La investigación de Marte no deja de dar de qué hablar; esta vez los científicos van a explorar una zona desconocida del planeta rojo que podría dar indicios de su origen. El rover Perseverance de la NASA llegó a una región conocida como Krokodillen, que en noruego significa “cocodrilo”, y se cree que en esa área de aproximadamente unas 30 hectáreas se encuentra una de las rocas más antiguas e interesantes del territorio marciano.
La zona de investigación es lindera al cráter Jezero, donde el robot aterrizó por primera vez en 2021. Investigaciones previas mostraron posibles indicios de arcilla, lo que sugiere que pudo haber existido agua en ese lugar en algún momento. Si se confirma que hubo recursos hídricos en esa zona, podría pensarse que, en algún momento, allí se pudo albergar vida.
“Si encontramos una posible muestra biológica aquí, lo más probable es que provenga de una época completamente diferente y mucho más temprana de la evolución de Marte que la que descubrimos el año pasado en el cráter con la roca ‘Cheyava Falls‘“, explicó en el sitio oficial de la NASA Ken Farley, científico del Instituto de Tecnología de California, en Pasadena.
“Los últimos cinco meses han sido un torbellino geológico. Así como nuestra exploración de Witch Hazel Hill (lugar en el que hallaron una roca con una textura poco común a la que denominaron Bahía de San Pablo) ha sido un éxito, nuestra investigación de Krokodillen promete ser igual de fascinante”, sostuvo Farley, que precisó que la zona fue nombrada como la palabra cocodrilo en noruego en honor a una cadena montañosa de la isla de Prins Karls Forland, en Noruega.
Detectar arcillas en zonas de Krokodillen podría demostrar la hipótesis de que hubo abundante agua líquida en el pasado, probablemente antes de que el cráter Jezero se formara por el impacto de un asteroide. Además, si sucede como en la Tierra, los minerales arcillosos pueden preservar compuestos orgánicos, por lo que su obtención para el estudio podría dar indicios de vida en el planeta vecino.
Para los investigadores resulta emocionante que el rover Perseverance pueda recolectar muestras que podrían revelar secretos de la historia marciana. Aún es muy temprano para elucubrar teorías, ya que primero esa evidencia debe ser traída a la Tierra para ser analizada en laboratorios de todo el mundo.
Este nuevo camino que emprende la NASA trae algunos cambios. Anteriormente, el vehículo robotizado recolectaba y luego sellaba las muestras. Sin embargo, como ahora está quedándose sin tubos de muestra vacíos, el equipo decidió que recolectara las muestras sin sellar los tubos y si luego encuentra algo más interesante, podrá desechar la muestra anterior.
“Hemos estado explorando Marte durante más de cuatro años y cada uno de los tubos de muestra que llevamos a bordo tiene su propia historia única y fascinante que contar”, sostuvo Katie Stack Morgan, científica del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en el sur de California.
“Quedan siete tubos de muestra vacíos y aún nos queda mucho camino por recorrer, por lo que vamos a mantener algunos tubos sin sellar por ahora. Esta estrategia nos da la máxima flexibilidad para seguir recolectando muestras rocosas diversas e interesantes”, argumentó.
Antes de adoptar esta nueva estrategia, el equipo de ingeniería de muestras evaluó si dejar un tubo sin sellar podría afectar la calidad de lo recogido y se dictaminó que eso no podía suceder. “Aunque existe la posibilidad de que algún material residual del tubo anterior entre en contacto con la nueva muestra, es una preocupación menor y un intercambio que vale la pena si eso nos permite recolectar las mejores muestras cuando las encontremos”, aclaró Stack Morgan en el sitio web de la NASA.
La investigación de Marte no deja de dar de qué hablar; esta vez los científicos van a explorar una zona desconocida del planeta rojo que podría dar indicios de su origen. El rover Perseverance de la NASA llegó a una región conocida como Krokodillen, que en noruego significa “cocodrilo”, y se cree que en esa área de aproximadamente unas 30 hectáreas se encuentra una de las rocas más antiguas e interesantes del territorio marciano.
La zona de investigación es lindera al cráter Jezero, donde el robot aterrizó por primera vez en 2021. Investigaciones previas mostraron posibles indicios de arcilla, lo que sugiere que pudo haber existido agua en ese lugar en algún momento. Si se confirma que hubo recursos hídricos en esa zona, podría pensarse que, en algún momento, allí se pudo albergar vida.
“Si encontramos una posible muestra biológica aquí, lo más probable es que provenga de una época completamente diferente y mucho más temprana de la evolución de Marte que la que descubrimos el año pasado en el cráter con la roca ‘Cheyava Falls‘“, explicó en el sitio oficial de la NASA Ken Farley, científico del Instituto de Tecnología de California, en Pasadena.
“Los últimos cinco meses han sido un torbellino geológico. Así como nuestra exploración de Witch Hazel Hill (lugar en el que hallaron una roca con una textura poco común a la que denominaron Bahía de San Pablo) ha sido un éxito, nuestra investigación de Krokodillen promete ser igual de fascinante”, sostuvo Farley, que precisó que la zona fue nombrada como la palabra cocodrilo en noruego en honor a una cadena montañosa de la isla de Prins Karls Forland, en Noruega.
Detectar arcillas en zonas de Krokodillen podría demostrar la hipótesis de que hubo abundante agua líquida en el pasado, probablemente antes de que el cráter Jezero se formara por el impacto de un asteroide. Además, si sucede como en la Tierra, los minerales arcillosos pueden preservar compuestos orgánicos, por lo que su obtención para el estudio podría dar indicios de vida en el planeta vecino.
Para los investigadores resulta emocionante que el rover Perseverance pueda recolectar muestras que podrían revelar secretos de la historia marciana. Aún es muy temprano para elucubrar teorías, ya que primero esa evidencia debe ser traída a la Tierra para ser analizada en laboratorios de todo el mundo.
Este nuevo camino que emprende la NASA trae algunos cambios. Anteriormente, el vehículo robotizado recolectaba y luego sellaba las muestras. Sin embargo, como ahora está quedándose sin tubos de muestra vacíos, el equipo decidió que recolectara las muestras sin sellar los tubos y si luego encuentra algo más interesante, podrá desechar la muestra anterior.
“Hemos estado explorando Marte durante más de cuatro años y cada uno de los tubos de muestra que llevamos a bordo tiene su propia historia única y fascinante que contar”, sostuvo Katie Stack Morgan, científica del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en el sur de California.
“Quedan siete tubos de muestra vacíos y aún nos queda mucho camino por recorrer, por lo que vamos a mantener algunos tubos sin sellar por ahora. Esta estrategia nos da la máxima flexibilidad para seguir recolectando muestras rocosas diversas e interesantes”, argumentó.
Antes de adoptar esta nueva estrategia, el equipo de ingeniería de muestras evaluó si dejar un tubo sin sellar podría afectar la calidad de lo recogido y se dictaminó que eso no podía suceder. “Aunque existe la posibilidad de que algún material residual del tubo anterior entre en contacto con la nueva muestra, es una preocupación menor y un intercambio que vale la pena si eso nos permite recolectar las mejores muestras cuando las encontremos”, aclaró Stack Morgan en el sitio web de la NASA.
El vehículo robotizado de la NASA ingresó en la zona en la que se encuentran las rocas más antiguas del planeta rojo Read More