Independiente y River no se sacaron ventajas en el estadio Ricardo Enrique Bochini, justo en la previa a los octavos de final que cada uno tiene en el plano internacional: el Rojo ante Universidad de Chile, por la Copa Sudamericana, y el conjunto millonario frente a Libertad, por la Libertadores. Quizás, aunque se hable de dos clubes grandes, se terminó dando el contrapunto contrario al imaginado: el empate no fastidió a Marcelo Gallardo (aunque sí tomó seria nota), mientras que Julio Vaccari se fue del estadio con el gusto amargo del punto, pero la tranquilidad de que se construye el proceso.
El entrenador riverplatense se sinceró en sus conclusiones y se lo vio más conmovido por la que sería una lesión grave de Germán Pezzella, una más dentro de un plantel en el que abundan los marginados en recuperación, que por la floja versión de su equipo pocos días antes del duelo ante los paraguayos.
“El punto es lo más rescatable. No hicimos lo que queríamos hacer contra un Independiente que sí. Tuvo una energía diferente en el juego. En la disputa, por momentos, fue superior y nosotros tenemos un gran arquero (Franco Armani) que, ante situaciones que lo llamaron a estar presente, respondió. No estuvimos finos y fue general. De acuerdo a lo que vimos hoy, el jueves tenemos que mostrar una postura diferente. Es lo que más me preocupa o me ocupa, más allá del análisis del rival“, no dio vueltas el “Muñeco”.
Entonces, expuso su mayor dolor de cabeza: las lesiones. Paulo Díaz no pudo ser titular y Pezzella debió salir del campo tras una rodilla izquierda que sufrió una fea palanca que se potenció aun más con su grito y sus gestos de dolor: “Tuvimos una muy mala racha que hoy continuó con Germán: voy a ser cauto a la espera de los resultados. También están (Maximiliano) Salas y (Sebastián) Driussi. Paulo estuvo con la rodilla inflamada y no se sentía bien. Estamos en ese proceso de recuperación y viendo cómo van evolucionando”, describió Gallardo un tema al que le dio continuidad con el correr de las preguntas.
“Driussi está todavía en los plazos que le habían diagnosticando al inicio, entre seis y ocho semanas. Había dado muestras de buena condición hace algunos días, pero en la exigencia todavía no se siente cómodo. Tampoco sirve que llegue con alguna dificultad y esté incómodo: no sería redituable para él ni para el equipo”, dijo sobre el delantero, que a fines de junio tuvo un fuerte esguince de tobillo, una lesión que Salas y Lucas Martínez Quarta sufrieron en la rodilla. “Estos días nos van a marcar si llegan. Estamos bastante justos. No es nuestra idea exigirlos para un partido que puede ser perjudicial para lo que sigue”, sentenció.
De hecho, lo asemejó a la situación de Juan Portillo, que ya tiene el alta médica, pero sigue trabajando aparte: “Se recuperó de la dolencia con la que llegó, pero fue mucho tiempo sin entrenar. Buscamos su mejor puesta a punto para que, cuando pueda estar con el grupo, se desenvuelva de la mejor manera. Aunque está como los lesionados, es un caso de excepción”, aclaró el entrenador, que -igualmente- quiere analizar su inclusión en medio de tantas bajas. “Lo queremos poner bien. Ahora, si hay una necesidad, lo evaluaremos. Pensábamos que estaría contra Godoy Cruz, pero es tres días después de Libertad. Si lo necesito, se puede ir sumando”.
De ahí se explica, además, su decisión de reemplazar rápidamente a Enzo Pérez: no quiere perder más soldados. “El partido estaba con mucha intensidad en la zona media. Lo hice para no desgastarlo entre tanta energía, pero también para que no sufra mucho el desarrollo de hoy. Un poco y un poco”.
Si bien se mantuvo en la postura de no apresurarse con la lesión de Pezzella, dejó la puerta abierta a aprovechar “alguna chance reglamentaria que desconozco porque la entrega de la lista ya cerró”. En ese sentido, valoró el debut del zaguero Lautaro Rivero, de 21 años: “Estuvo bien para ser su primer partido y en un clásico muy exigente. Es un futbolista con mucho desarrollo por delante y esperemos que siga evolucionando junto a nosotros”.
Por último, no quiso referirse a Wilton Sampaio, el árbitro de la ida en Paraguay y con el que supo tener un fuerte cruce en 2019 cuando en la Bombonera, ante Boca, consiguió el boleto a la final de la Libertadores: “Usted, lamentable”, le recriminó esa noche. “No quiero hacer mención. Viví un episodio con él, pero el tiempo pasó. Uno se pone reflexivo y esperemos que del otro lado también se haya reflexionado sobre esa actuación”, evitó polémicas.
