Este martes, Mariana Fabbiani entrevistó a Gloria Carrá en el ciclo de América El diario de Mariana. La conductora recordó que se conocieron en los años noventa, cuando ella trabajaba en Son de Diez junto a Florencia Peña y la actriz, que protagonizaba Aprender a volar también por la pantalla de Eltrece, fue a saludar a su colega con quien había trabajado en Los otros y nosotros. Inmediatamente, la conversación se instaló en el tema de la maternidad, y fiel a su estilo sincero, Carrá se prestó al juego de hablar sin tapujos, incluido el largo conflicto legal que mantiene con Luciano Cáceres, padre de su hija Amelia.
“Tanto con Ángela [Torres, de 26 años] como con Amelia [Cáceres, de 15] aprendí muchísimo y sigo aprendiendo, pero claramente la maternidad me encontró en etapas y situaciones distintas. Con Ángela era bastante inconsciente de muchas cosas, y a ella, gracias a Dios, nunca le pasó nada. Ángela, a los siete meses tuvo una invaginación [un trastorno grave e inusual que se produce cuando una parte del intestino se desliza dentro de otra parte adyacente] y hubo que operarla de urgencia, y eso me asustó mucho; me dio mucho miedo y quedé muy pendiente de ella”, indicó la actriz de ATAV 2.
“Desde hace un año y medio o dos años que no estoy en pareja, pero lo llevo bien, porque me gusta mucho estar conmigo, sola. Aprendí mucho. Lo peor que podés hacer es engancharte con alguien por no estar solo”, indicó sobre su presente sentimental. La conductora, entonces, recordó que desde hace varios años viene litigando con Cáceres por la división de bienes. “No lo podemos resolver porque él no quiere resolverlo. Hace diez años que nos separamos. Nunca hablo sobre esto“, remarcó.
“A pesar de que siempre me preguntan si está todo bien entre nosotros, no tengo ganas de decir que sí cuando no. Pero sí, es algo que me moviliza. No me voy a hacer la inocente, sabía que si venía al programa me ibas a preguntar sobre eso. Y decidí hablar acá porque me siento cuidada”, indicó la protagonista de La Banda del Golden Rocket, a modo de introducción.
“Si bien todos saben sobre mi vida, y es lógico, porque trabajo desde los ocho años en la tele, nunca hice mediática ni una relación ni un problema. Empecemos por el principio: yo me casé enamorada. Estuvimos nueve años juntos, de los cuales ocho estuvimos casados. Cuando nos conocimos, él hacía teatro off, y en ese momento, el tema era ‘¿con quién se casó Gloria Carrá?’. Fue una vidriera para él. No es peyorativo, no hago un juicio de valor, pero cuando empezamos a estar juntos yo ya tenía mi carrera. Cuando pude hacerlo, me compré mi casita y mi auto. Yo no tengo más que eso. Y ahora, solo tengo mi casa”, explicó luego, señalando que, justamente, aquel vehículo es uno de los ejes del conflicto.
“Cuando nos casamos, vendí mi auto y compramos uno en común. Después, compramos otro auto y él me dijo si lo podía poner a su nombre. Y la verdad es que en ese momento, no me puse a pensar que las cosas iban a estar mal hechas. Para mí, mejor, porque yo soy despistada; él le llevaba los papeles a la contadora. Cuando estás en pareja no pensás que lo que estás haciendo el día de mañana te va a perjudicar. Si pienso eso de una persona, no me caso. Yo no creo que él estuviera especulando, porque si pienso eso tengo que creer que es una persona perversa, y elijo no hacerlo, porque es el papá de mi hija y porque también me cuesta estar hablando así de él”, continuó.
Y señaló: “Cuando las mujeres exponemos y hablamos de lo que pasamos, somos las locas y las que no cuidamos el nido. Cuando en realidad, creo que es todo lo contrario: no cuidar el nido, para mí, es ejercer violencia psicológica o económica sobre la madre de tus hijos. Y para mí estar sentada acá hoy, que me cuesta, es el ejemplo que les doy a mis hijas”.
