“Me advirtieron de que no hablara de ello”, escribió la mujer, antes de revelar fragmentos del día que fue arrestada por publicar historias eróticas de temática gay.
“Nunca lo olvidaré: ser escoltada hasta el coche a plena vista, soportar la humillación de desnudarme para ser examinada delante de desconocidos, ponerme un chaleco para las fotos, sentarme en la silla, temblando de miedo, con el corazón latiendo con fuerza”.
El nombre de usuaria Pingping Anan Yongfu en redes sociales es uno de al menos ocho que en los últimos meses han compartido relatos en la plataforma china Weibo sobre su arresto por publicar ficción erótica gay.
Después de relatar sus experiencias, decenas de abogados les ofrecieron ayuda.
Al menos 30 escritores, casi todos mujeres de veintitantos años, han sido arrestados en todo el país desde febrero, según le dijo a la BBC la abogada que defendía a una de ellas.
Muchas están en libertad bajo fianza o en espera de juicio, pero algunas siguen detenidas.
Otro abogado le dijo a la BBC que muchos otros colaboradores fueron citados a declarar.
Habían publicado su obra en Haitang Literature City, una plataforma taiwanesa conocida por su danmei, un género de ficción que presenta relaciones eróticas e íntimas entre hombres, en escenarios históricos, fantásticos o de ciencia ficción.
A lo largo de los años, ha cultivado una gran cantidad de seguidores fieles, especialmente entre las jóvenes chinas.
“Producir y distribuir material obsceno”
Los autores están siendo acusados de infringir la ley china de pornografía por “producir y distribuir material obsceno”. Podrían ser encarcelados durante más de 10 años.
La ley se centra en las “descripciones explícitas de sexo gay u otras perversiones sexuales”.
Las representaciones heterosexuales suelen tener mayor margen de maniobra: obras de aclamados autores chinos, como el premio Nobel Mo Yan, incluyen escenas sexuales explícitas, pero están ampliamente disponibles.
Aunque algunos autores de ficción erótica heterosexual han sido encarcelados en China, los expertos afirman que el género está sujeto a mucha menos censura.
Quienes reportaron haber sido arrestados se negaron a ser entrevistados por temor a represalias.
La policía de la ciudad noroccidental de Lanzhou, acusada de impulsar esta ofensiva, no respondió la solicitud de comentarios de la BBC.
Las medidas enérgicas de las autoridades han desatado un debate y una rara oposición a la ley.
“¿Es el sexo realmente algo de que avergonzarse?”, preguntó un usuario de Weibo, argumentando que las leyes chinas contra la obscenidad están desfasadas.
Otra persona escribió que las mujeres nunca pueden decidir qué es obsceno porque no controlan la narrativa.
Incluso algunos juristas expresaron su preocupación por que solo 5.000 visualizaciones de cualquier cosa que se considere “obscena” se considere “distribución” criminal, lo que aumenta las posibilidades de arrestar a los creadores.
Esto molestó a Pekín y las discusiones en línea han ido desapareciendo: la etiqueta #AutoresdeHaitangArrestados obtuvo más de 30 millones de visualizaciones en Weibo antes de ser censurada.
Las publicaciones que ofrecían asesoramiento legal se desvanecieron. Las cuentas de los escritores, y algunos de sus perfiles, también están desapareciendo.
Después de que la publicación de Pingping Anan Yongfu se hiciera viral, la borró y escribió otra, agradeciendo a quienes la apoyaban y admitiendo que su escrito había violado la ley. Luego borró su perfil.
Antes de esa última publicación, escribió: “Siempre fui la niña buena a los ojos de mis padres. Pero ese día, solo les traje vergüenza. Nunca volverán a mantener la cabeza en alto”.
Danmei: la realeza sin corona de la cultura pop
Estas mujeres han trabajado durante mucho tiempo en la sombra en China, donde la homosexualidad y el erotismo están estigmatizados.
Ahora, descubiertas por investigaciones policiales, enfrentan consecuencias sociales tan brutales como las legales.
“En ese momento, solo sentí vergüenza”, publicó una escritora cuyo nombre de usuario en Weibo se traduce como “el mundo es un enorme hospital psiquiátrico”.
Dijo que la policía la sacó de clase en la universidad y frente a sus compañeros la llevaron a registrar su dormitorio.