La visión de Vaccari, siempre simpático
“Hoy me gustó muchísimo el equipo en los 90 minutos. La agresividad, la intensidad, la decisión para buscar el balón y el arco rival. No dejarlos progresar. Me gustó mucho la tarea en general, el conjunto estuvo muy sólido”, inició su conferencia Julio Vaccari con las sensaciones positivas que le quedaron tras el 0-0.
Aunque fue rotundo con el sabor que le quedó al no poder ganarle al que es su candidato a ser campeón del Torneo Clausura: “Hay cosas que uno debe analizar en cuanto a la entrega. Eso nunca dejó de estar en este equipo. Nos tocó jugar con equipos que no intentan circular el balón, entonces no te permiten presionar: esa actitud la podés ver en duelos o pelotas divididas, pero hoy sí se vio contra uno que intenta jugar. El equipo sostuvo la intensidad y las intenciones en partidos donde las cosas no salieron. Y hoy tampoco salieron, porque la verdad es que es un sabor amargo irnos con este empate. Creo que no es justo, pero es fútbol”.
“El objetivo era ganar. 5-3, 3-1, me daba lo mismo. Sí está bueno que hayamos podido encontrar solidez en la zona defensiva y en la primera línea de presión con los delanteros. Terminar con el arco en cero te ayuda mucho más a lograr los tres puntos. El camino creo que es el correcto, pero no ganamos”, se lamentó tras acumular el quinto compromiso consecutivo sin triunfos.
“CREO QUE EL EQUIPO ESTÁ EN EL PRIMER PASO DE ESTA CONSTRUCCIÓN”
🎙️ Julio Vaccari en conferencia de prensa pic.twitter.com/rhgIHLNEmg
— Diabólicos (@DiabolicosAr) August 10, 2025
De hecho, la mención de esa racha derivó en que una de las preguntas se posara sobre el encuentro copero, incluyendo si llega firme en su puesto. Ahí relució su sonrisa y una respuesta sin malhumores: “¿Fuerza? Pfff. La misma que el primer día. Muchísimas ganas, muchísima determinación. Soy un convencido de los proyectos. Las cosas buenas vienen con tiempo y construcción. Creo que este equipo está en el primer paso de esa construcción porque la mayoría de los futbolistas no tienen mucho tiempo de trabajo con nosotros”, aclaró el hombre de 45 años, agregando el ejemplo de Álvaro Angulo, hoy en Pumas, de México: “La primera semana terminaba los entrenamientos, pero lo arengábamos porque estaba realmente muy cansado. Los primeros partidos jugó cinco minutos, diez. Después, Álvaro terminó siendo importante en la estructura del equipo. Con tiempo, todo empieza a fluir”.
Destacó la labor de Matías Abaldo, que llegó al club hace pocos días y se metió en el equipo “porque quise jugar con un delantero centro que no lo fuera para que armara un cuadrado con el 10, el 8 y el 5, y en la semana, después de varias pruebas, vi que sus características se asemejaban a lo que necesitaba para dañar a River”. Explicó su búsqueda de resolver lo que el rival propone, pero siempre a través del protagonismo, más allá de que “a veces, también necesitás la inteligencia de los jugadores, que elijan un camino u otro”. En el medio, otra inquietud que le llamó la atención: ¿por qué presionar a River?
“Me sorprende la pregunta. Siempre salimos a presionar alto. Estoy siempre contento con cómo lo hacemos”, respondió repitiendo conceptos. Enseguida, el “malestar” por recibir la sentencia de que a su Independiente “le costó mucho” la seguidilla de partidos del semestre pasado y, por ende, otra vez respondió con simpatía: “Qué exigente, eh. ¿Le costó? Para mí estuvimos bien. Tuvimos una merma física en algún momento, pero llegamos a los partidos decisivos y competimos de igual a igual. Sí es verdad que la exigencia de la Copa, en este momento, es superior. Creo que el equipo tiene mayores variantes que las del semestre pasado, con la salvedad de que hay futbolistas a los que les va a llevar tiempo acomodarse”, insistió.
Entonces, cerró su previa a enfrentar a los chilenos el próximo miércoles: “Independiente tiene la obligación de hacer en todos los partidos lo que hizo hoy. Entrar a un campo de juego, plantarse con determinación e ir a buscar el resultado”.
