WASHINGTON.- El drama por las devastadoras inundaciones en Texas conmociona a Estados Unidos. Mientras la cifra de muertos tras las lluvias “catastróficas” se elevó este sábado por la tarde a 32, entre ellos 14 menores, los rescatistas buscan desesperadamente a un número no establecido de chicas que estaban en un campamento cristiano de verano a orillas de un río en el condado de Kerr, unos 100 kilómetros al noroeste de San Antonio.
En el Camp Mystic había unas 750 niñas cuando las crecidas repentinas del río Guadalupe, alcanzaron los ocho metros en solo 45 minutos en algunas zonas, arrasaron todo a su paso el viernes. “Haremos todo lo humanamente posible para encontrarlas, revisando cada árbol, removiendo cada piedra, lo que sea necesario”, dijo el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, a los familiares de las desaparecidas.
“No nos detendremos hasta encontrar a todos los desaparecidos”, declaró Nim Kidd, jefe del Departamento de Manejo de Emergencias de Texas, en una conferencia de prensa el sábado por la tarde. La cantidad de desaparecidos era un número difícil de especificar debido a la cantidad de gente que estaba en la zona por el fin de semana largo del 4 de Julio, Día de la Independencia en Estados Unidos.
Más de 1000 agentes fueron movilizados para el operativo de búsqueda de los desaparecidos, con helicópteros, drones y botes. El administrador municipal de la localidad de Kerrville, Dalton Rice, dijo que los funcionarios no tenían un recuento exacto de cuántas otras personas estaban en paradero desconocido en medio de la catástrofe, mientras que unas 850 personas fueron rescatadas. “La información va cambiando a cada minuto”, afirmó.
Padres y familiares de las menores desaparecidas publicaron fotos con las caras de las chicas y dramáticos pedidos de ayuda para encontrarlas.
“El campamento quedó completamente destruido”, relató Elinor Lester, de 13 años, una de los chicas que fue rescatada del Camp Mystic. “Un helicóptero aterrizó y empezó a llevarse a la gente. Daba mucho miedo”, añadió.
Una furiosa tormenta sacudió su cabaña justo después de la medianoche del viernes, y cuando llegaron los rescatistas, ataron una cuerda para que las niñas se sujetaran mientras caminaban por un puente con las aguas de la crecida golpeando sus piernas, contó Lester.
Las autoridades del campamento dijeron que la ruta que conducía al predio “fue arrasada”, lo que dificultó las tareas de rescate. Los equipos de búsqueda se enfrentan a duras condiciones mientras recorrían los ríos desbordados y la destrucción que provocó la furia del agua. “Están buscando en todos los lugares posibles”, dijo Rice.
Jenny MacLennan, padre de una de las chicas que estaban en el Camp Mystic, logró reencontrarse con su hija de 10 años. Ella le contó que su cabaña estaba lo suficientemente elevada en el predio y que por eso pudieron mantenerse a salvo. “Es completamente devastador que tantas familias no hayan recuperado a sus hijas”, dijo MacLennan. “Nosotros fuimos una de las que lo hicieron, y estamos muy agradecidos”, añadió.
Joe Herring Jr., alcalde de Kerrville, dijo que su localidad se despertó este sábado entre la destrucción, la angustia y la incertidumbre. “Hoy será un día duro”, afirmó, con la voz entrecortada.
“En cuestión de 45 minutos, el río Guadalupe subió unos ocho metros. Fue una inundación destructiva, llevándose propiedades y tristemente vidas”, describió Patrick.
El gobierno de Donald Trump informó que está trabajando con funcionarios estatales y locales sobre el terreno en Texas en respuesta a las “trágicas inundaciones”, y que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se trasladaría a la zona.
“Melania y yo estamos rezando por todas las familias afectadas por esta horrible tragedia. Nuestros valientes socorristas están en el lugar haciendo lo que mejor saben hacer”, publicó el presidente norteamericano en su red Truhan Social.
Alertas y cuestionamientos
Las alertas emitidas por los funcionarios continuaron este sábado, debido a que las lluvias torrenciales seguían azotando las comunidades de las afueras de San Antonio, donde las inundaciones sorprendieron a mucha gente que pasaba el fin de semana festivo del 4 de julio, el Día de Independencia de Estados Unidos. Hay declaraciones de desastre para las regiones de Hill Country y el valle Concho.
La inundación en plena noche tomó por sorpresa a residentes, campistas y las propias autoridades. La zona de Texas Hill Country, situada al noroeste de San Antonio, es un destino popular para acampar y disfrutar del río, especialmente durante las vacaciones de verano.
Las autoridades defendieron su actuación el viernes, al afirmar que no esperaban lluvias tan intensas, equivalente al acumulado de meses de precipitaciones en la zona.