“Desde que nos separamos, el auto lo manejo yo, porque él no come vidrio, y sino, yo no podría estar llevando a Amelia a todos lados. Mi hija tiene un montón de actividades y yo también trabajo. Por eso, el auto lo uso, pero él pagó el seguro y la patente, entonces no lo puedo vender ni cambiar desde el 2012, y ahora me dice que si me lo da, tengo que pagarle todo eso. Él me lo tendría que haber dado desde el comienzo, no pagar absolutamente nada, y yo pagar las cosas de mi auto, como lo hice toda la vida”, indicó.
“Esto no me gusta. Yo lo que quiero es que repartamos lo que tenemos que repartir y que esto termine. Porque, hasta energéticamente, no me gusta. Hace veinte días se suspendió una audiencia, para la que yo ya estaba preparada. Supongo que debe ser una estrategia para cansarme, la verdad que no lo sé. Diez años es mucho tiempo. Yo quise abandonar esto, y mi psicóloga me ayudó a que no lo haga. Yo le decía: ‘Estoy cansada de esto, no quiero pelearla más’. Y ella me respondía: ‘¿Pero a vos te sobra la plata?’. Y no. ‘Luchá por lo tuyo’. Y acá estoy. No es que es un juicio millonario”, relató.
Con respecto a los demás bienes, explicó: “Hay dos casas que hicimos en Tortuguitas, también. Y hasta hace unos meses, pagaba 100 mil pesos de cuota alimentaria. Sí pagaba otras cosas, como la señora que cuida a Amelia; el colegio no, porque elige ir a un colegio del estado. Por suerte, eso se solucionó en marzo. Yo no tengo ganas de estar hablando mal de él. Le deseo lo mejor. Jamás me pidió perdón por muchas otras cosas que callo, pero lo perdoné. Y le deseo lo mejor porque es el padre de mi hija. Pero solucionemos esto, porque es mucho el tiempo y el desgaste emocional”.
Cuando le preguntaron si es imposible que se sienten a destrabar la situación, Carrá aseguró: “No hay manera de que nos podamos sentar a charlarlo, y no porque yo me ponga mal o porque él sea violento; es que él es algo hermético. No se puede hablar con él. Él no quiere arreglar las cosas”.
“Y tengo que aclarar algo: no es que nosotros tenemos una mala relación, que nos gritamos… Yo lo respeto, él me respeta como madre. Hablamos sobre las cosas que tenemos que hablar sobre Amelia, porque sino sería una locura”, aseguró. “Así como dije que al comienzo de la relación la persona conocida era yo, siento que si él hubiese hecho las cosas bien de entrada, nadie estaría hablando sobre él. Ahora, él también es una persona pública y tiene que cuidar su imagen, no se la tengo que cuidar yo. Simplemente, hay que solucionar esto”, sumó.
“Él alega también que en esos ocho años que vivió en mi casa hizo arreglos. ¡Sí, claro! ¡Como cualquier pareja que vive 8 años en la casa de otra persona! Y dice que, entonces, le debo yo plata a él por esos arreglos que se hicieron en mi casa. Yo también he comprado cosas. Y, además, yo no le cobraba un alquiler. Él tenía un departamento chiquito y se fue a vivir a mi casa en San Isidro, una casa divina, y está todo más que bien, pero no me puede jugar sucio así”, explicó.
Con respecto a cómo es Cáceres como padre, Carrá indicó: “Es buen padre. Pero no es un mérito… Yo también soy buena madre. Nadie pregunta cómo es una como madre, porque dan por sentado que somos buenas madres. Pero con el hombre, pareciera que con eso alcanza. No le quito mérito. Es buen padre y para mí es una tranquilidad, pero es un poco lo que debemos ser: buenos padres, buenas personas… Pero si sos buen papá, también cuidás a la mámá, porque es la que está criando a tu hija”.
La actriz se refirió, también, a cómo fue la separación: “No fue de mutuo acuerdo. Él se fue de un día para el otro de mi casa y no me dio explicaciones. Habíamos tenido una discusión y él se fue. Son cosas que prefiero callar”.
