Hay hábitos que se repiten en piloto automático. Lavarse los dientes es uno de ellos. Es de conocimiento popular que hay que cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día: una vez a la mañana y otra a la noche antes de acostarse. Sin embargo, rara vez uno se detiene a pensar cuándo conviene hacerlo, si antes o después de ingerir alimentos.
Especialmente a la mañana, esta pregunta es válida por las implicancias que puede tener el momento elegido para el esmalte dental, las bacterias que habitan nuestra boca -que proliferan durante la noche- y la microbiota intestinal.
“Al despertarse la boca tiene una mayor concentración de bacterias, porque hay menor producción de saliva durante toda la noche”, explica Nicolás Focaccia, odontólogo, magíster en implantología y especialista en rehabilitación oral (M.P. 1085).
¿Cuáles son los 5 alimentos que más engordan y que debería evitar consumir?
En este sentido, el especialista plantea que lavarse los dientes al despertarse antes de desayunar permite eliminar esta placa bacteriana formada durante la noche, evitando que las bacterias proliferen y desmineralicen el esmalte, y reduciendo las probabilidades de que se generen caries o enfermedades periodontales.
A su vez, menciona que esta acción puede repercutir en el equilibrio de la microbiota intestinal.
“Cepillarse antes de desayunar elimina buena parte de esas bacterias patógenas y reduce el riesgo de que sean ingeridas al comer, cosa que, a su vez, podría tener un impacto sobre la microbiota digestiva”, expone Focaccia.
Por otro lado, también a favor del cepillado previo al desayuno, el experto argumenta que, si bien el cepillado elimina la placa, este no esteriliza la boca.
“Las bacterias comensales beneficiosas y la saliva se reequilibran rápido. Además, la saliva sigue siendo contrapatógenos durante todo el día”, asegura Focaccia. “Cepillarse antes de comer no elimina la protección natural relevante ni perjudica a largo plazo el ecosistema microbiano oral”.
En la misma línea, en una nota del New York Times en la que en la que Hannah Seo estudió el tema, Apoena de Aguiar Ribeiro, dentista pediátrica y microbióloga de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill consultada como fuente, identificó como una de las razones para cepillarse antes de desayunar, el hecho de que hacerlo activa la producción de saliva, una de las principales defensas naturales de los dientes.
“La saliva ayuda a fortalecer los dientes al depositar minerales que las bacterias podrían haberse comido durante la noche. También contiene bicarbonato, el cual ayuda a neutralizar la acidez en la boca”, señaló de Aguiar Ribeiro.
Así y todo, desde el punto de vista de la higiene mecánica, el odontólogo señala que cepillarse después del desayuno podría ser más eficiente para limpiar residuos de comidas, puesto que estos también funcionan como alimento para la proliferación de bacterias bucales y, por ende, son causantes de caries y enfermedades periodontales.
Ahora bien, si opta por este momento de la mañana, Focaccia hace énfasis en que es clave tener en cuenta el tipo de alimentos ingeridos para evitar daños en el esmalte dental.
“Si nos cepillamos los dientes inmediatamente después de ingerir alimentos ácidos podría haber riesgo de desgaste del esmalte dental, produciendo una erosión o una abrasión a largo plazo”, advierte Focaccia.
Esto, continua, se debe a que el pH bajo de alimentos ácidos –como el jugo de naranja, las frutas cítricas, el café y algunos yogures y lácteos, entre otros ejemplos- vuelve al esmalte temporalmente más permeable y vulnerable al cepillado.
Aunque haciéndolo una vez las consecuencias no son significativas, si se vuelve un hábito, cepillarse los dientes inmediatamente después de la ingesta de alimentos que acidifican el pH puede ser perjudicial para el esmalte dental.
Por eso, en estos casos Focaccia recomienda esperar por lo menos media hora para que la saliva recupere su pH normal y recobre su protección natural.
Si no se puede esperar, sugiere enjuagar la boca con agua sin pasta dental.
Si el desayuno ingerido es más neutro —por ejemplo, tostadas con palta o huevos— el riesgo de erosión es mucho menor.
Para sumar al análisis, en la nota del New York Times previamente mencionada, otra de las fuentes, Carlos Gonzáles-Cabezas, dentista, profesor y decano asociado de asuntos académicos de la Facultad de Odontología de la Universidad de Míchigan, planteó que, si bien es cierto que las bacterias presentes en la boca al despertar están en su punto máximo (y combinadas con un desayuno rico en azúcares y carbohidratos se multiplican), a la mayoría de las personas desayunar les lleva entre 10 y 15 minutos, un tiempo que es suficiente para causar demasiado daño.
Por qué la microbiota es vital para el organismo
Errores frecuentes
En cuanto a errores comunes a la hora de lavarse los dientes, Focaccia recomienda:
evitar enjuagues bucales con alcohol por la mañana, ya que estos pueden irritar la mucosa bucal. Por otro lado, advierte que las pastas blanqueadoras deben evitarse después de comidas ácidas, ya que su poder abrasivo puede potenciar la erosión.También recalca que antibacterianos fuertes como triclosáno clorhexidina no deberían usarse sin indicación profesional.
En definitiva, como en casi todo lo que involucra salud, la mejor elección no es universal, sino contextual.
