Hubo gritos, idas y vueltas, peleas enardecidas, llamados, relaciones rotas y un espaldarazo clave: un sugestivo corte de luz en La Plata que le dio un tiempo suplementario de un día y unas cuantas horas al peronismo para ultimar las listas que tendrían que haber terminado de definir sus popes el sábado a la medianoche en la Gobernación. El plazo se venció finalmente el lunes a las 14 y los nombres definitivos de todos los partidos de manera oficial se conocieron recién a las 17.
El cierre de listas en el peronismo, que para las elecciones provinciales del 7 de septiembre se llamará Fuerza Patria, dejó algunas sorpresas de último momento. No solo Cristina Kirchner ubicó a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, en la lista de la tercera sección electoral, tal como adelantó LA NACION más temprano. Sino que también otros intendentes de larga trayectoria en la política bonaerense mostraron su fuerza de décadas y hasta decidieron postularse, tanto a la Legislatura como a los Concejos Deliberantes de sus ciudades. Entre estos últimos apareció el poderoso dirigente de La Matanza, Fernando Espinoza.
En una contienda que prevén difícil, en el peronismo están dispuestos a mover todo el aparato para hacer valer su peso territorial. Ese que no tiene La Libertad Avanza (LLA) y tampoco alcanza en su alianza con Pro.
Entre los intendentes-candidatos a legisladores aparece Mendoza, que se ubicará como número tres en la tercera sección electoral, el bastión del peronismo, después de la vicegobernadora Verónica Magario, que no asumiría, y Facundo Tignanelli, otro camporista acérrimo. En tanto, como cuarto en la misma nómina está el jefe comunal de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
Además, el histórico intendente de José C. Paz, Mario Ishii, pica tercero en la lista de la primera sección -que tiene como uno a Gabriel Katopodis y como dos a Malena Galmarini-.
Se suman Diego Nanni, de Exaltación de la Cruz, que comanda el listado en la segunda; Germán Lago, de Alberti, tercero en la cuarta sección; Alejandro Acerbo, de Daireux, número tres de la sexta sección; y Marcos Pisano, de Bolívar, segundo en la séptima.
La candidatura de Mayra Mendoza
La intendenta de Quilmes era la preferida de la expresidenta Cristina Kirchner para reemplazar su candidatura en la tercera sección, que quedó dada de baja tras la condena en la causa Vialidad, pero no tuvo el respaldo del gobernador Axel Kicillof, que decidió impulsar a su vice y se impuso en medio de negociaciones de altísimo voltaje el domingo -al punto que saltó parte de la red eléctrica platense-.
Desde La Cámpora incluso aseguraban este lunes que Mendoza interrumpirá su cargo en la intendencia para asumir en diciembre en la Cámara de Diputados provincial. Ya desde antes del cierre, Cristina Kirchner había bajado la orden: “Si se postulan, tienen que asumir”. Esto al contrario de las testimoniales que florecieron en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) de Kicillof, sobre todo entre los intendentes.
En el caso de que Mendoza deje el municipio, quedaría a cargo de la actual presidenta del Concejo quilmeño, Eva Mieri, que tomó trascendencia cuando quedó detenida en el marco de la causa por los desmanes en el exterior de la vivienda del diputado nacional libertario José Luis Espert.
Con los vínculos detonados en Fuerza Patria, a través de esta movida La Cámpora busca blindar la Legislatura con dirigentes propios y así tomar parte en la gestión de Kicillof en los dos años que le quedan en La Plata. Calculan que ponen en juego 15 bancas y que ubicaron la misma cantidad de dirigentes con altas chances de renovar, pese a que el comando de la primera (la más populosa) y la tercera sección se los quedó Kicillof.
Matanceros Magario y Tignanelli, Mendoza -la jefa comunal preferida de Cristina Kirchner- suma otro territorio, Quilmes, a los primeros puestos de la lista. Deberán enfrentarse al ahora libertario Maximiliano Bondarenko, el excomisario elegido por Karina Milei y Sebastián Pareja para poner el combate a la inseguridad como bandera.
La relación del gobernador con el hijo presidencial, el diputado nacional Máximo Kirchner, no fluye desde hace tiempo, pero se friccionó aún más cuando el mandatario bonaerense inició su proceso de independencia para construir su propio espacio rodeado por intendentes y se negó a acomodar el calendario electoral a la estrategia de la expresidenta. Ahora está rota.
El MDF le dio a Kicillof también poder de fuego en este armado de listas, en el que se sentó a la mesa como una parte más de la coalición, para exigir sus lugares ante el jefe de La Cámpora y el del Frente Renovador, Sergio Massa, que por estas horas intenta transmitir desde lo discursivo una versión de unidad que tambaleó hasta último minuto en la furia del fin de semana en la Gobernación.
Los intendentes, a concejales
Otra estrategia que se acentuó en el peronismo en este cierre jamás visto por lo particular de la elección provincial desdoblada de la nacional es la cantidad de intendentes que decidieron postularse para el Concejo Deliberante de sus ciudades. La inexistencia del efecto arrastre que solía invisibilizarlos en este caso se revirtió.