Este martes, Mariana Fabbiani entrevistó a Gloria Carrá en el ciclo de América El diario de Mariana. La conductora recordó que se conocieron en los años noventa, cuando ella trabajaba en Son de Diez junto a Florencia Peña y la actriz, que protagonizaba Aprender a volar también por la pantalla de Eltrece, fue a saludar a su colega con quien había trabajado en Los otros y nosotros. Inmediatamente, la conversación se instaló en el tema de la maternidad, y fiel a su estilo sincero, Carrá se prestó al juego de hablar sin tapujos, incluido el largo conflicto legal que mantiene con Luciano Cáceres, padre de su hija Amelia.
“Tanto con Ángela [Torres, de 26 años] como con Amelia [Cáceres, de 15] aprendí muchísimo y sigo aprendiendo, pero claramente la maternidad me encontró en etapas y situaciones distintas. Con Ángela era bastante inconsciente de muchas cosas, y a ella, gracias a Dios, nunca le pasó nada. Ángela, a los siete meses tuvo una invaginación [un trastorno grave e inusual que se produce cuando una parte del intestino se desliza dentro de otra parte adyacente] y hubo que operarla de urgencia, y eso me asustó mucho; me dio mucho miedo y quedé muy pendiente de ella”, indicó la actriz de ATAV 2.
“Desde hace un año y medio o dos años que no estoy en pareja, pero lo llevo bien, porque me gusta mucho estar conmigo, sola. Aprendí mucho. Lo peor que podés hacer es engancharte con alguien por no estar solo”, indicó sobre su presente sentimental. La conductora, entonces, recordó que desde hace varios años viene litigando con Cáceres por la división de bienes. “No lo podemos resolver porque él no quiere resolverlo. Hace diez años que nos separamos. Nunca hablo sobre esto“, remarcó.
“A pesar de que siempre me preguntan si está todo bien entre nosotros, no tengo ganas de decir que sí cuando no. Pero sí, es algo que me moviliza. No me voy a hacer la inocente, sabía que si venía al programa me ibas a preguntar sobre eso. Y decidí hablar acá porque me siento cuidada”, indicó la protagonista de La Banda del Golden Rocket, a modo de introducción.
“Si bien todos saben sobre mi vida, y es lógico, porque trabajo desde los ocho años en la tele, nunca hice mediática ni una relación ni un problema. Empecemos por el principio: yo me casé enamorada. Estuvimos nueve años juntos, de los cuales ocho estuvimos casados. Cuando nos conocimos, él hacía teatro off, y en ese momento, el tema era ‘¿con quién se casó Gloria Carrá?’. Fue una vidriera para él. No es peyorativo, no hago un juicio de valor, pero cuando empezamos a estar juntos yo ya tenía mi carrera. Cuando pude hacerlo, me compré mi casita y mi auto. Yo no tengo más que eso. Y ahora, solo tengo mi casa”, explicó luego, señalando que, justamente, aquel vehículo es uno de los ejes del conflicto.
“Cuando nos casamos, vendí mi auto y compramos uno en común. Después, compramos otro auto y él me dijo si lo podía poner a su nombre. Y la verdad es que en ese momento, no me puse a pensar que las cosas iban a estar mal hechas. Para mí, mejor, porque yo soy despistada; él le llevaba los papeles a la contadora. Cuando estás en pareja no pensás que lo que estás haciendo el día de mañana te va a perjudicar. Si pienso eso de una persona, no me caso. Yo no creo que él estuviera especulando, porque si pienso eso tengo que creer que es una persona perversa, y elijo no hacerlo, porque es el papá de mi hija y porque también me cuesta estar hablando así de él”, continuó.
Y señaló: “Cuando las mujeres exponemos y hablamos de lo que pasamos, somos las locas y las que no cuidamos el nido. Cuando en realidad, creo que es todo lo contrario: no cuidar el nido, para mí, es ejercer violencia psicológica o económica sobre la madre de tus hijos. Y para mí estar sentada acá hoy, que me cuesta, es el ejemplo que les doy a mis hijas”.
