CÓRDOBA.- Pertenece a una mujer de alrededor de 30 años el cadáver encontrado hace diez días adentro de un ropero en un departamento del centro de esta ciudad adonde vivía el hermano de un expolicía condenado por el asesinato de un niño. Los peritajes también revelaron que la muerte dataría de hace unos seis meses. La identidad de la mujer todavía se desconoce. Según fuentes oficiales, no hay denuncias de personas desaparecidas que coincidan con las características del cuerpo.
El cadáver fue hallado el sábado 5 por operarios que se disponían a limpiar el lugar y sintieron un “olor nauseabundo”. La zona del departamento de donde salía el olor estaba cerrada con unas maderas que pudieron quitar fácilmente; allí encontraron un ropero sellado con cemento. Adentro, el cuerpo “en avanzado estado de descomposición”, atado con cables y tapado con acolchados.
El departamento, situado en la calle Buenos Aires al 300, en el centro de Córdoba, estuvo alquilado por Javier Grasso, aunque quien vivía era su hermano, Horacio Antonio Grasso, expolicía de la provincia condenado en 2007 por la Cámara 3ª del Crimen de Córdoba. Fue sentenciado por el asesinato de Facundo Novillo Cancinos, un niño de seis años que murió el 26 de marzo de ese año al recibir un disparo de FAL en la cabeza en medio de un tiroteo entre bandas narco en barrios del sudeste de la ciudad.
Dos años después de la condena, Horacio Grasso obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria por un problema cardíaco. A los pocos meses fue nuevamente trasladado a la cárcel de Bouwer porque sus vecinos lo denunciaron por golpear a su madre, con quien vivía. Quiso escaparse cuando llegó la Policía.
Con todo, volvió a conseguir que la Justicia le diera otra vez la prisión domiciliaria. Se instaló en el departamento 3 B de la calle Buenos Aires 315, alquilada por su hermano, Javier Grasso. Como violó nuevamente las normas, hace poco regresó a Bouwer.
Antes del crimen del niño, Horacio Grasso ya había sido separado de la policía porque se lo señaló como autor del robo en un comercio de ropa en la capital cordobesa. Por el asesinato del chico fue condenado a 27 años de cárcel.
Javier Grasso había contratado a los trabajadores para limpiar el departamento. Después del hallazgo, algunos vecinos dijeron que cuando vivía el ex policía allí tenía conductas agresivas, que también solía pedir comida y dinero. No veían que usara la tobillera electrónica que estaba obligado a llevar colocada.
La causa por el hallazgo del cadáver está a cargo de la fiscal María Celeste Blasco, quien en la feria judicial en marcha es subrogada por su par Florencia Espósito.
CÓRDOBA.- Pertenece a una mujer de alrededor de 30 años el cadáver encontrado hace diez días adentro de un ropero en un departamento del centro de esta ciudad adonde vivía el hermano de un expolicía condenado por el asesinato de un niño. Los peritajes también revelaron que la muerte dataría de hace unos seis meses. La identidad de la mujer todavía se desconoce. Según fuentes oficiales, no hay denuncias de personas desaparecidas que coincidan con las características del cuerpo.
El cadáver fue hallado el sábado 5 por operarios que se disponían a limpiar el lugar y sintieron un “olor nauseabundo”. La zona del departamento de donde salía el olor estaba cerrada con unas maderas que pudieron quitar fácilmente; allí encontraron un ropero sellado con cemento. Adentro, el cuerpo “en avanzado estado de descomposición”, atado con cables y tapado con acolchados.
El departamento, situado en la calle Buenos Aires al 300, en el centro de Córdoba, estuvo alquilado por Javier Grasso, aunque quien vivía era su hermano, Horacio Antonio Grasso, expolicía de la provincia condenado en 2007 por la Cámara 3ª del Crimen de Córdoba. Fue sentenciado por el asesinato de Facundo Novillo Cancinos, un niño de seis años que murió el 26 de marzo de ese año al recibir un disparo de FAL en la cabeza en medio de un tiroteo entre bandas narco en barrios del sudeste de la ciudad.
Dos años después de la condena, Horacio Grasso obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria por un problema cardíaco. A los pocos meses fue nuevamente trasladado a la cárcel de Bouwer porque sus vecinos lo denunciaron por golpear a su madre, con quien vivía. Quiso escaparse cuando llegó la Policía.
Con todo, volvió a conseguir que la Justicia le diera otra vez la prisión domiciliaria. Se instaló en el departamento 3 B de la calle Buenos Aires 315, alquilada por su hermano, Javier Grasso. Como violó nuevamente las normas, hace poco regresó a Bouwer.
Antes del crimen del niño, Horacio Grasso ya había sido separado de la policía porque se lo señaló como autor del robo en un comercio de ropa en la capital cordobesa. Por el asesinato del chico fue condenado a 27 años de cárcel.
Javier Grasso había contratado a los trabajadores para limpiar el departamento. Después del hallazgo, algunos vecinos dijeron que cuando vivía el ex policía allí tenía conductas agresivas, que también solía pedir comida y dinero. No veían que usara la tobillera electrónica que estaba obligado a llevar colocada.
La causa por el hallazgo del cadáver está a cargo de la fiscal María Celeste Blasco, quien en la feria judicial en marcha es subrogada por su par Florencia Espósito.
Los peritajes revelaron el dato, aunque la víctima aún no fue identificada; no hay denuncias de desapariciones que correspondan a sus características Read More