“Somos merecedores de revancha”, dijo el técnico Frank Kudelka, después de la derrota en la final del torneo Apertura, ante Platense. El nuevo semestre enseña a Huracán de pie, repuesto, con los objetivos intactos. Los penales, en donde el arquero Meza fue determinante al atajar dos remates y observar cómo el rival desviaba el restante, empujaron al Globo a los octavos de final de la Copa Argentina, etapa en la que se medirá con Lanús.
A una semana del inicio del torneo Clausura, la Copa Sudamericana, y este certamen que lo tuvo como ganador en 2014 le dan forma a los desafíos que envuelven a un equipo que jugó de mayor a menor y que se reestructura después de la salida de dos pilares de la pasada campaña. En el estadio de Newell’s, el triunfo 3 a 2 en los penales, luego del empate sin goles en el tiempo reglamentario, fue la caricia que recibe Huracán. Los 16avos de final se imponen como una valla infranqueable para Instituto, que con la derrota se llenó de frustración.
La tarde-noche en Rosario empezó con un susto para Huracán. Un pase forzado, Pereyra la bajó de modo arriesgado de cabeza y el arquero Meza tuvo su primera acción, ante la atropellada de Cordero, para demostrar que sería una pieza destacada. Del otro lado, Roffo hizo un mal control y Ramírez a punto estuvo de robarle la pelota; se repuso el guardavalla de Instituto al ahogarle el gol a Sequeira, que de cabeza capitalizó un mal despeje de Requena.
Huracán, sin caras nuevas en la alineación, mostró el mismo libreto que lo llevó a jugar la final del torneo Apertura: control de pelota, con los volantes Leonel Pérez y Leonardo Gil como ejes, las trepadas de los laterales Guidara e Ibañez y la jerarquía de Miljevic, que no ofreció una posición fija y fue, mientras el físico resistió, indetectable para los volantes de Instituto. Sequeira y Ramírez fueron las referencias ofensivas, aunque sin posicionarse como faros de área.
Sin Pellegrino y Mazzantti, transferidos a Boca e Independiente, respectivamente, los puestos lo cubrieron Goitea y Sequeira. En el mercado de pases, los nombres para reemplazar las ventas son Juan Bisanz –se sumó desde Banfield; estuvo entre los suplentes- y Nehuén Paz, por el que hay avanzadas negociaciones con Tigre. Tampoco estuvo el arquero y referente Galíndez, que se recupera de un desgarro que sufrió con la selección de Ecuador, en la entrada en calor del partido con Brasil, por las eliminatorias para el Mundial 2026; una lesión que posibilitó a Meza devolver la confianza que deposita el cuerpo técnico.
Los laterales de Ibáñez son un argumento que Huracán explota: por esa vía generó dos situaciones, las mejores en los primeros 25 minutos. Un cabezazo de Sequeira y un doble remate de Alanís, que primero estrelló la pelota en el poste izquierdo y luego pifió la pelota y facilitó la tarea de Roffo. La mayor posesión de pelota del Globo reflejó una idea más aceitada, mientras que Instituto intentó explotar el adelantamiento del rival para jugar en velocidad con Luna y Puebla como referencias; fueron muy esporádicas las réplicas y, además, mal finalizadas.
Instituto le comunicó a Silvio Romero que no será tenido en cuenta, mientras que Damián Batallini, Matías Godoy, Francesco Lo Celso y Jonathan Dellarossa ya fueron desafectados. El defensor Agustín Bravo (Rosario Central) y el atacante Matías Fonseca (Racing de Montevideo), hijo de Daniel –internacional que jugó en la selección uruguaya y en la Argentina lo hizo brevemente en River-, fueron las incorporaciones que realizaron los cordobeses; además, los dirigentes negocian el préstamo con opción de compra del 50% del pase del extremo colombiano John Córdoba (Millonarios).
