Si hay tragos con personalidad, el Bloody Mary, es uno de los que indiscutiblemente la tiene. Tomarlo es ya de por sí, un acto transformador: uno no es el mismo antes y después de un bloody. El sabor picante enseguida penetra en los sentidos y de algún modo los despierta.
Si bien hay muchos mitos sobre su origen, la mayoría de las teorías confluyen en que su creador fue el bartender Fernand Petiot en el bar parisino Harry’s New York Bar (qué sigue abierto), un lugar que frecuentaban Ernest Hemingway y otros inmigrantes estadounidenses. El origen del nombre, según algunos, fue inspirado en la reina María I de Inglaterra, a quien la llamaban “Bloody Mary”, en referencia a su sangriento reinado, marcado por la persecución y ejecución a los protestantes. Otros aseguran que lo bautizó un cliente, en honor a Mary, una camarera de un bar de Chicago. También están quienes dicen que está inspirado en la estrella de Hollywood Mary Pickford.
Un clásico que divide aguas: están quienes lo aman, y quienes jamás lo elegirían. Como ícono pop, apareció como protagonista en películas como Barfly, donde Mickey Rourke lo tomaba para curar la resaca; y también era el perfecto compañero de los desayunos de negocios en Mad Men. Según la teoría, es el compañero ideal de los brunchs, pero en Buenos Aires, son cada vez más los bares, cantinas y restaurantes que lo presentan reversionado, con el sello propio de cada lugar. Solo hay que subirse al tour, y lanzarse a este viaje sangriento y picante.
Con intenso sabor umami en Felicia
El bar de Sofitel Buenos Aires Recoleta, a cargo de Mona Gallosi, homenajea al art déco de los años dorados franceses, con un espíritu de joie de vivre francés y DJ sets. La barra del subsuelo del hotel se enciende con un bloody mary clarificado, que según la head bartender Agustina Vigo: “Es una reinterpretación de la receta original, que intensifica el sabor umami tan característico del cóctel, gracias al respeto por los insumos originales y la innovación en las técnicas de la mixología”.
Con un toque cítrico en el brunch del Palacio Duhau
Los domingos el jardín y el salón principal del hotel Park Hyatt Buenos Aires se preparan para celebrar su clásico Sunday brunch, una experiencia inolvidable y épica, con estaciones de quesos artesanales, huevos benedictinos con salmón, preparaciones con trufas y más. En medio de este banquete, el bloody está siempre presente, con su intensidad especiada, el fresco del tomate y un toque cítrico; pensado para maridar el menú y disfrutar el domingo a paso lento y relajado.
Cuatro versiones en Oli Restaurante
La propuesta gastronómica de Olivia Saal rebosa de personalidad y belleza, gracias a su sensual mostrador, su pastelería y viennoiserie a la vista, visible también a través de la ventana que muestra el minuto a minuto de su elaboración. A su carta de platos simples y ricos, no podía faltarle la originalidad de jugar con el bloody mary. Por eso, en lugar de uno solo, tienen cuatro distintos: el bloody mary, con un picor suave y un garnish de apio; el spicy, con aceitunas, aceite de oliva y picante; el de la casa, con gilda de ají picante, cebolla pickle y pimiento con sal de apio, que pica de verdad; y el virgin: sin alcohol y con picor suave.
Clarificado y con mix propio en Casa Cavia
El Bloody Mary clarificado es el cóctel insignia de la carta, que adorna la barra elegante de esta casona emblemática, escondida por Palermo. Lo preparan a partir de un mixer propio de jugo de tomates combinado con un jugo hecho a base de una mezcla de vegetales como zanahoria, remolacha, morrón y apio, previamente tostados en un josper (un aparato de cocción que es una combinación entre una parrilla y un horno). Su diferencial, además del jugo hecho en la casa, es la técnica, porque lo clarifican para eliminar los sólidos del clásico Bloody.
A la mexicana en Barragán Cantina
La primera lonchería del país, ahora abre por la noche y en su nueva sede de Chacarita se transforma en una cantina mexicana. Al revés de la tradición diurna, proponen probar su propia versión del bloody mary para celebrar sus noches. Está elaborado con una base de jugo de tomates asados filtrado, y en lugar de vodka, le ponen tequila y un toque de Ancho Reyes, un clásico licor mexicano con notas ahumadas, hecho con chile Ancho. Recomiendan acompañarlo con las papas fritas con sal de tajín y mayonesa de cilantro; la tostada de maíz con tartar de langostinos, eneldo, huacatay y lima; y las costillas de res al kamado con chimi de cilantro.
