En la quinta jornada de la 137ª Exposición Rural de Palermo fue la raza bovina Braford la encargada de dar inicio a las actividades en la pista central. Desde temprano, y bajo un sol que disipó el frío matinal, aunque por la tarde las nubes volvieron a cubrir el cielo porteño, el público colmó las tribunas para seguir de cerca una jura que prometía y cumplió. Hubo emoción, calidad genética y definiciones muy reñidas. Ya sobre el final del día, cerca de las 17, con ejemplares de alto nivel y una definición ajustada, el jurado a cargo, Carlos Ojea Rullán, eligió el Gran Campeón Macho de la raza que recayó en “Alejo”, del box 656, un toro de dos años de la cabaña Santa Irene, de Ganagrin SAAG, proveniente de Gualeguaychú, Entre Ríos. El Reservado de Gran Campeón Macho fue para el box 655, de la cabaña La Dominga, de Agrolepal SRL; en tanto el Tercero Mejor Macho fue el box 662, de la cabaña Los Socavones, de Gatopa SA.
Antes, cerca del mediodía, fue consagrada “Martina” como Gran Campeón Hembra de la raza. La vaquillona, del box 721, fue presentada por la cabaña El Amargo, ubicada en el norte de Santa Fe, perteneciente a Eduardo Martínez Ferrario, Don Nicasio, de RL, Goicoechea y La Doro de Fedhec.
“Estética que impacta”: debutó en Palermo una superraza bovina que produce una muy buena carne
Antes de anunciar su veredicto, y luego de agradecer a la Asociación Braford Argentina por haberlo convocado como jurado, a su equipo de trabajo y a su familia, Ojea Rullán tomó la palabra para destacar la evolución productiva de la raza: “Esta raza se ha convertido en una verdadera máquina de producir carne”, afirmó con énfasis, mientras pedía a los cabañeros que giraran sus animales hacia el público.
“Den vuelta los ejemplares hacia las tribunas, que el público vea estas culatas. Es impresionante. Vale la pena mirarlo con atención”, insistió. Y agregó, visiblemente entusiasmado: “Miren lo que es esto, desde los terneros hasta los toros mayores. Fíjense en esos posteriores, en la musculatura y el control que tienen”.
Tras la consagración del Gran Campeón Macho, orgulloso por el trabajo realizado, el jurado compartió su balance de la jornada: “El Gran Campeón es un toro realmente muy bueno. Desde que entró a la pista ya veíamos que era un ejemplar muy, muy importante. Estábamos atentos por si aparecía algo superior, pero sabíamos que iba a ser difícil”, reconoció.
“Tiene todo lo que hoy se busca en la raza: corrección, buen pigmento, clase, condiciones carniceras y una gran capacidad corporal. Es un toro muy completo”, destacó. Y añadió: “Tanto los machos como las hembras fueron un lujo. No hay nada más lindo para un jurado que, al terminar, quede una línea pareja, equilibrada y uniforme. Y eso hoy lo pudimos encontrar. Es mérito total de los expositores”.
Con emoción, Luis Otero Monsegur, dueño de la cabaña dijo: “Sacar el Gran Campeón Macho en Palermo es una alegría enorme. Esto arranca con un programa genético de mejoramiento de nuestros rodeos Braford que ya tiene más de 10 años. Yo tengo mucho más tiempo en la raza, pero el programa comenzó hace una década de la mano de Diego Grané, que es nuestro genetista”, explicó.
Con orgullo, contó que el trabajo a largo plazo empieza a dar sus frutos: “Fuimos formando familias genéticas cuyos productos están llegando a la pista y obteniendo premios”.