La mayoría de ellos pertenecen al MDF de Kicillof. El nombre que más llamó la atención fue el de Espinoza, que no había adelantado sus intenciones de encabezar lista este 2025. Competirá como candidato a concejal contra Leila Gianni, exmilitante peronista devenida el ferviente libertaria. Ahí también se postulará por el espacio de María Eugenia Talerico, Potencia, el joven Nicolás Sabo, hijo del kiosquero Roberto Sabo, asesinado en Ramos Mejía en noviembre de 2021, que da su salto a la política.
Además competirán al Concejo Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Juan José Mussi (Berazategui), Fabián Cagliardi (Berisso), Mario Secco (Ensenada) y Andrés Watson (Florencio Varela), todos del núcleo duro de Kicillof.
Se candidatea también Pablo Zurro (Pehuajó), un defensor a ultranza de Cristina Kirchner, que ubicó como cabeza de lista a la Legislatura por la cuarta sección a su alfil Diego Videla.
Los alcaldes que responden a Kicillof fueron los que fogonearon su alejamiento del kirchnerismo, pero condicionaron su apoyo a convencerlo de que había que separar los comicios y lo lograron pese a la resistencia de Cristina Kirchner.
Mientras que Máximo Kirchner desconfía de cuán favorable será para el peronismo esta elección, los intendentes serán partícipes para intentar demostrar su poder y en busca de llevarle triunfos al gobernador que les siguió la jugada. Al contrario de lo que bajó Cristina Kirchner a su tropa, la mayoría de los kicillofistas no asumirán.
“Es una cuestión de potencia electoral, para apuntalar las listas”, explicó a LA NACION una fuente del MDF sobre esta acción conjunta de los mandatarios locales.
Es cierto también que en lo variopinto de los análisis de esta elección, una parte de los líderes territoriales evaluaron que será poco probable que avance en la Legislatura bonaerense la re-reelección, por lo que se quedarían sin posibilidades de volver a postularse para las municipales de acá a dos años.
Según pudo reconstruir LA NACION con fuentes partidarias de distintos sectores que estuvieron al tanto de las negociaciones, y también con intendentes, parte de ellos están dispuestos a quedarse en los puestos que obtengan. En esto, también a dejar a sus delfines políticos para que caminen dos años el territorio y se hagan conocidos para 2027, cuando ellos ya no puedan competir y deban relevarlos.
Hubo gritos, idas y vueltas, peleas enardecidas, llamados, relaciones rotas y un espaldarazo clave: un sugestivo corte de luz en La Plata que le dio un tiempo suplementario de un día y unas cuantas horas al peronismo para ultimar las listas que tendrían que haber terminado de definir sus popes el sábado a la medianoche en la Gobernación. El plazo se venció finalmente el lunes a las 14 y los nombres definitivos de todos los partidos de manera oficial se conocieron recién a las 17.
El cierre de listas en el peronismo, que para las elecciones provinciales del 7 de septiembre se llamará Fuerza Patria, dejó algunas sorpresas de último momento. No solo Cristina Kirchner ubicó a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, en la lista de la tercera sección electoral, tal como adelantó LA NACION más temprano. Sino que también otros intendentes de larga trayectoria en la política bonaerense mostraron su fuerza de décadas y hasta decidieron postularse, tanto a la Legislatura como a los Concejos Deliberantes de sus ciudades. Entre estos últimos apareció el poderoso dirigente de La Matanza, Fernando Espinoza.
En una contienda que prevén difícil, en el peronismo están dispuestos a mover todo el aparato para hacer valer su peso territorial. Ese que no tiene La Libertad Avanza (LLA) y tampoco alcanza en su alianza con Pro.
Entre los intendentes-candidatos a legisladores aparece Mendoza, que se ubicará como número tres en la tercera sección electoral, el bastión del peronismo, después de la vicegobernadora Verónica Magario, que no asumiría, y Facundo Tignanelli, otro camporista acérrimo. En tanto, como cuarto en la misma nómina está el jefe comunal de Almirante Brown, Mariano Cascallares.
Además, el histórico intendente de José C. Paz, Mario Ishii, pica tercero en la lista de la primera sección -que tiene como uno a Gabriel Katopodis y como dos a Malena Galmarini-.
Se suman Diego Nanni, de Exaltación de la Cruz, que comanda el listado en la segunda; Germán Lago, de Alberti, tercero en la cuarta sección; Alejandro Acerbo, de Daireux, número tres de la sexta sección; y Marcos Pisano, de Bolívar, segundo en la séptima.
La candidatura de Mayra Mendoza
La intendenta de Quilmes era la preferida de la expresidenta Cristina Kirchner para reemplazar su candidatura en la tercera sección, que quedó dada de baja tras la condena en la causa Vialidad, pero no tuvo el respaldo del gobernador Axel Kicillof, que decidió impulsar a su vice y se impuso en medio de negociaciones de altísimo voltaje el domingo -al punto que saltó parte de la red eléctrica platense-.