Con dos toques de Tabasco en Victor Audio Bar
Victor es el audio bar de los creadores de Tres Monos (Sebastián Atienza, Gustavo Vocke y Charly Aguinsky) y Niño Gordo (Pedro Peña y Germán Sitz), con una fuerte impronta musical y una propuesta estética que transporta un poco a un club privado de mitad del siglo XX en Nueva York, y otro poco a un Kissa Bar de Japón. Uno sus hits es el bloody mary, pensado para acompañar toda la carta: desde las papas fritas hasta las ostras o el servicio de caviar. La receta lleva vodka, jugo de tomate, sal de apio, salsa inglesa, jugo de limón y dos golpes de tabasco.
“El coctel para la resaca” en Pony Line Bar
El bar del Four Seasons Buenos Aires, reconocido recientemente en el Top 10 de International Hotel Bars de la revista internacional Food & Wine, es ya un favorito tanto de locales como de turistas. Su bloody mary se presenta como “el coctel para la resaca”, elaborado con vodka, jugo de tomate Campbell’s, jugo de limón, sal y pimienta, tabasco, salsa inglesa y como garnish, un pincho con aceitunas.
Con gin en Nob3l Bar
El bar de Seba García, ubicado en un tercer piso del Complejo Leloir Plaza, lleva en su nombre un homenaje a Luis Federico Leloir, Tercer Premio Nobel Argentino. Nacido y criado en el Oeste, el reconocido bartender y director creativo detrás de Presidente quiso echar raíces en su barrio natal, donde también vive actualmente. Su propuesta de “coctelería reactiva” busca generar reacciones en los cinco sentidos. Parte de esta búsqueda se ve reflejada en su bloody: “Soy un enamorado del Bloody Mary, pero en mis bares elegimos decirle Red Snapper. Cambiamos el vodka por gin, porque donde otros ven fuerza, nosotros buscamos carácter. Lo vestimos con pepinillos encurtidos, cebollines perlados, una rama de apio fresca; amamos los productos conservados, los sabores que viajan en el tiempo. En cada trago hay un equilibrio entre lo salvaje y lo pulido. Y en esa tensión, encontramos belleza”, cuenta Seba.
Si hay tragos con personalidad, el Bloody Mary, es uno de los que indiscutiblemente la tiene. Tomarlo es ya de por sí, un acto transformador: uno no es el mismo antes y después de un bloody. El sabor picante enseguida penetra en los sentidos y de algún modo los despierta.
Si bien hay muchos mitos sobre su origen, la mayoría de las teorías confluyen en que su creador fue el bartender Fernand Petiot en el bar parisino Harry’s New York Bar (qué sigue abierto), un lugar que frecuentaban Ernest Hemingway y otros inmigrantes estadounidenses. El origen del nombre, según algunos, fue inspirado en la reina María I de Inglaterra, a quien la llamaban “Bloody Mary”, en referencia a su sangriento reinado, marcado por la persecución y ejecución a los protestantes. Otros aseguran que lo bautizó un cliente, en honor a Mary, una camarera de un bar de Chicago. También están quienes dicen que está inspirado en la estrella de Hollywood Mary Pickford.
Un clásico que divide aguas: están quienes lo aman, y quienes jamás lo elegirían. Como ícono pop, apareció como protagonista en películas como Barfly, donde Mickey Rourke lo tomaba para curar la resaca; y también era el perfecto compañero de los desayunos de negocios en Mad Men. Según la teoría, es el compañero ideal de los brunchs, pero en Buenos Aires, son cada vez más los bares, cantinas y restaurantes que lo presentan reversionado, con el sello propio de cada lugar. Solo hay que subirse al tour, y lanzarse a este viaje sangriento y picante.
Con intenso sabor umami en Felicia
El bar de Sofitel Buenos Aires Recoleta, a cargo de Mona Gallosi, homenajea al art déco de los años dorados franceses, con un espíritu de joie de vivre francés y DJ sets. La barra del subsuelo del hotel se enciende con un bloody mary clarificado, que según la head bartender Agustina Vigo: “Es una reinterpretación de la receta original, que intensifica el sabor umami tan característico del cóctel, gracias al respeto por los insumos originales y la innovación en las técnicas de la mixología”.
Con un toque cítrico en el brunch del Palacio Duhau
Los domingos el jardín y el salón principal del hotel Park Hyatt Buenos Aires se preparan para celebrar su clásico Sunday brunch, una experiencia inolvidable y épica, con estaciones de quesos artesanales, huevos benedictinos con salmón, preparaciones con trufas y más. En medio de este banquete, el bloody está siempre presente, con su intensidad especiada, el fresco del tomate y un toque cítrico; pensado para maridar el menú y disfrutar el domingo a paso lento y relajado.
