Tener un jardín que no solo sea hermoso, sino que también celebre la biodiversidad local es una de las mejores maneras de conectar con la naturaleza y al mismo tiempo reducir el esfuerzo en mantenimiento.
Los jardines de estilo silvestre son una tendencia que cautiva a jardineros y diseñadores por igual. Este enfoque naturalista no solo permite cultivar plantas hermosas, sino que también promueve un equilibrio perfecto con el entorno.
A diferencia de los jardines formales, que requieren cuidados meticulosos y un mantenimiento constante, los jardines silvestres se caracterizan por su crecimiento libre y espontáneo, lo que les otorga una apariencia más relajada y orgánica.
Lo mejor de todo es que, al ser una alternativa de bajo mantenimiento, los jardines silvestres son ideales para quienes buscan disfrutar de un paisaje natural sin comprometer demasiado tiempo y esfuerzo.
Plantas perennes, autóctonas y flores silvestres llenan el espacio de color y vida, atraen a polinizadores y fomentan la biodiversidad, creando un ecosistema equilibrado y saludable.
5 imprescindibles
Eryngium ebracteatum, conocido por sus hojas duras y espinosas, es ideal para dar carácter y estructura al jardín silvestre.
Sus flores en forma de pequeños cardos son elegantes y llamativas a la vez. Aparecen durante el verano y atraen polinizadores como abejas y mariposas.
Su forma vertical y su aspecto algo ‘agresivo’ contrastan con otras plantas de follaje más suave, por lo que resulta perfecta para crear puntos focales en tu jardín. Lo mejor de todo: aguanta bien la sequía, el sol fuerte y no pide demasiada atención.
Eryngium sanguisorba es otra especie de Eryngium. Su apariencia más delicada, pero igualmente impresionante, la convierte en una pieza clave para un jardín silvestre.
Al elegir plantas que son nativas o adaptadas al clima local, se asegura que el jardín sea más resistente y fácil de cuidar
Eryngium sanguisorba tiene flores globosas de tonos verde azulados que contrastan con su follaje de aspecto rústico. ¿Por qué es perfecta para un jardín silvestre? Porque además de atraer a insectos y aves, es resistente al calor y a la sequía, lo que la convierte en una opción de bajo mantenimiento que luce increíble durante toda la temporada estival.
Si hay una planta que se roba el protagonismo en un jardín silvestre, es Solidago chilensis. Esta especie nativa, que se caracteriza por su inflorescencia en espigas de flores amarillas brillantes, es perfecta para crear una alfombra de color en el jardín.
Además de ser un festín para las abejas y otros polinizadores, su follaje verde grisáceo combina perfectamente con el amarillo vibrante de sus flores. el solidago es resistente a las heladas y necesita poca agua, por lo que si buscas una planta que resista los cambios climáticos y se mantenga hermosa, no busques más.
Si querés que tu jardín silvestre reciba la visita de mariposas y aves, entonces la Verbena bonariensis es tu aliada. Esta verbena nativa de nuestro país se destaca por sus finas y altas espigas de flores lilas que se abren en racimos durante la primavera y el verano, creando un espectáculo visual que además atrae a mariposas, abejas y colibríes.
Este estilo de jardinería no busca imponer un orden rígido, sino más bien permite que la naturaleza siga su curso de manera más libre y fluida, lo que resulta en un espacio lleno de vida
A su belleza, se le suman características de resistencia y bajo mantenimiento: tolera bien tanto el sol como la sombra parcial y se adapta a suelos pobres. Es un verdadero imán de vida silvestre sin complicaciones.
La Verbena rigida es perfecta para quienes buscan una planta que se mantenga en pie ante cualquier desafío. Con sus delicadas flores moradas que se abren en racimos, esta verbena es ideal para bordear caminos o dar un toque de color entre otras plantas más grandes.
Jardines destacados por su personalidad y diseño
Es una especie perenne que florece durante todo el verano, pero su mayor atributo es su resistencia. Tolera la sequía, el sol directo y se adapta a suelos de calidad variable, lo que la convierte en una de las especies más versátiles para cualquier jardín silvestre. Atrae polinizadores como abejas y mariposas, y su bajo requerimiento de agua la hace perfecta para climas cálidos.
Consejos para un jardín silvestre
La diversidad es clave: asegurate de incluir una variedad de especies con diferentes alturas, colores y tiempos de floración. Así tendrás un diseño que se vea bien durante todo el año.Suelos bien drenados: la mayoría de estas especies, como las verbenas o los eryngium, no necesitan suelos extremadamente fértiles, pero sí que deben tener buen drenaje para evitar el estancamiento de agua.
Al atraer a insectos beneficiosos como abejas y mariposas, estos jardines no solo embellecen el paisaje, sino que también contribuyen a la salud ecológica del área
Un toque de estructura: combiná plantas más altas, como el Eryngium ebracteatum, con otras de crecimiento bajo para crear contrastes de textura y color que favorezcan la biodiversidad.Cuidado mínimo, máxima belleza: muchas de estas especies se mantienen bien por sí solas una vez que se establecen, lo que significa menos trabajo y más tiempo para disfrutar del espectáculo.
Crear un jardín silvestre es mucho más que plantar plantas. Se trata de diseñar un espacio que celebre la vida natural, que apoye la biodiversidad y, por supuesto, que sea de bajo mantenimiento.