Desde La Cámpora incluso aseguraban este lunes que Mendoza interrumpirá su cargo en la intendencia para asumir en diciembre en la Cámara de Diputados provincial. Ya desde antes del cierre, Cristina Kirchner había bajado la orden: “Si se postulan, tienen que asumir”. Esto al contrario de las testimoniales que florecieron en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) de Kicillof, sobre todo entre los intendentes.
En el caso de que Mendoza deje el municipio, quedaría a cargo de la actual presidenta del Concejo quilmeño, Eva Mieri, que tomó trascendencia cuando quedó detenida en el marco de la causa por los desmanes en el exterior de la vivienda del diputado nacional libertario José Luis Espert.
Con los vínculos detonados en Fuerza Patria, a través de esta movida La Cámpora busca blindar la Legislatura con dirigentes propios y así tomar parte en la gestión de Kicillof en los dos años que le quedan en La Plata. Calculan que ponen en juego 15 bancas y que ubicaron la misma cantidad de dirigentes con altas chances de renovar, pese a que el comando de la primera (la más populosa) y la tercera sección se los quedó Kicillof.
Matanceros Magario y Tignanelli, Mendoza -la jefa comunal preferida de Cristina Kirchner- suma otro territorio, Quilmes, a los primeros puestos de la lista. Deberán enfrentarse al ahora libertario Maximiliano Bondarenko, el excomisario elegido por Karina Milei y Sebastián Pareja para poner el combate a la inseguridad como bandera.
La relación del gobernador con el hijo presidencial, el diputado nacional Máximo Kirchner, no fluye desde hace tiempo, pero se friccionó aún más cuando el mandatario bonaerense inició su proceso de independencia para construir su propio espacio rodeado por intendentes y se negó a acomodar el calendario electoral a la estrategia de la expresidenta. Ahora está rota.
El MDF le dio a Kicillof también poder de fuego en este armado de listas, en el que se sentó a la mesa como una parte más de la coalición, para exigir sus lugares ante el jefe de La Cámpora y el del Frente Renovador, Sergio Massa, que por estas horas intenta transmitir desde lo discursivo una versión de unidad que tambaleó hasta último minuto en la furia del fin de semana en la Gobernación.
Los intendentes, a concejales
Otra estrategia que se acentuó en el peronismo en este cierre jamás visto por lo particular de la elección provincial desdoblada de la nacional es la cantidad de intendentes que decidieron postularse para el Concejo Deliberante de sus ciudades. La inexistencia del efecto arrastre que solía invisibilizarlos en este caso se revirtió.
La mayoría de ellos pertenecen al MDF de Kicillof. El nombre que más llamó la atención fue el de Espinoza, que no había adelantado sus intenciones de encabezar lista este 2025. Competirá como candidato a concejal contra Leila Gianni, exmilitante peronista devenida el ferviente libertaria. Ahí también se postulará por el espacio de María Eugenia Talerico, Potencia, el joven Nicolás Sabo, hijo del kiosquero Roberto Sabo, asesinado en Ramos Mejía en noviembre de 2021, que da su salto a la política.
Además competirán al Concejo Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Juan José Mussi (Berazategui), Fabián Cagliardi (Berisso), Mario Secco (Ensenada) y Andrés Watson (Florencio Varela), todos del núcleo duro de Kicillof.
Se candidatea también Pablo Zurro (Pehuajó), un defensor a ultranza de Cristina Kirchner, que ubicó como cabeza de lista a la Legislatura por la cuarta sección a su alfil Diego Videla.
Los alcaldes que responden a Kicillof fueron los que fogonearon su alejamiento del kirchnerismo, pero condicionaron su apoyo a convencerlo de que había que separar los comicios y lo lograron pese a la resistencia de Cristina Kirchner.
Mientras que Máximo Kirchner desconfía de cuán favorable será para el peronismo esta elección, los intendentes serán partícipes para intentar demostrar su poder y en busca de llevarle triunfos al gobernador que les siguió la jugada. Al contrario de lo que bajó Cristina Kirchner a su tropa, la mayoría de los kicillofistas no asumirán.
“Es una cuestión de potencia electoral, para apuntalar las listas”, explicó a LA NACION una fuente del MDF sobre esta acción conjunta de los mandatarios locales.
Es cierto también que en lo variopinto de los análisis de esta elección, una parte de los líderes territoriales evaluaron que será poco probable que avance en la Legislatura bonaerense la re-reelección, por lo que se quedarían sin posibilidades de volver a postularse para las municipales de acá a dos años.
Según pudo reconstruir LA NACION con fuentes partidarias de distintos sectores que estuvieron al tanto de las negociaciones, y también con intendentes, parte de ellos están dispuestos a quedarse en los puestos que obtengan. En esto, también a dejar a sus delfines políticos para que caminen dos años el territorio y se hagan conocidos para 2027, cuando ellos ya no puedan competir y deban relevarlos.
Los jefes comunales enrolados en el MDF de Kicillof aparecen encabezando al Concejo Deliberante de sus ciudades, entre ellos, Fernando Espinoza Read More