“A ver si nos critican después de este partido… Les demostramos que nuestra liga no es como la que ellos dicen. Lo demostramos contra el Real Madrid, contra el Salzburgo, contra el Pachuca y de nuevo contra ¡el Manchester City! Espero que sigamos haciéndolo…”
Sergej Milinković-Savić es la figura de Al-Hilal. El motor. Tiene 30 años, es gigante (mide 1,94m), se destacó durante ocho temporadas en Lazio, llegó a valer 200 millones de euros, pudo jugar en Real Madrid y Manchester City, pero se derritió frente al petróleo saudita. Son decisiones. Y ahora disfruta su venganza, instalado entre los ocho mejores del Mundial de Clubes.
Por las iniciales de sus nombres se lo conocía como SMS (las siglas de la antigua mensajería). Tuvo una época en la que usaba bigotes extraños, con diseño. Cambió varias veces de look físico, pero sobre el campo de juego mantiene su esencia, de clase universal.
Lazio rechazó una oferta de Milan de 140 millones de euros en 2018. PSG llegó a ofertar ¡200 millones! cuando apenas tenía 22 años. Y cinco temporadas después, cuando le faltaba poco para perderlo porque se le terminaba el contrato, el conjunto de la capital lo vendió a Al-Hilal por “nada más que 40″.
Dato adicional: la figura de esta historia (la “revelación” del Mundial) cobra 25 millones de euros por año. Para entender la locura árabe: Kylian Mbappé firmó un vínculo por 20 millones en Real Madrid…
Milinković-Savić es el mejor de un (muy) buen equipo, que este viernes, a las 16 hora argentina, se cita con Fluminense, detrás de las semifinales de la novedosa cita, de la que ya se despidieron varios gigantes europeos.
La prensa italiana lo definía como “el nuevo Pogba”, por algunos detalles físicos y tácticos. Luego de debutar en Vojvodina (el tercer club más antiguo de la SuperLiga local y uno de los clubes más exitosos del fútbol serbio) en la temporada 2013-14 pasó a Genk, de Bélgica, como plataforma para alcanzar en 2015 el fuego de Lazio.
“Es rápido, corre mucho, entre 12 y 14 kilómetros por partido, es fortísimo, cabecea fenomenal, dispara bien con derecha y con izquierda y, a pesar de ser alto, tiene una técnica increíble. Hace cosas increíbles, reservadas para jugadores bajitos”, contó alguna vez Mateja Kezman, un delantero potente, su antiguo representante.
Brillantes apellidos como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o Neymar, que fue un auténtico fiasco hasta regresar a Santos, pusieron el fútbol de Arabia Saudita en el mapa. Savić fue detrás del mismo desafío. Económico y deportivo.
Es un cinco de marca y control, pero como es alto suele ir a cabecear y anota por esa vía. Pero también pisa seguido el área, como en la jugada del cuarto gol contra Manchester City que terminó con el grito de Marcos Leonardo.
Se trata del estilo de los volantes centrales con más gol del mundo. Mientras todos miraban a aquellas figuras (y algunas otras) en la explosión del mercado árabe, Al-Hilal se garantizó la solidez y armonía del plantel. De eso se trata el club árabe: un equipo, con mayúsculas y letras de molde, ahora con Simone Inzaghi, como conductor, luego de años exitosos en Inter y una paliza sufrida en la final de la Champions League ante PSG.
Los datos revelan su crecimiento: 17 goles y 8 asistencias enmarcan su temporada 2024/25, en la que por detrás de Mitrovic, Al-Dawsari y Marcos Leonardo (todos delanteros) se convirtió en el cuarto máximo goleador, aunque casi siempre lejos del área rival.
Su padre, Nikola Milinković jugaba al fútbol en Lleida, en la ciudad catalana de Lérida. Por esa razón nació ahí. Su madre, Milijana Savić, fue jugadora de la selección de básquet de Serbia. Su hermano, Vanja, nació en Orense, cuando el hombre de la familia fue a jugar a ese destino. Ahora es arquero de Torino.
Los dos eligieron representar a Serbia.
Savić, ahora, quiere más. Mucho más. “Cualquier equipo que elimine al Inter es un rival serio. Los respetamos, pero estaremos completamente preparados”, sentencia, con Fluminense entre ojo y otro. “La clave en estos partidos es creer. Eso hicimos estas noches. Creímos, y esa fe nos llevó hasta aquí”, argumenta.
El batacazo contra el City fue algo más que un llamado de atención mundial. “Hicimos historia esa noche”, aseguró Milinkovic-Savić con una sonrisa, tiempista casi siempre, de sangre hirviendo y al borde de la expulsión más de una vez.
La energía de la victoria se percibe en su voz. Y viaja al futuro. “Fue un partido enorme y un resultado grandioso. Para cualquiera que dude de nuestra liga, hemos demostrado en el campo que la liga saudí es fuerte. Se lo demostramos al mundo”, repite el volante millonario que juega como vive.
