PARÍS (enviado especial).– “Horacito era inquieto. Con un año y medio, ya se metía en la cancha mientras yo dabas clases. Teníamos que sacarlo porque agarraba las raquetas y no nos dejaba trabajar”. A doce mil kilómetros de distancia, de Mar del Plata a la capital francesa, la emoción de Horacio Zeballos (padre) es indisimulable a través de la comunicación telefónica con LA NACION. Su hijo, “Horacito”, de 40 años, conquistó Roland Garros, en dobles masculino con el español Marcel Granollers, un torneo muy ligado a las raíces del tenis nacional y a la ciudad balnearia, por Guillermo Vilas, claro.
Entre la ceremonia de premiación sobre la terre battue del Philippe Chatrier, la atención a la prensa y el control antidoping, Zeballos demoró el festejo con los integrantes de su equipo. Se reencontró con ellos en el restaurante del court central; se abrazó con su entrenador, Alejandro Lombardo. “Lo merece. Es un tipo que se rompe el alma y es muy profesional”, apunta el coach del zurdo, acompañado por su hijo, Luca, que vistió la camiseta de la selección argentina de fútbol durante la final.
Luego del triunfo sobre los británicos Joe Salisbury y Neal Skupski por 6-0, 6-7 (5-7) y 7-5, en 2h22m, Zeballos frena unos minutos ante LA NACION y hace un esfuerzo para no emocionarse. Porta la copa de double messieurs (dobles masculino), que tiene grabado el nombre de Jacques Brugnon, en homenaje a uno de los mosqueteros del tenis francés.
El punto decisivo
¡El momento de la gloria! 🏆
🇦🇷 Zeballos y 🇪🇸 Granollers, los CAMPEONES de #RolandGarros. pic.twitter.com/APnLlmME5c
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) June 7, 2025
“En estos momentos se me vienen los recuerdos del frontón en el Edison. Lo primero que hice después del partido fue hacerles una videollamada a mis viejos, y ninguno me atendió. ¿Podés creer? Estarían festejando, no sé. Tengo muchas ganas de darles un abrazo a mi mujer, a mis hijos, al resto de mi familia, que me apoya cada día. Es un trabajo duro el que tienen ellos también, de aguantarme, esperarme… Así que tengo muchas ganas de verlos. Y recuerdos tengo un montón, de todo el trabajo que hago con Ale [Lombardo] y todo mi equipo. Recuerdo los torneos en el club, los viajes por el interior del país, todos los años dándole y dándole, tratando de llegar a este torneo. Un torneo que soñé toda la vida jugar y que ahora gané en dobles”, dice el N° 11, que subirá varias posiciones cuando se actualice el ranking ATP, cuya cima alen mayo del año pasado.
–Se te habían escapado trofeos de Grand Slam tres veces y se te dio en Roland Garros, con lo simbólico que es…
–Justo acá, sí, el torneo más especial para un argentino. Que se me concrete acá mi primer torneo de Grand Slam ganado es único. Siempre me gustó Roland Garros. Me acuerdo de haberme comido toda la final del Gato Gaudio con Guille Coria en el 2004 y de muchísimos partidos más, como cuando ganó Guga Kuerten. Y, de más grande, ver videos de Vilas jugando contra Borg. Y cuando uno llega a Roland Garros la historia está muy viva. Uno está en el vestuario, le ponen en las pantallas partidos para recordar y uno los mira todos.
–Conquistar el ATP de Viña del Mar 2013 venciendo a Rafael Nadal en la final fue un momento premium de tu vida deportiva. Pero la carrera como doblista ya superó todo, ¿verdad?
–Sí, sí. Es increíble. Toda la vida me gustó mucho jugar el dobles, pero nunca imaginé llegar a este punto de felicidad. Obviamente, estoy agradecido por la carrera que tuve en singles, pero este momento es inolvidable.
–Pediste consejos en el vestuario sobre cómo encarar la final. ¿Cómo se te ocurrió hacerlo?
–Ya me había quedado en varias finales, en semifinales. No había rendido tan bien, siempre con un poquito de nervios, y necesitaba soluciones. Me pareció una buena idea preguntarles a los que me cruzaba acá. ¿Qué mejor que preguntarle a Charly [Alcaraz], que jugó cuatro finales de Grand Slam y ganó las cuatro? O a McEnroe, al que le dije: “Dame un consejo”. A Mats Wilander, a Tim Henman. Fueron todos muy abiertos y estuvieron dispuestos a darme sus consejos.
–¿Qué te dijo Alcaraz?