Hay hábitos que se repiten en piloto automático. Lavarse los dientes es uno de ellos. Es de conocimiento popular que hay que cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día: una vez a la mañana y otra a la noche antes de acostarse. Sin embargo, rara vez uno se detiene a pensar cuándo conviene hacerlo, si antes o después de ingerir alimentos.
Especialmente a la mañana, esta pregunta es válida por las implicancias que puede tener el momento elegido para el esmalte dental, las bacterias que habitan nuestra boca -que proliferan durante la noche- y la microbiota intestinal.
“Al despertarse la boca tiene una mayor concentración de bacterias, porque hay menor producción de saliva durante toda la noche”, explica Nicolás Focaccia, odontólogo, magíster en implantología y especialista en rehabilitación oral (M.P. 1085).
¿Cuáles son los 5 alimentos que más engordan y que debería evitar consumir?
En este sentido, el especialista plantea que lavarse los dientes al despertarse antes de desayunar permite eliminar esta placa bacteriana formada durante la noche, evitando que las bacterias proliferen y desmineralicen el esmalte, y reduciendo las probabilidades de que se generen caries o enfermedades periodontales.
A su vez, menciona que esta acción puede repercutir en el equilibrio de la microbiota intestinal.
“Cepillarse antes de desayunar elimina buena parte de esas bacterias patógenas y reduce el riesgo de que sean ingeridas al comer, cosa que, a su vez, podría tener un impacto sobre la microbiota digestiva”, expone Focaccia.
Por otro lado, también a favor del cepillado previo al desayuno, el experto argumenta que, si bien el cepillado elimina la placa, este no esteriliza la boca.
“Las bacterias comensales beneficiosas y la saliva se reequilibran rápido. Además, la saliva sigue siendo contrapatógenos durante todo el día”, asegura Focaccia. “Cepillarse antes de comer no elimina la protección natural relevante ni perjudica a largo plazo el ecosistema microbiano oral”.
En la misma línea, en una nota del New York Times en la que en la que Hannah Seo estudió el tema, Apoena de Aguiar Ribeiro, dentista pediátrica y microbióloga de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill consultada como fuente, identificó como una de las razones para cepillarse antes de desayunar, el hecho de que hacerlo activa la producción de saliva, una de las principales defensas naturales de los dientes.
“La saliva ayuda a fortalecer los dientes al depositar minerales que las bacterias podrían haberse comido durante la noche. También contiene bicarbonato, el cual ayuda a neutralizar la acidez en la boca”, señaló de Aguiar Ribeiro.
Así y todo, desde el punto de vista de la higiene mecánica, el odontólogo señala que cepillarse después del desayuno podría ser más eficiente para limpiar residuos de comidas, puesto que estos también funcionan como alimento para la proliferación de bacterias bucales y, por ende, son causantes de caries y enfermedades periodontales.
Ahora bien, si opta por este momento de la mañana, Focaccia hace énfasis en que es clave tener en cuenta el tipo de alimentos ingeridos para evitar daños en el esmalte dental.
“Si nos cepillamos los dientes inmediatamente después de ingerir alimentos ácidos podría haber riesgo de desgaste del esmalte dental, produciendo una erosión o una abrasión a largo plazo”, advierte Focaccia.
Esto, continua, se debe a que el pH bajo de alimentos ácidos –como el jugo de naranja, las frutas cítricas, el café y algunos yogures y lácteos, entre otros ejemplos- vuelve al esmalte temporalmente más permeable y vulnerable al cepillado.
Aunque haciéndolo una vez las consecuencias no son significativas, si se vuelve un hábito, cepillarse los dientes inmediatamente después de la ingesta de alimentos que acidifican el pH puede ser perjudicial para el esmalte dental.
Por eso, en estos casos Focaccia recomienda esperar por lo menos media hora para que la saliva recupere su pH normal y recobre su protección natural.
Si no se puede esperar, sugiere enjuagar la boca con agua sin pasta dental.
Si el desayuno ingerido es más neutro —por ejemplo, tostadas con palta o huevos— el riesgo de erosión es mucho menor.
Para sumar al análisis, en la nota del New York Times previamente mencionada, otra de las fuentes, Carlos Gonzáles-Cabezas, dentista, profesor y decano asociado de asuntos académicos de la Facultad de Odontología de la Universidad de Míchigan, planteó que, si bien es cierto que las bacterias presentes en la boca al despertar están en su punto máximo (y combinadas con un desayuno rico en azúcares y carbohidratos se multiplican), a la mayoría de las personas desayunar les lleva entre 10 y 15 minutos, un tiempo que es suficiente para causar demasiado daño.
Por qué la microbiota es vital para el organismo
Errores frecuentes
En cuanto a errores comunes a la hora de lavarse los dientes, Focaccia recomienda:
evitar enjuagues bucales con alcohol por la mañana, ya que estos pueden irritar la mucosa bucal. Por otro lado, advierte que las pastas blanqueadoras deben evitarse después de comidas ácidas, ya que su poder abrasivo puede potenciar la erosión.También recalca que antibacterianos fuertes como triclosáno clorhexidina no deberían usarse sin indicación profesional.
En definitiva, como en casi todo lo que involucra salud, la mejor elección no es universal, sino contextual.
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