“Perdiste… ahora volvemos y te matamos”, le avisaron a Kevin González, de 21 años, habitante de la villa La Cava, en Beccar. Eran las 19.30 del 4 de septiembre de 2022. Media hora después cumplieron la amenaza: el joven fue atacado a balazos en la puerta de su casa, en el pasillo conocido como La Sede, una zona caliente del narcomenudeo. Un balazo impactó en su cabeza; otro, en su pierna derecha. Cayó herido en el piso, donde fue golpeado a patadas. Los agresores huyeron. La víctima murió 48 horas después en el Hospital Central de San Isidro.
Fue un ajuste de cuentas. Una venganza narco. González se habría quedado con droga de la banda de Foca, líder de una organización criminal que González había integrado.
En las últimas horas, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de San Isidro, integrado por los jueces Alberto Ortolani, Gonzalo Aquino y Sebastián Urquijo, condenó a prisión perpetua a los autores del crimen: Juan Gabriel Cañete, apodado Panca, de 26 años; Roberto Aguilera Cáceres, alias Compa, de 39, y Jonathan Pirolla Borda, conocido como Tito, de 21.
Los jueces encontraron al trío culpable del delito de homicidio agravado por haberse perpetrado con el concurso premeditado de dos o más personas y por haber sido cometido con un arma de fuego.
En el momento de hacer uso de las palabras finales antes de conocer el veredicto, solo habló Pirolla Borda: “Pido disculpas por lo que pasó a la familia, lo siento mucho por la pérdida del chico. Yo de todo corazón, de verdad, yo les pido disculpas. Nunca quise matar a nadie, yo. Jamás pensé en matar una persona; yo le pido misericordia, señor, piedad, por favor. Ayúdeme, son muchos años, la cosa está muy difícil, tengo tres hijos, ellos son todo para mí. Por favor, se lo pido“.
En el debate, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por Santiago Jaimes Munilla, quien, en su alegato, pidió que los acusados sean condenados a la pena máxima. En cambio, los defensores oficiales María Eugenia Nigro y Jorge Del Río habían solicitado las absoluciones de sus asistidos.
Según testigos que declararon en el juicio, en La Cava había un grupo de chicos que vendían droga para un narco conocido como Foca, y González se habría quedado con algo de esa “mercadería”. Los problemas y roces comenzaron cuando no quiso devolver lo que se había “robado”.
González, según las declaraciones testimoniales, decidió irse de La Cava. No solo porque le exigían la devolución de la “mercadería”, sino también porque tenía una “orden de detención vigente”. Cuando volvió a su casa “pasó lo que pasó”, dijo un policía bonaerense que declaró en el debate.
“Cae de maduro que, a pesar de haber efectuado tanto Pirolla Borda como Aguilera Cáceres un denodado esfuerzo por desligarse del suceso que atentara contra González, no pudieron desacreditar lo expuesto por los testigos que, propuestos por la Fiscalía, desfilaron por la sala de audiencias del Tribunal, quienes se expidieron con firmeza, complementándose unos con otros, resultando por demás creíbles a los ojos de quien suscribe. Considero que los hechos ventilados deben comprenderse en su totalidad, teniendo en cuenta su evolución y analizando las diferentes vicisitudes de cada uno de los casos. Es que la mecánica de los mismos no se explica si se prescinde de prueba objetiva relevante o se valoran los indicios de manera aislada o desconectada, siendo que el fallo constituye un todo inescindible, que, en los hechos sometidos a juzgamiento, indudablemente desemboca en una conclusión de reproche”, sostuvo el juez Ortolani en su voto, al que adhirieron sus colegas Aquino y Urquillo.
“Cabe mencionar que la identificación de los encausados por parte de los testigos se realizó en razón de su observación en el lugar del hecho y del conocimiento previo que tenían de los mismos, y no únicamente a partir de la observación del video. En suma, la evidencia es variada, categórica, y demuestra la responsabilidad criminal de los encartados en los hechos por los que se girara juicio de reproche penal”, concluyó el tribunal.
