Los hinchas de Flamengo revelaron a qué rival preferían enfrentar en los octavos de final del Mundial de Clubes

MIAMI (Enviado especial).- El cruce quedó definido hace apenas unos días, pero la pregunta se instaló mucho antes: ¿a quién hubieran preferido enfrentar los hinchas de Flamengo en los octavos de final del Mundial de Clubes? ¿Al poderoso Bayern Munich o al siempre incómodo Boca?

El formato del torneo y el orden de los grupos dejaron ese escenario abierto hasta la última fecha. Flamengo, primero del Grupo D, debía cruzarse con el segundo del C. Y en ese grupo estaba Boca, que llegó con chances de clasificarse, pero empató con Auckland City cuando necesitaba golear. De todos modos, aun con una victoria amplia, el Xeneize habría quedado al margen, porque en el otro partido Benfica venció al Bayern y se adueñó del segundo puesto. Si el cierre del grupo hubiera sido distinto, otra habría sido la historia.

La disyuntiva entre Bayern y Boca parece, a simple vista, despareja. El equipo teutón es uno de los grandes candidatos al título, con una historia marcada por sus seis Champions League y su dominio en la liga alemana. Flamengo, sin embargo, tiene presente y pasado de sobra como para plantarse con cualquiera. Y en el medio, aparecía la opción de Boca: no tan fuerte en lo económico ni en lo institucional, pero con una mística copera que no tiene comparación en Sudamérica. Y que, incluso en Brasil, genera respeto.

El historial entre Flamengo y Boca no es tan extenso, pero sí concluyente: se enfrentaron cuatro veces en torneos oficiales, y el Xeneize ganó tres. Dos por la Libertadores 1991 -en los cuartos de final- y otras dos por la Mercosur 1998, en la primera fase del torneo. Ese antecedente explica por qué muchos hinchas del Mengao preferían evitar al equipo de Miguel Russo. Porque más allá de los nombres, hay algo que se repite cada vez que Boca afronta un partido mano a mano: da la sensación de que siempre tiene una vida más. Aun así, el marco que Boca genera en las tribunas también despierta admiración entre los hinchas del Mengao, que reconocen el magnetismo de ver al Xeneize en ese tipo de escenarios.

“Hubiera preferido a Boca. Es un gran equipo y, aunque hoy no tiene grandes figuras, por su tradición y su camiseta, habría sido una verdadera fiesta sudamericana“, comenta un fanático de Flamengo con una bandera doblada en la mano, mientras espera su turno para comprar en uno de los puestos de comida rápida afuera del estadio.

A quién preferían enfrentar los hinchas de Flamengo.

El partido de este domingo será en el Hard Rock Stadium, la casa de los Miami Dolphins, con capacidad para más de 65 mil personas. Si bien hay seguidores del Bayern repartidos por el mundo, los que llegaron hasta aquí son pocos en comparación con la marea roja y negra que copó las calles y las tribunas. Buena parte del público “alemán” está compuesto por latinos que siguen al club por sus hazañas en la Champions, por el paso de figuras como James Rodríguez o por el peso histórico del escudo.

“Con Boca somos hinchadas hermanas. A mi me hubiese gustado jugar contra ellos, porque son parecidos a nosotros”, dice otro torcedor carioca, que llegó directo desde Río de Janeiro. Hay un patrón que se repite: para los brasileños, Bayern Munich representa un desafío más exigente dentro de la cancha, pero varios preferían enfrentar a Boca por el clima que se habría vivido en las tribunas, más allá de que ese fervor podía inclinar la balanza a favor del equipo argentino.

De todos modos, no faltarán hinchas de Boca en las tribunas. Son los más entusiastas, que compraron sus entradas con anticipación y decidieron quedarse en Miami incluso después de la eliminación del equipo. Los que confiaban ciegamente en la clasificación y, aunque se llevaron una desilusión, les resultó más barato quedarse que pagar la multa para cambiar los pasajes. Además, el clima ayuda: playa, sol y fútbol hacen que la espera valga la pena.

“Hubiera elegido a Boca, porque es más emocionante un juego entre brasileños y argentinos”, graficó un tercer hincha en la previa. A su lado, otro agrega con una sonrisa: “Les hubiésemos ganado a los dos”. El vencedor de Bayern Munich-Flamengo irá contra PSG, que goleó 4 a 0 a Inter Miami y se metió entre los ocho mejores del certamen.

“Boca es un buen rival, pero Bayern es más difícil. Y, como todo hincha, deseo que mi equipo gane”, admite un hincha con acento bahiano, que viajó por primera vez a Estados Unidos para seguir al conjunto de Filipie Luís.

Será Bayern, entonces, el rival de Flamengo en octavos. Pero el fantasma de Boca todavía ronda la previa. Porque la historia pesa, y para los brasileños, enfrentar a un argentino tiene siempre un condimento especial.