“Escribiendo gané mi dinero palabra por palabra. Pero cuando todo se fue al diablo, fue como si nada de eso importara. Me trataron como si hubiera ganado dinero sin haber trabajado”.
Otra escribió que la policía había sido amable, aconsejándole hablar con un abogado y devolver sus “ganancias ilegales” para reducir su condena. “Solo tengo 20 años. Tan joven y ya he arruinado mi vida”.
Una tercera dijo: “Nunca imaginé que llegaría el día en que cada palabra que escribí se volvería en mi contra”.
Una autora que lleva 20 años escribiendo novelas danmei no fue interrogada, pero afirma que la represión no la detendrá.
“Así es como encuentro la felicidad. Y no puedo renunciar a las conexiones que he forjado con la comunidad”, dice.
El danmei surgió como un subgénero en internet en la década de 1990, inspirado en el manga japonés de amor entre hombres. Alcanzó un éxito rotundo, con algunas novelas apareciendo en las listas internacionales de los libros más vendidos.
En 2021, 60 de ellas fueron adaptadas al cine y la televisión. La propiedad de la obra más cara, según se informa, se vendió por 40 millones de yuanes (US$5,6 millones).
Algunas de las estrellas más importantes de China, como Xiao Zhan y Wang Yibo, comenzaron sus carreras en programas de streaming basados en novelas danmei.
En resumen, es la realeza rebelde de la cultura pop: demasiado popular para ignorarla, demasiado controvertida para honrarla.
El danmei es un producto emblemático de la plataforma Haitang, que en mandarín se traduce como “una flor que florece en todos los tonos de rosa”.
Tanto Haitang como el danmei han florecido como espacios exclusivamente femeninos, aunque sus protagonistas sean hombres.
En una cultura donde el deseo sexual femenino se controla rutinariamente, el danmei se ha convertido en una vía de escape creativa y codificada: un espacio donde las mujeres pueden escribir sobre el deseo femenino para otras mujeres.
Eso es precisamente lo que hace que el danmei sea tan “subversivo”, afirma la doctora Liang Ge, profesora de sociología digital en el University College de Londres. Permite a las mujeres “desvincularse de las realidades de género”, que a menudo se asocian con el matrimonio y la maternidad.
Por ejemplo, en las historias de danmei, los hombres pueden embarazarse y se sienten cómodos con su vulnerabilidad, un marcado contraste con las relaciones, a menudo desiguales, que muchas mujeres chinas enfrentan en la vida real.
“El danmei me libera de pensar en todos esos peligros potenciales en las relaciones del romance heterosexual tradicional”, explica Li Shen, escritora que lleva una década activa en el mundo del danmei.
Las novelas danmei no están exentas de críticas, ya que algunas contienen escenas extremas y violentas.
“Como padres, ¿cuántos de nosotros podemos aceptar que nuestros hijos lean novelas como estas, y mucho menos que las escriban?”, preguntó un usuario de Weibo.
La edad de los autores también ha sido motivo de preocupación: algunos entrevistados por la BBC afirmaron haber empezado a leer y escribir ficción erótica gay antes de los 18 años, algunos incluso a los 11.
Es un problema que la comunidad debería reconocer y abordar, afirmó Ma, escritora de danmei que solo compartió su apellido, y añadió que este es un reto para todo el contenido para adultos, ya que China no restringe el contenido por edad.
Pero el danmei, en particular, ha sido objeto de crecientes ataques en la última década, ya que Pekín ha lanzado una serie de campañas para “limpiar” internet.
En 2018, una autora de danmei fue condenada a 10 años de cárcel por vender 7000 ejemplares de su libro “Occupy”.
“Mis ganancias eran evidencia de mi crimen”
A medida que las tasas de matrimonio y natalidad se desploman en China y el presidente Xi Jinping promueve un rejuvenecimiento nacional, el escrutinio estatal del danmei se ha intensificado, afirmó la doctora Ge.
“El gobierno chino quiere promover los valores familiares tradicionales, y el gusto por las novelas danmei se considera un factor que reduce la disposición de las mujeres a tener hijos”, explicó.
Esta es la segunda oleada de arrestos masivos en menos de 12 meses; a finales del año pasado, 50 escritores de Haitang fueron procesados.
