Mirtha Legrand volvió a sorprender en su programa con un look pensado a su medida y dejó en claro por qué es la gran diva de la televisión argentina. Además, sobre el final del envío, compartió con sus invitados y con el público un detalle de su infancia que dejó al descubierto sus raíces santafesinas.
Luego de su ya clásica entrada y de repetir la frase con la que abre, desde hace unos años, sus míticas comidas televisivas -”Vamos a comenzar nuestros legendarios sábados porque yo, señores, ya soy una leyenda. Y la leyenda continúa”-, Mirtha se dispuso a compartir el look elegido para la velada. “Tengo un vestido divino hoy: azul francia, bordado íntegramente con cristales y paillettes. Miren qué bonito. ¡Divino!”, exclamó.
Una vez que terminó de mostrar el diseño y contó que el encargado de realizarlo fue Claudio Cosano, la conductora describió sus joyas, entre las que destacó una pulsera en brillantes. “¿Quién es el que silba?”, preguntó atenta a las reacciones de las personas en el estudio mientras mostraba los aros. “Algún admirador”, se respondió sola, y continuó con el ritual de moda.
Mirtha y su pasado en Santa Fe
La Chiqui tuvo como invitados de la noche a los actores Florencia Peña y Juan Ingaramo -quienes desde hace unas semanas se destacan en el musical Pretty Woman-, al periodista Franco Mercuriali, al doctor y especialista en toxicología Carlos Damin y a la actriz Andrea Bonelli. Fue la actriz de Borges y yo quien le dio el pie a la conductora para hablar de su infancia.
“Le quiero mandar un beso a mi mamá, que nos está viendo, y que es santafesina, de Reconquista. Yo soy un poco santafesina también por eso”, contó Bonelli sobre el final del programa. En ese momento, la conductora la descolocó con una pregunta inesperada. “¿Te comés las eses?”, disparó. “´Vamo a casa´. ´vamo al cine´”, agregó, a modo de ejemplo, con una tonada y una musicalidad en las palabras típicas de la provincia. La ocurrencia despertó las carcajadas de todos en el estudio, pero Mirtha siguió enfocada en el tema.
“Yo cuando llegué a Buenos Aires me comía las eses”, recordó la diva. “Yo he llorado tanto porque en el colegio nos tomaban el pelo con mi hermana melliza por eso”, sumó. “Las eses aspiradas. No comidas”, aclaró, para darle un toque de distinción al asunto.
De Santa Fe al estrellato
Mirtha Legrand nació el 23 de febrero de 1927 en Villa Cañás, provincia de Santa Fe, con el nombre de Rosa María Juana Martínez Suárez. Su debut en el cine se produjo en el año 1940, cuando actuó junto a su hermana Silvia “Goldi” Legrand en Hay que educar a Niní.
Además de participar por primera vez en una película, La Chiqui se dio el gusto de compartir cámara con “la sin igual Niní Marshall”, tal como ella misma la describió en una oportunidad.
Desde entonces, Mirtha comenzó una carrera cinematográfica que la llevó a participar en 35 películas. Algunos de los títulos más destacados de su filmografía son Los martes orquídeas; Adolescencia; Safo, historia de una pasión; El retrato y La patota, film en el que fue dirigida por Daniel Tinayre, quien fue su marido.
En 1965, tras participar en Con gusto a rabia, Mirtha decidió retirarse del cine. Tres años más tarde, y sin saberlo, daría inicio a uno de los programas más emblemáticos de toda la historia de la televisión argentina.
Fue Alejandro Romay, por entonces director de Canal 9, quien le ofreció a Legrand conducir un programa llamado Almorzando con las estrellas. La primera emisión se llevó a cabo el 3 de junio de 1968 y contó con Daniel Tinayre, Alberto Migré, Leopoldo Torre Nilsson, Beatriz Guido y Duilio Marzio como invitados.
Desde entonces, el programa fue cambiando de pantalla, pasó a llamarse Almorzando con Mirtha Legrand e, incluso, pasó a tener su versión nocturna con La noche de Mirtha Legrand. Lo que nunca cambió fue su permanencia en el aire. De hecho, el mes pasado cumplió 57 años al frente de su emblemático programa.
