VENECIA.- Estrellas de moda, actores, personalidades del sector tecnológico y hasta una reina se mezclan este jueves entre los turistas en Venecia, donde el multimillonario Jeff Bezos, jefe de Amazon, celebrará su suntuosa boda, un evento que suscita curiosidad pero también divide a la población local.
Las celebraciones de Bezos y su futura esposa Lauren Sánchez empiezan este jueves y terminarán el sábado con una ceremonia que tendrá extensas medidas de seguridad.
Bezos y Sánchez aterrizaron el miércoles en Venecia en helicóptero y se instalaron en el lujoso hotel Aman, donde las habitaciones con vistas al Gran Canal que podrían costar hasta 10.000 euros la noche.
Los invitados se reunirán este jueves por la noche por primera vez en los claustros de Madonna dell’Orto, una iglesia medieval en la zona central de Cannaregio que contiene obras maestras del pintor Tintoretto del siglo XVI.
El ayuntamiento prohibió el paso de peatones y el tráfico fluvial por la zona desde las 16.30 (hora local) hasta medianoche, bloqueando el paso a los manifestantes que prometieron arruinar la fiesta.
Según la prensa italiana, ambos intercambiarán el viernes alianzas y votos en la pequeña isla de San Giorgio Maggiore, frente a la plaza principal de San Marcos. Esta ceremonia, según un alto funcionario del ayuntamiento, no tendrá carácter legal bajo la ley italiana.
Algunos especularon con que la pareja ya se casó legalmente en Estados Unidos, lo que les ahorra la burocracia asociada con un matrimonio italiano, como el hecho de tener que celebrarse en un lugar aprobado y tener que notificar al ayuntamiento local con antelación. Aunque no hay información oficial.
Las celebraciones concluirán el sábado con la fiesta principal de la boda que tendrá lugar en uno de los salones del Arsenale, un gran antiguo astillero medieval transformado en un espacio de arte en el distrito oriental de Castello.
Los invitados
Mientras tanto, los invitados viajan de una isla a otra a bordo de las famosas lanchas venecianas, escoltados por sus guardaespaldas. Le siguen otras embarcaciones alquiladas a precios astronómicos por medios de comunicación de todo el mundo.
Se esperan entre 200 y 250 personalidades del mundo del espectáculo, la política y las finanzas participen en lo que se denominó ampliamente “la boda del siglo”, con un costo estimado de entre 40 y 48 millones de euros (46 a 56 millones de dólares).
Entre los cerca de 250 invitados figuran, según la prensa italiana, Leonardo DiCaprio, Elton John, Mick Jagger, Lady Gaga, Orlando Bloom y la reina de Jordania.
Los fotógrafos apostados en la zona registraron las llegadas a Ivanka Trump, la hija del presidente estadounidense, acompañada de su esposo Jared Kushner y sus hijos. También a Kim Kardashian y otros miembros de su familia, al estilista estadounidense Spencer Antle, al inversor y exagente Michael Kives y a la presentadora estrella Oprah Winfrey.
Este jueves también sorprendió la presencia de la reina Rania de Jordania. Según las imágenes, la esposa del rey Abdullah II llegando a Venecia vestida completamente de negro con la intención de pasar desapercibida.
En la laguna, los yates se elevan ahora como catedrales de carbono y sus picos en forma de antena parabólica se confunden con las agujas de las iglesias, las cúpulas de los palacios y las aves marinas.
Algunos celebran que el multimillonario haya elegido la zona para casarse. Pero otros denuncian la privatización de un frágil ecosistema lacustre, amenazado por un turismo excesivo y la subida del nivel del mar.
Christine Baker, una turista estadounidense de 51 años, lo considera “una exhibición excesiva de riqueza y codicia”. “Entiendo por qué la gente está disgustada”, declaró esta profesora.
Adriana, sin embargo, ve las fiestas como un regalo caído del cielo. “Todos ganan, los taxis (barcos), los hoteles de lujo. Si no se benefician ellos, ¿quién lo hará?”, afirma esta veneciana de 83 años.
“Venecia no está en venta”
El derroche de lujo, sin embargo, suscita polémica en Venecia, donde parte de la población teme que los invitados hagan todavía más inhabitable una ciudad ya invadida por los turistas.
Unas 100.000 personas duermen en la ciudad durante la temporada alta, a las que se suman decenas de miles de visitantes al día, muchos de los cuales desembarcan de gigantescos cruceros mientras la población de la ciudad está en caída libre.