Y un conocido autor que ganó alrededor de 1,85 millones de yuanes (US$255.000) fue encarcelado durante casi cinco años.
“Pero esta vez, ni siquiera aquellos que han tenido poca participación se salvaron”, declaró una abogada.
“Más de 150 personas solicitaron consultas en tan solo dos días”, comentó una abogada que ofrecía asesoramiento gratuito. Muchos de quienes la contactaron aún no habían sido acusados, aunque les aterraba esa posibilidad.
“Esta es la típica ‘pesca en alta mar’”, afirma un abogado autor de una “guía práctica” para ayudar a los escritores de Haitang.
El término se refiere a cómo la policía local excede sus límites: la de Lanzhou citó a escritores en diversos lugares, posiblemente fuera de su jurisdicción.
Los escritores de danmei saben que la tolerancia puede ser variable. Por eso eluden la censura con metáforas. “Preparar la cena” significa sexo; “utensilio de cocina” es un código para referirse a los genitales masculinos.
Pero la severidad de la represión los dejó atónitos. “Una llamada telefónica destrozó mis sueños”: así describió un escritor la llamada de la policía.
Acusaron a la policía de registrar sus teléfonos sin orden judicial. Dijeron que su delito se calculó sumando las visitas en línea de cada capítulo, un método que, según argumentaron, era engañoso, ya que probablemente exageraba el número de lectores.
Otro autor de danmei publicó: “Escribí en Haitang durante años, con solo un puñado de lectores. Luego, esas historias ignoradas acumularon más de 300.000 clics, y los 4000 yuanes (unos US$560) en regalías que tenía en mi cuenta se convirtieron en evidencia de mi delito”.
Es difícil saber si esto significa el final de su carrera en Haitang.
“Si pudiera volver atrás, seguiría escribiendo. Y seguiré escribiendo”, publicó el usuario Sijin de Sijin.
“Ahora mismo, solo espero que la ley vea más allá de las palabras escritas y vea a la chica que dejó de comer para ahorrar dinero, la chica que vendió su cabello para comprar un bolígrafo, la chica que creyó que su mente podía forjar un camino a través del destino. Espero que nos dé a todas una oportunidad justa”, expresó.
“Me advirtieron de que no hablara de ello”, escribió la mujer, antes de revelar fragmentos del día que fue arrestada por publicar historias eróticas de temática gay.
“Nunca lo olvidaré: ser escoltada hasta el coche a plena vista, soportar la humillación de desnudarme para ser examinada delante de desconocidos, ponerme un chaleco para las fotos, sentarme en la silla, temblando de miedo, con el corazón latiendo con fuerza”.
El nombre de usuaria Pingping Anan Yongfu en redes sociales es uno de al menos ocho que en los últimos meses han compartido relatos en la plataforma china Weibo sobre su arresto por publicar ficción erótica gay.
Después de relatar sus experiencias, decenas de abogados les ofrecieron ayuda.
Al menos 30 escritores, casi todos mujeres de veintitantos años, han sido arrestados en todo el país desde febrero, según le dijo a la BBC la abogada que defendía a una de ellas.
Muchas están en libertad bajo fianza o en espera de juicio, pero algunas siguen detenidas.
Otro abogado le dijo a la BBC que muchos otros colaboradores fueron citados a declarar.
Habían publicado su obra en Haitang Literature City, una plataforma taiwanesa conocida por su danmei, un género de ficción que presenta relaciones eróticas e íntimas entre hombres, en escenarios históricos, fantásticos o de ciencia ficción.
A lo largo de los años, ha cultivado una gran cantidad de seguidores fieles, especialmente entre las jóvenes chinas.
“Producir y distribuir material obsceno”
Los autores están siendo acusados de infringir la ley china de pornografía por “producir y distribuir material obsceno”. Podrían ser encarcelados durante más de 10 años.
La ley se centra en las “descripciones explícitas de sexo gay u otras perversiones sexuales”.
Las representaciones heterosexuales suelen tener mayor margen de maniobra: obras de aclamados autores chinos, como el premio Nobel Mo Yan, incluyen escenas sexuales explícitas, pero están ampliamente disponibles.
Aunque algunos autores de ficción erótica heterosexual han sido encarcelados en China, los expertos afirman que el género está sujeto a mucha menos censura.
Quienes reportaron haber sido arrestados se negaron a ser entrevistados por temor a represalias.
