Temperley ganó en Mendoza pese a que le anularon un gol de manera escandalosa

No está mal afirmar que el triunfo de Temperley en Mendoza, donde visitó a Gimnasia y lo venció 1-0 en el duelo correspondiente a la fecha 23 de la Primera Nacional, fue escandaloso. No porque haya sido el equipo Celeste el beneficiado por el arbitraje de Gastón Monsón Brizuela, sino porque el hombre que impartió justicia tomó varias decisiones polémicas (junto a sus colaboradores) que mantuvieron a los mendocinos con vida en el partido hasta el final.

El éxito fue festejado con fuerza, a la altura de una jornada épica. Sin ser totalmente transmitida por televisión, la segunda categoría -y las de más abajo- se llena de sospechas con ciertas determinaciones arbitrales extrañas que, con el correr de las horas, se terminan conociendo. Uno de los apuntados hace tiempo en estos aspectos es el “Lobo” de Mendoza. Y lo que sucedió con Brizuela en la tarde del domingo mendocino no hizo más que potenciar aquellas dudas.

Los gritos de desahogo y los puños en alto por parte del plantel Gasolero no sólo se deben a que se trataba de una final para afirmarse entre los mejores ocho de la zona B, sino que también a que los tres puntos los obtuvieron con diez hombres y tras un gol anulado por una posición adelantada inventada. Podría haber sido 2-0 y un desenlace más sereno para Temperley, pero sufrió hasta los 98 minutos.

La primera expulsión generó controversia. Luciano Nieto ya había sido amonestado en la primera mitad, pero a los 20 minutos del segundo tiempo, con el encuentro todavía igualado 0-0, prefirió dejar un lateral ofensivo en manos de otro compañero. El juez, pese al marco del resultado y el tiempo que restaba jugarse, interpretó que el ‘10’ hacía tiempo: le mostró la segunda tarjeta y lo expulsó.

La paradoja es que desde ese mismo lateral llegó el gol del triunfo: un centro encontró a Fernando Brandán filtrado entre los centrales y su cabezazo contra el primer palo encontró la red, apenas un minuto después de quedarse con un hombre menos. Eufóricos por la ráfaga en la que pasaron de la indignación a la alegría, pero también conscientes de que debían sostener el 1-0 media hora más.

Incluso, el propio autor del gol recibió la expulsión directa cerca del final, pero cuando ya había sido reemplazado por Federico Milo y se encontraba descansando en el banco. ¿El motivo? La bronca acumulada de todos los suplentes por lo que sucedió diez minutos posteriores a su tanto.

😳 Es un ESCÁNDALO el gol que le anularon a Temperley por OFFSIDE. Un papelón lo del arbitraje en Mendoza. pic.twitter.com/VW9EZTCozw

— Primera Nacional (@Primeranaciona) July 20, 2025

Justamente fue Milo el que corrió para disputar la pelota con el último hombre mendocino, Fermín Antonini, que se arriesgó con una barrida y perdió. Así, el ataque de los dirigidos por Rubén Forestello tomaba aroma a gol por el dos contra uno: Franco Ayunta se sumó por la derecha y recibió el toque de Milo cuando Ismael Cortez se recuperó en defensa y lo terminó habilitando.

Ayunta controló la asistencia, se metió en el área con tiempo y definió perfecto ante el achique de Lautaro Petruchi. Aunque, claro, antes de patear la bandera ya estaba levantada: es que, en realidad, era lógica la confianza de que todo era válido, ya que las líneas del césped exponen que estaba habilitado por Cortez, y además por amplísimo margen. Un gol anulado de manera insólita.

El equipo de Rubén Forestello finalizó el encuentro con un total de seis amonestados, además de las dos expulsiones, mientras que Gimnasia recibió la primera tarjeta amarilla recién en el octavo minuto de adición (el volante Facundo Lencioni).

Así es como los mendocinos quedaron en el tercer lugar, con 40 puntos (con un encuentro menos) y no pudieron subirse al liderazgo que está en poder de Gimnasia, de Jujuy (43). En tanto, Temperley sacó tres puntos de oro que le permitieron superar en la tabla a Chaco For Ever y ubicarse en el sexto puesto (38).