Consultado sobre si esta era su primera vez con Gran Campeón en Palermo, respondió: “Ya tuve un Gran Campeón y un Reservado de Gran Campeón. Pero este es especial, porque es un toro joven, de apenas dos años. No es un toro senior ni adulto, todavía está en desarrollo y para mí tiene muchísimo futuro. Este toro ya había ganado la Nacional de Corrientes. Así que es bicampeón este año: fue campeón allá y ahora en Palermo. Cada consagración tiene un sabor especial. Por más que uno ya haya ganado otras veces, estos premios siempre se sienten distinto. Hay mucho esfuerzo detrás, mucho trabajo. Hay gente que duerme con el toro para que no le pase nada, que se ocupa de que coma bien, que esté perfecto. Todo eso tiene un valor enorme“.
El toro campeón se llama Alejo y el nombre tiene una historia particular. “El cuidador del toro se llama así. Me dijo: ‘Tiene que llamarse como yo’… y le quedó Alejo”, relató entre risas.
Al hacer un balance de lo que dejó la jura en la pista central de Palermo, el presidente de la Asociación Braford Argentina, Juan Manuel Alberro, dijo: “Estamos cerrando un día increíble para la raza Braford. Es impresionante cómo la raza fue evolucionando hacia un biotipo tan carnicero, sin descuidar la adaptación al medio. Hoy incluso se prestó atención al tema del pelo corto, y las líneas inferiores fueron realmente impecables en toda la fila de machos”, señaló.
Según Alberro, el resultado es fruto de un trabajo de largo plazo: “Se ha logrado un biotipo muy importante para seguir creciendo en todas las regiones ganaderas del país, como se viene haciendo”.
De cara al futuro, remarcó la necesidad de avanzar con más tecnología e información: “Hoy no alcanza con lo que vemos en pista. No es solo el peso o la circunferencia escrotal. Se trabaja con DEPs (diferencias esperadas en la progenie), datos de peso al nacer, producción de leche, crecimiento, pesos definitivos”.
“Tenemos que enfocarnos también en características de carcasa, en el marmoreo de la carne, porque el mundo demanda cada vez más calidad. La Argentina está destinada a ser un jugador top en ese escenario, y el Braford va a ser parte de ese programa”, concluyó.
En la quinta jornada de la 137ª Exposición Rural de Palermo fue la raza bovina Braford la encargada de dar inicio a las actividades en la pista central. Desde temprano, y bajo un sol que disipó el frío matinal, aunque por la tarde las nubes volvieron a cubrir el cielo porteño, el público colmó las tribunas para seguir de cerca una jura que prometía y cumplió. Hubo emoción, calidad genética y definiciones muy reñidas. Ya sobre el final del día, cerca de las 17, con ejemplares de alto nivel y una definición ajustada, el jurado a cargo, Carlos Ojea Rullán, eligió el Gran Campeón Macho de la raza que recayó en “Alejo”, del box 656, un toro de dos años de la cabaña Santa Irene, de Ganagrin SAAG, proveniente de Gualeguaychú, Entre Ríos. El Reservado de Gran Campeón Macho fue para el box 655, de la cabaña La Dominga, de Agrolepal SRL; en tanto el Tercero Mejor Macho fue el box 662, de la cabaña Los Socavones, de Gatopa SA.
Antes, cerca del mediodía, fue consagrada “Martina” como Gran Campeón Hembra de la raza. La vaquillona, del box 721, fue presentada por la cabaña El Amargo, ubicada en el norte de Santa Fe, perteneciente a Eduardo Martínez Ferrario, Don Nicasio, de RL, Goicoechea y La Doro de Fedhec.
“Estética que impacta”: debutó en Palermo una superraza bovina que produce una muy buena carne
Antes de anunciar su veredicto, y luego de agradecer a la Asociación Braford Argentina por haberlo convocado como jurado, a su equipo de trabajo y a su familia, Ojea Rullán tomó la palabra para destacar la evolución productiva de la raza: “Esta raza se ha convertido en una verdadera máquina de producir carne”, afirmó con énfasis, mientras pedía a los cabañeros que giraran sus animales hacia el público.
“Den vuelta los ejemplares hacia las tribunas, que el público vea estas culatas. Es impresionante. Vale la pena mirarlo con atención”, insistió. Y agregó, visiblemente entusiasmado: “Miren lo que es esto, desde los terneros hasta los toros mayores. Fíjense en esos posteriores, en la musculatura y el control que tienen”.
