Los aranceles de Trump se convierten en un inesperado impulso para la popularidad de Lula en Brasil

BRASIL- La crisis comercial y diplomática entre Brasil y Estados Unidos está dándole un nuevo impulso político al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien por primera vez en un año ve señales de alivio en su crisis de popularidad.

La desaprobación de Lula retrocedió de 57% a 53%, mientras que la aprobación creció de 40% a 43%, según una encuesta publicada este miércoles por el instituto Quaest. La encuesta entrevistó a 2004 personas de forma presencial, entre el 10 y el 14 de julio.

Según la consultora, el enfrentamiento del presidente de Brasil con su par norteamericano, Donald Trump, debido al arancel del 50% anunciado la semana pasada a todos los productos brasileños exportados a Estados Unidos a partir del 1° de agosto, hizo que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) recuperase terreno fuera de su núcleo duro de seguidores.

La recuperación estuvo impulsada por una mejora en la percepción entre los sectores más escolarizados, de clase media y que viven en el sudeste de Brasil.

“Son los más informados de la población, que se consideran más perjudicados por las tarifas de Trump y que creen que Lula está actuando de forma correcta hasta ahora. Por eso, pasan a apoyar al gobierno”, dijo Felipe Nunes, politólogo y CEO de la consultora responsable de la encuesta. “El tarifazo empujó al ‘centro’ político hacia los brazos de Lula”, agregó Nunes.

El gobierno brasileño envió el martes una carta a la administración estadounidense en la que expresa su “indignación” por la imposición del arancel a las importaciones de productos brasileños. En el mensaje, reiteró su disposición a retomar las negociaciones con el objetivo de encontrar una solución.

Desde el anuncio de Trump, el gobierno de Lula viene dando una batalla política intensa en las redes sociales, presentando la crisis como una cuestión de defensa de la soberanía nacional y buscando dañar a Bolsonaro y sus aliados, asociándolos a la agresión contra los intereses de los brasileños.

“Brasil es de los brasileños” se convirtió en uno de los lemas del oficialismo, que el propio Lula compartió en una gorra que usa en una foto fijada en su cuenta de X.

La batalla por la opinión pública

La oposición bolsonarista, por su parte, culpabiliza a Lula y a su presunta hostilidad hacia Estados Unidos por los aranceles. Pero “Lula y el PT vencieron la batalla de la opinión pública contra Bolsonaro, al menos por ahora”, afirmó Nunes.

Aunque Trump haya citado, en las primeras líneas de la carta en la que anunció el “tarifazo”, el proceso contra Jair Bolsonaro en la Corte Suprema -al que calificó como una “cacería de brujas”-, la mayor parte de los entrevistados considera que el cerco judicial contra el expresidente no es la principal causa de la decisión de la Casa Blanca.

El motivo más señalado (26%) fue las declaraciones contra Trump y contra intereses estadounidenses durante la cumbre de jefes de Estado de los Brics en Río de Janeiro, el 6 y 7 de julio.

El grupo de países, que ahora integran 11 naciones -entre ellas Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, condenó las medidas “unilaterales” que distorsionan el comercio global, en un mensaje velado a Trump. Además, propuso una gobernanza internacional de la inteligencia artificial, con la idea de que las plataformas proveedoras de esos servicios paguen a los dueños de las bases de datos que utilizan, lo que impactaría en el negocio de las big techs.

Durante el evento, además, Lula dijo que le parecía “muy equivocado e irresponsable” que un presidente “amenazara a otros en redes sociales”, en respuesta a las críticas de Trump al proceso contra Bolsonaro por intento de golpe de Estado.

Lula también calificó como un “camino sin retorno” la progresiva sustitución del dólar como moneda dominante en el comercio internacional.

Para el 22% de los encuestados, el proceso en la Corte contra Bolsonaro es la principal razón detrás del arancel, mientras que un 10% considera que Trump buscó una represalia por acciones judiciales contra empresas tecnológicas estadounidenses.

La mayoría de los brasileños rechaza el tarifazo: el 72% considera que el republicano está equivocado. A pesar de las diferencias en cuanto a los motivos de la crisis, la mayoría de los brasileños desea que el gobierno y la oposición se unan para defender los intereses del país. El 79% de los encuestados considera que el aumento de los aranceles perjudicará su vida cotidiana.

La crisis comercial entre Brasil y Estados Unidos, con un fuerte trasfondo político, se está convirtiendo en un “salvavidas” para Lula en un momento de impopularidad cuando falta poco más de un año para las próximas elecciones presidenciales, dijo a LA NACION Leandro Consentino, politólogo y profesor del instituto Insper de San Pablo.

“Está transformando la crisis en una oportunidad política, al posicionarse como el defensor de la soberanía de Brasil y alguien que hace frente a una intervención estadounidense”, explicó Consentino.

“Es parte del discurso que el gobierno ya venía fogoneando: el de ricos contra pobres, ahora alineando a Estados Unidos como un agente que actúa en favor del capital y de los ricos”, agregó.

Entre julio de 2024 y mayo de 2025, la desaprobación de Lula había crecido de forma ininterrumpida, según Quaest. El salto fue del 43% al 57%.

La creciente tensión con la administración de Trump es, por otro lado, una oportunidad para blindar al gobierno de críticas por su apuesta por bloques alternativos de poder, como los Brics, ahora expandidos e integrados por países con regímenes autoritarios. El martes, Trump aseguró que está imponiendo tarifas a los productos brasileños “porque puede”.

“Para Brasil, esta crisis es una oportunidad para renovar su liderazgo internacional. Intentará mostrar que el alineamiento con potencias diferentes, como las de los Brics, no es sumisión ideológica, sino una alternativa a la agenda estadounidense, justo cuando Trump vuelve a posicionarse con medidas autoritarias”, concluyó Cosentino.