–Todo lo que hablé con Marcel [Granollers], me lo dijo Charly en pocas palabras: “Andá a ganarla. No te quedes con nada. Ganes o pierdas, después quedate con la tranquilidad de que saliste a ganarla y no te quedaste con nada en el cuerpo”.
–¿Cómo fue el encuentro con McEnroe?
–Muy bueno. Lo crucé en el vestuario.
–Como Gaudio en 2004, antes de jugar la final con Coria.
–¡También! Es verdad. Me lo contó mi entrenador. Me dio lindos consejos para estar más tranquilo y confiado en mi juego.
La coronación en la Philippe Chatrier
¡Un momento inolvidable para 🇦🇷 Zeballos y 🇪🇸 Granollers! 🏆#RolandGarros pic.twitter.com/3LJJVdWMMH
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) June 7, 2025
–¿Se te hizo cuesta arriba no ganar un torneo de Grand Slam estando tan cerca?
–Sí, sí, por supuesto. Yo no quería dejar de trabajar, de darle duro, y obviamente, si tenía que firmar que siempre iba a llegar a semifinales o a finales lo hacía, pero queríamos ir por más. Y eso iba pesando cada vez más, iba pesando no quitarnos la espina. Ahora hay un alivio muy lindo.
–¿De qué manera trabajaron en el aspecto psicológico?
–Cada uno tiene sus rutinas, sus herramientas. Hay gente que habla con psicólogos. En nuestro caso, no; hablamos mucho entre nosotros, decimos que hay que sacar todo lo que uno tiene dentro: nervios, miedo, inseguridades. No hay mejor cosa que hablar, ya sea con el compañero o en familia.
–Sos el quinto tenista de la Era Abierta en obtener un título de campeón de dobles de Grand Slam teniendo cuatro décadas en el documento.
–¿En serio? Lo viejo funciona, jaja.
Otros campeones argentinos en Roland Garros
Guillermo Vilas: singles 1977.Gastón Gaudio: singles 2004.Paola Suárez: dobles femenino en 2001, 2002, 2004 y 2005, en pareja con la española Virginia Ruano-Pascual. Enrique Morea: en dobles mixto 1950, con la norteamericana Barbara Scofield. Patricia Tarabini y Javier Frana: en dobles mixto 1996. Gustavo Fernández: en singles adaptado en 2016 y 2019, y en dobles 2019, con el japonés Shingo Kunieda.
PARÍS (enviado especial).– “Horacito era inquieto. Con un año y medio, ya se metía en la cancha mientras yo dabas clases. Teníamos que sacarlo porque agarraba las raquetas y no nos dejaba trabajar”. A doce mil kilómetros de distancia, de Mar del Plata a la capital francesa, la emoción de Horacio Zeballos (padre) es indisimulable a través de la comunicación telefónica con LA NACION. Su hijo, “Horacito”, de 40 años, conquistó Roland Garros, en dobles masculino con el español Marcel Granollers, un torneo muy ligado a las raíces del tenis nacional y a la ciudad balnearia, por Guillermo Vilas, claro.
Entre la ceremonia de premiación sobre la terre battue del Philippe Chatrier, la atención a la prensa y el control antidoping, Zeballos demoró el festejo con los integrantes de su equipo. Se reencontró con ellos en el restaurante del court central; se abrazó con su entrenador, Alejandro Lombardo. “Lo merece. Es un tipo que se rompe el alma y es muy profesional”, apunta el coach del zurdo, acompañado por su hijo, Luca, que vistió la camiseta de la selección argentina de fútbol durante la final.
Luego del triunfo sobre los británicos Joe Salisbury y Neal Skupski por 6-0, 6-7 (5-7) y 7-5, en 2h22m, Zeballos frena unos minutos ante LA NACION y hace un esfuerzo para no emocionarse. Porta la copa de double messieurs (dobles masculino), que tiene grabado el nombre de Jacques Brugnon, en homenaje a uno de los mosqueteros del tenis francés.
El punto decisivo
¡El momento de la gloria! 🏆
🇦🇷 Zeballos y 🇪🇸 Granollers, los CAMPEONES de #RolandGarros. pic.twitter.com/APnLlmME5c
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) June 7, 2025
“En estos momentos se me vienen los recuerdos del frontón en el Edison. Lo primero que hice después del partido fue hacerles una videollamada a mis viejos, y ninguno me atendió. ¿Podés creer? Estarían festejando, no sé. Tengo muchas ganas de darles un abrazo a mi mujer, a mis hijos, al resto de mi familia, que me apoya cada día. Es un trabajo duro el que tienen ellos también, de aguantarme, esperarme… Así que tengo muchas ganas de verlos. Y recuerdos tengo un montón, de todo el trabajo que hago con Ale [Lombardo] y todo mi equipo. Recuerdo los torneos en el club, los viajes por el interior del país, todos los años dándole y dándole, tratando de llegar a este torneo. Un torneo que soñé toda la vida jugar y que ahora gané en dobles”, dice el N° 11, que subirá varias posiciones cuando se actualice el ranking ATP, cuya cima alen mayo del año pasado.