Tener un jardín que no solo sea hermoso, sino que también celebre la biodiversidad local es una de las mejores maneras de conectar con la naturaleza y al mismo tiempo reducir el esfuerzo en mantenimiento.
Los jardines de estilo silvestre son una tendencia que cautiva a jardineros y diseñadores por igual. Este enfoque naturalista no solo permite cultivar plantas hermosas, sino que también promueve un equilibrio perfecto con el entorno.
A diferencia de los jardines formales, que requieren cuidados meticulosos y un mantenimiento constante, los jardines silvestres se caracterizan por su crecimiento libre y espontáneo, lo que les otorga una apariencia más relajada y orgánica.
Lo mejor de todo es que, al ser una alternativa de bajo mantenimiento, los jardines silvestres son ideales para quienes buscan disfrutar de un paisaje natural sin comprometer demasiado tiempo y esfuerzo.
Plantas perennes, autóctonas y flores silvestres llenan el espacio de color y vida, atraen a polinizadores y fomentan la biodiversidad, creando un ecosistema equilibrado y saludable.
5 imprescindibles
Eryngium ebracteatum, conocido por sus hojas duras y espinosas, es ideal para dar carácter y estructura al jardín silvestre.
Sus flores en forma de pequeños cardos son elegantes y llamativas a la vez. Aparecen durante el verano y atraen polinizadores como abejas y mariposas.
Su forma vertical y su aspecto algo ‘agresivo’ contrastan con otras plantas de follaje más suave, por lo que resulta perfecta para crear puntos focales en tu jardín. Lo mejor de todo: aguanta bien la sequía, el sol fuerte y no pide demasiada atención.
Eryngium sanguisorba es otra especie de Eryngium. Su apariencia más delicada, pero igualmente impresionante, la convierte en una pieza clave para un jardín silvestre.
Al elegir plantas que son nativas o adaptadas al clima local, se asegura que el jardín sea más resistente y fácil de cuidar
Eryngium sanguisorba tiene flores globosas de tonos verde azulados que contrastan con su follaje de aspecto rústico. ¿Por qué es perfecta para un jardín silvestre? Porque además de atraer a insectos y aves, es resistente al calor y a la sequía, lo que la convierte en una opción de bajo mantenimiento que luce increíble durante toda la temporada estival.
Si hay una planta que se roba el protagonismo en un jardín silvestre, es Solidago chilensis. Esta especie nativa, que se caracteriza por su inflorescencia en espigas de flores amarillas brillantes, es perfecta para crear una alfombra de color en el jardín.
Además de ser un festín para las abejas y otros polinizadores, su follaje verde grisáceo combina perfectamente con el amarillo vibrante de sus flores. el solidago es resistente a las heladas y necesita poca agua, por lo que si buscas una planta que resista los cambios climáticos y se mantenga hermosa, no busques más.
Si querés que tu jardín silvestre reciba la visita de mariposas y aves, entonces la Verbena bonariensis es tu aliada. Esta verbena nativa de nuestro país se destaca por sus finas y altas espigas de flores lilas que se abren en racimos durante la primavera y el verano, creando un espectáculo visual que además atrae a mariposas, abejas y colibríes.
Este estilo de jardinería no busca imponer un orden rígido, sino más bien permite que la naturaleza siga su curso de manera más libre y fluida, lo que resulta en un espacio lleno de vida
A su belleza, se le suman características de resistencia y bajo mantenimiento: tolera bien tanto el sol como la sombra parcial y se adapta a suelos pobres. Es un verdadero imán de vida silvestre sin complicaciones.
La Verbena rigida es perfecta para quienes buscan una planta que se mantenga en pie ante cualquier desafío. Con sus delicadas flores moradas que se abren en racimos, esta verbena es ideal para bordear caminos o dar un toque de color entre otras plantas más grandes.
Jardines destacados por su personalidad y diseño
Es una especie perenne que florece durante todo el verano, pero su mayor atributo es su resistencia. Tolera la sequía, el sol directo y se adapta a suelos de calidad variable, lo que la convierte en una de las especies más versátiles para cualquier jardín silvestre. Atrae polinizadores como abejas y mariposas, y su bajo requerimiento de agua la hace perfecta para climas cálidos.
Consejos para un jardín silvestre
La diversidad es clave: asegurate de incluir una variedad de especies con diferentes alturas, colores y tiempos de floración. Así tendrás un diseño que se vea bien durante todo el año.Suelos bien drenados: la mayoría de estas especies, como las verbenas o los eryngium, no necesitan suelos extremadamente fértiles, pero sí que deben tener buen drenaje para evitar el estancamiento de agua.
Al atraer a insectos beneficiosos como abejas y mariposas, estos jardines no solo embellecen el paisaje, sino que también contribuyen a la salud ecológica del área
Un toque de estructura: combiná plantas más altas, como el Eryngium ebracteatum, con otras de crecimiento bajo para crear contrastes de textura y color que favorezcan la biodiversidad.Cuidado mínimo, máxima belleza: muchas de estas especies se mantienen bien por sí solas una vez que se establecen, lo que significa menos trabajo y más tiempo para disfrutar del espectáculo.
Crear un jardín silvestre es mucho más que plantar plantas. Se trata de diseñar un espacio que celebre la vida natural, que apoye la biodiversidad y, por supuesto, que sea de bajo mantenimiento.
Descubrí cómo las especies autóctonas están revolucionando el paisajismo urbano con belleza natural y mínimo cuidado. Read More