Activistas lanzaron por el Gran Canal un maniquí de Bezos aferrado a una caja de Amazon
Hace once años, la boda del actor George Clooney no causó ningún revuelo en la laguna, pero Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo, provoca más división, entre otras por la polémica en torno al trato que Amazon dispensa a sus empleados.
La huella de carbono de los invitados también plantea dudas, y la ONG Greenpeace no deja de denunciar las asombrosas sumas gastadas en un momento en que el frágil equilibrio de Venecia “se hunde bajo el peso de la crisis climática”.
El lunes, un grupo de activistas de Greenpeace desplegó una pancarta gigante en la plaza San Marco con una foto de Bezos riendo acompañado por el mensaje: “Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos”. En los últimos días fueron pegados afiches con la inscripción “No space for Bezos” (“No hay espacio para Bezos”). Y el martes, un grupo de activistas coreó “Venecia no está en venta” frente a una casa ocupada.
“Venecia es también un lugar donde la gente vive en empleos mal pagados y precarios, a menudo en el turismo”, declaró Tommaso Cacciari, vocero del grupo. Deploró la presencia “ostentosa” de yates “frente a los barrios populares” de la ciudad.
Simone Venturini, adjunto de Turismo del ayuntamiento veneciano, aseguró que “la boda de Bezos no tiene ninguna relación lógica con la cuestión del turismo excesivo” y no tendrá “ningún impacto en la ciudad”.
Construida a lo largo de los siglos sobre islotes en la laguna, Venecia introdujo una polémica tarifa de entrada para los visitantes de un día, pero algunos piden una política más ambiciosa para atajar la crisis de la vivienda, debida en gran parte a los alquileres turísticos.
Bezos y Sánchez habrían pedido a sus invitados que no les hicieran regalos de boda. En su lugar, las donaciones se harán a la Unesco “para preservar el patrimonio cultural irremplazable” de Venecia, según un comunicado de la pareja citado por los medios.
Agencias AFP y Reuters
VENECIA.- Estrellas de moda, actores, personalidades del sector tecnológico y hasta una reina se mezclan este jueves entre los turistas en Venecia, donde el multimillonario Jeff Bezos, jefe de Amazon, celebrará su suntuosa boda, un evento que suscita curiosidad pero también divide a la población local.
Las celebraciones de Bezos y su futura esposa Lauren Sánchez empiezan este jueves y terminarán el sábado con una ceremonia que tendrá extensas medidas de seguridad.
Bezos y Sánchez aterrizaron el miércoles en Venecia en helicóptero y se instalaron en el lujoso hotel Aman, donde las habitaciones con vistas al Gran Canal que podrían costar hasta 10.000 euros la noche.
Los invitados se reunirán este jueves por la noche por primera vez en los claustros de Madonna dell’Orto, una iglesia medieval en la zona central de Cannaregio que contiene obras maestras del pintor Tintoretto del siglo XVI.
El ayuntamiento prohibió el paso de peatones y el tráfico fluvial por la zona desde las 16.30 (hora local) hasta medianoche, bloqueando el paso a los manifestantes que prometieron arruinar la fiesta.
Según la prensa italiana, ambos intercambiarán el viernes alianzas y votos en la pequeña isla de San Giorgio Maggiore, frente a la plaza principal de San Marcos. Esta ceremonia, según un alto funcionario del ayuntamiento, no tendrá carácter legal bajo la ley italiana.
Algunos especularon con que la pareja ya se casó legalmente en Estados Unidos, lo que les ahorra la burocracia asociada con un matrimonio italiano, como el hecho de tener que celebrarse en un lugar aprobado y tener que notificar al ayuntamiento local con antelación. Aunque no hay información oficial.
Las celebraciones concluirán el sábado con la fiesta principal de la boda que tendrá lugar en uno de los salones del Arsenale, un gran antiguo astillero medieval transformado en un espacio de arte en el distrito oriental de Castello.
Los invitados
Mientras tanto, los invitados viajan de una isla a otra a bordo de las famosas lanchas venecianas, escoltados por sus guardaespaldas. Le siguen otras embarcaciones alquiladas a precios astronómicos por medios de comunicación de todo el mundo.
Se esperan entre 200 y 250 personalidades del mundo del espectáculo, la política y las finanzas participen en lo que se denominó ampliamente “la boda del siglo”, con un costo estimado de entre 40 y 48 millones de euros (46 a 56 millones de dólares).
