Tomás Álvarez Cabezas tiene 23 años y fue oficial ayudante de la Policía Federal Argentina (PFA). Cumplía funciones en la División Pericias Telefónicas. Entre 2022 y 2024 hizo, al menos, 51 compras de artículos de perfumería, ropa y comida. Las operaciones fueron online con los datos de las tarjetas de crédito de cuatro compañeros. No se trató de un préstamo de los ‘plásticos’ entre camaradas, sino de un robo, una sustracción de los datos necesarios para hacer las transacciones comerciales.
En los últimos días, Álvarez Cabezas fue condenado a la pena de dos años de prisión en suspenso y la inhabilitación especial por el plazo de cuatro años para ejercer cargos públicos. Fue encontrado culpable de los delitos de “defraudación mediante el uso no autorizado de los datos de tarjetas de crédito ajenas -reiterado en 51 oportunidades- e incumplimiento de deberes de funcionario público”.
Así lo resolvió el juez Luis Salas, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N°1, durante un juicio abreviado.
Según informó el sitio de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar, la investigación comenzó hace un año, cuando una de las víctimas, amiga de la expareja de Álvarez Cabezas, hizo una denuncia ante División Delitos Tecnológicos de la PFA. La presentación fue remitida a la Unidad Fiscal Especializada en Cibercrimen (Ufeci), a cargo de Horacio Azzolin.
“En su denuncia, la víctima, que también es miembro de la PFA, indicó que había advertido al menos 12 compras fraudulentas realizadas en línea en mayo de 2024, con los datos de tres de sus tarjetas de crédito, pertenecientes a los Bancos Nación y Galicia”, según se detalla en la web oficial.
La Ufeci pronto identificó a Álvarez Cabezas como sospechoso. “[El imputado] había cambiado el método de pago de su suscripción a un programa de descuentos de una cadena de cines usando los datos de una de las tarjetas de la víctima”, se explicó en la citada publicación.
Como la víctima y el sospechoso eran integrantes de la misma fuerza de seguridad, se le dio intervención a la División Operaciones Judiciales de la PFA (lo que antes se conocía como Asuntos Internos), desde donde informaron que había otra denuncia de otro uniformado que había sostenido que habían hecho siete compras con una de sus tarjetas.
El 20 de agosto pasado, el fiscal Azzolin formalizó la investigación, pidió unir ambos casos e impulsó una serie de medidas de prueba, y la causa quedó a cargo del fiscal Marcelo Ruilópez.
“La investigación avanzó y así se identificaron un total de cuatro víctimas, todas pertenecientes a la PFA como el imputado. A partir de las pruebas recabadas, el 25 de noviembre de 2024 el fiscal Ruilópez requirió la elevación a juicio del sumario seguido contra Álvarez Cabezas en orden al delito de defraudación mediante el uso no autorizado de los datos de tarjetas de crédito ajenas reiterada en 51 oportunidades, y por incumplimiento de deberes de funcionario público”, se afirmó en www.fiscales.gob.ar.
Durante la investigación se pudo determinar cómo Álvarez Cabezas robó los datos de las tarjetas de las cuatro víctimas.
A uno de los policías, que se desempeñaba en la División Aplicaciones Técnicas de Video, el ahora condenado le robo los datos cuando lo ayudó a instalar la aplicación del Banco Nación.
A la amiga de su expareja, Álvarez Cabezas le copió los datos cuando la víctima fue un día de visita a su casa del barrio de La Boca y dejó la mochila con su billetera en la cocina.
El tercer caso guardó muchas similitudes con el primero. La víctima compartió una capacitación con Álvarez Cabezas en el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina, en Caballito. En un momento fue al baño y cuando regresó encontró su billetera tirada en la computadora de su compañero. Pensó que había sido una broma. Pero no. A partir de ese día le hicieron 12 compras online.
“La cuarta y última víctima identificada en el requerimiento de elevación a juicio fue un compañero del imputado de la Escuela de Cadetes de la PFA Juan Ángel Pirker. El fiscal Ruilópez acusó a Álvarez Cabezas de haberse apropiado de los datos de tarjetas de crédito del damnificado entre el 1 de enero y el 29 de junio de 2022, y haber realizado 11 operaciones con una tarjeta del Banco Francés y dos del Banco Nación pertenecientes a la víctima, entre el 29 de junio de 2022 y el 4 de mayo de 2024″, se informó en la Web de la Procuración.
En el juicio abreviado, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por la auxiliar fiscal Alejandra Dellagiustina.
El juez Salas tuvo por “acreditado que Álvarez Cabezas de manera ilícita y aprovechándose de la relación de confianza que los unía con los damnificados, utilizó sus tarjetas de crédito sin su debida autorización” para efectuar compras de perfumes importados, vestimenta, entradas a espectáculos, combustible y deliverys de comida.