–Se te habían escapado trofeos de Grand Slam tres veces y se te dio en Roland Garros, con lo simbólico que es…
–Justo acá, sí, el torneo más especial para un argentino. Que se me concrete acá mi primer torneo de Grand Slam ganado es único. Siempre me gustó Roland Garros. Me acuerdo de haberme comido toda la final del Gato Gaudio con Guille Coria en el 2004 y de muchísimos partidos más, como cuando ganó Guga Kuerten. Y, de más grande, ver videos de Vilas jugando contra Borg. Y cuando uno llega a Roland Garros la historia está muy viva. Uno está en el vestuario, le ponen en las pantallas partidos para recordar y uno los mira todos.
–Conquistar el ATP de Viña del Mar 2013 venciendo a Rafael Nadal en la final fue un momento premium de tu vida deportiva. Pero la carrera como doblista ya superó todo, ¿verdad?
–Sí, sí. Es increíble. Toda la vida me gustó mucho jugar el dobles, pero nunca imaginé llegar a este punto de felicidad. Obviamente, estoy agradecido por la carrera que tuve en singles, pero este momento es inolvidable.
–Pediste consejos en el vestuario sobre cómo encarar la final. ¿Cómo se te ocurrió hacerlo?
–Ya me había quedado en varias finales, en semifinales. No había rendido tan bien, siempre con un poquito de nervios, y necesitaba soluciones. Me pareció una buena idea preguntarles a los que me cruzaba acá. ¿Qué mejor que preguntarle a Charly [Alcaraz], que jugó cuatro finales de Grand Slam y ganó las cuatro? O a McEnroe, al que le dije: “Dame un consejo”. A Mats Wilander, a Tim Henman. Fueron todos muy abiertos y estuvieron dispuestos a darme sus consejos.
–¿Qué te dijo Alcaraz?
–Todo lo que hablé con Marcel [Granollers], me lo dijo Charly en pocas palabras: “Andá a ganarla. No te quedes con nada. Ganes o pierdas, después quedate con la tranquilidad de que saliste a ganarla y no te quedaste con nada en el cuerpo”.
–¿Cómo fue el encuentro con McEnroe?
–Muy bueno. Lo crucé en el vestuario.
–Como Gaudio en 2004, antes de jugar la final con Coria.
–¡También! Es verdad. Me lo contó mi entrenador. Me dio lindos consejos para estar más tranquilo y confiado en mi juego.
La coronación en la Philippe Chatrier
¡Un momento inolvidable para 🇦🇷 Zeballos y 🇪🇸 Granollers! 🏆#RolandGarros pic.twitter.com/3LJJVdWMMH
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) June 7, 2025
–¿Se te hizo cuesta arriba no ganar un torneo de Grand Slam estando tan cerca?
–Sí, sí, por supuesto. Yo no quería dejar de trabajar, de darle duro, y obviamente, si tenía que firmar que siempre iba a llegar a semifinales o a finales lo hacía, pero queríamos ir por más. Y eso iba pesando cada vez más, iba pesando no quitarnos la espina. Ahora hay un alivio muy lindo.
–¿De qué manera trabajaron en el aspecto psicológico?
–Cada uno tiene sus rutinas, sus herramientas. Hay gente que habla con psicólogos. En nuestro caso, no; hablamos mucho entre nosotros, decimos que hay que sacar todo lo que uno tiene dentro: nervios, miedo, inseguridades. No hay mejor cosa que hablar, ya sea con el compañero o en familia.
–Sos el quinto tenista de la Era Abierta en obtener un título de campeón de dobles de Grand Slam teniendo cuatro décadas en el documento.
–¿En serio? Lo viejo funciona, jaja.
Otros campeones argentinos en Roland Garros
Guillermo Vilas: singles 1977.Gastón Gaudio: singles 2004.Paola Suárez: dobles femenino en 2001, 2002, 2004 y 2005, en pareja con la española Virginia Ruano-Pascual. Enrique Morea: en dobles mixto 1950, con la norteamericana Barbara Scofield. Patricia Tarabini y Javier Frana: en dobles mixto 1996. Gustavo Fernández: en singles adaptado en 2016 y 2019, y en dobles 2019, con el japonés Shingo Kunieda. El marplatense, primer argentino campeón de dobles masculino en un major, cuenta cómo logró estar más enfocado en la final Read More