JERUSALÉN.- La tensión es máxima. Mientras Israel siguió adelante con sus “exitosos” ataques contra Irán, en los que mató a comandantes clave de la Guardia Revolucionaria e intensificó sus bombardeos contra objetivos estratégicos, en una decisión más que llamativa, Estados Unidos movilizó este sábado los aviones que pueden tirar las bombas “anti-búnker” que necesita el Estado hebreo para destruir en forma definitiva el temible programa nuclear iraní. En efecto, este es el objetivo declarado de esta nueva guerra que mantiene en vilo al mundo y que podría degenerar en un conflicto aún mayor y de consecuencias impredecibles.
Días atrás, el presidente estadounidense, Donald Trump, famoso por decir un día una cosa y al siguiente, lo contrario, hizo saber que iba a tomarse dos semanas para decidir si Estados Unidos se sumará a la ofensiva contra Irán, como le está pidiendo a gritos su aliado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras intenta encarrilar las conversaciones nucleares.
Funcionarios israelíes le comunicaron al gobierno de Trump que no quieren esperar dos semanas y que podrían actuar por su cuenta antes de que termine ese plazo, informó la agencia Reuters en base a dos fuentes que pidieron el anonimato.
La movilización de los bombarderos B-2 desde la base aérea Whiteman, en Misuri, a la isla de Guam, en el Pacífico, según informaron la agencia Reuters y medios norteamericanos, causó entusiasmo en Israel. Aquí todo el mundo espera que Trump ayude a “Bibi” Netanyahu a terminar el “trabajo sucio” lo antes posible, en momentos en que Israel se encuentra en estado de emergencia, prácticamente paralizado y es blanco desde hace nueve días de ataques misilísticos y con drones que han sembrado pánico y destrucción entre la población.
Sin embargo, nadie descarta que la movilización de los bombarderos pueda tener que ver con una jugada estratégica de Washington para presionar psicológicamente el debilitado régimen iraní a que renuncie a su tan temido programa nuclear antes de que sea demasiado tarde.
Los B-2 tienen la capacidad única de transportar la bomba estadounidense más pesada, el Penetrador de Artillería Masiva (Massive Ordnance Penetrator) GBU-57 -la “bomba anti-búnker”-, de 13.600 kilos, diseñada para destruir objetivos a gran profundidad. Es la única arma que, según los expertos, podría utilizarse para atacar la inaccesible instalación nuclear subterránea de Fordo.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, advirtió que una intervención de Estados Unidos en el conflicto entre su país e Israel sería “muy, muy peligrosa” para todos.
La declaración de Araghchi -que el viernes participó en Ginebra de una reunión con sus pares de Alemania, Francia y Reino Unido que no logró avances concretos-, tuvo lugar en Estambul. Allí se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien reiteró que la reanudación de las conversaciones nucleares con Estados Unidos es la única vía para resolver el conflicto con Israel y ratificó estar dispuesto a desempeñar un papel facilitador.
Erdogan definió como “un acto de sabotaje” la decisión de Israel de atacar a Irán justo dos días antes de una reunión prevista con Estados Unidos para hablar del tema.
“Nuestro próximo enemigo será Turquía”, comentó a LA NACION una fuente gubernamental israelí que prefirió el anonimato, quien consideró que “cuanto más tiempo dure la guerra, mejor”.
En otras gestiones, el presidente francés, Emmanuel Macron, habló con su par iraní, Masoud Pezeshkian, quien le dijo que Teherán no detendrá su actividad nuclear pacífica bajo ninguna circunstancia y advirtió que la respuesta a Israel “será aún más devastadora”.
“Estamos dispuestos a dialogar y cooperar para fomentar la confianza en el ámbito de las actividades nucleares con fines pacíficos, pero no aceptamos reducir las actividades nucleares a cero bajo ninguna circunstancia”, declaró Pezeshkian.
Ataques cruzados
Sobre el terreno, en el noveno día de guerra siguieron los ataques cruzados. Irán lanzó en la madrugada una nueva oleada de misiles contra Tel Aviv y un dron impactó una vivienda en la ciudad norteña de Beit She’an, en el primer incidente de este tipo desde que comenzó el conflicto hace una semana, confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). No hubo víctimas fatales sino más daños.
El Ejército israelí respondió no sólo con bombardeos contra instalaciones nucleares iraníes, rampas de lanzamientos de misiles y naves de guerra, sino que anunció, con bombos y platillos, que eliminó a Said Izadi, un comandante de la Guardia Revolucionaria encargado de la coordinación con “la organización terrorista Hamas”, el grupo extremista palestino con el que Israel está en guerra en Gaza.