Tomás Álvarez Cabezas tiene 23 años y fue oficial ayudante de la Policía Federal Argentina (PFA). Cumplía funciones en la División Pericias Telefónicas. Entre 2022 y 2024 hizo, al menos, 51 compras de artículos de perfumería, ropa y comida. Las operaciones fueron online con los datos de las tarjetas de crédito de cuatro compañeros. No se trató de un préstamo de los ‘plásticos’ entre camaradas, sino de un robo, una sustracción de los datos necesarios para hacer las transacciones comerciales.
En los últimos días, Álvarez Cabezas fue condenado a la pena de dos años de prisión en suspenso y la inhabilitación especial por el plazo de cuatro años para ejercer cargos públicos. Fue encontrado culpable de los delitos de “defraudación mediante el uso no autorizado de los datos de tarjetas de crédito ajenas -reiterado en 51 oportunidades- e incumplimiento de deberes de funcionario público”.
Así lo resolvió el juez Luis Salas, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N°1, durante un juicio abreviado.
Según informó el sitio de noticias de la Procuración General de la Nación, www.fiscales.gob.ar, la investigación comenzó hace un año, cuando una de las víctimas, amiga de la expareja de Álvarez Cabezas, hizo una denuncia ante División Delitos Tecnológicos de la PFA. La presentación fue remitida a la Unidad Fiscal Especializada en Cibercrimen (Ufeci), a cargo de Horacio Azzolin.
“En su denuncia, la víctima, que también es miembro de la PFA, indicó que había advertido al menos 12 compras fraudulentas realizadas en línea en mayo de 2024, con los datos de tres de sus tarjetas de crédito, pertenecientes a los Bancos Nación y Galicia”, según se detalla en la web oficial.
La Ufeci pronto identificó a Álvarez Cabezas como sospechoso. “[El imputado] había cambiado el método de pago de su suscripción a un programa de descuentos de una cadena de cines usando los datos de una de las tarjetas de la víctima”, se explicó en la citada publicación.
Como la víctima y el sospechoso eran integrantes de la misma fuerza de seguridad, se le dio intervención a la División Operaciones Judiciales de la PFA (lo que antes se conocía como Asuntos Internos), desde donde informaron que había otra denuncia de otro uniformado que había sostenido que habían hecho siete compras con una de sus tarjetas.
El 20 de agosto pasado, el fiscal Azzolin formalizó la investigación, pidió unir ambos casos e impulsó una serie de medidas de prueba, y la causa quedó a cargo del fiscal Marcelo Ruilópez.
“La investigación avanzó y así se identificaron un total de cuatro víctimas, todas pertenecientes a la PFA como el imputado. A partir de las pruebas recabadas, el 25 de noviembre de 2024 el fiscal Ruilópez requirió la elevación a juicio del sumario seguido contra Álvarez Cabezas en orden al delito de defraudación mediante el uso no autorizado de los datos de tarjetas de crédito ajenas reiterada en 51 oportunidades, y por incumplimiento de deberes de funcionario público”, se afirmó en www.fiscales.gob.ar.
Durante la investigación se pudo determinar cómo Álvarez Cabezas robó los datos de las tarjetas de las cuatro víctimas.
A uno de los policías, que se desempeñaba en la División Aplicaciones Técnicas de Video, el ahora condenado le robo los datos cuando lo ayudó a instalar la aplicación del Banco Nación.
A la amiga de su expareja, Álvarez Cabezas le copió los datos cuando la víctima fue un día de visita a su casa del barrio de La Boca y dejó la mochila con su billetera en la cocina.
El tercer caso guardó muchas similitudes con el primero. La víctima compartió una capacitación con Álvarez Cabezas en el Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina, en Caballito. En un momento fue al baño y cuando regresó encontró su billetera tirada en la computadora de su compañero. Pensó que había sido una broma. Pero no. A partir de ese día le hicieron 12 compras online.
“La cuarta y última víctima identificada en el requerimiento de elevación a juicio fue un compañero del imputado de la Escuela de Cadetes de la PFA Juan Ángel Pirker. El fiscal Ruilópez acusó a Álvarez Cabezas de haberse apropiado de los datos de tarjetas de crédito del damnificado entre el 1 de enero y el 29 de junio de 2022, y haber realizado 11 operaciones con una tarjeta del Banco Francés y dos del Banco Nación pertenecientes a la víctima, entre el 29 de junio de 2022 y el 4 de mayo de 2024″, se informó en la Web de la Procuración.
En el juicio abreviado, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por la auxiliar fiscal Alejandra Dellagiustina.
El juez Salas tuvo por “acreditado que Álvarez Cabezas de manera ilícita y aprovechándose de la relación de confianza que los unía con los damnificados, utilizó sus tarjetas de crédito sin su debida autorización” para efectuar compras de perfumes importados, vestimenta, entradas a espectáculos, combustible y deliverys de comida.
El acusado, un oficial ayudate de la Policía Federal Argentina (PFA), fue condenado a la pena de dos años de prisión en suspenso Read More