En cualquier torneo, la definición estaría reservada a los cuatro golfistas que saldrán a jugar en los últimos dos grupos. Serían Viktor Hovland y JJ Spaun, a las 16.24, y Adam Scott y Sam Burns, 11 minutos más tarde. Con orden alterado, dos duelos con tintes de western que coparon el sábado y prometen tener su secuela en la vuelta final. En el US Open, no obstante, no se puede quitar de la ecuación a un factor adicional: la cancha. Y más cuando se trata de la de Oakmont Country Club, considerada la más difícil de Estados Unidos, que pone en carrera a cualquiera que esté a una distancia razonable.
La lluvia del viernes por la noche resultó un alivio para los 67 jugadores que se clasificaron para actuar el fin de semana en la icónica cancha de las afueras de Pittsburgh, Pensilvania, la más utilizada por la USGA para su major. Sin llegar a alcanzar el nivel de “accesible”, al menos el sábado no fue lo demandante de los primeros dos días y permitió que aparecieran algunos números en rojo –o sea, buenos– en el tablero. Al final del día, cuatro jugadores se mantienen bajo el par de la cancha y sacaron algo de aire respecto al resto. Aunque todo indique que la lucha se centrará en ellos, con la cancha más dura y las banderas más difíciles este domingo, nadie estará a resguardo de hacer un score alto.
Burns y Spaun compartieron el grupo final y, aunque con distintos compañeros, serán protagonistas centrales de la definición. El primero, que llegó a la tercera rueda con un golpe de ventaja, registró 69 y con -4 mira a todos desde arriba. Su contrincante estaba a uno y así se mantuvo tras firmar una vuelta idéntica, pero perdió a manos de Scott el privilegio de volver a salir en el último grupo. El australiano es el único integrante del top 10 que sabe lo que es ganar un major (obtuvo el Masters de 2013) y tras dos vueltas de 70 hizo la mejor tarjeta del sábado, con 67, y se puso también a un golpe. El cuarto en discordia es el noruego Hovland, el más joven (27 años). Una promesa que tiene siete títulos de campeón en el tour y la cuenta pendiente de dar la talla en los certámenes grandes.
Un poco más retrasado pero sin perder la esperanza aparece el argentino Emiliano Grillo, que volvió a tener una vuelta muy sólida y se mantiene expectante. Cuatro bogeys y tres birdies en un recorrido de 71 golpes y un total de +4 en el campeonato lo colocan en el puesto 11. Volvió a jugar bien desde el tee (11 de 14 fairways acertados) y estuvo certero con los hierros (13 de 18 greens), pero no tuvo muchas chances de birdies. Bajó los dos pares 5 (además del par 4 del 14) y no cometió errores de esos que sacan del torneo.
Como el jueves, tuvo chance de bajar el 17, un par 4 corto en el que llegó al green con el tiro de salida, pero volvió a hacer tres putts. No consiguió embalarse y escalar posiciones para ir por todo el domingo, pero saldrá a jugar con la ventaja de que, en esta cancha, un buen score puede poner bajo presión a los primeros. En su primer major del año, jugando tras ingresar mediante las instancias clasificatorias, intentará cuanto menos repetir la posición de top 10 que consiguió en el Open Championship de 2023 (6ª).
Entre los nueve empatados con Grillo se ubica Scottie Scheffler, que no termina de despegar, aunque tampoco se da por vencido. Hizo el par de la cancha y escaló hasta el lugar 11. “Me costó tomar ritmo. Cometí algunos errores tontos, como un par de tres putts, que son letales”, admitió el número 1 del mundo. “En general, luché con todo. Acá uno comete pequeños errores. No estoy donde esperaba, pero, por cómo he estado pegando y jugando estos últimos días, siento que podría estar mucho peor. Con la cancha más blanda hay algunas banderas que uno podés atacar, cosa que no podría hacer si los greens estuvieran firmes. Pero hay que tener cuidado. Si uno se pasa de agresivo y falla del lado corto, va a encontrarse en aprietos muy pronto”.
Águila del belga Thomas Detry
Eagle hole-out 👀@TomDetry calls backboard from 141-yards out @USOpenGolf.pic.twitter.com/04rTvWdwAT
— PGA TOUR (@PGATOUR) June 13, 2025
Ya habían quedado en el camino algunas figuras, como Bryson DeChambeau y Phil Mickelson. El sábado no resultó el moving day que esperaban Rory McIlroy (74 y +10), Xander Schauffele (71 y +7) y Jon Rahm (73 y +7). El único de los hombres rutilantes que estaban en la pelea, Brooks Koepka, se deslizó con un recorrido de 73 (cayó a +5). Sin estrellas arriba, entonces, Oakmont CC sigue robándose el protagonismo.