Mirtha Legrand volvió a sorprender en su programa con un look pensado a su medida y dejó en claro por qué es la gran diva de la televisión argentina. Además, sobre el final del envío, compartió con sus invitados y con el público un detalle de su infancia que dejó al descubierto sus raíces santafesinas.
Luego de su ya clásica entrada y de repetir la frase con la que abre, desde hace unos años, sus míticas comidas televisivas -”Vamos a comenzar nuestros legendarios sábados porque yo, señores, ya soy una leyenda. Y la leyenda continúa”-, Mirtha se dispuso a compartir el look elegido para la velada. “Tengo un vestido divino hoy: azul francia, bordado íntegramente con cristales y paillettes. Miren qué bonito. ¡Divino!”, exclamó.
Una vez que terminó de mostrar el diseño y contó que el encargado de realizarlo fue Claudio Cosano, la conductora describió sus joyas, entre las que destacó una pulsera en brillantes. “¿Quién es el que silba?”, preguntó atenta a las reacciones de las personas en el estudio mientras mostraba los aros. “Algún admirador”, se respondió sola, y continuó con el ritual de moda.
Mirtha y su pasado en Santa Fe
La Chiqui tuvo como invitados de la noche a los actores Florencia Peña y Juan Ingaramo -quienes desde hace unas semanas se destacan en el musical Pretty Woman-, al periodista Franco Mercuriali, al doctor y especialista en toxicología Carlos Damin y a la actriz Andrea Bonelli. Fue la actriz de Borges y yo quien le dio el pie a la conductora para hablar de su infancia.
“Le quiero mandar un beso a mi mamá, que nos está viendo, y que es santafesina, de Reconquista. Yo soy un poco santafesina también por eso”, contó Bonelli sobre el final del programa. En ese momento, la conductora la descolocó con una pregunta inesperada. “¿Te comés las eses?”, disparó. “´Vamo a casa´. ´vamo al cine´”, agregó, a modo de ejemplo, con una tonada y una musicalidad en las palabras típicas de la provincia. La ocurrencia despertó las carcajadas de todos en el estudio, pero Mirtha siguió enfocada en el tema.
“Yo cuando llegué a Buenos Aires me comía las eses”, recordó la diva. “Yo he llorado tanto porque en el colegio nos tomaban el pelo con mi hermana melliza por eso”, sumó. “Las eses aspiradas. No comidas”, aclaró, para darle un toque de distinción al asunto.
De Santa Fe al estrellato
Mirtha Legrand nació el 23 de febrero de 1927 en Villa Cañás, provincia de Santa Fe, con el nombre de Rosa María Juana Martínez Suárez. Su debut en el cine se produjo en el año 1940, cuando actuó junto a su hermana Silvia “Goldi” Legrand en Hay que educar a Niní.
Además de participar por primera vez en una película, La Chiqui se dio el gusto de compartir cámara con “la sin igual Niní Marshall”, tal como ella misma la describió en una oportunidad.
Desde entonces, Mirtha comenzó una carrera cinematográfica que la llevó a participar en 35 películas. Algunos de los títulos más destacados de su filmografía son Los martes orquídeas; Adolescencia; Safo, historia de una pasión; El retrato y La patota, film en el que fue dirigida por Daniel Tinayre, quien fue su marido.
En 1965, tras participar en Con gusto a rabia, Mirtha decidió retirarse del cine. Tres años más tarde, y sin saberlo, daría inicio a uno de los programas más emblemáticos de toda la historia de la televisión argentina.
Fue Alejandro Romay, por entonces director de Canal 9, quien le ofreció a Legrand conducir un programa llamado Almorzando con las estrellas. La primera emisión se llevó a cabo el 3 de junio de 1968 y contó con Daniel Tinayre, Alberto Migré, Leopoldo Torre Nilsson, Beatriz Guido y Duilio Marzio como invitados.
Desde entonces, el programa fue cambiando de pantalla, pasó a llamarse Almorzando con Mirtha Legrand e, incluso, pasó a tener su versión nocturna con La noche de Mirtha Legrand. Lo que nunca cambió fue su permanencia en el aire. De hecho, el mes pasado cumplió 57 años al frente de su emblemático programa.
La gran diva de la televisión argentina deslumbró con un vestido bordado en azul Francia en un nuevo programa de La noche de Mirtha Read More