En el remoto fondo del océano Atlántico Sur, a 100 kilómetros de la costa de Mar de Plata, se desarrolla una de las campañas científicas más ambiciosas y reveladoras de los últimos tiempos en la Argentina. Un equipo liderado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), junto a la fundación Schmidt Ocean Institute, se encuentra inmerso en una expedición pionera: la exploración del cañón submarino Mar del Plata, un ecosistema de enorme biodiversidad, hasta ahora poco conocido y aún menos comprendido.
🐙Investigadores del CONICET realizan la expedición “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV”, en colaboración con la fundación @SchmidtOcean. La campaña explora el cañón submarino Mar del Plata, una región de alta biodiversidad y poco explorada del… pic.twitter.com/Vl3894nJtJ
— CONICET Dialoga (@CONICETDialoga) July 30, 2025
Durante esta travesía científica, los expertos han logrado documentar paisajes submarinos completamente vírgenes y registrar especies nunca antes vistas en aguas nacionales. Gracias al uso de tecnología de vanguardia y la colaboración de instituciones locales e internacionales, este proyecto ha abierto una ventana inédita al corazón del ecosistema marino profundo argentino.
“Estamos fascinados de ver la naturaleza de esta manera, algo que nunca antes habíamos podido hacer”, explicó a LN+ Ezequiel Mabragaña, investigador del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC – Conicet, UNMdP), desde el ROV SuBastian (Vehículo Operado Remotamente) en pleno descanso hacia el fondo del Cañón de Mar del Plata.
Uno de los logros más destacados de esta iniciativa ha sido el uso, por primera vez en el Atlántico sudoccidental, del vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian. Este sofisticado instrumento puede descender hasta los 3900 metros de profundidad, capturando imágenes en ultra alta definición y recolectando muestras biológicas sin alterar el entorno natural. Esta herramienta, que marca un antes y un después en la investigación oceanográfica en la Argentina, ha sido clave para observar en directo comportamientos de la fauna abisal jamás registrados.
Las transmisiones en vivo, disponibles en el canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute desde el 23 de julio, permiten a cualquier persona del mundo observar en tiempo real lo que los científicos ven bajo el mar. Estas imágenes estarán disponibles hasta el 10 de agosto, fecha en que está previsto el regreso del equipo al continente. “Que cualquier persona pueda conectarse desde su casa y ver en vivo lo que estamos viendo nosotros, es una oportunidad única”, señaló Daniel Lauretta, investigador del Conicet y jefe científico de la misión.
El aporte de la campaña
La campaña “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV” representa un salto cualitativo para el estudio del océano en la Argentina. Se trata de una travesía científica sin precedentes, desarrollada a bordo del moderno buque Falkor (too), una plataforma de investigación oceánica equipada con tecnología de última generación. El equipo está compuesto por más de treinta científicos, en su mayoría del Conicet, pertenecientes a diversas instituciones como el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), el Instituto de Biología de Organismos Marinos (Ibiomar), el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Iimyc), y el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada (Ibbea), entre otros.
Además, participan investigadores de varias universidades nacionales, incluyendo Buenos Aires, Córdoba, La Plata y Mar del Plata, lo que refuerza el carácter multidisciplinario y federal de esta expedición. El equipo aborda cuestiones que van desde la biodiversidad bentónica y la dinámica de sedimentos hasta el análisis del ADN ambiental y el impacto humano a grandes profundidades.
“El cañón submarino Mar del Plata funciona como un corredor ecológico y como una guardería natural para larvas y juveniles de diversas especies de peces y crustáceos. Es el motor oculto que alimenta a buena parte de las pesquerías argentinas”, explicó Lauretta. Este entorno marino, situado en la frontera biogeográfica entre las corrientes cálida del Brasil y fría de Malvinas, es una zona clave en términos ecológicos.
Durante las inmersiones, el equipo científico ha logrado identificar al menos 120 especies de invertebrados, algunas de las cuales no habían sido previamente documentadas en la región. La diversidad encontrada incluye corales de aguas frías, esponjas, moluscos, equinodermos y crustáceos, con posibles aplicaciones en medicina, biotecnología e industria. “Llevamos décadas pensando que nuestro mar era uniforme y poco valioso desde el punto de vista de la biodiversidad. Sin embargo, el cañón submarino es un verdadero tesoro biológico”, enfatizó Lauretta.
“La diversidad a esta profundidad es muy grande e impresionante. Nosotros la veníamos trabajando desde hace 12 años, pero en ese momento las investigaciones eran ciegas. Eran con redes de arrastre y no podías ver. Hoy tenemos esta locura”, agregó Mabragaña.
Los resultados de la misión, que lleva seis días de operación, ya son notables. El equipo, según contó Mabragaña, comenzó a identificar especies que no se sabía que habitaban esta región del océano. “Encontramos una especie de anguila que no estaba registrada para esta zona del Atlántico suroccidental y que está presente en todos los mares del mundo”, destacó Mabragaña.