Tras la consagración del Gran Campeón Macho, orgulloso por el trabajo realizado, el jurado compartió su balance de la jornada: “El Gran Campeón es un toro realmente muy bueno. Desde que entró a la pista ya veíamos que era un ejemplar muy, muy importante. Estábamos atentos por si aparecía algo superior, pero sabíamos que iba a ser difícil”, reconoció.
“Tiene todo lo que hoy se busca en la raza: corrección, buen pigmento, clase, condiciones carniceras y una gran capacidad corporal. Es un toro muy completo”, destacó. Y añadió: “Tanto los machos como las hembras fueron un lujo. No hay nada más lindo para un jurado que, al terminar, quede una línea pareja, equilibrada y uniforme. Y eso hoy lo pudimos encontrar. Es mérito total de los expositores”.
Con emoción, Luis Otero Monsegur, dueño de la cabaña dijo: “Sacar el Gran Campeón Macho en Palermo es una alegría enorme. Esto arranca con un programa genético de mejoramiento de nuestros rodeos Braford que ya tiene más de 10 años. Yo tengo mucho más tiempo en la raza, pero el programa comenzó hace una década de la mano de Diego Grané, que es nuestro genetista”, explicó.
Con orgullo, contó que el trabajo a largo plazo empieza a dar sus frutos: “Fuimos formando familias genéticas cuyos productos están llegando a la pista y obteniendo premios”.
Consultado sobre si esta era su primera vez con Gran Campeón en Palermo, respondió: “Ya tuve un Gran Campeón y un Reservado de Gran Campeón. Pero este es especial, porque es un toro joven, de apenas dos años. No es un toro senior ni adulto, todavía está en desarrollo y para mí tiene muchísimo futuro. Este toro ya había ganado la Nacional de Corrientes. Así que es bicampeón este año: fue campeón allá y ahora en Palermo. Cada consagración tiene un sabor especial. Por más que uno ya haya ganado otras veces, estos premios siempre se sienten distinto. Hay mucho esfuerzo detrás, mucho trabajo. Hay gente que duerme con el toro para que no le pase nada, que se ocupa de que coma bien, que esté perfecto. Todo eso tiene un valor enorme“.
El toro campeón se llama Alejo y el nombre tiene una historia particular. “El cuidador del toro se llama así. Me dijo: ‘Tiene que llamarse como yo’… y le quedó Alejo”, relató entre risas.
Al hacer un balance de lo que dejó la jura en la pista central de Palermo, el presidente de la Asociación Braford Argentina, Juan Manuel Alberro, dijo: “Estamos cerrando un día increíble para la raza Braford. Es impresionante cómo la raza fue evolucionando hacia un biotipo tan carnicero, sin descuidar la adaptación al medio. Hoy incluso se prestó atención al tema del pelo corto, y las líneas inferiores fueron realmente impecables en toda la fila de machos”, señaló.
Según Alberro, el resultado es fruto de un trabajo de largo plazo: “Se ha logrado un biotipo muy importante para seguir creciendo en todas las regiones ganaderas del país, como se viene haciendo”.
De cara al futuro, remarcó la necesidad de avanzar con más tecnología e información: “Hoy no alcanza con lo que vemos en pista. No es solo el peso o la circunferencia escrotal. Se trabaja con DEPs (diferencias esperadas en la progenie), datos de peso al nacer, producción de leche, crecimiento, pesos definitivos”.
“Tenemos que enfocarnos también en características de carcasa, en el marmoreo de la carne, porque el mundo demanda cada vez más calidad. La Argentina está destinada a ser un jugador top en ese escenario, y el Braford va a ser parte de ese programa”, concluyó.
La cabaña Santa Irene, de Ganagrin, se quedó con el Gran Campeón Macho de la raza; el Gran Campeón Hembra fue para El Amargo Read More