La semana pasada Acer entró en un segmento informático que viene creciendo, pero que todavía debe demostrar su atractivo más allá de algún nicho tech: el de los anillos inteligentes.
Lo hizo con el Acer FreeSense Ring, el primero de la compañía, y que entra a competir en un sector donde ya hay un rey (Oura, muy popular en la NBA) y un número cada vez más nutrido de contendientes al trono: desde apuestas de alta visibilidad como el Galaxy Ring de Samsung a pruebas de jugadores de nicho, como el Amazfit Helio Ring (de una compañía más conocida por sus relojes inteligentes), a la entrada de compañías conocidas por otros productos, como Acer, o la presencia de marcas ignotas como RingConn.
En concreto, el Acer FreeSense Ring sigue la línea de sus competidores: es un anillo es un anillo hecho en una aleación de titanio que tiene en la cara interna una serie de sensores y una batería, lo que permite hacer un seguimiento bastante discreto de nuestros signos vitales: ritmo cardíaco, oxigenación en sangre, calidad de sueño, actividad física en general.
En esto es igual al resto de los anillos, que suman sensores similares a los que están presentes en un reloj inteligente, y toman en forma periódica mediciones desde el dedo para tener un perfil diario de algunos parámetros vitales y -sobre todo- detectar cuando tenemos una variación significativa que nos alerte de alguna afección. La diferencia con el reloj es que al no tener pantalla ni interactividad (todo se administra desde una app en el teléfono) la autonomía suele ser de una semana o más.
El FreeSense Ring pesa entre 2 y 3 gramos, está pensado para ser usado todo el día (y de hecho tendrá una autonomía de varios días, como el resto), viene en varios diámetros para calzar con el dedo en forma adecuada y tonos (negro, rosa). Además, es resistente al agua con certificación IP68, para poder usarlo al ducharnos, lavando los platos o al ir a nadar. Como el resto de sus competidores, tiene un estuche de carga para la batería.
La compañía no publicó el precio, pero es razonable suponer que estará en un punto medio del de sus competidores; Acer ya avisó que no cobrará una suscripción mensual para tener un entrenador digital o un acceso más profundo a los datos.
El Oura Ring 4, por ejemplo, que es el parámetro del sector (la compañía fue la primera en popularizar este dispositivo como alternativa a la pulsera deportiva o el reloj inteligente), tiene un precio de 349 dólares a los que hay que agregarle una suscripción mensual de 6 dólares; otros modelos como el Samsung Galaxy Ring (que en teoría saldrá a la venta en el país en algún momento del año, y que tiene un sensor de temperatura cutánea para medir el ciclo menstrual) tienen un precio de 400 dólares en Estados Unidos y no suman suscripciones mensuales.
Otro modelo, el RingConn Gen 2 (que según su fabricante suma a las características básicas el poder detectar la apnea de sueño y tener una batería de 12 días, un 50% más que sus competidores) tiene un precio de 299 dólares en Estados Unidos. El Amazfit Helio Ring es el más barato de los mencionados, con un precio de 199 dólares en EE.UU.
Todos se pueden comprar en Amazon con envío a la Argentina, con un costo de entre 40 y 140 dólares extra, dependiendo de la marca; hay que tener cuidado, al comprarlos, de elegir el que tenga el diámetro adecuado; todas las compañías tienen herramientas online para determinar el mejor (usualmente midiendo la circunferencia del dedo)
Y hay, por supuesto, versiones de mucho menor valor (50 dólares) de marcas blancas. También están disponibles en otras tiendas más allá de Amazon, incluyendo Mercado Libre, donde es posible encontrar anillos de marcas chinas por 50 a 60.000 pesos, y también marcas conocidas por 250 a 300.000.
La diferencia entre unos y otros tiene que ver, en general, con la variedad de tamaños para ajustarse a nuestros dedos, la fiabilidad en la medición de datos, y el aspecto exterior del anillo, un dato no menor para algo que está pensado para tener puesto todo el día. En el dedo índice, en lo posible: aún los más esbeltos son más gruesos que un anillo convencional, y el espacio interdigital es mayor entre el índice y el medio, así que es donde queda más cómodo, y donde logra mediciones más fieles, según Samsung.