Entre los cerca de 250 invitados figuran, según la prensa italiana, Leonardo DiCaprio, Elton John, Mick Jagger, Lady Gaga, Orlando Bloom y la reina de Jordania.
Los fotógrafos apostados en la zona registraron las llegadas a Ivanka Trump, la hija del presidente estadounidense, acompañada de su esposo Jared Kushner y sus hijos. También a Kim Kardashian y otros miembros de su familia, al estilista estadounidense Spencer Antle, al inversor y exagente Michael Kives y a la presentadora estrella Oprah Winfrey.
Este jueves también sorprendió la presencia de la reina Rania de Jordania. Según las imágenes, la esposa del rey Abdullah II llegando a Venecia vestida completamente de negro con la intención de pasar desapercibida.
En la laguna, los yates se elevan ahora como catedrales de carbono y sus picos en forma de antena parabólica se confunden con las agujas de las iglesias, las cúpulas de los palacios y las aves marinas.
Algunos celebran que el multimillonario haya elegido la zona para casarse. Pero otros denuncian la privatización de un frágil ecosistema lacustre, amenazado por un turismo excesivo y la subida del nivel del mar.
Christine Baker, una turista estadounidense de 51 años, lo considera “una exhibición excesiva de riqueza y codicia”. “Entiendo por qué la gente está disgustada”, declaró esta profesora.
Adriana, sin embargo, ve las fiestas como un regalo caído del cielo. “Todos ganan, los taxis (barcos), los hoteles de lujo. Si no se benefician ellos, ¿quién lo hará?”, afirma esta veneciana de 83 años.
“Venecia no está en venta”
El derroche de lujo, sin embargo, suscita polémica en Venecia, donde parte de la población teme que los invitados hagan todavía más inhabitable una ciudad ya invadida por los turistas.
Unas 100.000 personas duermen en la ciudad durante la temporada alta, a las que se suman decenas de miles de visitantes al día, muchos de los cuales desembarcan de gigantescos cruceros mientras la población de la ciudad está en caída libre.
Activistas lanzaron por el Gran Canal un maniquí de Bezos aferrado a una caja de Amazon
Hace once años, la boda del actor George Clooney no causó ningún revuelo en la laguna, pero Bezos, uno de los hombres más ricos del mundo, provoca más división, entre otras por la polémica en torno al trato que Amazon dispensa a sus empleados.
La huella de carbono de los invitados también plantea dudas, y la ONG Greenpeace no deja de denunciar las asombrosas sumas gastadas en un momento en que el frágil equilibrio de Venecia “se hunde bajo el peso de la crisis climática”.
El lunes, un grupo de activistas de Greenpeace desplegó una pancarta gigante en la plaza San Marco con una foto de Bezos riendo acompañado por el mensaje: “Si puedes alquilar Venecia para tu boda, puedes pagar más impuestos”. En los últimos días fueron pegados afiches con la inscripción “No space for Bezos” (“No hay espacio para Bezos”). Y el martes, un grupo de activistas coreó “Venecia no está en venta” frente a una casa ocupada.
“Venecia es también un lugar donde la gente vive en empleos mal pagados y precarios, a menudo en el turismo”, declaró Tommaso Cacciari, vocero del grupo. Deploró la presencia “ostentosa” de yates “frente a los barrios populares” de la ciudad.
Simone Venturini, adjunto de Turismo del ayuntamiento veneciano, aseguró que “la boda de Bezos no tiene ninguna relación lógica con la cuestión del turismo excesivo” y no tendrá “ningún impacto en la ciudad”.
Construida a lo largo de los siglos sobre islotes en la laguna, Venecia introdujo una polémica tarifa de entrada para los visitantes de un día, pero algunos piden una política más ambiciosa para atajar la crisis de la vivienda, debida en gran parte a los alquileres turísticos.
Bezos y Sánchez habrían pedido a sus invitados que no les hicieran regalos de boda. En su lugar, las donaciones se harán a la Unesco “para preservar el patrimonio cultural irremplazable” de Venecia, según un comunicado de la pareja citado por los medios.
Agencias AFP y Reuters
Los asistentes se reunirán hoy por primera vez en los claustros de Madonna dell’Orto y el evento central tendrá lugar el sábado; desplegaron un fuerte operativo de seguridad Read More