba en deuda respecto del aspecto ofensivo o en el resultado —cuando no era en ambos casos—, el DT encontró un tridente ofensivo que ya sale de memoria y que justifica ampliamente la permanencia de una fórmula que se repite hace siete encuentros consecutivos para esta versión de River temible en ataque, que señaló 14 goles en las cinco actuaciones más recientes.
Atrás quedó una sequía histórica del club al marcar apenas ocho goles en 11 compromisos, incluyendo un récord de 12 partidos al hilo sin hacer un gol en el primer tiempo. Ahora, el asunto es totalmente opuesto, al punto tal de que en Guayaquil hubo dos goles prácticamente calcados en la resolución.
Ya no hay carencias en materia de variantes para lastimar a los adversarios: el equipo del Muñeco impone condiciones futbolísticas con nitidez en cada partido y alimenta la superioridad con la cuota indispensable de eficacia, sustentada en la racha de Sebastián Driussi, autor de un gol en cada uno de los cinco encuentros desde que le puso punto final a su sequía en el 3-0 frente a Gimnasia, en La Plata, el viernes 18 de abril.
Fundamental para la propuesta del DT, el atacante de 29 años no se desenvuelve como un 9 clásico, sino como un punta que se mueve por todo el frente de ataque, arrastrando marcas y asociándose tanto con los mediocampistas como con sus compañeros de la fórmula ofensiva: Franco Mastantuono, generalmente partiendo desde la banda derecha para recibir la pelota sin la presión rival que hay en el centro de la cancha, y Facundo Colidio, que va desde la izquierda hacia el centro para buscar la descarga o ser una opción para definir en el área.
Mastantuono anota como un “9″
Los tres fueron determinantes para la victoria por 3-2 sobre Barcelona en Guayaquil, el jueves pasado, al ser los responsables de los tantos. También mostraron pasajes de buen fútbol en la goleada 4-1 contra Vélez y en el triunfo 2-1 sobre Boca. A mayor cantidad de minutos juntos, mejor rendimiento a nivel colectivo e individual para tres jugadores que, a diferencia de otras épocas doradas en las delanteras de River, tienen un punto en común: por el momento, ninguno jugó en la selección mayor de Argentina. Los únicos atacantes que ostentan ese ítem en el plantel de River para sus respectivos representativos nacionales son el colombiano Miguel Borja, hoy pieza de recambio, y el chileno Gonzalo Tapia, bastante relegado en la consideración del DT.
Con apenas 17 años, Mastantuono se muestra cada vez más afianzado. El golazo en La Plata, al dejar varios oponentes en el camino, el tiro libre perfecto en el superclásico, y el tanto del triunfo en Ecuador, llegando al área chica como un “9″ de raza, son un sustento para el zurdo, que mantiene los pies sobre la tierra pese a que su nombre se multiplica en los medios europeos luego de cada actuación decisiva.
Consciente de que no debe recaer una exigencia por demás para el número 30, el Muñeco fue contundente en una de sus evaluaciones públicas: “Tiene un mundo por delante, y está aprendiendo, porque a esa edad no sabés todo. Dentro de ese aprendizaje, se puede equivocar tranquilamente, y se va a equivocar, y seguramente va a tomar malas decisiones, pero es mucho más favorable para él y para todos cuando el equipo lo acompaña”.
Al mismo tiempo, Driussi comienza a avalar completamente la insistencia de Gallardo para repatriarlo, después de intentarlo sin éxito en 2021. “Para mí, es un jugador de jerarquía. Sé que hay procesos de adaptación al fútbol argentino y a vivir nuevamente en la Argentina”, resaltó el DT, minutos después de vencer al eterno rival con el grito del número 15, bajo la lupa de miles de hinchas después de desperdiciar un penal ante Barcelona, el 8 de abril.
Y Colidio, silbado cuando la voz del estadio anunciaba las formaciones en el Monumental hace unas semanas, tras desperdiciar uno de los penales en la Supercopa Internacional contra Talleres, se está reivindicando a fuerza de rendimientos positivos y compromiso para que el 4-3-3 habitual se transforme en un 4-1-4-1 a la hora de recuperar el balón, un ítem que también cuenta con la colaboración de Mastantuono. El atacante de 25 años es el único titular que llegó a River bajo la conducción de Martín Demichelis.
El gran momento del tridente ofensivo de River se ampara en un dato categórico: de manera equitativa, se reparte 15 de los 29 goles a nivel oficial del equipo en 2025, es decir el 51,72 %. Borja, cuya última titularidad se remonta al 5 de abril, cuando anotó en el 1-1 ante Sarmiento, en Junín, también hizo cinco tantos, aunque desperdició dos penales y todavía no logra acoplarse a la idea de Gallardo cuando le toca ingresar en el 4-3-3.
Si bien es cierto que los intérpretes son distintos, el tridente ofensivo de Gallardo tiene una suerte de analogía en la última versión exitosa del DT en River, a fines de 2021, cuando obtuvo holgadamente el título de la Liga Profesional utilizando a Julián Álvarez como referencia principal, pero sin limitarse a las inmediaciones del arco rival. Esa misma función que ahora desempeña Driussi tuvo como laderos, aunque partiendo desde unos metros atrás, a Santiago Simón y Benjamín Rollheiser como extremos, sin la injerencia decisiva a nivel ofensivo que en la actualidad registran Mastantuono y Colidio.
Fiel a su estilo, Gallardo no dio pistas sobre la formación que presentará este lunes contra Barracas Central (“analizaremos de acuerdo a la recuperación de los futbolistas”, advirtió), pero da toda la sensación de que el tridente Mastantuono-Driussi-Colidio continuará sumando rodaje para que River busque su cuarto triunfo consecutivo y, por ende, la clasificación a los cuartos de final del Torneo Apertura.
Más allá de que está habituado a cambiar, el DT halló un poderoso trío en el ataque Read More