La Justicia santafesina autorizó este jueves, tal como lo había solicitado la familia de la excampeona mundial, que sean cremados los restos de Alejandra “Locomotora” Oliveras. Horas antes, una orden judicial había postergado ese proceso sobre el cuerpo de la deportista -que falleció el último lunes, dos semanas después de haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico-, luego de que un fisicoculturista denunciara que el deceso podría estar vinculado al consumo de esteroides y anabólicos.
Según pudo saber LA NACION, así lo dispuso el fiscal Ignacio Orio, quien interviene en el legajo iniciado ante la Fiscalía Regional 1. La decisión del funcionario fue tomada tras valorar las medidas ya adoptadas, las cuales excluyen la necesidad de realizar diligencias periciales.
La denuncia que frenó la cremación —prevista en el Cementerio Municipal de Santa Fe— fue radicada por Aldo Parodi, excampeón argentino de fisicoculturismo. El deportista solicitó que se preservara el cuerpo de Oliveras para evaluar si su muerte podría estar relacionada con un “doping seguido de fallecimiento”.
Este requerimiento provocó la reacción de los hijos de Oliveras, quienes pidieron, en medio del dolor, que la investigación se resolviera “lo más rápido posible para terminar con esto”. “Nos parece totalmente innecesario, una insensatez total. Con la salud que tenía nuestra mamá, tenía para 30 o 40 años más”, expresaron tras el reclamo.
El abogado que representa a la familia de la excampeona del mundo, Luis Hilbert, señaló al respecto: “Esto comenzó por una persona de Mendoza que envió un escrito, presentó una denuncia ante la Fiscalía Regional. Es un denunciante serial”. Y agregó: “Son personas mediáticas que quieren tener sus cinco minutos de fama. No conoce a los hijos ni a Alejandra; solo hizo una denuncia diciendo que a lo mejor alguien del entorno le dio anabólicos”.
La muerte de “Locomotora”
La exboxeadora murió el último lunes en el Hospital José María Cullen en Santa Fe, a las 16, después de haber pasado dos semanas internada en el mismo centro de salud tras sufrir un ACV isquémico.
De acuerdo a las autoridades del hospital, Oliveras sufrió un shock seguido de un tromboembolismo pulmonar masivo, lo que significa que se produjo un coágulo de sangre que bloqueó las arterias pulmonares principales, afectando el flujo a los pulmones y corazón.
La deportista de 47 años había ingresado a la guardia del Cullen el 14 de julio último. La habían encontrado desvanecida en su domicilio. Ya en el centro de salud, y tras varios estudios, se constató que la mujer presentaba un síndrome confusional asociado a una pérdida de movilidad en el lado izquierdo del cuerpo motivo por el cual quedó internada. Si bien parecía que podía tener alguna mejoría, finalmente falleció el pasado lunes 28 de julio. Los restos de la deportista fueron velados en una íntima ceremonia familiar y homenajeados luego en la Legislatura provincial.
La Justicia santafesina autorizó este jueves, tal como lo había solicitado la familia de la excampeona mundial, que sean cremados los restos de Alejandra “Locomotora” Oliveras. Horas antes, una orden judicial había postergado ese proceso sobre el cuerpo de la deportista -que falleció el último lunes, dos semanas después de haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico-, luego de que un fisicoculturista denunciara que el deceso podría estar vinculado al consumo de esteroides y anabólicos.
Según pudo saber LA NACION, así lo dispuso el fiscal Ignacio Orio, quien interviene en el legajo iniciado ante la Fiscalía Regional 1. La decisión del funcionario fue tomada tras valorar las medidas ya adoptadas, las cuales excluyen la necesidad de realizar diligencias periciales.
La denuncia que frenó la cremación —prevista en el Cementerio Municipal de Santa Fe— fue radicada por Aldo Parodi, excampeón argentino de fisicoculturismo. El deportista solicitó que se preservara el cuerpo de Oliveras para evaluar si su muerte podría estar relacionada con un “doping seguido de fallecimiento”.
Este requerimiento provocó la reacción de los hijos de Oliveras, quienes pidieron, en medio del dolor, que la investigación se resolviera “lo más rápido posible para terminar con esto”. “Nos parece totalmente innecesario, una insensatez total. Con la salud que tenía nuestra mamá, tenía para 30 o 40 años más”, expresaron tras el reclamo.
El abogado que representa a la familia de la excampeona del mundo, Luis Hilbert, señaló al respecto: “Esto comenzó por una persona de Mendoza que envió un escrito, presentó una denuncia ante la Fiscalía Regional. Es un denunciante serial”. Y agregó: “Son personas mediáticas que quieren tener sus cinco minutos de fama. No conoce a los hijos ni a Alejandra; solo hizo una denuncia diciendo que a lo mejor alguien del entorno le dio anabólicos”.
La muerte de “Locomotora”
La exboxeadora murió el último lunes en el Hospital José María Cullen en Santa Fe, a las 16, después de haber pasado dos semanas internada en el mismo centro de salud tras sufrir un ACV isquémico.
De acuerdo a las autoridades del hospital, Oliveras sufrió un shock seguido de un tromboembolismo pulmonar masivo, lo que significa que se produjo un coágulo de sangre que bloqueó las arterias pulmonares principales, afectando el flujo a los pulmones y corazón.
La deportista de 47 años había ingresado a la guardia del Cullen el 14 de julio último. La habían encontrado desvanecida en su domicilio. Ya en el centro de salud, y tras varios estudios, se constató que la mujer presentaba un síndrome confusional asociado a una pérdida de movilidad en el lado izquierdo del cuerpo motivo por el cual quedó internada. Si bien parecía que podía tener alguna mejoría, finalmente falleció el pasado lunes 28 de julio. Los restos de la deportista fueron velados en una íntima ceremonia familiar y homenajeados luego en la Legislatura provincial.
Según pudo saber LA NACION, así lo dispuso el fiscal Ignacio Orio, quien interviene en el legajo iniciado ante la Fiscalía Regional 1 Read More