La definición por penales que clasificó a Huracán
El partido empezó con algunos minutos de demora por la caída desde la tribuna popular de un simpatizante de Instituto, que necesitó de la intervención del servicio médico de emergencias, y finalizó la primera etapa con los reclamos de Huracán, porque el árbitro Gariano pitó cuando Miljevic lideraba un contraataque con ventaja. El juez agregó un minuto y el cronómetro no se pasó un segundo. Los reclamos continuaron en la primera acción de la segunda etapa, pero de parte de Instituto: Pereyra llegó a destiempo y golpeó a Mac Allister dentro del área, pero el juez interpretó que se trató de un choque casual.
Con menos control y más ida y vuelta, Huracán tuvo su oportunidad con un remate defectuoso de Sequeira, tras una excelente asistencia de Miljevic, y la respuesta de Instituto llegó con un par de aproximaciones de Cordero –cuyo pase pertenece al Globo-, aunque el atacante no descubrió espacio para el disparo. Una mayor participación de Lodico, el cerebro de la Gloria, alimentó la esperanza de los cordobeses, que crecieron en protagonismo y avalaban el invicto en los partidos de preparación, donde cosecharon cuatro triunfos y dos empates.
Un tiro libre que Gil lanzó en forma de centro encontró solo a Sequeira, que remató de cabeza sin dirección y en la atropellada no lograron empujar la pelota Tissera –que reemplazó a Ramírez- ni Pérez. Un juego con mayor intensidad repercutió en un desarrollo con más fricción y faltas. El DT Oldrá, en ese contexto, eligió quitar de la batalla a Mac Allister, que estaba amonestado. El triángulo que compusieron Pérez-Gil y Miljevic no tuvo el espacio ni las facilidades del primer tiempo, y Huracán perdió el dominio que lo hacía más ambicioso; Instituto corrigió el posicionamiento en el campo, se enseñó más compacto y combativo para disputarle el control de la pelota y pisó mejor el terreno.
Cansancio, desorden, faltas y remates forzados empujaron el partido hacia la definición por penales, donde se agigantó la figura de Meza, un arquero que esperó su momento y desató el festejó de Huracán.
“Somos merecedores de revancha”, dijo el técnico Frank Kudelka, después de la derrota en la final del torneo Apertura, ante Platense. El nuevo semestre enseña a Huracán de pie, repuesto, con los objetivos intactos. Los penales, en donde el arquero Meza fue determinante al atajar dos remates y observar cómo el rival desviaba el restante, empujaron al Globo a los octavos de final de la Copa Argentina, etapa en la que se medirá con Lanús.
A una semana del inicio del torneo Clausura, la Copa Sudamericana, y este certamen que lo tuvo como ganador en 2014 le dan forma a los desafíos que envuelven a un equipo que jugó de mayor a menor y que se reestructura después de la salida de dos pilares de la pasada campaña. En el estadio de Newell’s, el triunfo 3 a 2 en los penales, luego del empate sin goles en el tiempo reglamentario, fue la caricia que recibe Huracán. Los 16avos de final se imponen como una valla infranqueable para Instituto, que con la derrota se llenó de frustración.
La tarde-noche en Rosario empezó con un susto para Huracán. Un pase forzado, Pereyra la bajó de modo arriesgado de cabeza y el arquero Meza tuvo su primera acción, ante la atropellada de Cordero, para demostrar que sería una pieza destacada. Del otro lado, Roffo hizo un mal control y Ramírez a punto estuvo de robarle la pelota; se repuso el guardavalla de Instituto al ahogarle el gol a Sequeira, que de cabeza capitalizó un mal despeje de Requena.
Huracán, sin caras nuevas en la alineación, mostró el mismo libreto que lo llevó a jugar la final del torneo Apertura: control de pelota, con los volantes Leonel Pérez y Leonardo Gil como ejes, las trepadas de los laterales Guidara e Ibañez y la jerarquía de Miljevic, que no ofreció una posición fija y fue, mientras el físico resistió, indetectable para los volantes de Instituto. Sequeira y Ramírez fueron las referencias ofensivas, aunque sin posicionarse como faros de área.