La policía de la ciudad noroccidental de Lanzhou, acusada de impulsar esta ofensiva, no respondió la solicitud de comentarios de la BBC.
Las medidas enérgicas de las autoridades han desatado un debate y una rara oposición a la ley.
“¿Es el sexo realmente algo de que avergonzarse?”, preguntó un usuario de Weibo, argumentando que las leyes chinas contra la obscenidad están desfasadas.
Otra persona escribió que las mujeres nunca pueden decidir qué es obsceno porque no controlan la narrativa.
Incluso algunos juristas expresaron su preocupación por que solo 5.000 visualizaciones de cualquier cosa que se considere “obscena” se considere “distribución” criminal, lo que aumenta las posibilidades de arrestar a los creadores.
Esto molestó a Pekín y las discusiones en línea han ido desapareciendo: la etiqueta #AutoresdeHaitangArrestados obtuvo más de 30 millones de visualizaciones en Weibo antes de ser censurada.
Las publicaciones que ofrecían asesoramiento legal se desvanecieron. Las cuentas de los escritores, y algunos de sus perfiles, también están desapareciendo.
Después de que la publicación de Pingping Anan Yongfu se hiciera viral, la borró y escribió otra, agradeciendo a quienes la apoyaban y admitiendo que su escrito había violado la ley. Luego borró su perfil.
Antes de esa última publicación, escribió: “Siempre fui la niña buena a los ojos de mis padres. Pero ese día, solo les traje vergüenza. Nunca volverán a mantener la cabeza en alto”.
Danmei: la realeza sin corona de la cultura pop
Estas mujeres han trabajado durante mucho tiempo en la sombra en China, donde la homosexualidad y el erotismo están estigmatizados.
Ahora, descubiertas por investigaciones policiales, enfrentan consecuencias sociales tan brutales como las legales.
“En ese momento, solo sentí vergüenza”, publicó una escritora cuyo nombre de usuario en Weibo se traduce como “el mundo es un enorme hospital psiquiátrico”.
Dijo que la policía la sacó de clase en la universidad y frente a sus compañeros la llevaron a registrar su dormitorio.
“Escribiendo gané mi dinero palabra por palabra. Pero cuando todo se fue al diablo, fue como si nada de eso importara. Me trataron como si hubiera ganado dinero sin haber trabajado”.
Otra escribió que la policía había sido amable, aconsejándole hablar con un abogado y devolver sus “ganancias ilegales” para reducir su condena. “Solo tengo 20 años. Tan joven y ya he arruinado mi vida”.
Una tercera dijo: “Nunca imaginé que llegaría el día en que cada palabra que escribí se volvería en mi contra”.
Una autora que lleva 20 años escribiendo novelas danmei no fue interrogada, pero afirma que la represión no la detendrá.
“Así es como encuentro la felicidad. Y no puedo renunciar a las conexiones que he forjado con la comunidad”, dice.
El danmei surgió como un subgénero en internet en la década de 1990, inspirado en el manga japonés de amor entre hombres. Alcanzó un éxito rotundo, con algunas novelas apareciendo en las listas internacionales de los libros más vendidos.
En 2021, 60 de ellas fueron adaptadas al cine y la televisión. La propiedad de la obra más cara, según se informa, se vendió por 40 millones de yuanes (US$5,6 millones).
Algunas de las estrellas más importantes de China, como Xiao Zhan y Wang Yibo, comenzaron sus carreras en programas de streaming basados en novelas danmei.
En resumen, es la realeza rebelde de la cultura pop: demasiado popular para ignorarla, demasiado controvertida para honrarla.
El danmei es un producto emblemático de la plataforma Haitang, que en mandarín se traduce como “una flor que florece en todos los tonos de rosa”.
Tanto Haitang como el danmei han florecido como espacios exclusivamente femeninos, aunque sus protagonistas sean hombres.
En una cultura donde el deseo sexual femenino se controla rutinariamente, el danmei se ha convertido en una vía de escape creativa y codificada: un espacio donde las mujeres pueden escribir sobre el deseo femenino para otras mujeres.
Eso es precisamente lo que hace que el danmei sea tan “subversivo”, afirma la doctora Liang Ge, profesora de sociología digital en el University College de Londres. Permite a las mujeres “desvincularse de las realidades de género”, que a menudo se asocian con el matrimonio y la maternidad.