Independiente y River no se sacaron ventajas en el estadio Ricardo Enrique Bochini, justo en la previa a los octavos de final que cada uno tiene en el plano internacional: el Rojo ante Universidad de Chile, por la Copa Sudamericana, y el conjunto millonario frente a Libertad, por la Libertadores. Quizás, aunque se hable de dos clubes grandes, se terminó dando el contrapunto contrario al imaginado: el empate no fastidió a Marcelo Gallardo (aunque sí tomó seria nota), mientras que Julio Vaccari se fue del estadio con el gusto amargo del punto, pero la tranquilidad de que se construye el proceso.
El entrenador riverplatense se sinceró en sus conclusiones y se lo vio más conmovido por la que sería una lesión grave de Germán Pezzella, una más dentro de un plantel en el que abundan los marginados en recuperación, que por la floja versión de su equipo pocos días antes del duelo ante los paraguayos.
“El punto es lo más rescatable. No hicimos lo que queríamos hacer contra un Independiente que sí. Tuvo una energía diferente en el juego. En la disputa, por momentos, fue superior y nosotros tenemos un gran arquero (Franco Armani) que, ante situaciones que lo llamaron a estar presente, respondió. No estuvimos finos y fue general. De acuerdo a lo que vimos hoy, el jueves tenemos que mostrar una postura diferente. Es lo que más me preocupa o me ocupa, más allá del análisis del rival“, no dio vueltas el “Muñeco”.
Entonces, expuso su mayor dolor de cabeza: las lesiones. Paulo Díaz no pudo ser titular y Pezzella debió salir del campo tras una rodilla izquierda que sufrió una fea palanca que se potenció aun más con su grito y sus gestos de dolor: “Tuvimos una muy mala racha que hoy continuó con Germán: voy a ser cauto a la espera de los resultados. También están (Maximiliano) Salas y (Sebastián) Driussi. Paulo estuvo con la rodilla inflamada y no se sentía bien. Estamos en ese proceso de recuperación y viendo cómo van evolucionando”, describió Gallardo un tema al que le dio continuidad con el correr de las preguntas.
“Driussi está todavía en los plazos que le habían diagnosticando al inicio, entre seis y ocho semanas. Había dado muestras de buena condición hace algunos días, pero en la exigencia todavía no se siente cómodo. Tampoco sirve que llegue con alguna dificultad y esté incómodo: no sería redituable para él ni para el equipo”, dijo sobre el delantero, que a fines de junio tuvo un fuerte esguince de tobillo, una lesión que Salas y Lucas Martínez Quarta sufrieron en la rodilla. “Estos días nos van a marcar si llegan. Estamos bastante justos. No es nuestra idea exigirlos para un partido que puede ser perjudicial para lo que sigue”, sentenció.
De hecho, lo asemejó a la situación de Juan Portillo, que ya tiene el alta médica, pero sigue trabajando aparte: “Se recuperó de la dolencia con la que llegó, pero fue mucho tiempo sin entrenar. Buscamos su mejor puesta a punto para que, cuando pueda estar con el grupo, se desenvuelva de la mejor manera. Aunque está como los lesionados, es un caso de excepción”, aclaró el entrenador, que -igualmente- quiere analizar su inclusión en medio de tantas bajas. “Lo queremos poner bien. Ahora, si hay una necesidad, lo evaluaremos. Pensábamos que estaría contra Godoy Cruz, pero es tres días después de Libertad. Si lo necesito, se puede ir sumando”.
De ahí se explica, además, su decisión de reemplazar rápidamente a Enzo Pérez: no quiere perder más soldados. “El partido estaba con mucha intensidad en la zona media. Lo hice para no desgastarlo entre tanta energía, pero también para que no sufra mucho el desarrollo de hoy. Un poco y un poco”.
Si bien se mantuvo en la postura de no apresurarse con la lesión de Pezzella, dejó la puerta abierta a aprovechar “alguna chance reglamentaria que desconozco porque la entrega de la lista ya cerró”. En ese sentido, valoró el debut del zaguero Lautaro Rivero, de 21 años: “Estuvo bien para ser su primer partido y en un clásico muy exigente. Es un futbolista con mucho desarrollo por delante y esperemos que siga evolucionando junto a nosotros”.
Por último, no quiso referirse a Wilton Sampaio, el árbitro de la ida en Paraguay y con el que supo tener un fuerte cruce en 2019 cuando en la Bombonera, ante Boca, consiguió el boleto a la final de la Libertadores: “Usted, lamentable”, le recriminó esa noche. “No quiero hacer mención. Viví un episodio con él, pero el tiempo pasó. Uno se pone reflexivo y esperemos que del otro lado también se haya reflexionado sobre esa actuación”, evitó polémicas.