Izadi fue asesinado en un ataque en la ciudad iraní de Qom, anunciaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El comandante fue uno de los principales planificadores del ataque del 7 de octubre, según el Ejército. También anunció haber matado a otros dos otros comandantes de la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de Teherán: Aminpour Joudaki, que habría dirigido “cientos” de ataques de drones contra Israel, según la fuente, y Behnam Shahriyari, un comandante de la Fuerza Quds.
“Shahriyari fue responsable de todas las transferencias de armas del régimen iraní a sus representantes en todo el Medio Oriente con el fin de promover directamente el plan del régimen iraní de destruir a Israel. También comandaba la transferencia anual de cientos de millones de dólares a diversas organizaciones terroristas”, indicaron las autoridades en redes sociales.
Las víctimas mortales registradas en el país persa desde el comienzo de la ofensiva israelí ascienden a por lo menos a 430, según el último balance de las autoridades iraníes. En Israel, según el gobierno, desde el inicio de la operación León Ascendente, desde Irán fueron lanzados más de 450 misiles y se utilizaron más de 400 drones, que causaron 24 muertos y 1272 heridos (14 en estado grave y 1207 con lesiones leves) y una destrucción nunca antes vista (con más de 25.000 reclamos relacionados con daños en edificios, 2600 relacionados con vehículos y 3006 vinculados a otras propiedades). La contraofensiva iraní dio lugar, además, a la evacuación de sus hogares de más 8000 personas.
Amenazas
En medio de los ataques cruzados y en un fiel reflejo del clima cada vez más candente, un destacado asesor del líder supremo de Irán lanzó una fuerte amenaza contra el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el diplomático argentino Rafael Grossi. El funcionario es considerado por algunos el responsable indirecto del sorpresivo ataque de Israel.
Ali Larijani, asesor del líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, en un mensaje inquietante en sus redes sociales, advirtió que cuando termine el conflicto el funcionario de Naciones Unidas “pagará”.
Le respondió, también a través de las redes sociales, el canciller israelí Gideon Sa’ar, que al comentar, escandalizado, semejante amenaza, definió a Irán como “un Estado mafioso”.
Muy activo en X, Sa’ar también hizo saber que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán intentó perpetrar un ataque contra ciudadanos israelíes en Chipre.
“Gracias a la actuación de las autoridades de seguridad chipriotas, en cooperación con los servicios de seguridad israelíes, se frustró el ataque terrorista”, escribió, al asegurar que Israel “seguirá actuando para eliminar la amenaza existencial que representa el régimen terrorista iraní”, acusándolo de atacar deliberadamente a civiles israelíes tanto en Israel como en el extranjero.
Como si no alcanzara con todo lo anterior, los rebeldes hutíes de Yemen -aliados de Teherán- amenazaron con actuar contra los navíos de Estados Unidos en el mar Rojo, pese a un reciente acuerdo de alto el fuego, si Washington decide intervenir en la guerra entre Israel e Irán.
“Si Estados Unidos se involucra en un ataque y una agresión contra Irán junto al enemigo israelí, las Fuerzas Armadas (hutíes) apuntarán a sus barcos y buques de guerra en el mar Rojo”, dijo el vocero militar del grupo, Yahya Sari, en una declaración grabada en video.
En un escenario cada vez más complejo, el líder supremo de Irán -que se encuentra oculto en algún búnker desde que comenzó esta guerra que también apunta a descabezar el régimen, como dijo abiertamente Netanyahu-, eligió a tres clérigos de alto rango para reemplazarlo si él es asesinado, consignó este sábado The New York Times. El medio estadounidense detalló que también decidió quiénes serán sustitutos en su cadena de mando militar en caso de que mueran en ataques israelíes.
En cuanto a Khamenei, considerado aquí “un muerto que camina”, el sitio web Axios aseguró que Trump y Erdogan intentaron en forma secreta organizar un encuentro entre altos funcionarios estadounidenses e iraníes en Estambul esta semana, pero el intento del presidente turco fracasó porque el líder supremo, oculto nadie sabe dónde, no pudo dar su visto bueno.
Según el medio norteamericano, hasta Trump se habría ofrecido a participar en persona en ese encuentro secreto, de ser necesario. Algo que indica que, más allá de la movilización de los bombarderos, quizás el presidente estadounidense, consciente de que involucrarse podría ser una jugada demasiado arriesgada a nivel interno como internacional, aún quiere darle una oportunidad a la carta diplomática.
