Marcos Rojo no podría jugar el torneo local para Racing por cuestiones reglamentarias

Si el pase de Marcos Rojo a Racing había sido la bomba de la mañana del viernes en el fútbol argentino, lo que ocurrió durante la noche representó una inesperada onda expansiva para el jugador y, fundamentalmente, para la dirigencia encabezada por Diego Milito: el defensor no tenía la habilitación para disputar el torneo Clausura con la camiseta de la Academia. El motivo del revés para el club de Avellaneda fue reglamentario, ya que el artículo 19 del reglamento de la competencia establece en uno de sus incisos que “en el caso de los jugadores libres, solamente podrán ser registrados con posteridad a las 18 horas del 24 de julio de 2025, en caso de que la libertad de contratación hubiera ocurrido con anterioridad a dicha fecha”.

Como Rojo rescindió su vínculo con Boca el 8 de agosto, excede la fecha estipulada establecida por la Liga Profesional de Fútbol y por lo tanto está inhabilitado para ser fichado por Racing para afrontar lo que queda tanto en la fase regular como en eventuales duelos de playoffs del Apertura. El zaguero, sexto refuerzo académico en este libro de pases, sólo tiene la posibilidad de ponerse la casaca celeste y blanca en la Copa Libertadores y en la Copa Argentina, cuyos reglamentos no reparan en el momento en el que quedó libre de un club para arribar a otro.

Este último viernes, mientras Rojo se realizaba la revisión médica luego del mediodía, desde Racing ya confeccionaron los cambios para la lista de la lista de buena fe de la Libertadores y lo incluyeron como uno de los cinco jugadores que se suman para los octavos de final. Para dicha instancia, que comenzará el martes con la visita del conjunto argentino a Peñarol, a las 21.30 en el estadio Campeón del Siglo, en Montevideo, no se descarta la presencia del excapitán de Boca, a quien Gustavo Costas considera clave para apuntalar la defensa en ese tipo de compromisos.

“A Rojo lo tenemos disponible para jugar la Copa, ese es el primer punto para nosotros y el martes Gustavo puede contar con él. También estará en la Copa Argentina y estamos viendo si hay una posibilidad de que afronte el Clausura. Como firmó un contrato por productividad, cobrará por lo que juegue, esta situación (de no estar habilitado en el campeonato) no significa que Racing le pagué más por menos partidos”, contestó ante la consulta de LA NACION una de las fuentes dirigenciales de la Academia. Sin embargo, puertas adentro del club de Avellaneda hay inquietud por la situación, que se suma al malestar expresado por una parte de los hinchas en las redes sociales.

Uno de los trascendidos daba cuenta de una presunta comunicación de Diego Milito, presidente de Racing, con la dirigencia de Boca, encabezada por Juan Román Riquelme, para que reviertan la rescisión del vínculo de Rojo y entablen otra forma de negociación con la Academia para ceder al futbolista. Desde la institución albiceleste le desmintieron a este medio esa versión: “Rojo ya se desvinculó de Boca, eso no tiene marcha atrás”. “Se están viendo las herramientas para solucionar el tema”, coinciden en off desde Racing, en lo que se interpreta como la búsqueda de algún gris reglamentario que dé lugar a otra interpretación de lo escrito y/o una respuesta favorable desde altas esferas dirigenciales a que Rojo pueda jugar el Clausura.

Mientras tanto, el nuevo defensor académico no estará con la delegación visitante para ver el clásico de este sábado en la Bombonera, donde pasó del reconocimiento del público a recibir silbidos en algunos de los partidos del traumático 2025 que atraviesa el equipo ahora dirigido por Miguel Russo, quien no lo tuvo en cuenta durante este tercer ciclo como estratega xeneize. La falta de continuidad del central no es un factor que alerte a Costas, quien lo evaluará en los pocos entrenamientos previos al martes y determine si lo incluye o no (aunque sea entre los suplentes) en el duelo con Peñarol.

“Cuando hablé con Marcos, me demostró muchas ganas de jugar en Racing y disputar la Copa Libertadores. Nos dijo que quiere ganar la Copa”, enfatizó Sebastián Saja, director deportivo de Racing, en una entrevista con Radio Continental, en la que catalogó la incorporación del zaguero como “una oportunidad de mercado para jerarquizar” al plantel, al que en este libro de pases ya se habían sumado los delanteros Duván Vergara, Tomás Conechny, Elías Torres; el mediocampista Alan Forneris y el defensor Franco Pardo. Esos cinco fichajes previos tenían el sello de la secretaría técnica del club, que a través de su proceso de scouting había seguido a cada jugador y lo presentó previamente al cuerpo técnico.

El deseo de Costas

El arribo de Rojo, en cambio, nace del deseo de Costas y también de la voluntad de Milito, quienes coincidieron en que apostar por el ex Boca implicaba fortalecer deportiva y anímicamente al plantel de cara a duelos calientes como los que suele tener la Libertadores. A ese punto de vista se sumó entonces Saja, cuyo equipo de trabajo había orientado la búsqueda de futbolistas a perfiles más jóvenes que combinen buenas realidades y/o potencial para el mediano y largo plazo, tanto en lo deportivo como en lo económico (por el poder de reventa).

“A los jugadores los trae Racing”, remarcan desde adentro de la Academia, en función de exponer que todas las partes implicadas se encolumnan detrás de cada contratación, a fin de evitar que se generen grietas o reproches por alguna de las gestiones desarrolladas durante este mercado. Rojo todavía no debutó, pero en menos de 24 horas su contratación ya desató un problema que buscan resolver para tenerlo disponible en todos los torneos.