La semana pasada Acer entró en un segmento informático que viene creciendo, pero que todavía debe demostrar su atractivo más allá de algún nicho tech: el de los anillos inteligentes.
Lo hizo con el Acer FreeSense Ring, el primero de la compañía, y que entra a competir en un sector donde ya hay un rey (Oura, muy popular en la NBA) y un número cada vez más nutrido de contendientes al trono: desde apuestas de alta visibilidad como el Galaxy Ring de Samsung a pruebas de jugadores de nicho, como el Amazfit Helio Ring (de una compañía más conocida por sus relojes inteligentes), a la entrada de compañías conocidas por otros productos, como Acer, o la presencia de marcas ignotas como RingConn.
En concreto, el Acer FreeSense Ring sigue la línea de sus competidores: es un anillo es un anillo hecho en una aleación de titanio que tiene en la cara interna una serie de sensores y una batería, lo que permite hacer un seguimiento bastante discreto de nuestros signos vitales: ritmo cardíaco, oxigenación en sangre, calidad de sueño, actividad física en general.
En esto es igual al resto de los anillos, que suman sensores similares a los que están presentes en un reloj inteligente, y toman en forma periódica mediciones desde el dedo para tener un perfil diario de algunos parámetros vitales y -sobre todo- detectar cuando tenemos una variación significativa que nos alerte de alguna afección. La diferencia con el reloj es que al no tener pantalla ni interactividad (todo se administra desde una app en el teléfono) la autonomía suele ser de una semana o más.
El FreeSense Ring pesa entre 2 y 3 gramos, está pensado para ser usado todo el día (y de hecho tendrá una autonomía de varios días, como el resto), viene en varios diámetros para calzar con el dedo en forma adecuada y tonos (negro, rosa). Además, es resistente al agua con certificación IP68, para poder usarlo al ducharnos, lavando los platos o al ir a nadar. Como el resto de sus competidores, tiene un estuche de carga para la batería.
La compañía no publicó el precio, pero es razonable suponer que estará en un punto medio del de sus competidores; Acer ya avisó que no cobrará una suscripción mensual para tener un entrenador digital o un acceso más profundo a los datos.
El Oura Ring 4, por ejemplo, que es el parámetro del sector (la compañía fue la primera en popularizar este dispositivo como alternativa a la pulsera deportiva o el reloj inteligente), tiene un precio de 349 dólares a los que hay que agregarle una suscripción mensual de 6 dólares; otros modelos como el Samsung Galaxy Ring (que en teoría saldrá a la venta en el país en algún momento del año, y que tiene un sensor de temperatura cutánea para medir el ciclo menstrual) tienen un precio de 400 dólares en Estados Unidos y no suman suscripciones mensuales.
Otro modelo, el RingConn Gen 2 (que según su fabricante suma a las características básicas el poder detectar la apnea de sueño y tener una batería de 12 días, un 50% más que sus competidores) tiene un precio de 299 dólares en Estados Unidos. El Amazfit Helio Ring es el más barato de los mencionados, con un precio de 199 dólares en EE.UU.
Todos se pueden comprar en Amazon con envío a la Argentina, con un costo de entre 40 y 140 dólares extra, dependiendo de la marca; hay que tener cuidado, al comprarlos, de elegir el que tenga el diámetro adecuado; todas las compañías tienen herramientas online para determinar el mejor (usualmente midiendo la circunferencia del dedo)
Y hay, por supuesto, versiones de mucho menor valor (50 dólares) de marcas blancas. También están disponibles en otras tiendas más allá de Amazon, incluyendo Mercado Libre, donde es posible encontrar anillos de marcas chinas por 50 a 60.000 pesos, y también marcas conocidas por 250 a 300.000.
La diferencia entre unos y otros tiene que ver, en general, con la variedad de tamaños para ajustarse a nuestros dedos, la fiabilidad en la medición de datos, y el aspecto exterior del anillo, un dato no menor para algo que está pensado para tener puesto todo el día. En el dedo índice, en lo posible: aún los más esbeltos son más gruesos que un anillo convencional, y el espacio interdigital es mayor entre el índice y el medio, así que es donde queda más cómodo, y donde logra mediciones más fieles, según Samsung.
Del flamante Acer FreeSense Ring al pionero Oura Ring, qué hacen los anillos inteligentes y cuánto cuesta comprar uno en la Argentina Read More