No está mal afirmar que el triunfo de Temperley en Mendoza, donde visitó a Gimnasia y lo venció 1-0 en el duelo correspondiente a la fecha 23 de la Primera Nacional, fue escandaloso. No porque haya sido el equipo Celeste el beneficiado por el arbitraje de Gastón Monsón Brizuela, sino porque el hombre que impartió justicia tomó varias decisiones polémicas (junto a sus colaboradores) que mantuvieron a los mendocinos con vida en el partido hasta el final.

El éxito fue festejado con fuerza, a la altura de una jornada épica. Sin ser totalmente transmitida por televisión, la segunda categoría -y las de más abajo- se llena de sospechas con ciertas determinaciones arbitrales extrañas que, con el correr de las horas, se terminan conociendo. Uno de los apuntados hace tiempo en estos aspectos es el “Lobo” de Mendoza. Y lo que sucedió con Brizuela en la tarde del domingo mendocino no hizo más que potenciar aquellas dudas.

Los gritos de desahogo y los puños en alto por parte del plantel Gasolero no sólo se deben a que se trataba de una final para afirmarse entre los mejores ocho de la zona B, sino que también a que los tres puntos los obtuvieron con diez hombres y tras un gol anulado por una posición adelantada inventada. Podría haber sido 2-0 y un desenlace más sereno para Temperley, pero sufrió hasta los 98 minutos.

La primera expulsión generó controversia. Luciano Nieto ya había sido amonestado en la primera mitad, pero a los 20 minutos del segundo tiempo, con el encuentro todavía igualado 0-0, prefirió dejar un lateral ofensivo en manos de otro compañero. El juez, pese al marco del resultado y el tiempo que restaba jugarse, interpretó que el ‘10’ hacía tiempo: le mostró la segunda tarjeta y lo expulsó.

La paradoja es que desde ese mismo lateral llegó el gol del triunfo: un centro encontró a Fernando Brandán filtrado entre los centrales y su cabezazo contra el primer palo encontró la red, apenas un minuto después de quedarse con un hombre menos. Eufóricos por la ráfaga en la que pasaron de la indignación a la alegría, pero también conscientes de que debían sostener el 1-0 media hora más.

Incluso, el propio autor del gol recibió la expulsión directa cerca del final, pero cuando ya había sido reemplazado por Federico Milo y se encontraba descansando en el banco. ¿El motivo? La bronca acumulada de todos los suplentes por lo que sucedió diez minutos posteriores a su tanto.

😳 Es un ESCÁNDALO el gol que le anularon a Temperley por OFFSIDE. Un papelón lo del arbitraje en Mendoza. pic.twitter.com/VW9EZTCozw

— Primera Nacional (@Primeranaciona) July 20, 2025

Justamente fue Milo el que corrió para disputar la pelota con el último hombre mendocino, Fermín Antonini, que se arriesgó con una barrida y perdió. Así, el ataque de los dirigidos por Rubén Forestello tomaba aroma a gol por el dos contra uno: Franco Ayunta se sumó por la derecha y recibió el toque de Milo cuando Ismael Cortez se recuperó en defensa y lo terminó habilitando.

Ayunta controló la asistencia, se metió en el área con tiempo y definió perfecto ante el achique de Lautaro Petruchi. Aunque, claro, antes de patear la bandera ya estaba levantada: es que, en realidad, era lógica la confianza de que todo era válido, ya que las líneas del césped exponen que estaba habilitado por Cortez, y además por amplísimo margen. Un gol anulado de manera insólita.

El equipo de Rubén Forestello finalizó el encuentro con un total de seis amonestados, además de las dos expulsiones, mientras que Gimnasia recibió la primera tarjeta amarilla recién en el octavo minuto de adición (el volante Facundo Lencioni).

Así es como los mendocinos quedaron en el tercer lugar, con 40 puntos (con un encuentro menos) y no pudieron subirse al liderazgo que está en poder de Gimnasia, de Jujuy (43). En tanto, Temperley sacó tres puntos de oro que le permitieron superar en la tabla a Chaco For Ever y ubicarse en el sexto puesto (38).

 El arbitraje dejó bronca acumulada en el “Gasolero”, que festejó como visitante  Read More