En cualquier torneo, la definición estaría reservada a los cuatro golfistas que saldrán a jugar en los últimos dos grupos. Serían Viktor Hovland y JJ Spaun, a las 16.24, y Adam Scott y Sam Burns, 11 minutos más tarde. Con orden alterado, dos duelos con tintes de western que coparon el sábado y prometen tener su secuela en la vuelta final. En el US Open, no obstante, no se puede quitar de la ecuación a un factor adicional: la cancha. Y más cuando se trata de la de Oakmont Country Club, considerada la más difícil de Estados Unidos, que pone en carrera a cualquiera que esté a una distancia razonable.
La lluvia del viernes por la noche resultó un alivio para los 67 jugadores que se clasificaron para actuar el fin de semana en la icónica cancha de las afueras de Pittsburgh, Pensilvania, la más utilizada por la USGA para su major. Sin llegar a alcanzar el nivel de “accesible”, al menos el sábado no fue lo demandante de los primeros dos días y permitió que aparecieran algunos números en rojo –o sea, buenos– en el tablero. Al final del día, cuatro jugadores se mantienen bajo el par de la cancha y sacaron algo de aire respecto al resto. Aunque todo indique que la lucha se centrará en ellos, con la cancha más dura y las banderas más difíciles este domingo, nadie estará a resguardo de hacer un score alto.
Burns y Spaun compartieron el grupo final y, aunque con distintos compañeros, serán protagonistas centrales de la definición. El primero, que llegó a la tercera rueda con un golpe de ventaja, registró 69 y con -4 mira a todos desde arriba. Su contrincante estaba a uno y así se mantuvo tras firmar una vuelta idéntica, pero perdió a manos de Scott el privilegio de volver a salir en el último grupo. El australiano es el único integrante del top 10 que sabe lo que es ganar un major (obtuvo el Masters de 2013) y tras dos vueltas de 70 hizo la mejor tarjeta del sábado, con 67, y se puso también a un golpe. El cuarto en discordia es el noruego Hovland, el más joven (27 años). Una promesa que tiene siete títulos de campeón en el tour y la cuenta pendiente de dar la talla en los certámenes grandes.
Un poco más retrasado pero sin perder la esperanza aparece el argentino Emiliano Grillo, que volvió a tener una vuelta muy sólida y se mantiene expectante. Cuatro bogeys y tres birdies en un recorrido de 71 golpes y un total de +4 en el campeonato lo colocan en el puesto 11. Volvió a jugar bien desde el tee (11 de 14 fairways acertados) y estuvo certero con los hierros (13 de 18 greens), pero no tuvo muchas chances de birdies. Bajó los dos pares 5 (además del par 4 del 14) y no cometió errores de esos que sacan del torneo.
Como el jueves, tuvo chance de bajar el 17, un par 4 corto en el que llegó al green con el tiro de salida, pero volvió a hacer tres putts. No consiguió embalarse y escalar posiciones para ir por todo el domingo, pero saldrá a jugar con la ventaja de que, en esta cancha, un buen score puede poner bajo presión a los primeros. En su primer major del año, jugando tras ingresar mediante las instancias clasificatorias, intentará cuanto menos repetir la posición de top 10 que consiguió en el Open Championship de 2023 (6ª).
Entre los nueve empatados con Grillo se ubica Scottie Scheffler, que no termina de despegar, aunque tampoco se da por vencido. Hizo el par de la cancha y escaló hasta el lugar 11. “Me costó tomar ritmo. Cometí algunos errores tontos, como un par de tres putts, que son letales”, admitió el número 1 del mundo. “En general, luché con todo. Acá uno comete pequeños errores. No estoy donde esperaba, pero, por cómo he estado pegando y jugando estos últimos días, siento que podría estar mucho peor. Con la cancha más blanda hay algunas banderas que uno podés atacar, cosa que no podría hacer si los greens estuvieran firmes. Pero hay que tener cuidado. Si uno se pasa de agresivo y falla del lado corto, va a encontrarse en aprietos muy pronto”.
Águila del belga Thomas Detry
Eagle hole-out 👀@TomDetry calls backboard from 141-yards out @USOpenGolf.pic.twitter.com/04rTvWdwAT
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Ya habían quedado en el camino algunas figuras, como Bryson DeChambeau y Phil Mickelson. El sábado no resultó el moving day que esperaban Rory McIlroy (74 y +10), Xander Schauffele (71 y +7) y Jon Rahm (73 y +7). El único de los hombres rutilantes que estaban en la pelea, Brooks Koepka, se deslizó con un recorrido de 73 (cayó a +5). Sin estrellas arriba, entonces, Oakmont CC sigue robándose el protagonismo.
El tercer major del año no tiene un favorito claro y se destaca más por la dureza del campo que por los scores; buena labor de Grillo Read More