JERUSALÉN.- La tensión es máxima. Mientras Israel siguió adelante con sus “exitosos” ataques contra Irán, en los que mató a comandantes clave de la Guardia Revolucionaria e intensificó sus bombardeos contra objetivos estratégicos, en una decisión más que llamativa, Estados Unidos movilizó este sábado los aviones que pueden tirar las bombas “anti-búnker” que necesita el Estado hebreo para destruir en forma definitiva el temible programa nuclear iraní. En efecto, este es el objetivo declarado de esta nueva guerra que mantiene en vilo al mundo y que podría degenerar en un conflicto aún mayor y de consecuencias impredecibles.
Días atrás, el presidente estadounidense, Donald Trump, famoso por decir un día una cosa y al siguiente, lo contrario, hizo saber que iba a tomarse dos semanas para decidir si Estados Unidos se sumará a la ofensiva contra Irán, como le está pidiendo a gritos su aliado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras intenta encarrilar las conversaciones nucleares.
Funcionarios israelíes le comunicaron al gobierno de Trump que no quieren esperar dos semanas y que podrían actuar por su cuenta antes de que termine ese plazo, informó la agencia Reuters en base a dos fuentes que pidieron el anonimato.
La movilización de los bombarderos B-2 desde la base aérea Whiteman, en Misuri, a la isla de Guam, en el Pacífico, según informaron la agencia Reuters y medios norteamericanos, causó entusiasmo en Israel. Aquí todo el mundo espera que Trump ayude a “Bibi” Netanyahu a terminar el “trabajo sucio” lo antes posible, en momentos en que Israel se encuentra en estado de emergencia, prácticamente paralizado y es blanco desde hace nueve días de ataques misilísticos y con drones que han sembrado pánico y destrucción entre la población.
Sin embargo, nadie descarta que la movilización de los bombarderos pueda tener que ver con una jugada estratégica de Washington para presionar psicológicamente el debilitado régimen iraní a que renuncie a su tan temido programa nuclear antes de que sea demasiado tarde.
Los B-2 tienen la capacidad única de transportar la bomba estadounidense más pesada, el Penetrador de Artillería Masiva (Massive Ordnance Penetrator) GBU-57 -la “bomba anti-búnker”-, de 13.600 kilos, diseñada para destruir objetivos a gran profundidad. Es la única arma que, según los expertos, podría utilizarse para atacar la inaccesible instalación nuclear subterránea de Fordo.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, advirtió que una intervención de Estados Unidos en el conflicto entre su país e Israel sería “muy, muy peligrosa” para todos.
La declaración de Araghchi -que el viernes participó en Ginebra de una reunión con sus pares de Alemania, Francia y Reino Unido que no logró avances concretos-, tuvo lugar en Estambul. Allí se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien reiteró que la reanudación de las conversaciones nucleares con Estados Unidos es la única vía para resolver el conflicto con Israel y ratificó estar dispuesto a desempeñar un papel facilitador.
Erdogan definió como “un acto de sabotaje” la decisión de Israel de atacar a Irán justo dos días antes de una reunión prevista con Estados Unidos para hablar del tema.
“Nuestro próximo enemigo será Turquía”, comentó a LA NACION una fuente gubernamental israelí que prefirió el anonimato, quien consideró que “cuanto más tiempo dure la guerra, mejor”.
En otras gestiones, el presidente francés, Emmanuel Macron, habló con su par iraní, Masoud Pezeshkian, quien le dijo que Teherán no detendrá su actividad nuclear pacífica bajo ninguna circunstancia y advirtió que la respuesta a Israel “será aún más devastadora”.
“Estamos dispuestos a dialogar y cooperar para fomentar la confianza en el ámbito de las actividades nucleares con fines pacíficos, pero no aceptamos reducir las actividades nucleares a cero bajo ninguna circunstancia”, declaró Pezeshkian.
Ataques cruzados
Sobre el terreno, en el noveno día de guerra siguieron los ataques cruzados. Irán lanzó en la madrugada una nueva oleada de misiles contra Tel Aviv y un dron impactó una vivienda en la ciudad norteña de Beit She’an, en el primer incidente de este tipo desde que comenzó el conflicto hace una semana, confirmaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). No hubo víctimas fatales sino más daños.
El Ejército israelí respondió no sólo con bombardeos contra instalaciones nucleares iraníes, rampas de lanzamientos de misiles y naves de guerra, sino que anunció, con bombos y platillos, que eliminó a Said Izadi, un comandante de la Guardia Revolucionaria encargado de la coordinación con “la organización terrorista Hamas”, el grupo extremista palestino con el que Israel está en guerra en Gaza.