Si el pase de Marcos Rojo a Racing había sido la bomba de la mañana del viernes en el fútbol argentino, lo que ocurrió durante la noche representó una inesperada onda expansiva para el jugador y, fundamentalmente, para la dirigencia encabezada por Diego Milito: el defensor no tenía la habilitación para disputar el torneo Clausura con la camiseta de la Academia. El motivo del revés para el club de Avellaneda fue reglamentario, ya que el artículo 19 del reglamento de la competencia establece en uno de sus incisos que “en el caso de los jugadores libres, solamente podrán ser registrados con posteridad a las 18 horas del 24 de julio de 2025, en caso de que la libertad de contratación hubiera ocurrido con anterioridad a dicha fecha”.

Como Rojo rescindió su vínculo con Boca el 8 de agosto, excede la fecha estipulada establecida por la Liga Profesional de Fútbol y por lo tanto está inhabilitado para ser fichado por Racing para afrontar lo que queda tanto en la fase regular como en eventuales duelos de playoffs del Apertura. El zaguero, sexto refuerzo académico en este libro de pases, sólo tiene la posibilidad de ponerse la casaca celeste y blanca en la Copa Libertadores y en la Copa Argentina, cuyos reglamentos no reparan en el momento en el que quedó libre de un club para arribar a otro.

Este último viernes, mientras Rojo se realizaba la revisión médica luego del mediodía, desde Racing ya confeccionaron los cambios para la lista de la lista de buena fe de la Libertadores y lo incluyeron como uno de los cinco jugadores que se suman para los octavos de final. Para dicha instancia, que comenzará el martes con la visita del conjunto argentino a Peñarol, a las 21.30 en el estadio Campeón del Siglo, en Montevideo, no se descarta la presencia del excapitán de Boca, a quien Gustavo Costas considera clave para apuntalar la defensa en ese tipo de compromisos.

“A Rojo lo tenemos disponible para jugar la Copa, ese es el primer punto para nosotros y el martes Gustavo puede contar con él. También estará en la Copa Argentina y estamos viendo si hay una posibilidad de que afronte el Clausura. Como firmó un contrato por productividad, cobrará por lo que juegue, esta situación (de no estar habilitado en el campeonato) no significa que Racing le pagué más por menos partidos”, contestó ante la consulta de LA NACION una de las fuentes dirigenciales de la Academia. Sin embargo, puertas adentro del club de Avellaneda hay inquietud por la situación, que se suma al malestar expresado por una parte de los hinchas en las redes sociales.

Uno de los trascendidos daba cuenta de una presunta comunicación de Diego Milito, presidente de Racing, con la dirigencia de Boca, encabezada por Juan Román Riquelme, para que reviertan la rescisión del vínculo de Rojo y entablen otra forma de negociación con la Academia para ceder al futbolista. Desde la institución albiceleste le desmintieron a este medio esa versión: “Rojo ya se desvinculó de Boca, eso no tiene marcha atrás”. “Se están viendo las herramientas para solucionar el tema”, coinciden en off desde Racing, en lo que se interpreta como la búsqueda de algún gris reglamentario que dé lugar a otra interpretación de lo escrito y/o una respuesta favorable desde altas esferas dirigenciales a que Rojo pueda jugar el Clausura.

Mientras tanto, el nuevo defensor académico no estará con la delegación visitante para ver el clásico de este sábado en la Bombonera, donde pasó del reconocimiento del público a recibir silbidos en algunos de los partidos del traumático 2025 que atraviesa el equipo ahora dirigido por Miguel Russo, quien no lo tuvo en cuenta durante este tercer ciclo como estratega xeneize. La falta de continuidad del central no es un factor que alerte a Costas, quien lo evaluará en los pocos entrenamientos previos al martes y determine si lo incluye o no (aunque sea entre los suplentes) en el duelo con Peñarol.

“Cuando hablé con Marcos, me demostró muchas ganas de jugar en Racing y disputar la Copa Libertadores. Nos dijo que quiere ganar la Copa”, enfatizó Sebastián Saja, director deportivo de Racing, en una entrevista con Radio Continental, en la que catalogó la incorporación del zaguero como “una oportunidad de mercado para jerarquizar” al plantel, al que en este libro de pases ya se habían sumado los delanteros Duván Vergara, Tomás Conechny, Elías Torres; el mediocampista Alan Forneris y el defensor Franco Pardo. Esos cinco fichajes previos tenían el sello de la secretaría técnica del club, que a través de su proceso de scouting había seguido a cada jugador y lo presentó previamente al cuerpo técnico.

El deseo de Costas

El arribo de Rojo, en cambio, nace del deseo de Costas y también de la voluntad de Milito, quienes coincidieron en que apostar por el ex Boca implicaba fortalecer deportiva y anímicamente al plantel de cara a duelos calientes como los que suele tener la Libertadores. A ese punto de vista se sumó entonces Saja, cuyo equipo de trabajo había orientado la búsqueda de futbolistas a perfiles más jóvenes que combinen buenas realidades y/o potencial para el mediano y largo plazo, tanto en lo deportivo como en lo económico (por el poder de reventa).

“A los jugadores los trae Racing”, remarcan desde adentro de la Academia, en función de exponer que todas las partes implicadas se encolumnan detrás de cada contratación, a fin de evitar que se generen grietas o reproches por alguna de las gestiones desarrolladas durante este mercado. Rojo todavía no debutó, pero en menos de 24 horas su contratación ya desató un problema que buscan resolver para tenerlo disponible en todos los torneos.

 El reglamento del certamen impedía inscribir futbolistas luego del 24 de julio, por lo que por el momento la Academia solo podría utilizarlo en Libertadores y Copa Argentina  Read More