No obstante, los descubrimientos van acompañados de señales de alerta. A profundidades superiores a los 2500 metros, se han encontrado rastros de pesca de arrastre y restos de basura plástica, incluyendo microplásticos. “Cada invasión de microplásticos al fondo oceánico implica toxinas para toda la cadena alimentaria”, advirtió el jefe científico. Estas evidencias confirman que los impactos de las actividades humanas alcanzan incluso los ambientes más remotos y aparentemente prístinos.
La expedición busca no solo conocer y documentar, sino también generar conciencia y promover acciones concretas de conservación. Por eso, el equipo impulsa la creación de la primera Área Marina Protegida en el cañón de Mar del Plata. Entre las propuestas se incluyen una moratoria inmediata a la pesca de arrastre en la zona, el monitoreo científico permanente y el fortalecimiento de la legislación ambiental vinculada a los fondos marinos.
“En países como Estados Unidos, Portugal o Francia, los cañones submarinos están catalogados como reservas marinas y cuentan con protección legal estricta. ¿Por qué en la Argentina no podemos pensar igual?”, se preguntó Lauretta, que además hizo un llamado a las autoridades y a los partidos políticos para incorporar esta demanda emergente en sus plataformas.
La campaña también prevé la generación de modelos tridimensionales de especies emblemáticas, la elaboración de material educativo para escuelas, museos y clubes de ciencia, y la publicación de todos los datos en repositorios científicos de acceso libre, como Conicet Digital, OBIS y GenBank. Esta apertura del conocimiento busca impulsar una nueva forma de hacer ciencia, más transparente, inclusiva y con impacto social.
Para Lauretta, “el futuro del mar argentino no depende solo de los científicos, sino de la voluntad política y de la presión ciudadana. Si logramos instalar el debate, la protección del cañón submarino será realidad y un orgullo nacional”.
La exploración del cañón submarino Mar del Plata no solo representa un hito en términos de descubrimiento científico, sino también una oportunidad única para repensar la relación de la sociedad con el mar profundo. A través de la ciencia, la educación y la participación ciudadana, se abre la posibilidad de conservar un ecosistema extraordinario antes de que las amenazas lo degraden de forma irreversible.
En el remoto fondo del océano Atlántico Sur, a 100 kilómetros de la costa de Mar de Plata, se desarrolla una de las campañas científicas más ambiciosas y reveladoras de los últimos tiempos en la Argentina. Un equipo liderado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), junto a la fundación Schmidt Ocean Institute, se encuentra inmerso en una expedición pionera: la exploración del cañón submarino Mar del Plata, un ecosistema de enorme biodiversidad, hasta ahora poco conocido y aún menos comprendido.
🐙Investigadores del CONICET realizan la expedición “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV”, en colaboración con la fundación @SchmidtOcean. La campaña explora el cañón submarino Mar del Plata, una región de alta biodiversidad y poco explorada del… pic.twitter.com/Vl3894nJtJ
— CONICET Dialoga (@CONICETDialoga) July 30, 2025
Durante esta travesía científica, los expertos han logrado documentar paisajes submarinos completamente vírgenes y registrar especies nunca antes vistas en aguas nacionales. Gracias al uso de tecnología de vanguardia y la colaboración de instituciones locales e internacionales, este proyecto ha abierto una ventana inédita al corazón del ecosistema marino profundo argentino.
“Estamos fascinados de ver la naturaleza de esta manera, algo que nunca antes habíamos podido hacer”, explicó a LN+ Ezequiel Mabragaña, investigador del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC – Conicet, UNMdP), desde el ROV SuBastian (Vehículo Operado Remotamente) en pleno descanso hacia el fondo del Cañón de Mar del Plata.
Uno de los logros más destacados de esta iniciativa ha sido el uso, por primera vez en el Atlántico sudoccidental, del vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian. Este sofisticado instrumento puede descender hasta los 3900 metros de profundidad, capturando imágenes en ultra alta definición y recolectando muestras biológicas sin alterar el entorno natural. Esta herramienta, que marca un antes y un después en la investigación oceanográfica en la Argentina, ha sido clave para observar en directo comportamientos de la fauna abisal jamás registrados.
Las transmisiones en vivo, disponibles en el canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute desde el 23 de julio, permiten a cualquier persona del mundo observar en tiempo real lo que los científicos ven bajo el mar. Estas imágenes estarán disponibles hasta el 10 de agosto, fecha en que está previsto el regreso del equipo al continente. “Que cualquier persona pueda conectarse desde su casa y ver en vivo lo que estamos viendo nosotros, es una oportunidad única”, señaló Daniel Lauretta, investigador del Conicet y jefe científico de la misión.