La visión de Vaccari, siempre simpático
“Hoy me gustó muchísimo el equipo en los 90 minutos. La agresividad, la intensidad, la decisión para buscar el balón y el arco rival. No dejarlos progresar. Me gustó mucho la tarea en general, el conjunto estuvo muy sólido”, inició su conferencia Julio Vaccari con las sensaciones positivas que le quedaron tras el 0-0.
Aunque fue rotundo con el sabor que le quedó al no poder ganarle al que es su candidato a ser campeón del Torneo Clausura: “Hay cosas que uno debe analizar en cuanto a la entrega. Eso nunca dejó de estar en este equipo. Nos tocó jugar con equipos que no intentan circular el balón, entonces no te permiten presionar: esa actitud la podés ver en duelos o pelotas divididas, pero hoy sí se vio contra uno que intenta jugar. El equipo sostuvo la intensidad y las intenciones en partidos donde las cosas no salieron. Y hoy tampoco salieron, porque la verdad es que es un sabor amargo irnos con este empate. Creo que no es justo, pero es fútbol”.
“El objetivo era ganar. 5-3, 3-1, me daba lo mismo. Sí está bueno que hayamos podido encontrar solidez en la zona defensiva y en la primera línea de presión con los delanteros. Terminar con el arco en cero te ayuda mucho más a lograr los tres puntos. El camino creo que es el correcto, pero no ganamos”, se lamentó tras acumular el quinto compromiso consecutivo sin triunfos.
“CREO QUE EL EQUIPO ESTÁ EN EL PRIMER PASO DE ESTA CONSTRUCCIÓN”
🎙️ Julio Vaccari en conferencia de prensa pic.twitter.com/rhgIHLNEmg
— Diabólicos (@DiabolicosAr) August 10, 2025
De hecho, la mención de esa racha derivó en que una de las preguntas se posara sobre el encuentro copero, incluyendo si llega firme en su puesto. Ahí relució su sonrisa y una respuesta sin malhumores: “¿Fuerza? Pfff. La misma que el primer día. Muchísimas ganas, muchísima determinación. Soy un convencido de los proyectos. Las cosas buenas vienen con tiempo y construcción. Creo que este equipo está en el primer paso de esa construcción porque la mayoría de los futbolistas no tienen mucho tiempo de trabajo con nosotros”, aclaró el hombre de 45 años, agregando el ejemplo de Álvaro Angulo, hoy en Pumas, de México: “La primera semana terminaba los entrenamientos, pero lo arengábamos porque estaba realmente muy cansado. Los primeros partidos jugó cinco minutos, diez. Después, Álvaro terminó siendo importante en la estructura del equipo. Con tiempo, todo empieza a fluir”.
Destacó la labor de Matías Abaldo, que llegó al club hace pocos días y se metió en el equipo “porque quise jugar con un delantero centro que no lo fuera para que armara un cuadrado con el 10, el 8 y el 5, y en la semana, después de varias pruebas, vi que sus características se asemejaban a lo que necesitaba para dañar a River”. Explicó su búsqueda de resolver lo que el rival propone, pero siempre a través del protagonismo, más allá de que “a veces, también necesitás la inteligencia de los jugadores, que elijan un camino u otro”. En el medio, otra inquietud que le llamó la atención: ¿por qué presionar a River?
“Me sorprende la pregunta. Siempre salimos a presionar alto. Estoy siempre contento con cómo lo hacemos”, respondió repitiendo conceptos. Enseguida, el “malestar” por recibir la sentencia de que a su Independiente “le costó mucho” la seguidilla de partidos del semestre pasado y, por ende, otra vez respondió con simpatía: “Qué exigente, eh. ¿Le costó? Para mí estuvimos bien. Tuvimos una merma física en algún momento, pero llegamos a los partidos decisivos y competimos de igual a igual. Sí es verdad que la exigencia de la Copa, en este momento, es superior. Creo que el equipo tiene mayores variantes que las del semestre pasado, con la salvedad de que hay futbolistas a los que les va a llevar tiempo acomodarse”, insistió.
Entonces, cerró su previa a enfrentar a los chilenos el próximo miércoles: “Independiente tiene la obligación de hacer en todos los partidos lo que hizo hoy. Entrar a un campo de juego, plantarse con determinación e ir a buscar el resultado”.
Ambos entrenadores afrontarán en la semana la reanudación de las competiciones internacionales, a las que llegan con sensaciones ambiguas Read More