Sin Pellegrino y Mazzantti, transferidos a Boca e Independiente, respectivamente, los puestos lo cubrieron Goitea y Sequeira. En el mercado de pases, los nombres para reemplazar las ventas son Juan Bisanz –se sumó desde Banfield; estuvo entre los suplentes- y Nehuén Paz, por el que hay avanzadas negociaciones con Tigre. Tampoco estuvo el arquero y referente Galíndez, que se recupera de un desgarro que sufrió con la selección de Ecuador, en la entrada en calor del partido con Brasil, por las eliminatorias para el Mundial 2026; una lesión que posibilitó a Meza devolver la confianza que deposita el cuerpo técnico.
Los laterales de Ibáñez son un argumento que Huracán explota: por esa vía generó dos situaciones, las mejores en los primeros 25 minutos. Un cabezazo de Sequeira y un doble remate de Alanís, que primero estrelló la pelota en el poste izquierdo y luego pifió la pelota y facilitó la tarea de Roffo. La mayor posesión de pelota del Globo reflejó una idea más aceitada, mientras que Instituto intentó explotar el adelantamiento del rival para jugar en velocidad con Luna y Puebla como referencias; fueron muy esporádicas las réplicas y, además, mal finalizadas.
Instituto le comunicó a Silvio Romero que no será tenido en cuenta, mientras que Damián Batallini, Matías Godoy, Francesco Lo Celso y Jonathan Dellarossa ya fueron desafectados. El defensor Agustín Bravo (Rosario Central) y el atacante Matías Fonseca (Racing de Montevideo), hijo de Daniel –internacional que jugó en la selección uruguaya y en la Argentina lo hizo brevemente en River-, fueron las incorporaciones que realizaron los cordobeses; además, los dirigentes negocian el préstamo con opción de compra del 50% del pase del extremo colombiano John Córdoba (Millonarios).
La definición por penales que clasificó a Huracán
El partido empezó con algunos minutos de demora por la caída desde la tribuna popular de un simpatizante de Instituto, que necesitó de la intervención del servicio médico de emergencias, y finalizó la primera etapa con los reclamos de Huracán, porque el árbitro Gariano pitó cuando Miljevic lideraba un contraataque con ventaja. El juez agregó un minuto y el cronómetro no se pasó un segundo. Los reclamos continuaron en la primera acción de la segunda etapa, pero de parte de Instituto: Pereyra llegó a destiempo y golpeó a Mac Allister dentro del área, pero el juez interpretó que se trató de un choque casual.
Con menos control y más ida y vuelta, Huracán tuvo su oportunidad con un remate defectuoso de Sequeira, tras una excelente asistencia de Miljevic, y la respuesta de Instituto llegó con un par de aproximaciones de Cordero –cuyo pase pertenece al Globo-, aunque el atacante no descubrió espacio para el disparo. Una mayor participación de Lodico, el cerebro de la Gloria, alimentó la esperanza de los cordobeses, que crecieron en protagonismo y avalaban el invicto en los partidos de preparación, donde cosecharon cuatro triunfos y dos empates.
Un tiro libre que Gil lanzó en forma de centro encontró solo a Sequeira, que remató de cabeza sin dirección y en la atropellada no lograron empujar la pelota Tissera –que reemplazó a Ramírez- ni Pérez. Un juego con mayor intensidad repercutió en un desarrollo con más fricción y faltas. El DT Oldrá, en ese contexto, eligió quitar de la batalla a Mac Allister, que estaba amonestado. El triángulo que compusieron Pérez-Gil y Miljevic no tuvo el espacio ni las facilidades del primer tiempo, y Huracán perdió el dominio que lo hacía más ambicioso; Instituto corrigió el posicionamiento en el campo, se enseñó más compacto y combativo para disputarle el control de la pelota y pisó mejor el terreno.
Cansancio, desorden, faltas y remates forzados empujaron el partido hacia la definición por penales, donde se agigantó la figura de Meza, un arquero que esperó su momento y desató el festejó de Huracán.
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