Según Nim Kidd, jefe de la División de Gestión de Emergencias de Texas, uno de los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional de principios de semana preveía hasta 152 milímetros de lluvia. “No predijo la cantidad de lluvia que hemos visto”, dijo.
En tanto, AccuWeather dijo que la empresa privada de predicción y el Servicio Meteorológico Nacional enviaron advertencias sobre posibles inundaciones repentinas horas antes de la devastación.
“Estas advertencias deberían haber proporcionado a las autoridades tiempo suficiente para evacuar campamentos como Camp Mystic y poner a la gente a salvo”, dijo AccuWeather en un comunicado, en el que calificó el condado de Texas Hill como una de las zonas más propensas a inundaciones repentinas de Estados Unidos debido a su terreno y a los numerosos cruces de agua.
Un alto funcionario del condado Kerr, el juez Rob Kelly, fue cuestionado en una conferencia de prensa de por qué los campamentos a lo largo del río Guadalupe no habían sido evacuados antes de las crecidas.
“No sabíamos que esta inundación venía. Tengan la seguridad, nadie sabía que este tipo de inundación venía”, se defendió Kelly.
“No tenemos un sistema de alerta” en la región, explicó el juez, que añadió que lo que sucedió el viernes superó por mucho las inundaciones de 1987, que provocaron la muerte de 10 adolescentes que estaban en un ómnibus de un campamento religioso cerca del pueblo de Comfort, al sur del condado de Kerr.
Según la cadena CBS, la División de Manejo de Emergencias de Texas tuvo múltiples reuniones el jueves para prepararse para las tormentas, pero los funcionarios señalaron que el Servicio Meteorológico Nacional no pronosticó la cantidad de lluvia que finalmente cayó.
En tanto, el congresista Chip Roy, de Texas, contó la historia de una compañera de colegio de sus hijos que había desaparecido en la inundación de Kerrville. “Estuvo en un colchón durante dos o tres horas en mitad de la noche”, relató, y finalmente logró reencontrarse con su madre. “Ese es el tipo de bendiciones que deberíamos celebrar mientras lloramos también a los que no lo consiguieron”, agregó.
Por su parte, el senador republicano Ted Cruz, de Texas, afirmó que Trump se había “comprometido a dar todo lo que Texas necesita” para paliar la crisis.
WASHINGTON.- El drama por las devastadoras inundaciones en Texas conmociona a Estados Unidos. Mientras la cifra de muertos tras las lluvias “catastróficas” se elevó este sábado por la tarde a 32, entre ellos 14 menores, los rescatistas buscan desesperadamente a un número no establecido de chicas que estaban en un campamento cristiano de verano a orillas de un río en el condado de Kerr, unos 100 kilómetros al noroeste de San Antonio.
En el Camp Mystic había unas 750 niñas cuando las crecidas repentinas del río Guadalupe, alcanzaron los ocho metros en solo 45 minutos en algunas zonas, arrasaron todo a su paso el viernes. “Haremos todo lo humanamente posible para encontrarlas, revisando cada árbol, removiendo cada piedra, lo que sea necesario”, dijo el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, a los familiares de las desaparecidas.
“No nos detendremos hasta encontrar a todos los desaparecidos”, declaró Nim Kidd, jefe del Departamento de Manejo de Emergencias de Texas, en una conferencia de prensa el sábado por la tarde. La cantidad de desaparecidos era un número difícil de especificar debido a la cantidad de gente que estaba en la zona por el fin de semana largo del 4 de Julio, Día de la Independencia en Estados Unidos.
Más de 1000 agentes fueron movilizados para el operativo de búsqueda de los desaparecidos, con helicópteros, drones y botes. El administrador municipal de la localidad de Kerrville, Dalton Rice, dijo que los funcionarios no tenían un recuento exacto de cuántas otras personas estaban en paradero desconocido en medio de la catástrofe, mientras que unas 850 personas fueron rescatadas. “La información va cambiando a cada minuto”, afirmó.
Padres y familiares de las menores desaparecidas publicaron fotos con las caras de las chicas y dramáticos pedidos de ayuda para encontrarlas.
“El campamento quedó completamente destruido”, relató Elinor Lester, de 13 años, una de los chicas que fue rescatada del Camp Mystic. “Un helicóptero aterrizó y empezó a llevarse a la gente. Daba mucho miedo”, añadió.
Una furiosa tormenta sacudió su cabaña justo después de la medianoche del viernes, y cuando llegaron los rescatistas, ataron una cuerda para que las niñas se sujetaran mientras caminaban por un puente con las aguas de la crecida golpeando sus piernas, contó Lester.