BRASIL- La crisis comercial y diplomática entre Brasil y Estados Unidos está dándole un nuevo impulso político al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien por primera vez en un año ve señales de alivio en su crisis de popularidad.

La desaprobación de Lula retrocedió de 57% a 53%, mientras que la aprobación creció de 40% a 43%, según una encuesta publicada este miércoles por el instituto Quaest. La encuesta entrevistó a 2004 personas de forma presencial, entre el 10 y el 14 de julio.

Según la consultora, el enfrentamiento del presidente de Brasil con su par norteamericano, Donald Trump, debido al arancel del 50% anunciado la semana pasada a todos los productos brasileños exportados a Estados Unidos a partir del 1° de agosto, hizo que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) recuperase terreno fuera de su núcleo duro de seguidores.

La recuperación estuvo impulsada por una mejora en la percepción entre los sectores más escolarizados, de clase media y que viven en el sudeste de Brasil.

“Son los más informados de la población, que se consideran más perjudicados por las tarifas de Trump y que creen que Lula está actuando de forma correcta hasta ahora. Por eso, pasan a apoyar al gobierno”, dijo Felipe Nunes, politólogo y CEO de la consultora responsable de la encuesta. “El tarifazo empujó al ‘centro’ político hacia los brazos de Lula”, agregó Nunes.

El gobierno brasileño envió el martes una carta a la administración estadounidense en la que expresa su “indignación” por la imposición del arancel a las importaciones de productos brasileños. En el mensaje, reiteró su disposición a retomar las negociaciones con el objetivo de encontrar una solución.

Desde el anuncio de Trump, el gobierno de Lula viene dando una batalla política intensa en las redes sociales, presentando la crisis como una cuestión de defensa de la soberanía nacional y buscando dañar a Bolsonaro y sus aliados, asociándolos a la agresión contra los intereses de los brasileños.

“Brasil es de los brasileños” se convirtió en uno de los lemas del oficialismo, que el propio Lula compartió en una gorra que usa en una foto fijada en su cuenta de X.

La batalla por la opinión pública

La oposición bolsonarista, por su parte, culpabiliza a Lula y a su presunta hostilidad hacia Estados Unidos por los aranceles. Pero “Lula y el PT vencieron la batalla de la opinión pública contra Bolsonaro, al menos por ahora”, afirmó Nunes.

Aunque Trump haya citado, en las primeras líneas de la carta en la que anunció el “tarifazo”, el proceso contra Jair Bolsonaro en la Corte Suprema -al que calificó como una “cacería de brujas”-, la mayor parte de los entrevistados considera que el cerco judicial contra el expresidente no es la principal causa de la decisión de la Casa Blanca.

El motivo más señalado (26%) fue las declaraciones contra Trump y contra intereses estadounidenses durante la cumbre de jefes de Estado de los Brics en Río de Janeiro, el 6 y 7 de julio.

El grupo de países, que ahora integran 11 naciones -entre ellas Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, condenó las medidas “unilaterales” que distorsionan el comercio global, en un mensaje velado a Trump. Además, propuso una gobernanza internacional de la inteligencia artificial, con la idea de que las plataformas proveedoras de esos servicios paguen a los dueños de las bases de datos que utilizan, lo que impactaría en el negocio de las big techs.

Durante el evento, además, Lula dijo que le parecía “muy equivocado e irresponsable” que un presidente “amenazara a otros en redes sociales”, en respuesta a las críticas de Trump al proceso contra Bolsonaro por intento de golpe de Estado.

Lula también calificó como un “camino sin retorno” la progresiva sustitución del dólar como moneda dominante en el comercio internacional.

Para el 22% de los encuestados, el proceso en la Corte contra Bolsonaro es la principal razón detrás del arancel, mientras que un 10% considera que Trump buscó una represalia por acciones judiciales contra empresas tecnológicas estadounidenses.

La mayoría de los brasileños rechaza el tarifazo: el 72% considera que el republicano está equivocado. A pesar de las diferencias en cuanto a los motivos de la crisis, la mayoría de los brasileños desea que el gobierno y la oposición se unan para defender los intereses del país. El 79% de los encuestados considera que el aumento de los aranceles perjudicará su vida cotidiana.

La crisis comercial entre Brasil y Estados Unidos, con un fuerte trasfondo político, se está convirtiendo en un “salvavidas” para Lula en un momento de impopularidad cuando falta poco más de un año para las próximas elecciones presidenciales, dijo a LA NACION Leandro Consentino, politólogo y profesor del instituto Insper de San Pablo.

“Está transformando la crisis en una oportunidad política, al posicionarse como el defensor de la soberanía de Brasil y alguien que hace frente a una intervención estadounidense”, explicó Consentino.

“Es parte del discurso que el gobierno ya venía fogoneando: el de ricos contra pobres, ahora alineando a Estados Unidos como un agente que actúa en favor del capital y de los ricos”, agregó.

Entre julio de 2024 y mayo de 2025, la desaprobación de Lula había crecido de forma ininterrumpida, según Quaest. El salto fue del 43% al 57%.

La creciente tensión con la administración de Trump es, por otro lado, una oportunidad para blindar al gobierno de críticas por su apuesta por bloques alternativos de poder, como los Brics, ahora expandidos e integrados por países con regímenes autoritarios. El martes, Trump aseguró que está imponiendo tarifas a los productos brasileños “porque puede”.

“Para Brasil, esta crisis es una oportunidad para renovar su liderazgo internacional. Intentará mostrar que el alineamiento con potencias diferentes, como las de los Brics, no es sumisión ideológica, sino una alternativa a la agenda estadounidense, justo cuando Trump vuelve a posicionarse con medidas autoritarias”, concluyó Cosentino.

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