Por ejemplo, en las historias de danmei, los hombres pueden embarazarse y se sienten cómodos con su vulnerabilidad, un marcado contraste con las relaciones, a menudo desiguales, que muchas mujeres chinas enfrentan en la vida real.
“El danmei me libera de pensar en todos esos peligros potenciales en las relaciones del romance heterosexual tradicional”, explica Li Shen, escritora que lleva una década activa en el mundo del danmei.
Las novelas danmei no están exentas de críticas, ya que algunas contienen escenas extremas y violentas.
“Como padres, ¿cuántos de nosotros podemos aceptar que nuestros hijos lean novelas como estas, y mucho menos que las escriban?”, preguntó un usuario de Weibo.
La edad de los autores también ha sido motivo de preocupación: algunos entrevistados por la BBC afirmaron haber empezado a leer y escribir ficción erótica gay antes de los 18 años, algunos incluso a los 11.
Es un problema que la comunidad debería reconocer y abordar, afirmó Ma, escritora de danmei que solo compartió su apellido, y añadió que este es un reto para todo el contenido para adultos, ya que China no restringe el contenido por edad.
Pero el danmei, en particular, ha sido objeto de crecientes ataques en la última década, ya que Pekín ha lanzado una serie de campañas para “limpiar” internet.
En 2018, una autora de danmei fue condenada a 10 años de cárcel por vender 7000 ejemplares de su libro “Occupy”.
“Mis ganancias eran evidencia de mi crimen”
A medida que las tasas de matrimonio y natalidad se desploman en China y el presidente Xi Jinping promueve un rejuvenecimiento nacional, el escrutinio estatal del danmei se ha intensificado, afirmó la doctora Ge.
“El gobierno chino quiere promover los valores familiares tradicionales, y el gusto por las novelas danmei se considera un factor que reduce la disposición de las mujeres a tener hijos”, explicó.
Esta es la segunda oleada de arrestos masivos en menos de 12 meses; a finales del año pasado, 50 escritores de Haitang fueron procesados.
Y un conocido autor que ganó alrededor de 1,85 millones de yuanes (US$255.000) fue encarcelado durante casi cinco años.
“Pero esta vez, ni siquiera aquellos que han tenido poca participación se salvaron”, declaró una abogada.
“Más de 150 personas solicitaron consultas en tan solo dos días”, comentó una abogada que ofrecía asesoramiento gratuito. Muchos de quienes la contactaron aún no habían sido acusados, aunque les aterraba esa posibilidad.
“Esta es la típica ‘pesca en alta mar’”, afirma un abogado autor de una “guía práctica” para ayudar a los escritores de Haitang.
El término se refiere a cómo la policía local excede sus límites: la de Lanzhou citó a escritores en diversos lugares, posiblemente fuera de su jurisdicción.
Los escritores de danmei saben que la tolerancia puede ser variable. Por eso eluden la censura con metáforas. “Preparar la cena” significa sexo; “utensilio de cocina” es un código para referirse a los genitales masculinos.
Pero la severidad de la represión los dejó atónitos. “Una llamada telefónica destrozó mis sueños”: así describió un escritor la llamada de la policía.
Acusaron a la policía de registrar sus teléfonos sin orden judicial. Dijeron que su delito se calculó sumando las visitas en línea de cada capítulo, un método que, según argumentaron, era engañoso, ya que probablemente exageraba el número de lectores.
Otro autor de danmei publicó: “Escribí en Haitang durante años, con solo un puñado de lectores. Luego, esas historias ignoradas acumularon más de 300.000 clics, y los 4000 yuanes (unos US$560) en regalías que tenía en mi cuenta se convirtieron en evidencia de mi delito”.
Es difícil saber si esto significa el final de su carrera en Haitang.
“Si pudiera volver atrás, seguiría escribiendo. Y seguiré escribiendo”, publicó el usuario Sijin de Sijin.
“Ahora mismo, solo espero que la ley vea más allá de las palabras escritas y vea a la chica que dejó de comer para ahorrar dinero, la chica que vendió su cabello para comprar un bolígrafo, la chica que creyó que su mente podía forjar un camino a través del destino. Espero que nos dé a todas una oportunidad justa”, expresó.
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