Cuatro versiones en Oli Restaurante
La propuesta gastronómica de Olivia Saal rebosa de personalidad y belleza, gracias a su sensual mostrador, su pastelería y viennoiserie a la vista, visible también a través de la ventana que muestra el minuto a minuto de su elaboración. A su carta de platos simples y ricos, no podía faltarle la originalidad de jugar con el bloody mary. Por eso, en lugar de uno solo, tienen cuatro distintos: el bloody mary, con un picor suave y un garnish de apio; el spicy, con aceitunas, aceite de oliva y picante; el de la casa, con gilda de ají picante, cebolla pickle y pimiento con sal de apio, que pica de verdad; y el virgin: sin alcohol y con picor suave.
Clarificado y con mix propio en Casa Cavia
El Bloody Mary clarificado es el cóctel insignia de la carta, que adorna la barra elegante de esta casona emblemática, escondida por Palermo. Lo preparan a partir de un mixer propio de jugo de tomates combinado con un jugo hecho a base de una mezcla de vegetales como zanahoria, remolacha, morrón y apio, previamente tostados en un josper (un aparato de cocción que es una combinación entre una parrilla y un horno). Su diferencial, además del jugo hecho en la casa, es la técnica, porque lo clarifican para eliminar los sólidos del clásico Bloody.
A la mexicana en Barragán Cantina
La primera lonchería del país, ahora abre por la noche y en su nueva sede de Chacarita se transforma en una cantina mexicana. Al revés de la tradición diurna, proponen probar su propia versión del bloody mary para celebrar sus noches. Está elaborado con una base de jugo de tomates asados filtrado, y en lugar de vodka, le ponen tequila y un toque de Ancho Reyes, un clásico licor mexicano con notas ahumadas, hecho con chile Ancho. Recomiendan acompañarlo con las papas fritas con sal de tajín y mayonesa de cilantro; la tostada de maíz con tartar de langostinos, eneldo, huacatay y lima; y las costillas de res al kamado con chimi de cilantro.
Con dos toques de Tabasco en Victor Audio Bar
Victor es el audio bar de los creadores de Tres Monos (Sebastián Atienza, Gustavo Vocke y Charly Aguinsky) y Niño Gordo (Pedro Peña y Germán Sitz), con una fuerte impronta musical y una propuesta estética que transporta un poco a un club privado de mitad del siglo XX en Nueva York, y otro poco a un Kissa Bar de Japón. Uno sus hits es el bloody mary, pensado para acompañar toda la carta: desde las papas fritas hasta las ostras o el servicio de caviar. La receta lleva vodka, jugo de tomate, sal de apio, salsa inglesa, jugo de limón y dos golpes de tabasco.
“El coctel para la resaca” en Pony Line Bar
El bar del Four Seasons Buenos Aires, reconocido recientemente en el Top 10 de International Hotel Bars de la revista internacional Food & Wine, es ya un favorito tanto de locales como de turistas. Su bloody mary se presenta como “el coctel para la resaca”, elaborado con vodka, jugo de tomate Campbell’s, jugo de limón, sal y pimienta, tabasco, salsa inglesa y como garnish, un pincho con aceitunas.
Con gin en Nob3l Bar
El bar de Seba García, ubicado en un tercer piso del Complejo Leloir Plaza, lleva en su nombre un homenaje a Luis Federico Leloir, Tercer Premio Nobel Argentino. Nacido y criado en el Oeste, el reconocido bartender y director creativo detrás de Presidente quiso echar raíces en su barrio natal, donde también vive actualmente. Su propuesta de “coctelería reactiva” busca generar reacciones en los cinco sentidos. Parte de esta búsqueda se ve reflejada en su bloody: “Soy un enamorado del Bloody Mary, pero en mis bares elegimos decirle Red Snapper. Cambiamos el vodka por gin, porque donde otros ven fuerza, nosotros buscamos carácter. Lo vestimos con pepinillos encurtidos, cebollines perlados, una rama de apio fresca; amamos los productos conservados, los sabores que viajan en el tiempo. En cada trago hay un equilibrio entre lo salvaje y lo pulido. Y en esa tensión, encontramos belleza”, cuenta Seba.
Es el compañero ideal de los brunchs, pero en Buenos Aires, son cada vez más los bares, cantinas y restaurantes que lo reinterpretan con toques personales Read More