El aporte de la campaña
La campaña “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV” representa un salto cualitativo para el estudio del océano en la Argentina. Se trata de una travesía científica sin precedentes, desarrollada a bordo del moderno buque Falkor (too), una plataforma de investigación oceánica equipada con tecnología de última generación. El equipo está compuesto por más de treinta científicos, en su mayoría del Conicet, pertenecientes a diversas instituciones como el Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), el Instituto de Biología de Organismos Marinos (Ibiomar), el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Iimyc), y el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada (Ibbea), entre otros.
Además, participan investigadores de varias universidades nacionales, incluyendo Buenos Aires, Córdoba, La Plata y Mar del Plata, lo que refuerza el carácter multidisciplinario y federal de esta expedición. El equipo aborda cuestiones que van desde la biodiversidad bentónica y la dinámica de sedimentos hasta el análisis del ADN ambiental y el impacto humano a grandes profundidades.
“El cañón submarino Mar del Plata funciona como un corredor ecológico y como una guardería natural para larvas y juveniles de diversas especies de peces y crustáceos. Es el motor oculto que alimenta a buena parte de las pesquerías argentinas”, explicó Lauretta. Este entorno marino, situado en la frontera biogeográfica entre las corrientes cálida del Brasil y fría de Malvinas, es una zona clave en términos ecológicos.
Durante las inmersiones, el equipo científico ha logrado identificar al menos 120 especies de invertebrados, algunas de las cuales no habían sido previamente documentadas en la región. La diversidad encontrada incluye corales de aguas frías, esponjas, moluscos, equinodermos y crustáceos, con posibles aplicaciones en medicina, biotecnología e industria. “Llevamos décadas pensando que nuestro mar era uniforme y poco valioso desde el punto de vista de la biodiversidad. Sin embargo, el cañón submarino es un verdadero tesoro biológico”, enfatizó Lauretta.
“La diversidad a esta profundidad es muy grande e impresionante. Nosotros la veníamos trabajando desde hace 12 años, pero en ese momento las investigaciones eran ciegas. Eran con redes de arrastre y no podías ver. Hoy tenemos esta locura”, agregó Mabragaña.
Los resultados de la misión, que lleva seis días de operación, ya son notables. El equipo, según contó Mabragaña, comenzó a identificar especies que no se sabía que habitaban esta región del océano. “Encontramos una especie de anguila que no estaba registrada para esta zona del Atlántico suroccidental y que está presente en todos los mares del mundo”, destacó Mabragaña.
No obstante, los descubrimientos van acompañados de señales de alerta. A profundidades superiores a los 2500 metros, se han encontrado rastros de pesca de arrastre y restos de basura plástica, incluyendo microplásticos. “Cada invasión de microplásticos al fondo oceánico implica toxinas para toda la cadena alimentaria”, advirtió el jefe científico. Estas evidencias confirman que los impactos de las actividades humanas alcanzan incluso los ambientes más remotos y aparentemente prístinos.
La expedición busca no solo conocer y documentar, sino también generar conciencia y promover acciones concretas de conservación. Por eso, el equipo impulsa la creación de la primera Área Marina Protegida en el cañón de Mar del Plata. Entre las propuestas se incluyen una moratoria inmediata a la pesca de arrastre en la zona, el monitoreo científico permanente y el fortalecimiento de la legislación ambiental vinculada a los fondos marinos.
“En países como Estados Unidos, Portugal o Francia, los cañones submarinos están catalogados como reservas marinas y cuentan con protección legal estricta. ¿Por qué en la Argentina no podemos pensar igual?”, se preguntó Lauretta, que además hizo un llamado a las autoridades y a los partidos políticos para incorporar esta demanda emergente en sus plataformas.
La campaña también prevé la generación de modelos tridimensionales de especies emblemáticas, la elaboración de material educativo para escuelas, museos y clubes de ciencia, y la publicación de todos los datos en repositorios científicos de acceso libre, como Conicet Digital, OBIS y GenBank. Esta apertura del conocimiento busca impulsar una nueva forma de hacer ciencia, más transparente, inclusiva y con impacto social.
Para Lauretta, “el futuro del mar argentino no depende solo de los científicos, sino de la voluntad política y de la presión ciudadana. Si logramos instalar el debate, la protección del cañón submarino será realidad y un orgullo nacional”.
La exploración del cañón submarino Mar del Plata no solo representa un hito en términos de descubrimiento científico, sino también una oportunidad única para repensar la relación de la sociedad con el mar profundo. A través de la ciencia, la educación y la participación ciudadana, se abre la posibilidad de conservar un ecosistema extraordinario antes de que las amenazas lo degraden de forma irreversible.
A casi 4000 metros de profundidad, científicos exploran por primera vez un ecosistema inédito; detectaron organismos nunca antes registrados y evidencias de pesca de arrastre y microplásticos en zonas extremas Read More