MIAMI (Enviado especial).- El cruce quedó definido hace apenas unos días, pero la pregunta se instaló mucho antes: ¿a quién hubieran preferido enfrentar los hinchas de Flamengo en los octavos de final del Mundial de Clubes? ¿Al poderoso Bayern Munich o al siempre incómodo Boca?

El formato del torneo y el orden de los grupos dejaron ese escenario abierto hasta la última fecha. Flamengo, primero del Grupo D, debía cruzarse con el segundo del C. Y en ese grupo estaba Boca, que llegó con chances de clasificarse, pero empató con Auckland City cuando necesitaba golear. De todos modos, aun con una victoria amplia, el Xeneize habría quedado al margen, porque en el otro partido Benfica venció al Bayern y se adueñó del segundo puesto. Si el cierre del grupo hubiera sido distinto, otra habría sido la historia.

La disyuntiva entre Bayern y Boca parece, a simple vista, despareja. El equipo teutón es uno de los grandes candidatos al título, con una historia marcada por sus seis Champions League y su dominio en la liga alemana. Flamengo, sin embargo, tiene presente y pasado de sobra como para plantarse con cualquiera. Y en el medio, aparecía la opción de Boca: no tan fuerte en lo económico ni en lo institucional, pero con una mística copera que no tiene comparación en Sudamérica. Y que, incluso en Brasil, genera respeto.

El historial entre Flamengo y Boca no es tan extenso, pero sí concluyente: se enfrentaron cuatro veces en torneos oficiales, y el Xeneize ganó tres. Dos por la Libertadores 1991 -en los cuartos de final- y otras dos por la Mercosur 1998, en la primera fase del torneo. Ese antecedente explica por qué muchos hinchas del Mengao preferían evitar al equipo de Miguel Russo. Porque más allá de los nombres, hay algo que se repite cada vez que Boca afronta un partido mano a mano: da la sensación de que siempre tiene una vida más. Aun así, el marco que Boca genera en las tribunas también despierta admiración entre los hinchas del Mengao, que reconocen el magnetismo de ver al Xeneize en ese tipo de escenarios.

“Hubiera preferido a Boca. Es un gran equipo y, aunque hoy no tiene grandes figuras, por su tradición y su camiseta, habría sido una verdadera fiesta sudamericana“, comenta un fanático de Flamengo con una bandera doblada en la mano, mientras espera su turno para comprar en uno de los puestos de comida rápida afuera del estadio.

A quién preferían enfrentar los hinchas de Flamengo.

El partido de este domingo será en el Hard Rock Stadium, la casa de los Miami Dolphins, con capacidad para más de 65 mil personas. Si bien hay seguidores del Bayern repartidos por el mundo, los que llegaron hasta aquí son pocos en comparación con la marea roja y negra que copó las calles y las tribunas. Buena parte del público “alemán” está compuesto por latinos que siguen al club por sus hazañas en la Champions, por el paso de figuras como James Rodríguez o por el peso histórico del escudo.

“Con Boca somos hinchadas hermanas. A mi me hubiese gustado jugar contra ellos, porque son parecidos a nosotros”, dice otro torcedor carioca, que llegó directo desde Río de Janeiro. Hay un patrón que se repite: para los brasileños, Bayern Munich representa un desafío más exigente dentro de la cancha, pero varios preferían enfrentar a Boca por el clima que se habría vivido en las tribunas, más allá de que ese fervor podía inclinar la balanza a favor del equipo argentino.

De todos modos, no faltarán hinchas de Boca en las tribunas. Son los más entusiastas, que compraron sus entradas con anticipación y decidieron quedarse en Miami incluso después de la eliminación del equipo. Los que confiaban ciegamente en la clasificación y, aunque se llevaron una desilusión, les resultó más barato quedarse que pagar la multa para cambiar los pasajes. Además, el clima ayuda: playa, sol y fútbol hacen que la espera valga la pena.

“Hubiera elegido a Boca, porque es más emocionante un juego entre brasileños y argentinos”, graficó un tercer hincha en la previa. A su lado, otro agrega con una sonrisa: “Les hubiésemos ganado a los dos”. El vencedor de Bayern Munich-Flamengo irá contra PSG, que goleó 4 a 0 a Inter Miami y se metió entre los ocho mejores del certamen.

“Boca es un buen rival, pero Bayern es más difícil. Y, como todo hincha, deseo que mi equipo gane”, admite un hincha con acento bahiano, que viajó por primera vez a Estados Unidos para seguir al conjunto de Filipie Luís.

Será Bayern, entonces, el rival de Flamengo en octavos. Pero el fantasma de Boca todavía ronda la previa. Porque la historia pesa, y para los brasileños, enfrentar a un argentino tiene siempre un condimento especial.

 El Mengao enfrenta a los alemanes este domingo desde las 17, en el duelo que el Xeneize habría disputado de avanzar a la siguiente fase.  Read More