“Desde que nos separamos, el auto lo manejo yo, porque él no come vidrio, y sino, yo no podría estar llevando a Amelia a todos lados. Mi hija tiene un montón de actividades y yo también trabajo. Por eso, el auto lo uso, pero él pagó el seguro y la patente, entonces no lo puedo vender ni cambiar desde el 2012, y ahora me dice que si me lo da, tengo que pagarle todo eso. Él me lo tendría que haber dado desde el comienzo, no pagar absolutamente nada, y yo pagar las cosas de mi auto, como lo hice toda la vida”, indicó.
“Esto no me gusta. Yo lo que quiero es que repartamos lo que tenemos que repartir y que esto termine. Porque, hasta energéticamente, no me gusta. Hace veinte días se suspendió una audiencia, para la que yo ya estaba preparada. Supongo que debe ser una estrategia para cansarme, la verdad que no lo sé. Diez años es mucho tiempo. Yo quise abandonar esto, y mi psicóloga me ayudó a que no lo haga. Yo le decía: ‘Estoy cansada de esto, no quiero pelearla más’. Y ella me respondía: ‘¿Pero a vos te sobra la plata?’. Y no. ‘Luchá por lo tuyo’. Y acá estoy. No es que es un juicio millonario”, relató.
Con respecto a los demás bienes, explicó: “Hay dos casas que hicimos en Tortuguitas, también. Y hasta hace unos meses, pagaba 100 mil pesos de cuota alimentaria. Sí pagaba otras cosas, como la señora que cuida a Amelia; el colegio no, porque elige ir a un colegio del estado. Por suerte, eso se solucionó en marzo. Yo no tengo ganas de estar hablando mal de él. Le deseo lo mejor. Jamás me pidió perdón por muchas otras cosas que callo, pero lo perdoné. Y le deseo lo mejor porque es el padre de mi hija. Pero solucionemos esto, porque es mucho el tiempo y el desgaste emocional”.
Cuando le preguntaron si es imposible que se sienten a destrabar la situación, Carrá aseguró: “No hay manera de que nos podamos sentar a charlarlo, y no porque yo me ponga mal o porque él sea violento; es que él es algo hermético. No se puede hablar con él. Él no quiere arreglar las cosas”.
“Y tengo que aclarar algo: no es que nosotros tenemos una mala relación, que nos gritamos… Yo lo respeto, él me respeta como madre. Hablamos sobre las cosas que tenemos que hablar sobre Amelia, porque sino sería una locura”, aseguró. “Así como dije que al comienzo de la relación la persona conocida era yo, siento que si él hubiese hecho las cosas bien de entrada, nadie estaría hablando sobre él. Ahora, él también es una persona pública y tiene que cuidar su imagen, no se la tengo que cuidar yo. Simplemente, hay que solucionar esto”, sumó.
“Él alega también que en esos ocho años que vivió en mi casa hizo arreglos. ¡Sí, claro! ¡Como cualquier pareja que vive 8 años en la casa de otra persona! Y dice que, entonces, le debo yo plata a él por esos arreglos que se hicieron en mi casa. Yo también he comprado cosas. Y, además, yo no le cobraba un alquiler. Él tenía un departamento chiquito y se fue a vivir a mi casa en San Isidro, una casa divina, y está todo más que bien, pero no me puede jugar sucio así”, explicó.
Con respecto a cómo es Cáceres como padre, Carrá indicó: “Es buen padre. Pero no es un mérito… Yo también soy buena madre. Nadie pregunta cómo es una como madre, porque dan por sentado que somos buenas madres. Pero con el hombre, pareciera que con eso alcanza. No le quito mérito. Es buen padre y para mí es una tranquilidad, pero es un poco lo que debemos ser: buenos padres, buenas personas… Pero si sos buen papá, también cuidás a la mámá, porque es la que está criando a tu hija”.
La actriz se refirió, también, a cómo fue la separación: “No fue de mutuo acuerdo. Él se fue de un día para el otro de mi casa y no me dio explicaciones. Habíamos tenido una discusión y él se fue. Son cosas que prefiero callar”.
La actriz se refirió a los motivos por los que no consigue dar legalmente por terminada la división de bienes con el padre de su hija menor, Amelia Read More