Izadi fue asesinado en un ataque en la ciudad iraní de Qom, anunciaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). El comandante fue uno de los principales planificadores del ataque del 7 de octubre, según el Ejército. También anunció haber matado a otros dos otros comandantes de la Guardia Revolucionaria, el ejército ideológico de Teherán: Aminpour Joudaki, que habría dirigido “cientos” de ataques de drones contra Israel, según la fuente, y Behnam Shahriyari, un comandante de la Fuerza Quds.
“Shahriyari fue responsable de todas las transferencias de armas del régimen iraní a sus representantes en todo el Medio Oriente con el fin de promover directamente el plan del régimen iraní de destruir a Israel. También comandaba la transferencia anual de cientos de millones de dólares a diversas organizaciones terroristas”, indicaron las autoridades en redes sociales.
Las víctimas mortales registradas en el país persa desde el comienzo de la ofensiva israelí ascienden a por lo menos a 430, según el último balance de las autoridades iraníes. En Israel, según el gobierno, desde el inicio de la operación León Ascendente, desde Irán fueron lanzados más de 450 misiles y se utilizaron más de 400 drones, que causaron 24 muertos y 1272 heridos (14 en estado grave y 1207 con lesiones leves) y una destrucción nunca antes vista (con más de 25.000 reclamos relacionados con daños en edificios, 2600 relacionados con vehículos y 3006 vinculados a otras propiedades). La contraofensiva iraní dio lugar, además, a la evacuación de sus hogares de más 8000 personas.
Amenazas
En medio de los ataques cruzados y en un fiel reflejo del clima cada vez más candente, un destacado asesor del líder supremo de Irán lanzó una fuerte amenaza contra el jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el diplomático argentino Rafael Grossi. El funcionario es considerado por algunos el responsable indirecto del sorpresivo ataque de Israel.
Ali Larijani, asesor del líder supremo de Irán, el ayatollah Ali Khamenei, en un mensaje inquietante en sus redes sociales, advirtió que cuando termine el conflicto el funcionario de Naciones Unidas “pagará”.
Le respondió, también a través de las redes sociales, el canciller israelí Gideon Sa’ar, que al comentar, escandalizado, semejante amenaza, definió a Irán como “un Estado mafioso”.
Muy activo en X, Sa’ar también hizo saber que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán intentó perpetrar un ataque contra ciudadanos israelíes en Chipre.
“Gracias a la actuación de las autoridades de seguridad chipriotas, en cooperación con los servicios de seguridad israelíes, se frustró el ataque terrorista”, escribió, al asegurar que Israel “seguirá actuando para eliminar la amenaza existencial que representa el régimen terrorista iraní”, acusándolo de atacar deliberadamente a civiles israelíes tanto en Israel como en el extranjero.
Como si no alcanzara con todo lo anterior, los rebeldes hutíes de Yemen -aliados de Teherán- amenazaron con actuar contra los navíos de Estados Unidos en el mar Rojo, pese a un reciente acuerdo de alto el fuego, si Washington decide intervenir en la guerra entre Israel e Irán.
“Si Estados Unidos se involucra en un ataque y una agresión contra Irán junto al enemigo israelí, las Fuerzas Armadas (hutíes) apuntarán a sus barcos y buques de guerra en el mar Rojo”, dijo el vocero militar del grupo, Yahya Sari, en una declaración grabada en video.
En un escenario cada vez más complejo, el líder supremo de Irán -que se encuentra oculto en algún búnker desde que comenzó esta guerra que también apunta a descabezar el régimen, como dijo abiertamente Netanyahu-, eligió a tres clérigos de alto rango para reemplazarlo si él es asesinado, consignó este sábado The New York Times. El medio estadounidense detalló que también decidió quiénes serán sustitutos en su cadena de mando militar en caso de que mueran en ataques israelíes.
En cuanto a Khamenei, considerado aquí “un muerto que camina”, el sitio web Axios aseguró que Trump y Erdogan intentaron en forma secreta organizar un encuentro entre altos funcionarios estadounidenses e iraníes en Estambul esta semana, pero el intento del presidente turco fracasó porque el líder supremo, oculto nadie sabe dónde, no pudo dar su visto bueno.
Según el medio norteamericano, hasta Trump se habría ofrecido a participar en persona en ese encuentro secreto, de ser necesario. Algo que indica que, más allá de la movilización de los bombarderos, quizás el presidente estadounidense, consciente de que involucrarse podría ser una jugada demasiado arriesgada a nivel interno como internacional, aún quiere darle una oportunidad a la carta diplomática.
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