“A ver si nos critican después de este partido… Les demostramos que nuestra liga no es como la que ellos dicen. Lo demostramos contra el Real Madrid, contra el Salzburgo, contra el Pachuca y de nuevo contra ¡el Manchester City! Espero que sigamos haciéndolo…”
Sergej Milinković-Savić es la figura de Al-Hilal. El motor. Tiene 30 años, es gigante (mide 1,94m), se destacó durante ocho temporadas en Lazio, llegó a valer 200 millones de euros, pudo jugar en Real Madrid y Manchester City, pero se derritió frente al petróleo saudita. Son decisiones. Y ahora disfruta su venganza, instalado entre los ocho mejores del Mundial de Clubes.
Por las iniciales de sus nombres se lo conocía como SMS (las siglas de la antigua mensajería). Tuvo una época en la que usaba bigotes extraños, con diseño. Cambió varias veces de look físico, pero sobre el campo de juego mantiene su esencia, de clase universal.
Lazio rechazó una oferta de Milan de 140 millones de euros en 2018. PSG llegó a ofertar ¡200 millones! cuando apenas tenía 22 años. Y cinco temporadas después, cuando le faltaba poco para perderlo porque se le terminaba el contrato, el conjunto de la capital lo vendió a Al-Hilal por “nada más que 40″.
Dato adicional: la figura de esta historia (la “revelación” del Mundial) cobra 25 millones de euros por año. Para entender la locura árabe: Kylian Mbappé firmó un vínculo por 20 millones en Real Madrid…
Milinković-Savić es el mejor de un (muy) buen equipo, que este viernes, a las 16 hora argentina, se cita con Fluminense, detrás de las semifinales de la novedosa cita, de la que ya se despidieron varios gigantes europeos.
La prensa italiana lo definía como “el nuevo Pogba”, por algunos detalles físicos y tácticos. Luego de debutar en Vojvodina (el tercer club más antiguo de la SuperLiga local y uno de los clubes más exitosos del fútbol serbio) en la temporada 2013-14 pasó a Genk, de Bélgica, como plataforma para alcanzar en 2015 el fuego de Lazio.
“Es rápido, corre mucho, entre 12 y 14 kilómetros por partido, es fortísimo, cabecea fenomenal, dispara bien con derecha y con izquierda y, a pesar de ser alto, tiene una técnica increíble. Hace cosas increíbles, reservadas para jugadores bajitos”, contó alguna vez Mateja Kezman, un delantero potente, su antiguo representante.
Brillantes apellidos como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o Neymar, que fue un auténtico fiasco hasta regresar a Santos, pusieron el fútbol de Arabia Saudita en el mapa. Savić fue detrás del mismo desafío. Económico y deportivo.
Es un cinco de marca y control, pero como es alto suele ir a cabecear y anota por esa vía. Pero también pisa seguido el área, como en la jugada del cuarto gol contra Manchester City que terminó con el grito de Marcos Leonardo.
Se trata del estilo de los volantes centrales con más gol del mundo. Mientras todos miraban a aquellas figuras (y algunas otras) en la explosión del mercado árabe, Al-Hilal se garantizó la solidez y armonía del plantel. De eso se trata el club árabe: un equipo, con mayúsculas y letras de molde, ahora con Simone Inzaghi, como conductor, luego de años exitosos en Inter y una paliza sufrida en la final de la Champions League ante PSG.
Los datos revelan su crecimiento: 17 goles y 8 asistencias enmarcan su temporada 2024/25, en la que por detrás de Mitrovic, Al-Dawsari y Marcos Leonardo (todos delanteros) se convirtió en el cuarto máximo goleador, aunque casi siempre lejos del área rival.
Su padre, Nikola Milinković jugaba al fútbol en Lleida, en la ciudad catalana de Lérida. Por esa razón nació ahí. Su madre, Milijana Savić, fue jugadora de la selección de básquet de Serbia. Su hermano, Vanja, nació en Orense, cuando el hombre de la familia fue a jugar a ese destino. Ahora es arquero de Torino.
Los dos eligieron representar a Serbia.
Savić, ahora, quiere más. Mucho más. “Cualquier equipo que elimine al Inter es un rival serio. Los respetamos, pero estaremos completamente preparados”, sentencia, con Fluminense entre ojo y otro. “La clave en estos partidos es creer. Eso hicimos estas noches. Creímos, y esa fe nos llevó hasta aquí”, argumenta.
El batacazo contra el City fue algo más que un llamado de atención mundial. “Hicimos historia esa noche”, aseguró Milinkovic-Savić con una sonrisa, tiempista casi siempre, de sangre hirviendo y al borde de la expulsión más de una vez.
La energía de la victoria se percibe en su voz. Y viaja al futuro. “Fue un partido enorme y un resultado grandioso. Para cualquiera que dude de nuestra liga, hemos demostrado en el campo que la liga saudí es fuerte. Se lo demostramos al mundo”, repite el volante millonario que juega como vive.
El volante es el motor del conjunto árabe, la sorpresa en el Mundial de Clubes Read More