Tomás y Francisco Ghisoni, hijos de un médico falsamente acusado de abusos, compartieron más detalles de su historia en una entrevista exclusiva en LN+, donde revelaron cómo se desarrollaron las manipulaciones emocionales de su madre y las consecuentes acusaciones infundadas. En ese marco, Tomás, autor del video que desmintió su postura previa sobre los hechos, detalló que, tras la difusión de ese material, su madre lo bloqueó y lo eliminó del grupo familiar que compartían. Además, el joven contó que hace una década que no tiene contacto con su padre.
En el marco de la entrevista, Tomás Ghisoni relató cómo, al regresar de las visitas a su padre, su madre iniciaba un proceso de “interrogatorio inducido” que no dejaba espacio para otras respuestas que no fueran las que ella esperaba y que, en todos los casos, eran negativas en relación a su padre. “Nos preguntaba qué nos había hecho, daba por sentado que nos había hecho algo”, explicó Tomás. Para poner fin a ese tipo de situaciones, los hermanos explicaron que se veían obligados a inventar situaciones.
Francisco Ghisoni recordó cómo la manipulación de su madre alcanzó a su hermano menor, Ignacio, quien comenzó a fue presionado para inventar historias sobre su padre para poder quedarse más tiempo con ella. “Era una situación de preguntas agresivas y constantes durante mucho tiempo”, recordó Francisco, detallando cómo se sentía atrapado por las preguntas insistentes de su madre. A pesar de los intentos de Francisco por detener la situación, contó que en esa situación en particular el fue apartado en su habitación, sin poder intervenir.
Consultados sobre el motivo de separación de sus padres, Francisco contó que, en ese momento su madre estaba convencida de que ellos eran “superdotados” y que, por ese motivo, los hacía ir a ver a psicopedagogas y quería que ellos tengan difusión en los medios de comunicación. También contó que el padre no estaba de acuerdo con eso y le dijo a la madre que si persistía con ese proyecto para sus hijos se iban a separar, lo que finalmente ocurrió.
En relación con las acusaciones de abuso físico contra su padre, los hermanos Ghisoni sostuvieron que no hay pruebas que las respaldaran. “Las lesiones físicas no están probadas porque la única prueba es la pericia oficial presentada por una asociación que estaba del lado de ella”, explicó Francisco. Además explicaron que en su familia existe una condición médica que puede generar lesiones físicas sin intervención externa.
Además, Tomás Ghisoni planteó que habría que investigar la posibilidad de que exista una red de profesionales en coordinación para hacer denuncias falsas. “Hubo una planificación detrás de todo esto”, comentó Tomás, subrayando que su madre evitó figurar ser ella la denunciante, recurriendo en su lugar a una asociación, para evitar ser foco de pericias.
A lo largo de los años, tanto Tomás como Francisco Ghisoni creyeron en las mentiras que les fueron impuestas. Francisco, por ejemplo, recordó cómo, en su momento, denunció falsamente que su padre lo había empujado por las escaleras. “Eso nunca pasó, pero yo por muchos años estuve convencido de que eso había sucedido”, confesó Francisco.
“Perdón por todos estos años que sostuve algo que no era. Yo me hago responsable de que yo en definitiva fui el ejecutor. Pero, lamentablemente, yo estaba convencido de que lo que yo estaba haciendo estaba bien”, dijo Tomás.
Tomás y Francisco Ghisoni, hijos de un médico falsamente acusado de abusos, compartieron más detalles de su historia en una entrevista exclusiva en LN+, donde revelaron cómo se desarrollaron las manipulaciones emocionales de su madre y las consecuentes acusaciones infundadas. En ese marco, Tomás, autor del video que desmintió su postura previa sobre los hechos, detalló que, tras la difusión de ese material, su madre lo bloqueó y lo eliminó del grupo familiar que compartían. Además, el joven contó que hace una década que no tiene contacto con su padre.
En el marco de la entrevista, Tomás Ghisoni relató cómo, al regresar de las visitas a su padre, su madre iniciaba un proceso de “interrogatorio inducido” que no dejaba espacio para otras respuestas que no fueran las que ella esperaba y que, en todos los casos, eran negativas en relación a su padre. “Nos preguntaba qué nos había hecho, daba por sentado que nos había hecho algo”, explicó Tomás. Para poner fin a ese tipo de situaciones, los hermanos explicaron que se veían obligados a inventar situaciones.
Francisco Ghisoni recordó cómo la manipulación de su madre alcanzó a su hermano menor, Ignacio, quien comenzó a fue presionado para inventar historias sobre su padre para poder quedarse más tiempo con ella. “Era una situación de preguntas agresivas y constantes durante mucho tiempo”, recordó Francisco, detallando cómo se sentía atrapado por las preguntas insistentes de su madre. A pesar de los intentos de Francisco por detener la situación, contó que en esa situación en particular el fue apartado en su habitación, sin poder intervenir.
Consultados sobre el motivo de separación de sus padres, Francisco contó que, en ese momento su madre estaba convencida de que ellos eran “superdotados” y que, por ese motivo, los hacía ir a ver a psicopedagogas y quería que ellos tengan difusión en los medios de comunicación. También contó que el padre no estaba de acuerdo con eso y le dijo a la madre que si persistía con ese proyecto para sus hijos se iban a separar, lo que finalmente ocurrió.
En relación con las acusaciones de abuso físico contra su padre, los hermanos Ghisoni sostuvieron que no hay pruebas que las respaldaran. “Las lesiones físicas no están probadas porque la única prueba es la pericia oficial presentada por una asociación que estaba del lado de ella”, explicó Francisco. Además explicaron que en su familia existe una condición médica que puede generar lesiones físicas sin intervención externa.
Además, Tomás Ghisoni planteó que habría que investigar la posibilidad de que exista una red de profesionales en coordinación para hacer denuncias falsas. “Hubo una planificación detrás de todo esto”, comentó Tomás, subrayando que su madre evitó figurar ser ella la denunciante, recurriendo en su lugar a una asociación, para evitar ser foco de pericias.
A lo largo de los años, tanto Tomás como Francisco Ghisoni creyeron en las mentiras que les fueron impuestas. Francisco, por ejemplo, recordó cómo, en su momento, denunció falsamente que su padre lo había empujado por las escaleras. “Eso nunca pasó, pero yo por muchos años estuve convencido de que eso había sucedido”, confesó Francisco.
“Perdón por todos estos años que sostuve algo que no era. Yo me hago responsable de que yo en definitiva fui el ejecutor. Pero, lamentablemente, yo estaba convencido de que lo que yo estaba haciendo estaba bien”, dijo Tomás.
Tomás y Francisco Ghisoni comentaron cómo las falsas acusaciones contra su padre y la manipulación emocional de su madre los separaron durante más de diez años Read More