Las autoridades del campamento dijeron que la ruta que conducía al predio “fue arrasada”, lo que dificultó las tareas de rescate. Los equipos de búsqueda se enfrentan a duras condiciones mientras recorrían los ríos desbordados y la destrucción que provocó la furia del agua. “Están buscando en todos los lugares posibles”, dijo Rice.
Jenny MacLennan, padre de una de las chicas que estaban en el Camp Mystic, logró reencontrarse con su hija de 10 años. Ella le contó que su cabaña estaba lo suficientemente elevada en el predio y que por eso pudieron mantenerse a salvo. “Es completamente devastador que tantas familias no hayan recuperado a sus hijas”, dijo MacLennan. “Nosotros fuimos una de las que lo hicieron, y estamos muy agradecidos”, añadió.
Joe Herring Jr., alcalde de Kerrville, dijo que su localidad se despertó este sábado entre la destrucción, la angustia y la incertidumbre. “Hoy será un día duro”, afirmó, con la voz entrecortada.
“En cuestión de 45 minutos, el río Guadalupe subió unos ocho metros. Fue una inundación destructiva, llevándose propiedades y tristemente vidas”, describió Patrick.
El gobierno de Donald Trump informó que está trabajando con funcionarios estatales y locales sobre el terreno en Texas en respuesta a las “trágicas inundaciones”, y que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se trasladaría a la zona.
“Melania y yo estamos rezando por todas las familias afectadas por esta horrible tragedia. Nuestros valientes socorristas están en el lugar haciendo lo que mejor saben hacer”, publicó el presidente norteamericano en su red Truhan Social.
Alertas y cuestionamientos
Las alertas emitidas por los funcionarios continuaron este sábado, debido a que las lluvias torrenciales seguían azotando las comunidades de las afueras de San Antonio, donde las inundaciones sorprendieron a mucha gente que pasaba el fin de semana festivo del 4 de julio, el Día de Independencia de Estados Unidos. Hay declaraciones de desastre para las regiones de Hill Country y el valle Concho.
La inundación en plena noche tomó por sorpresa a residentes, campistas y las propias autoridades. La zona de Texas Hill Country, situada al noroeste de San Antonio, es un destino popular para acampar y disfrutar del río, especialmente durante las vacaciones de verano.
Las autoridades defendieron su actuación el viernes, al afirmar que no esperaban lluvias tan intensas, equivalente al acumulado de meses de precipitaciones en la zona.
Según Nim Kidd, jefe de la División de Gestión de Emergencias de Texas, uno de los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional de principios de semana preveía hasta 152 milímetros de lluvia. “No predijo la cantidad de lluvia que hemos visto”, dijo.
En tanto, AccuWeather dijo que la empresa privada de predicción y el Servicio Meteorológico Nacional enviaron advertencias sobre posibles inundaciones repentinas horas antes de la devastación.
“Estas advertencias deberían haber proporcionado a las autoridades tiempo suficiente para evacuar campamentos como Camp Mystic y poner a la gente a salvo”, dijo AccuWeather en un comunicado, en el que calificó el condado de Texas Hill como una de las zonas más propensas a inundaciones repentinas de Estados Unidos debido a su terreno y a los numerosos cruces de agua.
Un alto funcionario del condado Kerr, el juez Rob Kelly, fue cuestionado en una conferencia de prensa de por qué los campamentos a lo largo del río Guadalupe no habían sido evacuados antes de las crecidas.
“No sabíamos que esta inundación venía. Tengan la seguridad, nadie sabía que este tipo de inundación venía”, se defendió Kelly.
“No tenemos un sistema de alerta” en la región, explicó el juez, que añadió que lo que sucedió el viernes superó por mucho las inundaciones de 1987, que provocaron la muerte de 10 adolescentes que estaban en un ómnibus de un campamento religioso cerca del pueblo de Comfort, al sur del condado de Kerr.
Según la cadena CBS, la División de Manejo de Emergencias de Texas tuvo múltiples reuniones el jueves para prepararse para las tormentas, pero los funcionarios señalaron que el Servicio Meteorológico Nacional no pronosticó la cantidad de lluvia que finalmente cayó.
En tanto, el congresista Chip Roy, de Texas, contó la historia de una compañera de colegio de sus hijos que había desaparecido en la inundación de Kerrville. “Estuvo en un colchón durante dos o tres horas en mitad de la noche”, relató, y finalmente logró reencontrarse con su madre. “Ese es el tipo de bendiciones que deberíamos celebrar mientras lloramos también a los que no lo consiguieron”, agregó.
Por su parte, el senador republicano Ted Cruz, de Texas, afirmó que Trump se había “comprometido a dar todo lo que Texas necesita” para paliar la crisis.
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