“Perdiste… ahora volvemos y te matamos”, le avisaron a Kevin González, de 21 años, habitante de la villa La Cava, en Beccar. Eran las 19.30 del 4 de septiembre de 2022. Media hora después cumplieron la amenaza: el joven fue atacado a balazos en la puerta de su casa, en el pasillo conocido como La Sede, una zona caliente del narcomenudeo. Un balazo impactó en su cabeza; otro, en su pierna derecha. Cayó herido en el piso, donde fue golpeado a patadas. Los agresores huyeron. La víctima murió 48 horas después en el Hospital Central de San Isidro.
Fue un ajuste de cuentas. Una venganza narco. González se habría quedado con droga de la banda de Foca, líder de una organización criminal que González había integrado.
En las últimas horas, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de San Isidro, integrado por los jueces Alberto Ortolani, Gonzalo Aquino y Sebastián Urquijo, condenó a prisión perpetua a los autores del crimen: Juan Gabriel Cañete, apodado Panca, de 26 años; Roberto Aguilera Cáceres, alias Compa, de 39, y Jonathan Pirolla Borda, conocido como Tito, de 21.
Los jueces encontraron al trío culpable del delito de homicidio agravado por haberse perpetrado con el concurso premeditado de dos o más personas y por haber sido cometido con un arma de fuego.
En el momento de hacer uso de las palabras finales antes de conocer el veredicto, solo habló Pirolla Borda: “Pido disculpas por lo que pasó a la familia, lo siento mucho por la pérdida del chico. Yo de todo corazón, de verdad, yo les pido disculpas. Nunca quise matar a nadie, yo. Jamás pensé en matar una persona; yo le pido misericordia, señor, piedad, por favor. Ayúdeme, son muchos años, la cosa está muy difícil, tengo tres hijos, ellos son todo para mí. Por favor, se lo pido“.
En el debate, el Ministerio Público Fiscal estuvo representado por Santiago Jaimes Munilla, quien, en su alegato, pidió que los acusados sean condenados a la pena máxima. En cambio, los defensores oficiales María Eugenia Nigro y Jorge Del Río habían solicitado las absoluciones de sus asistidos.
Según testigos que declararon en el juicio, en La Cava había un grupo de chicos que vendían droga para un narco conocido como Foca, y González se habría quedado con algo de esa “mercadería”. Los problemas y roces comenzaron cuando no quiso devolver lo que se había “robado”.
González, según las declaraciones testimoniales, decidió irse de La Cava. No solo porque le exigían la devolución de la “mercadería”, sino también porque tenía una “orden de detención vigente”. Cuando volvió a su casa “pasó lo que pasó”, dijo un policía bonaerense que declaró en el debate.
“Cae de maduro que, a pesar de haber efectuado tanto Pirolla Borda como Aguilera Cáceres un denodado esfuerzo por desligarse del suceso que atentara contra González, no pudieron desacreditar lo expuesto por los testigos que, propuestos por la Fiscalía, desfilaron por la sala de audiencias del Tribunal, quienes se expidieron con firmeza, complementándose unos con otros, resultando por demás creíbles a los ojos de quien suscribe. Considero que los hechos ventilados deben comprenderse en su totalidad, teniendo en cuenta su evolución y analizando las diferentes vicisitudes de cada uno de los casos. Es que la mecánica de los mismos no se explica si se prescinde de prueba objetiva relevante o se valoran los indicios de manera aislada o desconectada, siendo que el fallo constituye un todo inescindible, que, en los hechos sometidos a juzgamiento, indudablemente desemboca en una conclusión de reproche”, sostuvo el juez Ortolani en su voto, al que adhirieron sus colegas Aquino y Urquillo.
“Cabe mencionar que la identificación de los encausados por parte de los testigos se realizó en razón de su observación en el lugar del hecho y del conocimiento previo que tenían de los mismos, y no únicamente a partir de la observación del video. En suma, la evidencia es variada, categórica, y demuestra la responsabilidad criminal de los encartados en los hechos por los que se girara juicio de reproche penal”, concluyó el tribunal.
Kevin González, de 21 años, fue asesinado en septiembre de 2022 en la villa La Cava, en Beccar Read More